pdf de edición - Sidoc

Midiéndole las costillas
“El 19 de abril presenté la acusación formal por violación en la Fiscalía
General de la República. En junio una sicóloga forense entrevistó a mi
hija, y Mili volvió a decir que Luis González, trabajador de la ELAM, abusó
sexualmente de ella. Luego de la entrevista la sicóloga me dijo que,
lamentablemente, por la condición de Mili, esa entrevista no tiene fuerza
como evidencia”, nos dice Ana muy molesta.
Minsa le cierra las puertas
Cuando Yunaisi García, periodista del Canal 2, le preguntó a la ministra de
Salud, Sonia Castro, qué estaban haciendo ellos para atender a Militza, la
funcionaria contestó: “Nuestra prioridad es la jornada de vacunación y ella
(Militza) ya está recibiendo la atención médica por parte del Ministerio de
Salud”.
La verdad es que la joven nunca fue atendida por esta institución. Cuando le
solicitaron al Ministerio de Salud, Minsa, que ayudara a gestionar el segundo
viaje de Mili a Cuba, el doctor Ricardo Taylor, director de esa institución en la
Región Autónoma del Atlántico Sur, respondió que no podían hacer nada.
También aseguró que el Minsa no tenía en existencia los medicamentos que
requería Militza.
“Sin embargo, más tarde conseguí parte de las medicinas a través de un
contacto en el Pacífico en una farmacia del Minsa”, dice indignada Ana
María.
En busca de salud y
justicia
Foto: Cortesía de Ana María Martínez
42
El apoyo de su mamá, Ana María, da fuerza a Militza.
En mayo de este
año, con ayuda del
Cenidh, Ana María
pidió a la Comisión
Interamericana de
Derechos Humanos,
CIDH, medidas urgentes
para proteger la vida
de Militza, su integridad
física, síquica y el
derecho de acceso a