economía&política - Cronista.com

21-2-2013 ■ EL CRONISTA ■ REAL ESTATE ■ V
nivel de ingreso, lo que lleva a
descartar la opción de la financiación
tradicional. En estos casos
cobra importancia la existencia
de una banca estatal de
fomento para la vivienda, como
fuente paralela de recursos.
El déficit habitacional en la Argentina
se ha convertido en un
problema estructural, que afecta
a más del 20% de los hogares
argentinos y que no ha tenido
soluciones efectivas en las últimas
décadas, transformándose
en deuda pendiente, tal como lo
determina el Censo Nacional de
Población y Vivienda del 2010. La
sociedad argentina está conformada
por más de 12 millones de
hogares, 60% se corresponden
con el nivel de la clase media,
media baja, media típica y media
alta. Según la encuesta realizada
en el 2011 para la Asociación
de Empresarios de la Vivienda
(AEV) por D'Alessio-
IROL, en 6 de cada 10 hogares de
clase media, es decir más de un
tercio del total de los hogares
del país, los habitantes quisieran
adquirir una primera vivienda
o cambiar. Si a lo dicho le sumamos
que la precariedad de la
vivienda está en el centro de la
problemática del 30% más pobre
de la población (casi
500.000 hogares en viviendas
irrecuperables s/censo 2010) se
concluye que más de la mitad de
los hogares argentinos tienen algún
grado de problema con respecto
a su vivienda. A los efectos
de analizar el problema de
acuerdo lo establecen los acuerdos
internacionales de Hábitat,
es que no podemos considerar a
la vivienda en forma aislada y
por ello es necesario analizar la
situación de la población, respecto
al acceso de los servicios.
En este sentido un estudio de
la Universidad Católica Argentina
indica que el 12,6% de la
población urbana no tiene acceso
al agua corriente; el
35,5% no está conectada a la
red cloacal y el 25% no tiene
gas por red. Asimismo, la precariedad
en la infraestructura,
por la escasa o nula inversión
pública o privada, llevaba a
que el 43,5% de las personas
carezca de desagües pluviales
en su manzana y que el 25,7%
tenga calles sin pavimentar.
Año a año, se discuten, aprueban
y publicitan los recursos
destinados a la salud, la educación
y la seguridad, los que aumentan
progresivamente en las
partidas del Presupuesto Nacional.
Sin embargo, la realidad
muestra la existencia de graves
problemas sin resolver, en cada
una de las áreas señaladas. Una
primera conclusión: algo anda
mal, ya que el presupuesto aumenta
y los problemas se agravan
por falta de soluciones. Una
segunda, es que los que tienen
la responsabilidad de gobernar
y de sostener la dignidad de la
sociedad argentina están confundiendo
las cosas. Tal confusión
deriva de entender que
educación, salud y seguridad
son compartimentos estancos
a los que hay destinar fondos
cada vez mayores, sin comprender
que los tres se encuentran
íntimamente vinculados y
constituyen un sistema que corresponde
enfrentar con soluciones
integrales.
Respecto a la calidad, desde
hace tiempo con al avance despiadado
de la centralidad en el
manejo del poder, el desarrollo
del hábitat digno ha sido puesto
en riesgo, porque se le ha negado
a cada provincia, en honor al
federalismo, la posibilidad de diseñar
el hábitat y las viviendas
que por sus características sociales,
geográficas, urbanas y
climáticas, cada provinciano necesita
para su desarrollo, echando
por tierra la posibilidad de optimizar
el recurso humano y el
recurso económico.
Los hechos del pasado deben
servir para emprender nuevos
caminos, así es que debemos
responder al problema habitacional.
Para ello debemos recuperar
como autoridad de aplicación
a los organismos provinciales
de vivienda, permitiéndoles
el diseño de sus Programas
habitacionales, junto a
los municipios y conformando
verdaderos "Consejos Provinciales",
desde donde se determinarían
cupos aplicando criterios
de distribución, sobre la
base de la equidad.
Una vez restablecida la competencia
de los organismos provinciales
de vivienda, se debería
revisar el rol de los actores sociales
tales como gremios, cooperativas,
empresas y profesionales.
Por otra parte, tener en
cuenta de que manera se trabaja
sobre el hábitat (emplazamiento
del emprendimiento),
considerando el aporte ambiental,
la recuperación de los espacios
públicos , la educación, la salud
y la seguridad.
Las necesidades de la sociedad
obligan a los gobiernos a
desarrollar verdaderas políticas
de Estado, que permitan trabajar
sobre el déficit cualitativo y
cuantitativo, pero además, sobre
la posibilidad de construir un
interface entre la demanda concreta
y la solución, para el caso
de quienes alquilan una vivienda,
generando erogaciones que
a veces atentan contra la capacidad
de ahorro y también con la
posibilidad de diseñar herramientas
como la del ahorro previo.
En este caso, el rol de los sindicatos
es clave, ya que con el
Estado podrían ejecutar complejos
de residencia transitoria
durante ejecución de obra para
la vivienda definitiva.
Por último, el tema de soluciones
habitacionales sustentables.
Está demostrado que las
brindadas por el Estado, en casi
un 45% de los casos, se vuelve a
transformar en déficit por discapacidad
motriz sobreviniente de
sus ocupantes, la falta de arraigo
al lugar y por último, el más
importante, el déficit por hacinamiento
de hogares. El éxito de
una política de estado en hábitat
sustentable no sale al paso
por casualidad. Se concibe, se
prepara, se ejercita, y luego recién
se realiza. Es decir, el éxito
depende de toda esa acción, preparación,
y organización; el éxito
es obra de la previsión y la realización.
(*) el autor es ex vicegobernador
de Mendoza
Negocios
El sistema ocupa más de 25.000 locales del país. Ubicaciones, características y dimensiones
de los puntos de venta más demandados. La indumentaria como motor del auge. Los casos.
Las franquicias se quedan con los locales
Si bien el cepo al dólar y la
incertidumbre económica
generó en 2012 más
dudas que certezas, en
un escenario en donde siempre
hay que reiventarse, una de las
pocas modalidades, que se asocia
con lo inmobiliario y mantuvo
su curva de expansión, son las
franquicias.
Este modelo, que permite a un
franquiciante utilizar cierta marca
ya instalada en el mercado,
hizo que muchos locales comerciales
se ocupen en los últimos
años. Una de las entidades que
ratifica este avance es la Asociación
Argentina de Marcas y
Franquicias (AAMF). Según sus
relevamientos, 2012 cerró con
500 empresas que actualmente
ocupan 26.533 locales minoristas,
a nivel nacional.
El lapso entre 2005 y 2012 fue
clave para el sector: se sumaron
al menos 100 empresas al sistema,
y la base de locales se incrementó
en cerca de 14.000
puntos de venta.
Know how y el paraguas de
Entre 2005 y 2012, la base de locales del franchising aumentó en 14.000 puntos.
una firma instalada en el mercado
es lo que más tienta a quienes
se animan a apostar a una
franquicia.
La Fábrica, especializada en
servicios de lunch con 40 locales,
8 propios y 30 franquicias,
realiza una minuciosa selección
de sus puntos de venta. Buscan
locales ubicados en esquinas, "y
si son a mitad de cuadra preferimos
que el frente sea amplio",
precisa Alberto Bergoc junto a
Gabriel Matyas, socios fundadores
de la firma, en la que hay que
invertir entre $ 400.000 y $
500.000 para un punto de venta
tradicional -aunque dependerá
del estado del edificio.
Por otra parte, desde la AAMF
indican que durante 2012 la inversión
inicial promedio necesaria
para instalar un local franquiciado,
alcanzó los $ 408.262. “Un
número que contempla la puesta
a punto del local, abastecimiento
de mercadería, instalación
de equipos y mobiliarios,
entre otros conceptos", explica
Lucas Secades, director Ejecutivo
de la AAMF, que aporta más
datos para reflejar el desarrollo
del franchising en el país: el 88
por ciento de las empresas franquiciantes
son de origen nacional,
y del total de las empresas,
el 92 por ciento otorgó franquicias
en los últimos dos años.
En tanto que Córdoba y el Norte
argentino son las plazas más
buscadas por los inversores para
instalar nuevas aperturas y
también acompañar la expansión
del turismo.
El rubro de la indumentaria
motoriza la ocupación de locales.
Al respecto, Gustavo Gaudio,
gerente de Retail y Franquicias
de la marca femenina
Koxis, admite que en la Argentina
siempre atrae. “Ya contamos
con cinco franquicias. Las
últimas aperturas fueron en el
Nine Shopping, en el Patio Olmos
en Córdoba, y Portal Patagonia
en Neuquén", detalla. Eligen
locales desde 45 metros
cuadrados y para “llegar” a la
marca, la inversión inicial de
acceso está determinada por
el tamaño del espacio. El fee de
ingreso es de $ 30.000.
En tanto que Muaa, la marca
para teens, también profundiza
su expansión por medio de
esta modalidad. Poseen 82 locales
en el país de los cuales
10 son propios. Para 2013 no
sólo aspira a crecer en otros
puntos sino también llegar a
más lugares del exterior en
donde ya tiene presencia.
Fuera del ámbito de la indumentaria
una firma que tiene
casi exclusividad con las franquicias
es la cadena de pinturerías
Colorshop. Este año
abrió en la costa su tercer local
en Mar del Plata y recientemente
en Formosa. Sus locales
tienen que poseer como mínimo
100 m 2 y en este caso todos
sus espacios son franquiciados.
José Luis Carella.