GÃNERO LITERARIO Y TEOLOGÃA DE GÃNESIS 2 ... - Revista Biblica
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[74] divina. Además de estas experiencias, el drama del Edén presupone ciertas<br />
interpretaciones de la experiencia humana como ser la convicción de que el<br />
sufrimiento es resultado del pecado, como también la tendencia a remontar el<br />
origen de la mala conducta de un grupo a los pecados de su antepasado inicial<br />
(ver Oseas 9:9; 10:5.9; 12:3).<br />
4.2. Género literario y propósito del relato<br />
Este relato es parte de la historia primordial de la humanidad. Se compuso para<br />
explicar la situación de la humanidad descrita en los párrafos anteriores. Su<br />
contenido es el resultado de una mente mitopoética que usa elementos de la<br />
alianza de Dios con Israel y trabaja con reflexiones sapienciales. La inspiración<br />
divina presente en la formación de este tipo de relato es semejante a la<br />
inspiración activa en los libros bíblicos sapienciales, en los cuales el contenido<br />
resulta de la interpretación de la experiencia humana bajo la guía de la<br />
asistencia divina. Para el exégeta es muy importante observar que el relato de<br />
Adán y Eva es seguido por una serie de relatos paralelos como son Caín y Abel,<br />
el Diluvio y la Torre de Babel. La consideración de esta secuencia ayuda a<br />
definir el género literario y determinar el tipo de verdad contenido en el relato<br />
de Adán y Eva porque todos esos relatos son historias primordiales en el<br />
sentido definido en la introducción.<br />
4.2.1. Resultado de una mente mitopoética<br />
Siguiendo una mentalidad mitopoética, el pensador bíblico buscó el comienzo<br />
de la situación presente, que afecta a todos los hombres, en las mismas raíces<br />
históricas de la humanidad y describió este comienzo como un acontecimiento<br />
que desató la condición dura de la existencia y puso al descubierto las<br />
tendencias del ser humano. Para componer el relato, el autor bíblico seleccionó<br />
elementos de la cultura ambiental del antiguo Oriente Medio, tales como el<br />
concepto del Edén (de origen mesopotámico), el símbolo del árbol de la vida<br />
(ver Gilgamés XI-vi), la astuta serpiente (Gilgamés XI.vi), y el querubín<br />
(también de origen mesopotámico). Tomó estos elementos y los acomodó a su<br />
punto de vista. Por ejemplo, asoció el árbol de la vida con el árbol de la ciencia<br />
del bien y del mal, que es una creación de la imaginación hebrea antigua, e hizo<br />
de la prohibición de este último una condición para poder disfrutar del primero.<br />
Tenía en la mente