HISTORIAS COMUNITARIAS - conafe.edu.mx

siendo ya las 12 de la noche empieza el mariachi a cantar las mañanitas después de que termina de
tocar sigue un conjunto musical hasta el amanecer y a partir de ahí todo el día es fiesta, después
sigue la misa y terminando sigue el convivio con la gente de la comunidad y las personas que vienen
de lejos para visitar al “festejado”. La gente de aquí elaboran variedad de platillos mexicanos para
deleitar a todas las personas después de esto los encargados de la celebración tiran cohetes para
que las personas se reúnan en el lugar acordado para realizar la última peregrinación del año y
después de esto sigue la velada, donde se reúnen todas las danzas. Para culminar el festejo de este
año viene la quema de la pólvora, donde al terminar la gente se retira para sus casas para
prepararse para el día siguiente en el que se realiza el coleadero y el baile. ¿Creen que ya
termina ahí... ¡pues no! Se termina con la realización de las peleas de gallos.
A continuación les contare la historia de este niño que dice la gente que es muy milagroso y
de como llego hasta aquí.
EL NIÑO JESUS DE ATOCHA
Un día como hoy jueves de corpus de 1880, llegó al Carrizal el niño Jesús de Atocha.
Platicaban personas en el pasado, que a la fecha ya murieron, que un día pasó una pareja
de esposos al Carrizal, pidieron permiso de descansar en una casa les dieron alojamiento,
comida, y agua. La señora llevaba un niño bien enredadito y lo cuidaba mucho, la dueña de
la casa la invitó a que recostara el niño para que descansaran los dos a lo que la señora
contesto: señora mire mi niño no es de los que lloran, mostrándoselo.
El niño le gusto muchísimo a la dueña de la casa quien le sugirió que se los diera, la señora
no aceptó, pues dijo que el niño estaba bendito, el dueño de la casa insistió. Al final los
esposos aceptaron pero no a vendérselo, si no a cambiarlo por una burra, pues ellos la
necesitaban por que estaban realizando un largo viaje. Los señores aceptaron el trato. Así el
niño se quedó en el Carrizal. Pasaron las horas, anocheció. Y cual fue su sorpresa de la
familia, que en la puerta del solar apareció la burra con todo y aparejo. La amararon y le
dieron de comer para cuando regresaran por ella. A ellos les causo novedad pues decían
que la burra no era bronca para que se les escapara. Pasó el tiempo y los nuevos dueños
de la burra no aparecieron jamás por la burra ni se supo a donde se dirigían.
Al pasar el tiempo las personas de la comunidad se organizaban para rezarle al niño y para
velarlo pues era la primera vez que tenían al patrón de la comunidad como no tenían lugar
para ponerlo por el momento lo velan en la casa de los dueños ya pasando el tiempo y con
la organización de todos se le realizó una capilla en el año 1880 de madera, con techo de
palma
En 1912 por estos años se hicieron muchas guerrillas sueltas que asustaron a las personas
pues hacían muchos desastres entre ellos quemaron la capilla con el niño JESUS dentro
que con mucho entusiasmo y esfuerzo habían levantado; un joven llamado PEDRO
SALAZAR, sobrino de don Venancio Salazar, se dio cuenta del incendio se metió y corrió a
salvar al niño, él platicó que cuando quiso tomar al niño, él le cayó en los brazos. Pedro lo