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ADOLFO GONZÁLEZ MONTES<br />

IMAGEN<br />

DE IGLESIA<br />

Eclesiología en perspectiva<br />

ecuménica<br />

BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS<br />

MADRID MMVIII


XVIIÍndice general<br />

ÍNDICE GENERAL<br />

Págs.<br />

INTRODUCCIÓN ...................................<br />

BIGLIOGRAFÍA GENERAL ............................<br />

SIGLAS Y ABREVIATURAS .............................<br />

XXXIX<br />

LXXVII<br />

PRIMERA PARTE<br />

MISTERIO E IMAGEN DE LA IGLESIA<br />

CAPÍTULO I. Iglesia <strong>de</strong> Jesucristo .................... 5<br />

1. Necesidad <strong>de</strong> la Iglesia ......................... 5<br />

2. El reino <strong>de</strong> Dios, presencia <strong>de</strong> Jesús en la Iglesia ..... 25<br />

a) El reino <strong>de</strong> Dios en Jesús presente en la Iglesia . . . 25<br />

b) Una larga historia <strong>de</strong> interpretaciones <strong>de</strong> Jesús que han<br />

querido alejarlo <strong>de</strong> la confesión cristológica <strong>de</strong> la Iglesia. 28<br />

3. La Iglesia nace <strong>de</strong>l Misterio pascual <strong>de</strong> Jesús. ........ 43<br />

CAPÍTULO II. La Iglesia, sacramento <strong>de</strong> salvación ...... 53<br />

1. La Iglesia, sacramento <strong>de</strong> salvación en la doctrina <strong>de</strong> la fe. 53<br />

2. La presencia y acción <strong>de</strong> la salvación <strong>de</strong> Cristo en el sacramento<br />

<strong>de</strong> la Iglesia ............................ 60<br />

3. La Iglesia, realidad visible ....................... 65<br />

Las imágenes <strong>de</strong> la Iglesia, «pueblo <strong>de</strong><br />

Dios», «cuerpo <strong>de</strong> Cristo» y «templo <strong>de</strong>l Espíritu Santo»,<br />

en el diálogo ecuménico ...................... 69<br />

1. Dificultad <strong>de</strong> aproximación al tema. ............... 69<br />

2. La Iglesia: pueblo <strong>de</strong> Dios, cuerpo <strong>de</strong> Cristo y templo <strong>de</strong>l<br />

Espíritu en el diálogo anglicano-católico ............ 71<br />

a) Eclesiología <strong>de</strong> comunión en el diálogo anglicano-católico<br />

................................... 71<br />

b) Perspectiva católica ........................ 74<br />

3. Las imágenes <strong>de</strong> la Iglesia en el diálogo católico-protestante<br />

.................................... 77<br />

a) Las imágenes y la concepción protestante <strong>de</strong> la Iglesia. 77<br />

CAPÍTULO III.


VIII<br />

Índice general<br />

b) Las imágenes <strong>de</strong> la Iglesia y la cuestión <strong>de</strong>l ministerio<br />

en la dogmática católica, que condiciona el diálogo. . 80<br />

c) Observaciones finales: «representatio Christi» y «episkopé».<br />

.................................. 83<br />

CAPÍTULO IV. Estructuras y propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia ... 87<br />

1. Cambio en las estructuras <strong>de</strong> la Iglesia y en la sociedad. 87<br />

a) El ministerio, necesaria estructura <strong>de</strong> vertebración y<br />

subsidiaria <strong>de</strong> la comunidad .................. 87<br />

b) El cambio histórico social que ha afectado al proceso<br />

<strong>de</strong> renovación <strong>de</strong> la Iglesia tras el Concilio ....... 91<br />

2. La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la Iglesia por sus «notas» o propieda<strong>de</strong>s<br />

esenciales ................................... 96<br />

3. El Espíritu Santo, vida <strong>de</strong> la Iglesia. ............... 97<br />

4. La Iglesia es una. ............................. 100<br />

5. La Iglesia una es santa ......................... 104<br />

6. ¿Por qué es «católica» la Iglesia .................. 107<br />

7. La Iglesia es católica en la integridad <strong>de</strong> su doctrina y <strong>de</strong><br />

los medios <strong>de</strong> salvación ........................ 109<br />

8. La apostolicidad <strong>de</strong> la Iglesia .................... 113<br />

La unidad <strong>de</strong> la Iglesia como «koinonía sacramental»<br />

según el Consejo Ecuménico <strong>de</strong> las Iglesias. 121<br />

1. Definición <strong>de</strong> la Iglesia. ........................ 121<br />

a) El contexto teológico hermenéutico <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición . 121<br />

b) Misión <strong>de</strong> la Iglesia para la salvación. Su realización . 124<br />

2. Fundamento <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la Iglesia ............. 129<br />

3. Conciliaridad y vida en común ................... 132<br />

Anexo. Unidad en la fe apostólica común. Sobre la explicación<br />

ecuménica <strong>de</strong>l Símbolo Niceno-Constantinopolitano<br />

<strong>de</strong> «Fe y Constitución». .............. 134<br />

CAPÍTULO V.<br />

La nueva toma <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> «catolicidad»<br />

<strong>de</strong> la Iglesia en el Concilio Vaticano II ......... 141<br />

1. Trayectoria histórica <strong>de</strong> la teología <strong>de</strong> la «catolicidad» <strong>de</strong><br />

la Iglesia como nota distintiva <strong>de</strong> su eclesialidad ...... 141<br />

2. La teología <strong>de</strong> controversia católico-protestante a propósito<br />

<strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra Iglesia ...................... 143<br />

3. El planteamiento <strong>de</strong> la catolicidad por el Concilio y las<br />

consecuencias teológicas para la vida <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> la<br />

doctrina conciliar ............................. 149<br />

a) Los grados <strong>de</strong> la catolicidad según la constitución<br />

conciliar sobre la Iglesia ..................... 149<br />

CAPÍTULO VI.<br />

Págs.


Índice general<br />

IX<br />

b) Convergencia doctrinal existente en la actualidad entre<br />

la Iglesia católica y otras Iglesias cristianas. .... 156<br />

4. El presupuesto preconciliar: la i<strong>de</strong>ntidad entre Iglesia <strong>de</strong><br />

Cristo e Iglesia católica como punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> la eclesiología<br />

y la doctrina <strong>de</strong>l Vaticano II. .............. 159<br />

5. Virtualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la doctrina conciliar en diálogo teológico . 163<br />

¿Conciliaridad o comunión sacramental y<br />

orgánica Dos propuestas <strong>de</strong> eclesiología ecuménica . . 167<br />

1. La Iglesia: ¿conciliaridad activa o comunión sacramental<br />

y orgánica .................................. 167<br />

2. La Iglesia, creatura y ministra <strong>de</strong> la Palabra .......... 178<br />

3. Conclusión. ................................. 190<br />

CAPÍTULO VII.<br />

Presencia social <strong>de</strong> la fe y pluralismo <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>los eclesiológicos. .......................... 191<br />

1. Coinci<strong>de</strong>ncia y disparidad <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los eclesiológicos en la<br />

actualidad. .................................. 191<br />

a) Rechazo común <strong>de</strong>l confesionalismo <strong>de</strong>l Estado y<br />

aceptación <strong>de</strong>l pluralismo social ............... 191<br />

b) Diferenciación <strong>de</strong> posturas ................... 194<br />

c) Eclesialidad <strong>de</strong> la fe y pluralidad <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los eclesiológicos<br />

.................................. 198<br />

2. Aporías <strong>de</strong> algunos mo<strong>de</strong>los eclesiológicos .......... 208<br />

a) Institución y «koinonía» ..................... 208<br />

b) Secularidad y eclesialidad <strong>de</strong> la fe .............. 214<br />

3. A modo <strong>de</strong> conclusión ......................... 219<br />

CAPÍTULO VIII.<br />

Págs.<br />

SEGUNDA PARTE<br />

EL MINISTERIO APOSTÓLICO Y LOS MINISTERIOS<br />

DE LA IGLESIA<br />

CAPÍTULO IX.<br />

I. EPISCOPADO Y PRIMADO EN LA IGLESIA<br />

Hacia una comprensión común <strong>de</strong> católicos<br />

y anglicanos <strong>de</strong>l Ministerio episcopal. ........... 225<br />

1. El Vaticano II, impulsor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo teológico <strong>de</strong> la<br />

doctrina sobre la Iglesia en su relación con el Ministerio<br />

episcopal ................................... 225


X<br />

Índice general<br />

2. El episcopado en el diálogo teológico entre anglicanos y<br />

católicos. ................................... 233<br />

a) El diálogo teológico entre anglicanos y católicos en el<br />

marco <strong>de</strong> los diálogos bilaterales. .............. 233<br />

b) El episcopado en los documentos <strong>de</strong> la ARCIC I . . 235<br />

c) Los documentos <strong>de</strong> la ARCIC II .............. 244<br />

3. Conclusión. ................................. 260<br />

El gobierno pastoral <strong>de</strong> la Iglesia particular<br />

por el obispo y sus colaboradores .................. 261<br />

1. Los obispos, responsables <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> sus Iglesias . 261<br />

2. El carácter episcopal <strong>de</strong> la Iglesia, fundamento teológico<br />

<strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> la Iglesia particular por el obispo . . 263<br />

3. Episcopado y sinodalidad eclesial ................. 266<br />

4. La legislación para el gobierno <strong>de</strong> la Iglesia particular mediante<br />

el crecimiento <strong>de</strong> la comunión eclesial ........ 271<br />

a) Importancia <strong>de</strong> las «Constituciones sinodales» para el<br />

gobierno pastoral <strong>de</strong> la diócesis ............... 271<br />

b) La implementación <strong>de</strong> la legislación particular. .... 274<br />

CAPÍTULO X.<br />

El ministerio petrino al servicio <strong>de</strong> la unidad<br />

<strong>de</strong> todos los cristianos. Doctrina y práctica en el<br />

magisterio <strong>de</strong> Pablo VI .......................... 279<br />

1. Coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong> aproximación a la concepción ecuménica<br />

<strong>de</strong>l ministerio petrino en Pablo VI .............. 279<br />

a) El Vaticano II, concilio para la unidad <strong>de</strong> la Iglesia, la<br />

referencia ecuménica fundamental ............. 279<br />

b) Confirmación <strong>de</strong> la doctrina católica sobre el papado 280<br />

2. Un ministerio al servicio <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> todos los cristianos.<br />

..................................... 294<br />

a) Primado y la colegialidad episcopal al servicio <strong>de</strong> la<br />

comunión universal <strong>de</strong> la Iglesia ............... 295<br />

b) Un programa al servicio <strong>de</strong> la comunión universal . 300<br />

3. Conclusión. ................................. 309<br />

CAPÍTULO XI.<br />

Págs.<br />

El ministerio <strong>de</strong>l Sucesor <strong>de</strong> Pedro en el<br />

diálogo ecuménico .............................. 311<br />

1. El ministerio <strong>de</strong>l Obispo <strong>de</strong> Roma, objeto <strong>de</strong>l diálogo<br />

teológico-ecuménico. .......................... 311<br />

CAPÍTULO XII.


Índice general<br />

XI<br />

Págs.<br />

2. Los primeros puntos <strong>de</strong> reflexión mixta sobre el ministerio<br />

petrino .................................. 322<br />

3. El ministerio <strong>de</strong>l Obispo <strong>de</strong> Roma en el diálogo con las<br />

Iglesias ortodoxas. ............................ 324<br />

4. El avance <strong>de</strong> la ARCIC II y la convergencia posible <strong>de</strong> católicos<br />

y luteranos sobre el primado ............... 327<br />

5. Cuestiones teológicas abiertas en proceso <strong>de</strong> convergencia<br />

..................................... 331<br />

II.<br />

MINISTERIO Y CARISMAS ECLESIALES<br />

El sujeto <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nación sacerdotal en<br />

el diálogo ecuménico ............................ 335<br />

1. El trabajo <strong>de</strong> la Comisión Mixta Internacional Católico-Ortodoxa<br />

................................ 336<br />

2. «Eclesiología eucarística» y teología <strong>de</strong> la Iglesia local:<br />

punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong>l diálogo católico-ortodoxo ....... 337<br />

3. El diálogo católico-ortodoxo y su relación con el diálogo<br />

<strong>de</strong> católicos y ortodoxos con las otras confesiones cristianas<br />

...................................... 342<br />

a) El diálogo católico-ortodoxo y los otros diálogos <strong>de</strong><br />

la Iglesia católica .......................... 342<br />

b) El diálogo <strong>de</strong> los ortodoxos con otras Iglesias .... 356<br />

c) El punto <strong>de</strong> vista ortodoxo y católico ante la innovación<br />

anglicana al or<strong>de</strong>nar a mujeres ............ 364<br />

4. Reflexión final sobre el curso <strong>de</strong>l diálogo: <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l presente a las perspectivas <strong>de</strong> futuro para católicos<br />

y ortodoxos .............................. 385<br />

5. A modo <strong>de</strong> conclusión ......................... 388<br />

CAPÍTULO XIII.<br />

CAPÍTULO XIV. El carisma eclesial <strong>de</strong> la mujer. ........ 393<br />

1. El puesto <strong>de</strong> la mujer en la Iglesia ................ 393<br />

a) La herencia <strong>de</strong>l Antiguo Testamento en la Iglesia antigua<br />

................................... 393<br />

b) La mujer igual al varón ante Dios: clave mariológica . 399<br />

c) Las funciones <strong>de</strong> la mujer en la Iglesia .......... 404<br />

2. Algunos factores <strong>de</strong> la crisis actual <strong>de</strong> la imagen eclesial<br />

<strong>de</strong> la mujer. ................................. 406<br />

3. El carácter sacramental <strong>de</strong>l sacerdocio or<strong>de</strong>nado, dificultad<br />

para la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> mujeres. ................ 410


XII<br />

Índice general<br />

El cristiano al servicio <strong>de</strong> la unidad y <strong>de</strong> la<br />

paz. .......................................... 415<br />

1. Ministerio y laicado en relación con la unidad <strong>de</strong> la Iglesia . 415<br />

a) Diversos servicios <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la Iglesia ...... 415<br />

b) El servicio laical a la unidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la secularidad . . 418<br />

2. La paz, contenido <strong>de</strong> la unidad y objetivo <strong>de</strong> la práctica<br />

misionera <strong>de</strong>l laicado .......................... 419<br />

a) Ámbitos necesitados <strong>de</strong> la reconstrucción <strong>de</strong> la unidad....................................<br />

420<br />

b) Las consecuencias <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> la unidad mueven<br />

a los cristianos a su recuperación como tarea apostólica<br />

y <strong>de</strong> reconciliación ...................... 429<br />

3. Servir a la paz en la secularidad <strong>de</strong>l mundo es servir a la<br />

causa <strong>de</strong> la justicia y <strong>de</strong> la verdad ................. 432<br />

a) La paz, obra <strong>de</strong> la justicia. ................... 432<br />

b) La paz, obra <strong>de</strong> la verdad .................... 440<br />

CAPÍTULO XV.<br />

Págs.<br />

CAPÍTULO XVI.<br />

TERCERA PARTE<br />

LA NORMA ECLESIAL<br />

Apostolicidad <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la doctrina<br />

eclesial. Tradición, Escritura, Magisterio y <strong>de</strong>sarrollo<br />

doctrinal ...................................... 447<br />

1. Qué enten<strong>de</strong>mos por apostolicidad <strong>de</strong> la doctrina ..... 450<br />

2. La naturaleza divina <strong>de</strong> la Iglesia y la Tradición. ...... 454<br />

3. Tradición, Escritura y <strong>de</strong>sarrollo doctrinal. .......... 459<br />

4. Apostolicidad <strong>de</strong> la doctrina y Magisterio eclesiástico . . 465<br />

«Sensus fi<strong>de</strong>lium» y ministerio magisterial<br />

........................................... 475<br />

1. La contribución <strong>de</strong>l siglo XIX y el estado <strong>de</strong> la cuestión<br />

hoy ....................................... 475<br />

2. Naturaleza <strong>de</strong>l «sensus fi<strong>de</strong>i»: <strong>de</strong>finición y distinción entre<br />

conceptos sinónimos o próximos .............. 479<br />

a) «Sensus fi<strong>de</strong>i», «sensus [fi<strong>de</strong>i] ecclesiae», «sensus [fi<strong>de</strong>i]<br />

fi<strong>de</strong>lium»: la dimensión objetiva y subjetiva <strong>de</strong><br />

una misma realidad teológica ................. 479<br />

b) «Sensus fi<strong>de</strong>lium» y «consensus fi<strong>de</strong>lium» ........ 483<br />

CAPÍTULO XVII.


Índice general<br />

XIII<br />

3. El sujeto <strong>de</strong> la fe <strong>de</strong> la Iglesia o el problema <strong>de</strong> la relación<br />

entre ministerio magisterial y pueblo fiel ............ 484<br />

a) Funciones diversas <strong>de</strong>l ministerio or<strong>de</strong>nado y <strong>de</strong>l laicado<br />

en la Iglesia .......................... 484<br />

b) El sujeto <strong>de</strong>l «sensus fi<strong>de</strong>i» ................... 485<br />

4. La maduración <strong>de</strong>l «consensus fi<strong>de</strong>lium» y la función directiva<br />

<strong>de</strong>l magisterio .......................... 492<br />

a) Los grupos protagonistas <strong>de</strong> la vida espiritual en la<br />

Iglesia y la función reguladora <strong>de</strong>l magisterio ..... 492<br />

b) Imposible oposición <strong>de</strong> un «magisterio <strong>de</strong> la comunidad»<br />

al magisterio pastoral ................... 497<br />

c) Colofón: la verdad revelada, a la cual sirve el magisterio,<br />

contenido <strong>de</strong>l «consensus fi<strong>de</strong>lium» ......... 500<br />

CAPÍTULO XVIII. Mutuas implicaciones <strong>de</strong> Magisterio<br />

auténtico y Magisterio teológico ................... 503<br />

1. La realidad <strong>de</strong> un conflicto o el problemático tratamiento<br />

<strong>de</strong> un asunto <strong>de</strong> importancia eclesial: las relaciones entre<br />

el Magisterio y la Teología ...................... 503<br />

a) El conflicto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l Vaticano II entre el Magisterio<br />

y los teólogos .......................... 505<br />

b) Problemas doctrinales <strong>de</strong> fondo ineludibles ...... 510<br />

2. El Magisterio pastoral o jerárquico ................ 511<br />

a) La concentración histórica <strong>de</strong> una función en un sujeto<br />

corporativo ........................... 511<br />

b) Función y ejercicio <strong>de</strong>l «Magisterio auténtico». .... 513<br />

3. El Magisterio jerárquico y el Magisterio <strong>de</strong> los teólogos . 518<br />

a) La teología, función <strong>de</strong> la Iglesia al servicio <strong>de</strong> la Palabra<br />

<strong>de</strong> Dios ............................. 519<br />

b) Problemas que condicionan la relación entre el Magisterio<br />

y la teología ........................ 524<br />

La «norma eclesial», garantía <strong>de</strong>l contenido<br />

apostólico <strong>de</strong> la fe <strong>de</strong> la Iglesia en la <strong>de</strong>claración<br />

«Dominus Iesus» ............................... 537<br />

1. Planteamiento ............................... 537<br />

2. Núcleos dogmáticos <strong>de</strong>clarados por la «Dominus Iesus»<br />

pertenecientes a la fe <strong>de</strong> la Iglesia ................. 539<br />

a) El núcleo cristológico. ...................... 539<br />

b) Núcleo eclesiológico ....................... 540<br />

CAPÍTULO XIX.<br />

Págs.


XIV<br />

Índice general<br />

3. Continuidad en el Magisterio a propósito <strong>de</strong>l «núcleo<br />

cristológico» ................................. 541<br />

a) Definitividad <strong>de</strong> Cristo. ..................... 541<br />

b) Unidad <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong>l Espíritu . . . 546<br />

4. Continuidad en el Magisterio a propósito <strong>de</strong>l «núcleo<br />

eclesiológico» ................................ 550<br />

a) La Iglesia, medio necesario para la salvación. ..... 550<br />

b) Presencia plena <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> Cristo en la Iglesia católica<br />

................................... 559<br />

El movimiento <strong>de</strong> Oxford a la búsqueda<br />

<strong>de</strong> la «norma eclesial» <strong>de</strong> la fe. El camino <strong>de</strong> John<br />

Henry Newman ................................ 563<br />

1. La «causa tractariana» <strong>de</strong>l Movimiento <strong>de</strong> Oxford: recuperar<br />

la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la Iglesia contra las pretensiones <strong>de</strong>l<br />

Estado liberal ................................ 563<br />

2. La autoridad histórica <strong>de</strong> la verdad revelada y el relativismo<br />

liberal. .................................. 566<br />

a) La autoridad <strong>de</strong> la historia contra el racionalismo . . 566<br />

b) El pasado histórico, instancia <strong>de</strong> parálisis y <strong>de</strong> renovación<br />

.................................. 569<br />

c) La crítica <strong>de</strong> Newman <strong>de</strong>l «prejuicio antidogmático»<br />

liberal .................................. 571<br />

3. La autoridad <strong>de</strong> los testigos <strong>de</strong> la historia o la cuestión <strong>de</strong><br />

la norma <strong>de</strong> la fe ............................. 574<br />

a) La Iglesia antigua, testigo <strong>de</strong>l catolicismo histórico . 574<br />

b) La autoridad <strong>de</strong> la Iglesia como norma <strong>de</strong> fe se funda<br />

en su misterio sobrenatural. .................. 577<br />

CAPÍTULO XX.<br />

Págs.<br />

CAPÍTULO XXI.<br />

CUARTA PARTE<br />

«ECCLESIA DE EUCHARISTIA»<br />

«Dies Ecclesiae» o el domingo, día eucarístico<br />

<strong>de</strong> la Iglesia .............................. 589<br />

1. El día <strong>de</strong>l Señor, día <strong>de</strong> la asamblea <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la<br />

Iglesia ..................................... 589<br />

a) La Iglesia, comunión en Cristo <strong>de</strong> la humanidad redimida<br />

................................... 590<br />

b) La fuerza integradora <strong>de</strong> la Eucaristía, expresión <strong>de</strong><br />

catolicidad y fuente <strong>de</strong> santidad ............... 592


Índice general<br />

XV<br />

2. La estación eucarística <strong>de</strong>l «dies Ecclesiae», condición <strong>de</strong><br />

vida cristiana ................................ 595<br />

El misterio <strong>de</strong> la Eucaristía y la Iglesia<br />

en el diálogo ecuménico actual .................... 597<br />

1. El diálogo sobre la Eucaristía en el centro <strong>de</strong>l diálogo teológico<br />

entre las Iglesias ......................... 597<br />

2. Diálogos y confesiones. ........................ 598<br />

a) Los diálogos internacionales y sus documentos <strong>de</strong><br />

acuerdo ................................. 599<br />

b) Los diálogos locales y sus documentos <strong>de</strong> acuerdo . 601<br />

3. Convergencia mayor <strong>de</strong> las Iglesias en la doctrina y en la<br />

práctica eucarística ............................ 604<br />

a) La sacramentalidad <strong>de</strong> la Eucaristía: hacia la superación<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sacuerdo histórico sobre el carácter sacrificial<br />

<strong>de</strong> la misa ........................... 604<br />

b) Presencia real <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong>l misterio re<strong>de</strong>ntor en la<br />

Eucaristía. ............................... 607<br />

4. El Espíritu Santo, principio unificador <strong>de</strong> la experiencia<br />

eficaz <strong>de</strong> la salvación en la Palabra y en la Eucaristía. . . 613<br />

5. El ministro <strong>de</strong> la Eucaristía y los problemas eclesiológicos<br />

vinculados a esta cuestión. ................... 615<br />

6. La cuestión <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> las mujeres y el sujeto <strong>de</strong>l<br />

sacramento <strong>de</strong> la Eucaristía. ..................... 620<br />

7. Mediación <strong>de</strong> la Iglesia y otras cuestiones no resueltas relativas<br />

a la Eucaristía .......................... 624<br />

Anexo. A propósito <strong>de</strong> las nuevas «Aclaraciones» <strong>de</strong> la ARCIC<br />

sobre la Eucaristía y el Ministerio. Una nueva referencia<br />

a la cuestión <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> mujeres ...... 626<br />

a) Nuevas «Aclaraciones» <strong>de</strong> la ARCIC. ........... 626<br />

b) «Profundas cuestiones <strong>de</strong> Eclesiología y Autoridad<br />

en relación con la Tradición» ................. 629<br />

c) Los supuestos teológicos <strong>de</strong> la «Ordinatio sacerdotalis»<br />

según la doctrina <strong>de</strong>l Vaticano II sobre las <strong>de</strong>claraciones<br />

magisteriales ....................... 632<br />

d) Conclusión. .............................. 636<br />

CAPÍTULO XXII.<br />

Págs.<br />

CAPÍTULO XXIII. Eclesiología bautismal y eclesiología<br />

eucarística. Para una metodología <strong>de</strong> una eclesiología<br />

ecuménica ................................. 639<br />

1. De la convergencia sacramental a la eclesiología común:<br />

un camino recorrido por la mayoría <strong>de</strong> las comisiones <strong>de</strong><br />

diálogo. .................................... 639


XVI<br />

Índice general<br />

Págs.<br />

2. El caso <strong>de</strong> la Comisión Católico-Ortodoxa: sacramentalidad<br />

y eclesiología ............................. 644<br />

3. Dos opciones para la elaboración <strong>de</strong> una eclesiología ecuménica<br />

..................................... 646<br />

a) El problema <strong>de</strong> la realización sacramental incompleta<br />

<strong>de</strong> la Iglesia como reto <strong>de</strong> una eclesiología bautismal . 647<br />

b) La eclesiología eucarística como opción metodológica<br />

<strong>de</strong> una eclesiología ecuménica y paradigma <strong>de</strong> la<br />

eclesiología bautismal ....................... 653<br />

4. La afirmación dogmática <strong>de</strong>l primado <strong>de</strong>l Papa como elemento<br />

<strong>de</strong> la comunión plena <strong>de</strong> la Iglesia ........... 663<br />

5. Conclusión. ................................. 665


Introducción<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La presente obra, más que una elaboración estricta <strong>de</strong> una<br />

eclesiología, teje algunas <strong>de</strong> las nervaduras que le dan estructura.<br />

El resultado bien pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse una eclesiología ecuménica,<br />

aunque no porque se proponga <strong>de</strong> manera irénica una<br />

exposición <strong>de</strong> la doctrina sobre la Iglesia aceptable para las distintas<br />

confesiones cristianas, sino porque tiene en cuenta la<br />

i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la eclesiología católica y, por consiguiente, aquellos<br />

núcleos dogmáticos o conceptos teológicos en los que pue<strong>de</strong><br />

convenir o discrepar <strong>de</strong> una eclesiología no católica. La fe en el<br />

misterio <strong>de</strong> la Iglesia es el resultado <strong>de</strong> la fe en el misterio <strong>de</strong><br />

Cristo presente en la comunidad eclesial y, por su medio, actuante<br />

en los creyentes y en cuantos no lo son. Para los bautizados<br />

la Iglesia es el ámbito <strong>de</strong> la confesión <strong>de</strong> fe explícita en<br />

Cristo. En la Iglesia resuena la palabra <strong>de</strong> Dios y se celebra la<br />

salvación en la mediación <strong>de</strong>l sacramento. De suerte que la fe<br />

católica está plenamente <strong>de</strong> acuerdo en la simbólica eclesial <strong>de</strong><br />

la Confesión <strong>de</strong> Augsburgo cuando ésta afirma que la Iglesia<br />

«es la congregación <strong>de</strong> los santos, en la cual se enseña con pureza<br />

el evangelio y se administran rectamente los sacramentos»<br />

(Est autem ecclesia congregatio sanctorum, in qua evangelium pure docetur<br />

et recte administrantur sacramenta) 1 . Sin embargo, la doctrina católica<br />

se separa <strong>de</strong> la interpretación luterana <strong>de</strong> este axioma eclesiológico<br />

cuando se llega a explicitar <strong>de</strong> qué modo la autoridad<br />

<strong>de</strong> la Iglesia sea predicador e intérprete autorizado <strong>de</strong> la palabra<br />

evangélica y <strong>de</strong> qué modo se vea afectada la misma i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong><br />

la Iglesia en virtud <strong>de</strong> la naturaleza eclesial <strong>de</strong>l sacramento. No<br />

es la Iglesia el objetivo primero <strong>de</strong> la afirmación <strong>de</strong> fe católica,<br />

sino aquello a lo que la Iglesia sirve: la palabra <strong>de</strong> Dios y la comunicación<br />

<strong>de</strong> la gracia sacramental.<br />

1 Confesión <strong>de</strong> Augsburgo, art. VII, en Die Bekenntnisschriften <strong>de</strong>r evangelisch-lutherischen<br />

Kirche (Gotinga 3 1967) 61.


XVIII<br />

Introducción<br />

1. El tratamiento ecuménico <strong>de</strong> la cuestiones<br />

eclesiológicas y sus frutos<br />

El progreso <strong>de</strong>l diálogo ecuménico sobre la Iglesia estriba<br />

justamente en la convergencia que va lográndose sobre cómo la<br />

función ministerial <strong>de</strong> la Iglesia, su condición <strong>de</strong> ministra <strong>de</strong> la palabra<br />

y <strong>de</strong>l sacramento, revierte sobre la comprensión <strong>de</strong> su misma<br />

naturaleza e i<strong>de</strong>ntidad. En este sentido, se pue<strong>de</strong> legítimamente<br />

<strong>de</strong>cir que el diálogo teológico interconfesional ha hecho<br />

<strong>de</strong> la eclesiología gran beneficiaria <strong>de</strong> sus logros y aproximaciones<br />

a un común entendimiento <strong>de</strong> la salvación que Dios ha ofrecido<br />

al mundo en Jesucristo, <strong>de</strong> la cual la Iglesia es sacramento en<br />

el mundo. Nadie ignora a este respecto, por poner un ejemplo<br />

bien claro y significativo, la importancia que para una eclesiología<br />

compartida tiene el acuerdo entre luteranos y católicos sobre la<br />

doctrina <strong>de</strong> la justificación por la sola fe, firmado precisamente<br />

en Augsburgo el 31 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1999, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un <strong>de</strong>bate<br />

que, sin duda, ha dado al texto mayor notoriedad <strong>de</strong> la esperada 2 .<br />

El método seguido por la teología ecuménica ha consistido<br />

en la búsqueda conjunta, particularmente en los diálogos bilaterales,<br />

<strong>de</strong> la intención teológica que constituye la razón <strong>de</strong> ser <strong>de</strong><br />

las <strong>de</strong>claraciones dogmáticas <strong>de</strong> los textos simbólicos <strong>de</strong> las confesiones<br />

cristianas; con el propósito <strong>de</strong> constatar en qué medida<br />

las afirmaciones teológicas recíprocamente excluyentes pue<strong>de</strong>n<br />

sostenerse como tales, cuando se llega a comprobar que la intentio<br />

fi<strong>de</strong>i que alimentó históricamente una <strong>de</strong>terminada formulación<br />

<strong>de</strong> fe <strong>de</strong> una Iglesia cristiana queda a salvo en las <strong>de</strong>claraciones<br />

que, en principio, se supone que niegan lo que esa<br />

formulación afirma, o queda excluido en el campo conceptual<br />

2 PONT. CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS -FEDE-<br />

RACIÓN LUTERANA MUNDIAL, «Declaración conjunta sobre la doctrina <strong>de</strong> la justificación»<br />

(1999): DiEc 34 (1999) 680-707. Cf. con referencias al <strong>de</strong>bate A. MAFFEIS,<br />

«La reconciliación posible: el acuerdo católico-luterano sobre la doctrina <strong>de</strong> la justificación»:<br />

DiEc 34 (1999) 651-674. Sobre la repercusión <strong>de</strong> este acuerdo sobre la<br />

eclesiología véanse en el mismo lugar las aproximaciones al tema <strong>de</strong> P. RODRÍGUEZ,<br />

«Eclesiología y doctrina <strong>de</strong> la justificación» (p.573-581); J. R. VILLAR, «“Iglesia y<br />

justificación” en el diálogo luterano-católico» (p.615-625); y H. MEYER, «La<br />

“Declaración común” (católico-luterana) sobre la doctrina <strong>de</strong> la justificación»<br />

(p.627-650). Cf. también A. MAFFEIS (ed.), Dossier sulla giustificazione. La dichiarazione<br />

congiunta cattolico-luterana. Commento e dibattito teologico (Brescia 2000).


Introducción<br />

XIX<br />

<strong>de</strong> dicha formulación. Se trata entonces <strong>de</strong> esclarecer el curso<br />

histórico seguido por las afirmaciones doctrinales <strong>de</strong> las Iglesias<br />

hasta llegar a constatar si este <strong>de</strong>sarrollo hace imposible la conciliación<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>claraciones aparentemente opuestas.<br />

En este sentido, el diálogo teológico ha recorrido un largo<br />

trecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el II Concilio <strong>de</strong>l Vaticano hasta el presente siguiendo<br />

este método, que ha hecho posible el avance <strong>de</strong> las<br />

confesiones cristianas hacia su convergencia doctrinal. Un método<br />

que fue sancionado como positivo y <strong>de</strong> notable éxito por<br />

el papa Juan Pablo II y el arzobispo <strong>de</strong> Cantorbery Runcie con<br />

motivo <strong>de</strong> la visita <strong>de</strong>l Papa a la Iglesia <strong>de</strong> Inglaterra (Cantorbery,<br />

29 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1982). En aquella ocasión se dio por terminada<br />

una importante fase <strong>de</strong>l diálogo doctrinal anglicano-católico,<br />

obra <strong>de</strong> la primera comisión bilateral (ARCIC I), que habría<br />

<strong>de</strong> ser seguida por los trabajos <strong>de</strong> la nueva comisión (ARCIC II)<br />

a la cual daban luz ver<strong>de</strong> el Papa y el arzobispo <strong>de</strong>clarando que<br />

para ello era necesario evaluar los resultados <strong>de</strong> la primera etapa<br />

recogidos en la Relación Final (1981), que incluía acuerdos alcanzados<br />

a lo largo <strong>de</strong> una década sobre la doctrina acerca <strong>de</strong> la<br />

Eucaristía (1971), el Ministerio or<strong>de</strong>nado (1973) y la Autoridad<br />

en la Iglesia (1976 y 1981), juntamente con las aclaraciones que<br />

fueron exigidas a la ARCIC I en el proceso <strong>de</strong> recepción <strong>de</strong> estos<br />

documentos por las Iglesias. La alusión al método que hace<br />

la <strong>de</strong>claración mencionada consiste en apelar a los respectivos<br />

juicios <strong>de</strong> evaluación sobre los resultados y la objetivación <strong>de</strong><br />

las diferencias doctrinales persistentes, con el propósito <strong>de</strong> afrontar<br />

su posible reducción a una común comprensión en una anhelada<br />

<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> acuerdo.<br />

Podría referirme a otro ejemplo <strong>de</strong> diálogo teológico y aludir<br />

a los logros obtenidos por el diálogo católico-luterano por este<br />

mismo método seguido no sólo por la Comisión internacional<br />

católico-luterana, sino asimismo por los círculos nacionales o regionales<br />

y lingüísticos <strong>de</strong> diálogo. Los resultados <strong>de</strong>l método quedan<br />

reflejados <strong>de</strong> modo particular en la Relación <strong>de</strong> la Comisión<br />

ecuménica mixta católico-evangélica sobre la revisión <strong>de</strong> las con<strong>de</strong>nas<br />

<strong>de</strong>l siglo XVI (Maria Laach, 26 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1985) 3 .<br />

3 El texto alemán en K. LEHMANN -W.PANNENBERG (eds.), Lehrverurteilungen:<br />

kirchentrennend, o.c. I, 187-196; trad. española en EOe(E) II n.1621-1639.


XX<br />

Introducción<br />

Al mencionar estos foros <strong>de</strong> diálogo ecuménico lo hago<br />

para dar cuenta <strong>de</strong>l método seguido en la presente obra que<br />

quiere ser, en el sentido que se ha dicho, una eclesiología ecuménica.<br />

Esta obra es, en efecto, el resultado <strong>de</strong> una larga trayectoria<br />

en el tratamiento <strong>de</strong> las diferencias teológicas, sobre el<br />

fondo <strong>de</strong> las llamadas «diferencias fundamentales» (Grundifferenze)<br />

que se dan entre la simbólica <strong>de</strong> la Iglesia católica y los libros<br />

confesionales <strong>de</strong> las Iglesias y Comunida<strong>de</strong>s eclesiales no católicas<br />

4 . Debe tenerse en cuenta que el objetivo <strong>de</strong>l diálogo interconfesional<br />

es la convergencia progresiva hasta lograr que <strong>de</strong>saparezcan<br />

las diferencias fundamentales, aun cuando persistan<br />

las diferencias teológicas entre unas y otras Iglesias. En el caso<br />

<strong>de</strong>l acuerdo sobre la doctrina <strong>de</strong> la justificación entre católicos y<br />

luteranos, el diálogo habría logrado este objetivo ya que, aun<br />

persistiendo las diferentes concepciones teológicas que puedan<br />

dar razón <strong>de</strong> la diversidad <strong>de</strong> formulaciones <strong>de</strong> dicha doctrina,<br />

el diálogo habría logrado una convergencia sustancial sobre la<br />

diferencia <strong>de</strong> fondo que separaba ambas dogmáticas, la católica<br />

y la luterana, en un núcleo doctrinal que condiciona casi por entero<br />

la eclesiología. Si el acuerdo es real, las consecuencias para<br />

la eclesiología tienen que <strong>de</strong>jarse sentir, aun cuando el proceso<br />

requiera todavía tiempo 5 .<br />

Estas consecuencias se han comenzado a extraer, <strong>de</strong> hecho,<br />

en el acuerdo subsiguiente sobre la Iglesia <strong>de</strong>l Grupo bilateral<br />

<strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> la Conferencia Episcopal Alemana y <strong>de</strong> la Dirección<br />

eclesiástica <strong>de</strong> la Iglesia Evangélica Luterana Unida <strong>de</strong> Alemania:<br />

Communio sanctorum. La Iglesia como comunión <strong>de</strong> los Santos<br />

4 Cf. este punto <strong>de</strong> vista en MEYER, H., «Amt und Ordination. Grundkonsens<br />

und legitime Verschie<strong>de</strong>nheit», en H. FRIES (ed.), Das Ringen um die Einheit <strong>de</strong>r Kirche<br />

(Düsseldorf 1983) 89-106.<br />

5 Es lo que observa el teólogo luterano H. Meyer, que utiliza la mencionada<br />

Declaración común citando la misma textualmente, para concluir: «Se trata, pues, <strong>de</strong><br />

un consenso en las verda<strong>de</strong>s fundamentales <strong>de</strong> la doctrina, que no suprime la diferencia<br />

bajo toda condición ni la elimina como algo que le sea extraño, sino <strong>de</strong> un<br />

consenso que abre espacio a la diversidad [se entien<strong>de</strong>: en la formulación teológica<br />

<strong>de</strong> la misma doctrina] y la abarca como tal —como permanente, pero reconciliada<br />

diversidad— y la integra». H. MEYER, «La Iglesia y la justificación en el diálogo<br />

luterano-católico»: DiEc 34 (1999) 615-625. Meyer reitera lo que ya expone en su<br />

artículo «Ecumenical Consensus. Our Quest for and the Emerging Structure of<br />

Consensus»: Gregorianum 77 (1996) 213-225.


Introducción<br />

XXI<br />

(2000) 6 . El acuerdo viene a alistarse en la ya larga serie <strong>de</strong> documentos<br />

que apuestan por una eclesiología <strong>de</strong> comunión que,<br />

sin haber sido <strong>de</strong>sarrollada por el Vaticano II, tiene en él el<br />

arranque y algunas <strong>de</strong> las referencias teológicas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

posterior al Concilio <strong>de</strong> la teología <strong>de</strong> la Iglesia: <strong>de</strong> su comprensión<br />

como misterio y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la congregación <strong>de</strong> la<br />

Iglesia por la comunión <strong>de</strong> gracia que en ella se da en virtud <strong>de</strong><br />

su misma realidad sacramental, lo que hace <strong>de</strong> la Iglesia —tal<br />

y como se dice en este documento católico-luterano citado—<br />

«signo e instrumento <strong>de</strong> la salvación» 7 .<br />

2. Una articulación entre la eclesiología fundamental<br />

y la dogmática<br />

No se ha concebido la obra como resultado <strong>de</strong> una articulación<br />

sistemática <strong>de</strong> sus temas, en la cual no <strong>de</strong>biera faltar ninguno<br />

<strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> una eclesiología fundamental<br />

y dogmática a un mismo tiempo. En la obra presente<br />

priman las cuestiones propias <strong>de</strong> una eclesiología fundamental sin<br />

que falten algunas <strong>de</strong> las nervaduras teológicas que dan fuste<br />

sistemático a un tratamiento dogmático <strong>de</strong> la Iglesia. Así se<br />

plantean aquí las cuestiones teológico-fundamentales relativas a<br />

la fundación <strong>de</strong> la Iglesia por Jesús o la relación entre Jesucristo y la<br />

Iglesia (cap. I), las notas o propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia (cap. IV), con su<br />

significativa proyección ecuménica por lo que hace en particular<br />

a la unidad, catolicidad y apostolicidad <strong>de</strong> la Iglesia. Entre<br />

estas cuestiones se halla, directamente relacionado con la apostolicidad<br />

<strong>de</strong> la Iglesia, un tema eclesiológico <strong>de</strong> corte fundamental<br />

como es la cuestión <strong>de</strong>l acceso al origen divino <strong>de</strong> la Iglesia por<br />

la vía histórica. El tratamiento <strong>de</strong>l tema tiene por objeto autentificar<br />

la condición <strong>de</strong> la Iglesia como ecclesia vera apelando a la ins-<br />

6 Orig. alemán: BILATERALE ARBEITSGRUPPE DER DEUTSCHEN BISCHOFKONFERENZ<br />

UND DER KIRCHENLEITUNG DER VEREIGNITEN EVANGELISCH-LUTHERISCHEN KIRCHE<br />

DEUTSCHLANDS, Communio sanctorum. Die Kirche als Gemeinschaft <strong>de</strong>r Heiligen (Pa<strong>de</strong>rborn-Fráncfort<br />

M. 2000); trad. española en DiEc 38 (2003)149-263.<br />

7 Cf. la introducción a la ed. italiana <strong>de</strong>l documento por A. MAFFEIS, «Communio<br />

sanctorum e il dibattito ecumenico sull’unità <strong>de</strong>lla Chiesa», en ÍD. (ed.), Communio<br />

sanctorum. La Chiesa come comunione <strong>de</strong>i santi (Brescia 2003) 15-33.


XXII<br />

Introducción<br />

titución por Cristo <strong>de</strong> la Iglesia entregada al ministerio petrino<br />

(cap. XI y XII) y episcopal (cap. IX). Con ello está planteada la<br />

tradicional cuestión <strong>de</strong>l episcopado y primado en la Iglesia. Tratar<br />

esta importante cuestión lleva consigo a<strong>de</strong>ntrarse al mismo<br />

tiempo en la relación <strong>de</strong> recíproca inclusión que se da entre<br />

apostolicidad <strong>de</strong> la doctrina y apostolicidad <strong>de</strong>l ministerio en toda su extensión<br />

(cap. XVI), afrontando <strong>de</strong>l mismo modo núcleos <strong>de</strong> la<br />

eclesiología fundamental tan inevitables como el magisterio eclesiástico<br />

(cap. XVII y XVIII) y la norma <strong>de</strong> fe (cap. XIX).<br />

En todas estas cuestiones es clara la importancia <strong>de</strong>l método<br />

ecuménico en el procedimiento expositivo, cuya aplicación resulta<br />

<strong>de</strong> gran utilidad para obtener una presentación <strong>de</strong>l estado<br />

<strong>de</strong> cada cuestión al presente y el grado <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> las<br />

confesiones en la doctrina que las sustenta. Sin embargo, estas<br />

cuestiones que han tenido cabida tradicionalmente en la eclesiología<br />

fundamental forman inevitablemente parte <strong>de</strong> los «realia<br />

ecclesiologica» y se tratan <strong>de</strong>l mismo modo en perspectiva más<br />

dogmática-sistemática <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una eclesiología unitaria, pero sobre<br />

todo en los manuales posteriores al Vaticano II, don<strong>de</strong> parece<br />

que se ha quebrado en gran medida la tradicional división<br />

entre la cristología fundamental y la dogmática, puesto que la<br />

cuestión <strong>de</strong>l acceso a Jesús ha adquirido una particular actualidad.<br />

No todos comparten la trayectoria seguida por esta difuminación<br />

postulada <strong>de</strong>l diferente tratamiento metodológico <strong>de</strong><br />

ambas cristologías y eclesiologías. Justamente, con el nuevo tratamiento<br />

<strong>de</strong>l acceso a Jesús que la investigación bíblica ofrece a<br />

la reflexión teológica, la cristología fundamental ha vuelto a cobrar<br />

importancia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace más <strong>de</strong> dos décadas. En lo que<br />

toca a la eclesiología fundamental, puesto que es inevitable<br />

abordar la fundamentación <strong>de</strong> la fe sobre la base <strong>de</strong> su misma<br />

eclesialidad, resulta <strong>de</strong>l todo inevitable argumentar ante la razón<br />

el paso por la Iglesia para acce<strong>de</strong>r a la historia Jesu Christi<br />

como el signo y el sacramento <strong>de</strong>finitivo dado al hombre <strong>de</strong> la<br />

manifestación <strong>de</strong> Dios. No hay otra señal que pueda dársele al<br />

hombre que la señal <strong>de</strong> Jonás (cf. Mt 11,38; Lc 11,29). La Iglesia,<br />

ámbito único <strong>de</strong> la experiencia e interpretación <strong>de</strong> esta señal<br />

divina, es así el topos teológico don<strong>de</strong> la tradición <strong>de</strong> fe ha ubicado<br />

con toda razón la criteriología <strong>de</strong>l acceso cognoscitivo a la intelec-


Introducción<br />

XXIII<br />

ción <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> Cristo. Es la eclesialidad <strong>de</strong> la fe como elemento<br />

constitutivo <strong>de</strong> la misma la que preserva la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong><br />

la cristología cristiana ante cualquier intento <strong>de</strong> apropiación <strong>de</strong>l<br />

acontecimiento <strong>de</strong> Cristo fuera <strong>de</strong> la Iglesia, por voluntad <strong>de</strong><br />

Dios <strong>de</strong>positaria <strong>de</strong> la revelación divina en Cristo.<br />

Es justamente aquí don<strong>de</strong> se plantea la cuestión específica<br />

<strong>de</strong> la relación entre teología y magisterio, siempre sobre el supuesto<br />

<strong>de</strong> que el magisterio eclesiástico es un elemento interno al<br />

método <strong>de</strong>l discurso teológico. La eclesialidad <strong>de</strong> la fe <strong>de</strong>scansa<br />

sobre la norma fi<strong>de</strong>i y los contenidos o núcleos dogmáticos que la<br />

norma preserva, ya que no es la Iglesia la que se coloca sobre<br />

la norma <strong>de</strong> fe que viene dada por la Palabra divina, objetivamente<br />

operante en la Escritura y en la Tradición, como objetivación<br />

previa a la misma Escritura y marco e instancia hermenéutica<br />

<strong>de</strong> esta última. La conflictividad que pueda surgir entre<br />

magisterio eclesiástico y teología encontrará siempre en el supuesto<br />

previo <strong>de</strong> la relación entre ambos, es <strong>de</strong>cir, en la norma <strong>de</strong><br />

fe, el criterio, lo que explica, por ejemplo, lo sucedido con la Declaración<br />

Dominus Iesus <strong>de</strong> la Congregación para la Doctrina <strong>de</strong><br />

la Fe. Es la norma <strong>de</strong> fe la que regula el ejercicio <strong>de</strong>l magisterio<br />

y a ella se <strong>de</strong>be como servicio a la Palabra <strong>de</strong> Dios sin colocarse<br />

sobre ella, tal y como quedó dicho en el n. 10 <strong>de</strong> la Constitución<br />

Dei Verbum <strong>de</strong>l Vaticano II. Lo que no podría suce<strong>de</strong>r sin<br />

la ligazón que la norma <strong>de</strong> fe establece entre Tradición, Escritura<br />

y Magisterio, «<strong>de</strong> modo que ninguno pue<strong>de</strong> subsistir sin los<br />

otros». Si el magisterio eclesiástico supone <strong>de</strong> hecho el sentido <strong>de</strong><br />

fe <strong>de</strong> los fieles, éste a su vez no es tal sin contener como elemento<br />

interno esta ligazón entre estos tres elementos que establece la<br />

norma <strong>de</strong> la fe.<br />

Todos estos elementos exigían un tratamiento sistemático<br />

que incluye elementos clásicos <strong>de</strong> la teología fundamental y<br />

otros más propios <strong>de</strong> la dogmática eclesial. De hecho, así se<br />

ofrecen en la presente obra, aunque la proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los materiales<br />

que vienen a confluir en su precipitado final han experimentado<br />

la <strong>de</strong>bida adaptación para su inclusión en la misma, y<br />

aunque estos materiales se <strong>de</strong>ban a momentos distintos <strong>de</strong> la investigación<br />

y la reflexión teológica que el autor ha llevado a<br />

cabo a lo largo <strong>de</strong> dos décadas <strong>de</strong> magisterio teológico.


XXIV<br />

Introducción<br />

Por lo que se refiere a las propieda<strong>de</strong>s o notas <strong>de</strong> la Iglesia, no<br />

es posible separar su tratamiento teológico-fundamental <strong>de</strong> su<br />

tratamiento dogmático. Así, la cuestión <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la Iglesia<br />

fundada sobre la apostolicidad <strong>de</strong> la doctrina resultaría insuficiente<br />

si no prestara la <strong>de</strong>bida atención a la doctrina sobre la<br />

sacramentalidad <strong>de</strong> la Iglesia (cap. II) y su expresión en el ministerio<br />

or<strong>de</strong>nado yenlossignos sacramentales. Así, según se fundamente o<br />

no la comunión <strong>de</strong> la Iglesia sobre la plena comunión <strong>de</strong> los fieles<br />

cristianos en la plenitud <strong>de</strong> la sacramentalidad eclesial manifestada<br />

en la Eucaristía, podrá hablarse, en el marco actual <strong>de</strong>l<br />

diálogo teológico-ecuménico, <strong>de</strong> una eclesiología bautismal o<strong>de</strong><br />

una eclesiología eucarística. Se compren<strong>de</strong>rá que el diálogo ecuménico<br />

tenga pendiente explicitar la convergencia doctrinal sobre<br />

qué haya <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse por «koinonía sacramental» (cap. V)<br />

como expresión plena <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la Iglesia. No obstante,<br />

no ha <strong>de</strong> infravalorarse el avance que ha realizado el diálogo<br />

ecuménico hacia esta convergencia, que no pue<strong>de</strong> obviarse soslayando<br />

la meta misma <strong>de</strong>l ecumenismo, que es el restablecimiento<br />

<strong>de</strong> la unidad visible <strong>de</strong> la Iglesia. No hay cabida para<br />

plantear un dilema entre una eclesiología que pretendiera fundar<br />

la unidad sobre un supuesto estado conciliar <strong>de</strong> las Iglesias<br />

y su unidad orgánica basada en la unidad <strong>de</strong> sacramentos, ya<br />

que esta última no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser la meta misma <strong>de</strong>l ecumenismo<br />

(cap. VII).<br />

Por todo esto, se enten<strong>de</strong>rá que la articulación sistemática<br />

<strong>de</strong> los materiales que dan cuerpo a una eclesiología ecuménica<br />

no respon<strong>de</strong>ría a un tratamiento verda<strong>de</strong>ramente ecuménico,<br />

si no contara —siempre con las limitaciones propias <strong>de</strong> todo<br />

trabajo teológico— con la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la dogmática <strong>de</strong> las<br />

gran<strong>de</strong>s confesiones cristianas a la hora <strong>de</strong> exponer, como queda<br />

dicho, consenso y diferencias. Esto se muestra mejor en la<br />

inclusión entre los materiales que convergen en la obra <strong>de</strong> algunos<br />

estudios concretos sobre los núcleos temáticos que han <strong>de</strong><br />

tenerse en cuenta tal y como son tratados por el diálogo teológico<br />

interconfesional en una eclesiología ecuménica. Es lo que<br />

suce<strong>de</strong> en algunos capítulos <strong>de</strong> la primera parte sobre las imágenes<br />

(cap. III) y notas <strong>de</strong> la Iglesia (caps. V, VI y VII). En la segunda<br />

parte, en los capítulos sobre el ministerio episcopal (cap. IX) y el mi-


Introducción<br />

XXV<br />

nisterio petrino (cap. XII); en la tercera parte, a propósito <strong>de</strong> la norma<br />

eclesial (cap. XIX). En la cuarta parte, a propósito <strong>de</strong> la relación<br />

entre el ministerio apostólico ylaEucaristía tal y como es comprendida<br />

por las distintas confesiones cristianas (cap. XXII).<br />

Ahora bien, por ser justamente la fe eucarística la que fija el límite<br />

<strong>de</strong> acuerdo posible entre las confesiones para po<strong>de</strong>r alcanzar<br />

el consenso sobre la Iglesia, conviene consi<strong>de</strong>rar que entre<br />

una eclesiología bautismal y una eclesiología eucarística la diferencia,<br />

siendo como es <strong>de</strong>terminante a la hora <strong>de</strong> fijar la diferencia fundamental<br />

entre confesiones, no suprime la comunión <strong>de</strong> fe a la<br />

que el bautismo da lugar (cap. XXIII).<br />

3. Estructura <strong>de</strong> la obra<br />

Esto requiere aclarar la razón <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> la obra en<br />

su conjunto, que respon<strong>de</strong> a los siguientes criterios. Se ha concebido<br />

la obra en cuatro partes.<br />

a) La fundación <strong>de</strong> la Iglesia y su i<strong>de</strong>ntidad<br />

La primera parte se ocupa <strong>de</strong>l misterio e imagen <strong>de</strong> la Iglesia, en<br />

ocho capítulos. El capítulo I se ha elaborado porque así lo requería<br />

un tratamiento sistemático que tomara como punto <strong>de</strong><br />

partida la naturaleza teológica <strong>de</strong> la Iglesia contando con su origen<br />

en Cristo como institución o fundación divina, y el cap. II sobre<br />

la condición sacramental <strong>de</strong> la Iglesia recala aquí proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

los materiales para unas lecciones y catequesis elaboradas con<br />

motivo <strong>de</strong>l año jubilar <strong>de</strong> 2000. El cap. III sobre las imágenes <strong>de</strong><br />

la Iglesia proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> los diálogos académicos en torno al tema.<br />

El cap. IV se ha reelaborado para esta obra contando con otros<br />

materiales proce<strong>de</strong>ntes también <strong>de</strong> las mismas lecciones. Estudios<br />

específicos sobre las notas o propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia en<br />

perspectiva ecuménica son los capítulos V y VI sobre la unidad y<br />

catolicidad <strong>de</strong> la Iglesia, y el VII sobre los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> unidad. La<br />

cuestión <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> unidad visible <strong>de</strong> la Iglesia propuestos<br />

por las distintas corrientes <strong>de</strong>l Movimiento ecuménico,<br />

como se verá, se viene planteando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años setenta <strong>de</strong>l


XXVI<br />

Introducción<br />

pasado siglo 8 , pero la persistencia católica y ortodoxa en la necesidad<br />

<strong>de</strong> no cejar en la reconstrucción <strong>de</strong> la organicidad <strong>de</strong> la<br />

unidad visible ha terminado por relativizar esta propuesta particularmente<br />

protestante 9 .<br />

Termina esta primera parte con una amplia <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los<br />

mo<strong>de</strong>los eclesiológicos vinculados al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la sociedad en tránsito<br />

<strong>de</strong> una sociedad cristiana a una sociedad plural. Por lo <strong>de</strong>más,<br />

los mo<strong>de</strong>los eclesiológicos traídos aquí a examen no se<br />

i<strong>de</strong>ntifican sin más con los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> eclesiología estudiados<br />

por Avery Dulles, aunque se inspiran en la reflexión <strong>de</strong> este teólogo<br />

que ha puesto en circulación la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los o<br />

paradigmas aplicados al examen <strong>de</strong> las distintas teologías. Dulles<br />

ha llevado esta aplicación a la teología <strong>de</strong> la revelación y <strong>de</strong> la fe<br />

y a la teología <strong>de</strong> la Iglesia. En este último caso, en la conocida<br />

obra <strong>de</strong>l teólogo y car<strong>de</strong>nal americano Mo<strong>de</strong>ls of the Church<br />

(1974) 10 , publicada en 1978 y ampliada por el autor en 1987, tras<br />

un notable éxito. Lo que aquí se tiene ante todo en cuenta es la<br />

variedad <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los eclesiológicos en relación con la presencia<br />

pública <strong>de</strong> la fe en la sociedad. Se agrega así a la <strong>de</strong>scripción teológica<br />

<strong>de</strong> la Iglesia su referencia al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> sociedad en la que la<br />

Iglesia se inserta ella misma como realidad social.<br />

b) La cuestión <strong>de</strong> los «mo<strong>de</strong>los» <strong>de</strong> Iglesia y su dificultad,<br />

objeto <strong>de</strong>l diálogo ecuménico<br />

A esta cuestión <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> Iglesia la ha acompañado<br />

en los últimos treinta años un vivo <strong>de</strong>bate que no ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong><br />

8 Cf. K. RAISER, «Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> unidad: <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> los años 70 y consecuencias<br />

para hoy», a.c.<br />

9 Cf. distintas concepciones o «mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> unidad» propuestas en G. GASS-<br />

MANN -H.MEYER, «Requirements and Structure of Church Unity»: LWF Report<br />

(junio 1983) 1-26. H. FRIES (ed.), Das Ringen um die Einheit <strong>de</strong>r Kirche, o.c. M. M.ª<br />

GARIJO-GUEMBE, «Unidad en la diversidad reconciliada. Reflexiones sobre mo<strong>de</strong>los<br />

<strong>de</strong> unidad a la luz <strong>de</strong> recientes acuerdos ecuménicos»: DiEc 30 (1995) 67-81.<br />

Por lo que se refiere al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> «conciliar» para la Iglesia y un camino o método<br />

conciliar para la unidad, su atracción ha sido muy gran<strong>de</strong> en amplios sectores,<br />

principalmente evangélicos, <strong>de</strong>l Movimiento ecuménico, pero también católicos.<br />

Cf. la reflexión sobre el tema <strong>de</strong> P. LENGSFELD (ed.), Ökumenische Theologie. Ein<br />

Arbeitsbuch (Stuttgart 1980) 355-367.<br />

10 Cf. trad. española: Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> Iglesia (Santan<strong>de</strong>r 1978).


Introducción<br />

XXVII<br />

prolongarse 11 , por cuanto los mo<strong>de</strong>los se postulan por su alcance<br />

misionero, pastoral y <strong>de</strong> acomodación a la sociedad actual<br />

y el diálogo con la cultura vigente y el consiguiente proyecto<br />

eclesial <strong>de</strong> inculturación <strong>de</strong> la fe. Sin embargo, aun cuando se ha<br />

<strong>de</strong> valorar la misma pluralidad <strong>de</strong> configuración eclesial que<br />

ofrece el Nuevo Testamento, no es posible renunciar a la evolución<br />

<strong>de</strong> la dogmática eclesial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual se leen los textos<br />

neotestamentarios como criterio que regula la relación entre<br />

unidad y diversidad. A ello hubo <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicar veinte años atrás gran<br />

atención la Comisión Teológica Internacional en 1984 12 .No<br />

mucho <strong>de</strong>spués había <strong>de</strong> hacerlo <strong>de</strong>l mismo modo la Pontificia<br />

Comisión Bíblica, con aportaciones <strong>de</strong> D. Muñoz León, J. Lambrecht,<br />

A. Vanhoye, J. Gnilka, P. Grelot, mons. M. Pasinya,<br />

J. Dupont, A. Jankowski y G. Sagalla, entre otros, cuyos estudios<br />

están en la base <strong>de</strong>l documento <strong>de</strong> la Comisión Unidad y diversidad<br />

en la Iglesia (1988) 13 .<br />

La cuestión que sigue siendo objeto <strong>de</strong> la atención <strong>de</strong>l diálogo<br />

ecuménico y que afecta a la elaboración <strong>de</strong> una eclesiología<br />

ecuménica es, sin duda, la <strong>de</strong> la relación entre Iglesia universal e<br />

Iglesias particulares. Un tema inseparable <strong>de</strong> la actual eclesiología <strong>de</strong><br />

comunión, <strong>de</strong> J. Hamer a J. M. Tillard, que se quiere iluminar con<br />

gran acierto teniendo en cuenta la investigación histórica <strong>de</strong>l<br />

tema en la Iglesia antigua e incluso en el primer milenio 14 .Ya<br />

Congar vio en los pasados años sesenta que la dialéctica entre<br />

las Iglesias <strong>de</strong> Oriente y la Iglesia latina estribaba en la evolución<br />

<strong>de</strong> la teología occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> la Iglesia universal como con-<br />

11 Cf. el monográfico <strong>de</strong>dicado al tema «Mo<strong>de</strong>lli di Chiesa» <strong>de</strong> Qua<strong>de</strong>rni teologici<br />

<strong>de</strong>l Seminario di Brescia 1 (2001), con escritos <strong>de</strong> G. Canobbio, A. Maffeis y otros<br />

teólogos italianos.<br />

12 Cf. Temas selectos <strong>de</strong> eclesiología (1984), con prólogo <strong>de</strong>l Card. J. RATZINGER, en<br />

COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, Documentos 1969-1996, (BAC, Madrid 1968)<br />

326-375.<br />

13 COMMISSION BIBLIQUE PONTIFICALE, Unité et diversité dans l’Église (Ciudad <strong>de</strong>l<br />

Vaticano 1989). Para el texto <strong>de</strong> la Comisión en español: PONTIFICIA COMISIÓN<br />

BÍBLICA -COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, Biblia y cristología. Unidad y diversidad<br />

en la Iglesia. La interpretación <strong>de</strong> los dogmas. Texto bilingüe (Murcia 1992) 127-183. Por<br />

lo <strong>de</strong>más, esta problemática se ha trasladado a la teología <strong>de</strong> la Iglesia local o particular<br />

como elemento <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad; cf. A. CATTANEO, Unità e varietà<br />

nella communione <strong>de</strong>lla Chiesa locale. Riflessioni ecclesiologiche e canonistiche, o.c.<br />

14 A ello vienen contribuyendo notablemente los estudios <strong>de</strong> algunos expertos<br />

como V. PERI, Lo scambio fraterno tra le Chiese..., o.c. El autor hace reseña <strong>de</strong> las reflexiones<br />

posconciliares sobre la catolicidad <strong>de</strong> la Iglesia particular.


XXVIII<br />

Introducción<br />

secuencia <strong>de</strong> dos bien distintas concepciones <strong>de</strong> la Iglesia, más<br />

mistérica una y más orgánica y jurídica la otra 15 . Esta última inseparable<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la teología <strong>de</strong> la potestas pontificia o<br />

«romanidad» <strong>de</strong> la Iglesia universal 16 . Des<strong>de</strong> entonces, la teoría<br />

<strong>de</strong> los dos mo<strong>de</strong>los, jurídico y <strong>de</strong> comunión 17 , ha querido mantener<br />

una dialéctica <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo al otro o <strong>de</strong> una<br />

aproximación complementaria 18 . Es muy útil la breve nota sobre<br />

las dos eclesiologías que S. Pié-Ninot ofrece en su documentada<br />

obra Eclesiología (2007) 19 .<br />

La corriente eslavófila <strong>de</strong> la teología ortodoxa, hoy representada<br />

sobre todo por el Metropolita I. Zizioulas (El ser eclesial,<br />

1985), partidaria <strong>de</strong> una teología <strong>de</strong> la Iglesia particular (y/o local)<br />

autocéfala y «completa en sí misma» en virtud <strong>de</strong> la celebración<br />

eucarística, al modo <strong>de</strong> las hipóstasis divinas que contienen<br />

toda la divinidad en sí mismas, aun cuando sean distintas, se encuentra<br />

ante la obligada reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> dar<br />

articulación orgánica a la comunión. Este mo<strong>de</strong>lo eslavófilo <strong>de</strong><br />

eclesiología eucarística apela a la conciliaridad ecuménica <strong>de</strong> la Iglesia,<br />

pero no pue<strong>de</strong> obviar la relación entre la Iglesia y el mundo,<br />

ante el cual la Iglesia ha <strong>de</strong> aparecer en su verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad<br />

universal y no como una analogía <strong>de</strong> las fe<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> las asociaciones<br />

civiles u organismos internacionales. Ya lo percibía<br />

así, por ejemplo, el teólogo ruso Vladimir Lossky, representante,<br />

por lo <strong>de</strong>más, <strong>de</strong>l carácter mistérico y apofático <strong>de</strong>l conocimiento<br />

<strong>de</strong> lo divino y <strong>de</strong> su experiencia en la Iglesia como mis-<br />

15 Y. CONGAR, «De la comunión <strong>de</strong> las Iglesias a una eclesiología <strong>de</strong> la Iglesia<br />

universal» (1962), a.c.<br />

16 Sobre las «fuentes <strong>de</strong> la romanidad» pue<strong>de</strong>n verse algunos estudios <strong>de</strong> estos<br />

últimos años <strong>de</strong> carácter teológico-histórico: R. MINNERATH, De Jérusalem à Rome...,<br />

o.c. G. GNILKA, Petrus und Rom..., o.c.; cf. S. MADRIGAL, Estudios <strong>de</strong> eclesiología ignaciana,<br />

o.c., 103-167 (sobre las fuentes <strong>de</strong> la romanidad). D. M. MOLINA, La vera sposa <strong>de</strong><br />

Christo..., o.c.<br />

17 Cf. la ya tópica referencia <strong>de</strong> A. ACERBI, Due ecclesiologie. Ecclesiologia giuridica ed<br />

ecclesiologie di comunione nella «Lumen gentium», o.c.<br />

18 En este sentido es importante reseñar el carácter orgánico que tiene la communio<br />

eclesial según el Vaticano II, como muestra la obra <strong>de</strong> O. SAIER, «Communio» in<br />

<strong>de</strong>r Lehre <strong>de</strong>s Zweiten Vatikanischen Konzils (Múnich 1973). Ambos aspectos, communio<br />

sanctorum y communio hierarchica, se tienen en cuenta en el cap. octavo, <strong>de</strong> la eclesiología<br />

<strong>de</strong> J. WERBICK, Kirche. Ein ekklesiologischer Entwurf für Studium und Praxis, o.c.,<br />

don<strong>de</strong> se afrontan los <strong>de</strong>sacuerdos entre Roma y Oriente, y Roma y la Reforma<br />

sobre la tensión que <strong>de</strong>be darse entre ambas dimensiones <strong>de</strong> la comunión eclesial.<br />

19 S. PIÉ-NINOT, Eclesiología. La sacramentalidad <strong>de</strong> la comunidad cristiana, o.c., 28-31.


Introducción<br />

XXIX<br />

terio don<strong>de</strong> obra el Espíritu Santo 20 . De cualquier modo, la<br />

investigación histórica ha sido <strong>de</strong> inestimable valor para iluminar<br />

el diálogo católico-ortodoxo, que, tras la superación <strong>de</strong> la<br />

crisis pa<strong>de</strong>cida, en la actual fase <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo encuentra aplicación<br />

a la relación en que hayan <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse primado, conciliaridad<br />

y autoridad en la Iglesia, cuya primera fase ha cubierto<br />

la reciente «Relación <strong>de</strong> Rávena» (2007), a lo que se alu<strong>de</strong> más<br />

abajo.<br />

La eclesiología <strong>de</strong> comunión, por lo <strong>de</strong>más, no es privativa<br />

<strong>de</strong>l diálogo católico-ortodoxo y ha sido objeto <strong>de</strong> otros diálogos<br />

dando como resultado documentos bilaterales como son<br />

las siguientes Relaciones <strong>de</strong>l diálogo teológico internacional:<br />

diálogo anglicano-católico: ARCIC II, La Iglesia como comunión<br />

(1990); Comisión mixta Iglesia Católica / Consejo Metodista<br />

Mundial, Hacia una <strong>de</strong>claración sobre la Iglesia (Relación <strong>de</strong> Nairobi,<br />

1986) y Decir la verdad en el amor: La autoridad <strong>de</strong> enseñanza en los católicos<br />

y los metodistas (2001) y La gracia que os ha sido otorgada en<br />

Cristo (2006); Comisión mixta Discípulos <strong>de</strong> Cristo / Iglesia Católica,<br />

La Iglesia como comunión en Cristo (2002), e incluso la última<br />

Relación <strong>de</strong> la Comisión mixta <strong>de</strong> la Iglesia Católica y la Alianza<br />

Evangélica Mundial, Iglesia, evangelización y los lazos <strong>de</strong> la koinonía<br />

(2003). Entre las Relaciones bilaterales <strong>de</strong> los diálogos locales<br />

merece <strong>de</strong>stacar la citada <strong>de</strong>l Grupo Bilateral <strong>de</strong> Trabajo Católico-Evangélico<br />

<strong>de</strong> Alemania, Communio sanctorum (2000).<br />

c) Episcopado y Primado<br />

La segunda parte se centra en el ministerio apostólico en sí mismo<br />

y su concreción en los diversos ministerios que lo encarnan. Si ya<br />

al afrontar la estructura <strong>de</strong> la Iglesia en el cap. IV se hace referencia<br />

al ministerio apostólico como «necesaria estructura <strong>de</strong><br />

vertebración y subsidiaria <strong>de</strong> la comunidad», ahora se concreta<br />

el tratamiento <strong>de</strong>l tema en dos secciones: 1.ª Sección sobre el<br />

20 Cf.V.LOSSKY, «Du troisième attribute <strong>de</strong> l’Église»: Dieu vivant 10 (1948)<br />

78-89. Cf. J. R. VILLAR, Teología <strong>de</strong> la Iglesia particular..., o.c., 227ss. Eclesiología<br />

y pneumatología se fun<strong>de</strong>n en esta perspectiva teológica, que ha sido también<br />

estudiada en perspectiva católica por autores como V. MARALDI, Lo Spirito e la<br />

Sposa..., o.c.


XXX<br />

Introducción<br />

binomio tradicional Episcopado y Primado, y 2.ª Sección sobre la<br />

relación entre ministerio y carismas y estados en la Iglesia.<br />

En la primera sección se incluyen tres capítulos: sobre el estado<br />

<strong>de</strong>l diálogo entre anglicanos y católicos, en camino hacia<br />

una convergencia fundamental en torno el ministerio episcopal<br />

(cap. IX), y sobre el diálogo <strong>de</strong> la Iglesia católica con ortodoxos<br />

y anglicanos sobre el ministerio <strong>de</strong>l sucesor <strong>de</strong> Pedro a propósito<br />

<strong>de</strong>l primado universal en la Iglesia (cap. XII). Completan esta<br />

sección dos capítulos más: uno sobre la potestad <strong>de</strong> jurisdicción <strong>de</strong>l<br />

obispo en su Iglesia particular (cap. X) y otro sobre la comprensión<br />

<strong>de</strong>l ministerio petrino como ministerio al servicio <strong>de</strong> la unidad<br />

<strong>de</strong> la Iglesia por Pablo VI, uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s papas contemporáneos<br />

(cap. XI). Se completa <strong>de</strong> este modo una teología <strong>de</strong>l<br />

episcopado, verda<strong>de</strong>ra pieza <strong>de</strong> articulación y estructurante <strong>de</strong><br />

la eclesiología, como queda patente, a los cuarenta años <strong>de</strong> la<br />

Constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, en la<br />

Exhortación apostólica postsinodal <strong>de</strong> Juan Pablo II Sobre el<br />

obispo servidor <strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> Jesucristo para la esperanza <strong>de</strong>l mundo<br />

Pastores gregis (16 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2003). La teología <strong>de</strong>l ministerio<br />

episcopal ha marcado una <strong>de</strong>cisiva aportación a la nueva teología<br />

<strong>de</strong> la Iglesia particular inspirada por el Vaticano II que alienta<br />

hoy en la vida <strong>de</strong> la Iglesia 21 .<br />

La teología <strong>de</strong>l episcopado ha encontrado una revalorada<br />

apreciación convirtiéndose en pieza fundamental <strong>de</strong> la unidad<br />

<strong>de</strong> la Iglesia para católicos y ortodoxos. No podía ser <strong>de</strong> otro<br />

modo para quienes comparten la misma dogmática sobre la<br />

apostolicidad y sacramentalidad <strong>de</strong> la Iglesia expresada en la sucesión<br />

apostólica <strong>de</strong>l ministerio episcopal. Los documentos <strong>de</strong><br />

1982, sobre la Eucaristía a la luz <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> la Trinidad y<br />

<strong>de</strong> la Iglesia («Relación <strong>de</strong> Múnich»), y <strong>de</strong> 1988, sobre el sacra-<br />

21 Cf. los monográficos sobre el episcopado <strong>de</strong> Qua<strong>de</strong>rni teologici <strong>de</strong>l Seminario di<br />

Brescia 6 (1996), con colaboraciones <strong>de</strong> G. Canobbio, R. Tononi y A. Maffeis, entre<br />

otros, sobre «Il Vescobo e la sua Chiesa», y <strong>de</strong> Lateranum 71 (2005), preparado con<br />

motivo <strong>de</strong> la exhortación Pastores gregis, con colaboraciones <strong>de</strong> Ph. Chenaux,<br />

L. Zak, P. Selvadagi, I. Spiteris, entre otros. También R. BLÁZQUEZ - J. M.ª SOLER -<br />

O. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, El Obispo en la Iglesia. Una meditación (Madrid 2002);<br />

S. DEL CURA, «La sacramentalidad <strong>de</strong>l ministerio episcopal: sentido, implicaciones y<br />

recepción <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong>l Vaticano II (LG 21)», a.c.; H. LEGRAND, «Un seul évêque<br />

par ville...», a.c., y J. LÓPEZ MARTÍN, «Ministerio epsicopal e Iglesia local en el<br />

Rito <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l Obispo», a.c.


Introducción<br />

XXXI<br />

mento <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>n («Relación <strong>de</strong> Valamo»), han encontrado prolongación,<br />

una vez reanudado el diálogo católico-ortodoxo tras<br />

la crisis <strong>de</strong>l mal llamado «uniatismo» 22 , que bloqueó casi dos<br />

décadas el ritmo <strong>de</strong> unas conversaciones que avanzaron rápidamente.<br />

El anuncio <strong>de</strong>l diálogo sólo pudo llevarse a cabo durante<br />

la visita <strong>de</strong>l papa Juan Pablo II al patriarca ecuménico Demetrio<br />

I en la fiesta <strong>de</strong> san Andrés, el 30 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1979, en<br />

Constantinopla, si bien la Comisión mixta <strong>de</strong> diálogo teológico<br />

creada al efecto sólo pudo comenzar sus trabajos el 29 <strong>de</strong> mayo<br />

<strong>de</strong> 1980 23 . El reciente documento <strong>de</strong> Rávena ha podido fijar un<br />

22 Como es sabido, la Iglesia ortodoxa siempre ha encontrado un obstáculo<br />

fundamental para la normalización <strong>de</strong> las relaciones entre católicos y ortodoxos en<br />

la existencia <strong>de</strong> las Iglesias católicas <strong>de</strong> rito oriental o «Iglesias unidas», fuertemente<br />

reprimidas durante el comunismo en los países <strong>de</strong> su implantación, particularmente<br />

en Ucrania y en Rumanía. La vuelta a la escena histórica y social <strong>de</strong> estas<br />

Iglesias tras la quiebra <strong>de</strong>l sistema comunista en 1989 supuso una grave crisis para<br />

el diálogo entre católicos y ortodoxos, que tras momentos <strong>de</strong> tensión y difíciles<br />

relaciones comenzó a encauzarse con la vuelta <strong>de</strong> la comisión mixta al diálogo teológico,<br />

que dio por resultado el documento <strong>de</strong> la sexta reunión plenaria <strong>de</strong> la comisión.<br />

Ésta entien<strong>de</strong> por «uniatismo» el método proselitista <strong>de</strong> separación o segregación<br />

<strong>de</strong> los fieles ortodoxos <strong>de</strong> sus comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> origen, «sin tener en cuenta<br />

que, según la eclesiología, la Iglesia ortodoxa es la única Iglesia hermana [<strong>de</strong> la<br />

Iglesia católica] que ofrece ella misma los medios <strong>de</strong> gracia y salvación. En este<br />

sentido [...] rechazamos el “uniatismo” como método <strong>de</strong> unidad opuesto a la tradición<br />

común <strong>de</strong> nuestras dos Iglesias» (COMISIÓN MIXTA INTERNACIONAL PARA EL<br />

DIÁLOGO TEOLÓGICO ENTRE LA IGLESIA CATÓLICA Y LA IGLESIA ORTODOXA, Relación<br />

<strong>de</strong> la sexta reunión plenaria [Frisinga 1990] n.6: EOe[E] II, 1037). Sin embargo, no es<br />

el caso <strong>de</strong> las «Iglesias unidas» católicas <strong>de</strong> rito oriental que con sus obispos y<br />

mediante la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones canónicamente legítimas, siguiendo la convocatoria<br />

<strong>de</strong>l sínodo, <strong>de</strong>cidieron históricamente mantener o restaurar la plena comunión<br />

con Roma. Por otra parte, el documento mencionado recoge lo siguiente: «La<br />

libertad religiosa <strong>de</strong> las personas y comunida<strong>de</strong>s no sólo es un <strong>de</strong>recho que <strong>de</strong>be<br />

ser respetado; para los cristianos que viven con la misma vida divina, es también<br />

un don <strong>de</strong>l Espíritu con miras a la edificación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo hasta su estatura<br />

completa (cf. Ef 4,16). Esta libertad excluye absolutamente toda violencia,<br />

directa o indirecta, física o moral» (ibíd., n.7: EOe[E] II, 1040). Tras el estallido <strong>de</strong><br />

la crisis, el Comité <strong>de</strong> coordinación <strong>de</strong> la Comisión mixta elaboró un documento<br />

en 1991 con ánimo <strong>de</strong> sentar las bases para una Relación sobre tan polémico asunto<br />

<strong>de</strong> la Comisión. Finalmente, llegaba la séptima sesión plenaria <strong>de</strong> la Comisión<br />

que emanaba la «Relación <strong>de</strong> Balamand» (Líbano) en 1993: «El uniatismo, método<br />

<strong>de</strong> unión <strong>de</strong>l pasado, y la búsqueda actual <strong>de</strong> la plena comunión»: DiEc 30 (1995)<br />

109-115.<br />

23 Para el seguimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l diálogo teológico entre católicos y<br />

ortodoxos véase P. RODRÍGUEZ -A.GONZÁLEZ MONTES -E.FORTINO, «El diálogo<br />

teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. I-III», en A. GONZÁLEZ<br />

MONTES (dir.), Las Iglesias orientales, o.c., 347-458, 459-564 y 565-592; los dos últimos<br />

capítulos <strong>de</strong>l libro se ocupan <strong>de</strong>l «uniatismo».


XXXII<br />

Introducción<br />

importante principio <strong>de</strong> acuerdo sobre los temas que constituían<br />

la agenda <strong>de</strong> la Comisión mixta para los pasados años noventa<br />

y que, según la Relación <strong>de</strong> la Sexta plenaria <strong>de</strong> la Comisión<br />

mixta, obe<strong>de</strong>cía a la convicción <strong>de</strong> sus miembros <strong>de</strong> que<br />

«había llegado el momento <strong>de</strong> pasar al estudio <strong>de</strong> las consecuencias<br />

canónicas y teológicas <strong>de</strong> la estructura sacramental <strong>de</strong><br />

la Iglesia y especialmente <strong>de</strong> asumir la cuestión <strong>de</strong> la relación recíproca<br />

entre autoridad y conciliaridad en la Iglesia» 24 . Bloqueados<br />

en 1990 los trabajos incluidos en la agenda <strong>de</strong> la Comisión<br />

sobre Conciliaridad y autoridad en la Iglesia, no fueron retomados<br />

puesto que el tema se veía afectado por la crisis <strong>de</strong>l uniatismo.<br />

En la octava sesión plenaria <strong>de</strong> la Comisión, que tuvo lugar en<br />

Baltimore (EE.UU.) <strong>de</strong>l 9 al 19 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2000, la Comisión<br />

hubo <strong>de</strong> tratar, por exigencias <strong>de</strong> los ortodoxos, el tema Consecuencias<br />

eclesiológicas y canónicas <strong>de</strong>l uniatismo 25 . El Comité <strong>de</strong> coordinación<br />

<strong>de</strong> la Comisión se reunirá en diciembre <strong>de</strong> 2005 para<br />

preparar la novena sesión plenaria <strong>de</strong> la Comisión, que <strong>de</strong>berá<br />

esperar a celebrarse en Belgrado <strong>de</strong>l 18 al 25 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong><br />

2006. Tras los trabajos preparatorios que siguieron a esta sesión<br />

plenaria, finalmente la décima sesión se celebraba en Rávena y<br />

alcanzaba un primer acuerdo sobre la relación entre conciliaridad<br />

y autoridad primacial en la Iglesia, una vez ya retomados los<br />

trabajos <strong>de</strong> 1990. La «Relación <strong>de</strong> Ravena» llegaba el 13 <strong>de</strong> octubre<br />

<strong>de</strong> 2007 con el título Las consecuencias eclesiológicas y canónicas <strong>de</strong><br />

la naturaleza sacramental <strong>de</strong> la Iglesia: Comunión eclesial, conciliaridad y<br />

autoridad. El interim <strong>de</strong> la crisis no había sido, sin embargo, un<br />

tiempo muerto, ya que tras la publicación <strong>de</strong> la encíclica <strong>de</strong> Juan<br />

Pablo II Sobre el empeño ecuménico <strong>de</strong> la Iglesia «Ut unum sint» el<br />

24 Relación <strong>de</strong> la sexta reunión plenaria, n.3: EOe(E) II, n.1033. Cf. la postura <strong>de</strong> los<br />

teólogos ortodoxos S. VARNALIDIS, «L’ecclésiologie <strong>de</strong> l’uniatisme dans la création<br />

<strong>de</strong>s exarchats <strong>de</strong> Constantinople et d’Athènes»: Irén 65 (1992) 400-422, y B. BO-<br />

BRINSKOY, «L’uniatisme à la lumière <strong>de</strong>s ecclésiologies qui s’affrontent»: Irén 65<br />

(1992) 423-439.<br />

25 Cf. el Comunicado emitido por esta sesión <strong>de</strong> la Comisión internacional en<br />

CPPUC, ServInf 104/3 (2000) 153-154. Para la crónica <strong>de</strong>l curso seguido por<br />

las relaciones católico-ortodoxas y el papel <strong>de</strong> la Comisión mixta véanse, entre los<br />

documentos y crónicas <strong>de</strong> la Asamblea plenaria <strong>de</strong>l Pontificio Consejo para la Unidad<br />

(noviembre 2001): «Raports sur les dialogues et contacts en cours», en<br />

CPPUC, ServInf 109/1-2 (2002) 47-49, y los documentos y crónicas <strong>de</strong> la Asamblea<br />

plenaria (noviembre 2003): CPPUC, ServInf 115/1-2 (2004) 41-43.


Introducción<br />

XXXIII<br />

25 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1995, las Iglesias no católicas se vieron obligadas,<br />

ante la invitación <strong>de</strong>l Papa, a respon<strong>de</strong>r sobre el modo <strong>de</strong>l<br />

ejercicio <strong>de</strong>l primado que <strong>de</strong>be correspon<strong>de</strong>r al tiempo presente.<br />

Del 21 al 24 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2003 el Pontificio Consejo para la<br />

Unidad organizó un simposio académico católico-ortodoxo, al<br />

cual presentaron importantes estudios teólogos e historiadores<br />

<strong>de</strong> la Iglesia y <strong>de</strong>l dogma sobre el ministerio petrino 26 .<br />

Sirva esta breve referencia a la última andadura <strong>de</strong>l diálogo<br />

católico-ortodoxo para completar cuanto se encontrará en los<br />

capítulos mencionados, ya que la redacción <strong>de</strong> los mismos llega<br />

hasta la sexta sesión plenaria <strong>de</strong> la Comisión mixta, que <strong>de</strong>tiene<br />

la agenda programada, y la subsiguiente sesión plenaria estuvo<br />

<strong>de</strong>dicada por entero a la crisis <strong>de</strong>l «uniatismo», la cual dio a luz<br />

la «Relación <strong>de</strong> Balamand» <strong>de</strong> 1993. Articulada ya la estructura<br />

<strong>de</strong> la obra y cerrada en el otoño <strong>de</strong> 2006, se <strong>de</strong>sconocía el tratamiento<br />

que la Comisión daría al tema <strong>de</strong> la relación entre conciliaridad<br />

y autoridad primacial en la Iglesia en la octava sesión,<br />

en Belgrado en 2006. El resultado, no obstante, fue el <strong>de</strong> prolongar<br />

la reflexión hasta la próxima y décima sesión plenaria, tal<br />

y como se ha dicho.<br />

No es necesario hacer notar la importancia <strong>de</strong>l diálogo católico-ortodoxo<br />

sobre episcopado y primado para la elaboración<br />

<strong>de</strong> una eclesiología ecuménica. Por eso, <strong>de</strong>tenerse en este punto<br />

parecía necesario para mejor acercarse al tratamiento que en la<br />

obra se hace <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista ecuménico <strong>de</strong> un tema que<br />

sólo en el diálogo católico-ortodoxo y en el diálogo anglicano-católico<br />

ha encontrado una convergencia significativa, salvadas<br />

las distancias entre la dogmática anglicana sobre el episcopado<br />

y la dogmática común <strong>de</strong> ortodoxos y católicos sobre la<br />

institución divina <strong>de</strong>l episcopado y su i<strong>de</strong>ntidad, inseparable <strong>de</strong><br />

la sucesión apostólica. Aun así, como se verá por lo que hace al<br />

diálogo teológico <strong>de</strong> anglicanos y católicos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las Relaciones<br />

sobre La autoridad en la Iglesia I (Venecia 1976) y II<br />

(Windsor 1981), el avance real hacia una convergencia dogmática<br />

sobre el episcopado y la función primacial en la Iglesia encuentra<br />

un nuevo impulso en la Relación ARCIC II El don <strong>de</strong> la<br />

26 Cf. ponencias, trabajos y <strong>de</strong>bate <strong>de</strong>l congreso en W. KASPER (ed.), Il ministero<br />

petrino..., o.c.


XXXIV<br />

Introducción<br />

autoridad (o La autoridad en la Iglesia III, 1999) 27 . Un impulso <strong>de</strong><br />

alcance, ciertamente, para el logro <strong>de</strong> una eclesiología común, si<br />

bien bloqueada por la grave discrepancia entre anglicanos, <strong>de</strong><br />

una parte, y católicos y ortodoxos <strong>de</strong> otra sobre el sujeto <strong>de</strong>l<br />

ministerio sacerdotal, que condiciona sustancialmente y bloquea<br />

hasta el presente la convergencia.<br />

d) Ministerio sacerdotal y carismas<br />

Si esta primera parte respon<strong>de</strong> así a la necesaria reflexión<br />

sobre la estructura vertebral <strong>de</strong> la Iglesia, la sección segunda quiere<br />

tratar los carismas y estados en la Iglesia en relación con el sacramento<br />

en tres capítulos. El primero (cap. XIII) afronta la cuestión<br />

<strong>de</strong>l sujeto <strong>de</strong>l sacramento <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>n, prolongando así la reflexión<br />

sobre el ministerio sacerdotal conferido sólo al varón. Esta<br />

reflexión tiene continuación en el capítulo siguiente, que trata<br />

<strong>de</strong>l puesto <strong>de</strong> la mujer en la Iglesia (cap. XIV), teniendo en cuenta<br />

la relación esponsal que el varón or<strong>de</strong>nado establece con la<br />

Iglesia y la que correspon<strong>de</strong> a la mujer en relación con Cristo,<br />

como sacramento <strong>de</strong> la esponsalidad femenina, expresándose<br />

en su condición y estado tanto la referencia <strong>de</strong> la Iglesia esposa<br />

a Cristo como la maternidad <strong>de</strong> la Iglesia. El último capítulo <strong>de</strong><br />

la sección se ocupa <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l laico en la secularidad como actor <strong>de</strong><br />

la unidad y constructor <strong>de</strong> la paz (cap. XV).<br />

Del mismo modo que en la primera se concluye afrontando<br />

una <strong>de</strong> las cuestiones que plantea la presencia <strong>de</strong> la Iglesia en la<br />

sociedad, se concluye ahora con este último capítulo <strong>de</strong> la segunda<br />

tratando la misión específica <strong>de</strong>l laicado en los asuntos<br />

temporales. El tema se aborda en relación con la unidad <strong>de</strong> la<br />

Iglesia consi<strong>de</strong>rando la misión específica <strong>de</strong>l laicado cristiano<br />

en la secularidad, ámbito que le es propio según la doctrina que<br />

el Vaticano II <strong>de</strong>sarrolla en la Constitución pastoral Gaudium et<br />

spes sobre la presencia <strong>de</strong> la Iglesia en la sociedad actual.<br />

27 Sobre el primado en este diálogo católico-ortodoxo, católico-luterano y católico-anglicano<br />

cf. A. GARUTI, Primato <strong>de</strong>l Vescovo di Roma e dialogo ecumenico, o.c. Se<br />

trata <strong>de</strong> una evaluación que constata resultados hasta el presente poco concretos<br />

(«non sono compiuti gran<strong>de</strong> progressi», p.291).


Introducción<br />

XXXV<br />

Se observará que en esta parte <strong>de</strong> la obra no se ha pretendido<br />

tanto una exposición sistemática <strong>de</strong> la relación entre carisma<br />

y ministerio cuanto explicitar que la relación entre ambos está<br />

supuesta en la tensión que se da entre la función sacerdotal y la<br />

razón antropológica en la que se sustenta la cuestión <strong>de</strong> la relación<br />

entre el «carisma <strong>de</strong> la mujer» y el modo específico <strong>de</strong> su<br />

participación en la vida <strong>de</strong> la Iglesia; y, por eso mismo, la cuestión<br />

<strong>de</strong> la relación entre aquello que varón y mujer tienen en común,<br />

como personas bautizadas, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo, y<br />

aquello que el <strong>de</strong>signio <strong>de</strong> la gracia ha dispuesto y que guarda<br />

relación con el modo <strong>de</strong> ser persona <strong>de</strong> varón y mujer, es <strong>de</strong>cir,<br />

con su i<strong>de</strong>ntidad creatural. Un tema que se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar<br />

susceptible <strong>de</strong> matizaciones y reservas, pero que tal y como se<br />

expone encaja <strong>de</strong> lleno en las enseñanzas <strong>de</strong> la Iglesia y en el <strong>de</strong>sarrollo<br />

autoritativo <strong>de</strong>l magisterio eclesiástico.<br />

La tercera parte tiene por contenido lo ya mencionado más<br />

arriba sobre la norma eclesial. Como queda dicho, aunque se trata<br />

<strong>de</strong> una parte extensa en siete capítulos sobre cuestiones susceptibles<br />

<strong>de</strong> un doble tratamiento, el propio <strong>de</strong> la teología fundamental<br />

y el dogmático. Se trata <strong>de</strong> objetivar las implicaciones mutuas<br />

<strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> apostolicidad <strong>de</strong> la Iglesia por referencia a la<br />

normatividad apostólica <strong>de</strong> la doctrina y <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo bajo la<br />

guía <strong>de</strong>l ministerio apostólico mediante el magisterio (cap. XVI).<br />

La normatividad apostólica que viene objetivada en la fe <strong>de</strong> la<br />

Iglesia se concreta en la Tradición y en la Escritura, que requieren,<br />

como ya quedó más arriba observado, el Magisterio como<br />

elemento interno al mismo sensus [fi<strong>de</strong>i] fi<strong>de</strong>lium al contenido <strong>de</strong><br />

la fe que en ellas se expresa. En este sentido, no se pue<strong>de</strong> excluir<br />

la función directiva <strong>de</strong>l magisterio eclesiástico en la maduración<br />

<strong>de</strong>l llamado consensus fi<strong>de</strong>lium como conspiratio pastorum et fi<strong>de</strong>lium,<br />

que nunca pue<strong>de</strong> volverse, como magisterio <strong>de</strong> la comunidad,<br />

contra el magisterio <strong>de</strong> los pastores (cap. XVII). Téngase asimismo<br />

en cuenta cuanto se ha dicho ya más arriba sobre las relaciones<br />

entre magisterio eclesiástico y magisterio <strong>de</strong> los teólogos (cap. XVIII),<br />

la norma eclesial como garantía <strong>de</strong> la apostolicidad <strong>de</strong> la fe, a<br />

propósito <strong>de</strong> la <strong>de</strong>claración Dominus Iesus (cap. XIX).<br />

Termina esta parte con una referencia histórica a la que se<br />

califica <strong>de</strong> «búsqueda <strong>de</strong> la norma eclesial» como garantía <strong>de</strong>l


XXXVI<br />

Introducción<br />

<strong>de</strong>sarrollo histórico <strong>de</strong>l dogma católico. No cabría mejor ilustración<br />

<strong>de</strong>l tema que el Movimiento <strong>de</strong> Oxford y su repercusión<br />

sociorreligiosa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Comunión anglicana durante el siglo<br />

XIX. Esta búsqueda es la que llevará a John Henry Newman<br />

a la Iglesia católica.<br />

La cuarta y última parte prolonga la reflexión sobre la norma<br />

eclesial <strong>de</strong> la fe en la celebración <strong>de</strong> la Eucaristía, fundamento sacramental<br />

<strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la Iglesia, inseparable <strong>de</strong>l ministerio sacerdotal,<br />

que hace la Eucaristía y cuyo ejercicio el obispo tiene<br />

como función principal en razón <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong>l sacramento<br />

<strong>de</strong>l sagrado Or<strong>de</strong>n que ha recibido. Como paso a la exposición<br />

ecuménica <strong>de</strong>l diálogo teológico <strong>de</strong> las Iglesias sobre la Eucaristía,<br />

se incluye una exposición sobre el núcleo temático <strong>de</strong> la carta<br />

apostólica <strong>de</strong> Juan Pablo II Sobre la santificación <strong>de</strong>l domingo «Dies<br />

Domini» (31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1998). La celebración eucarística constituye<br />

el centro <strong>de</strong>l día <strong>de</strong>l Señor y, como tal, el dies Domini se convierte<br />

en día eucarístico y eclesial (cap. XXI). Este tránsito hacia<br />

la Eucaristía da paso a la exposición sobre la relación entre Eucaristía<br />

e Iglesia, tal como la relación es objeto <strong>de</strong>l diálogo teológico<br />

anglicano-católico, católico-luterano, católico-metodista, católico-ortodoxo<br />

y católico-reformado (cap. XXII).<br />

4. Misterio y misión <strong>de</strong> la Iglesia en el mundo<br />

La Iglesia es hoy como siempre el ámbito humano don<strong>de</strong><br />

Jesucristo es confesado, conforme a la verdad <strong>de</strong> fe en su misterio<br />

<strong>de</strong> Hijo <strong>de</strong> Dios encarnado, como Dios y hombre verda<strong>de</strong>ro.<br />

La Iglesia aparece así como ámbito normativo <strong>de</strong> fe para sus<br />

miembros, que la contemplan con los ojos <strong>de</strong> la fe como obra<br />

<strong>de</strong> su divino Fundador y <strong>de</strong>l Espíritu Santo, que ha guiado su<br />

<strong>de</strong>sarrollo histórico. En la Iglesia Jesucristo es, por esto, visto<br />

en su verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad revelada en la historia <strong>de</strong> su nacimiento<br />

virginal, <strong>de</strong> su vida oculta y pública, <strong>de</strong> su pasión, muerte<br />

y resurrección. Ámbito <strong>de</strong> fe y comunidad <strong>de</strong> salvación, la<br />

Iglesia confiesa el misterio <strong>de</strong> Cristo <strong>de</strong>clarando la verdad que<br />

Dios ha revelado por su medio a la humanidad, verdad acontecida<br />

en su divina persona humanada para que a ella puedan acce<strong>de</strong>r<br />

los seres humanos sin salir <strong>de</strong> su propio topos creatural


Introducción<br />

XXXVII<br />

regenerado por el acontecimiento re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> Cristo. Adheridos<br />

a él y configurados con su divina persona, los bautizados<br />

forman parte <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> salvación que espera recibirla<br />

<strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazaret, Cristo <strong>de</strong> Dios. Es así como la Iglesia es<br />

congregación <strong>de</strong> redimidos, <strong>de</strong> «salvados en esperanza» (Rom<br />

8,24) por la acción re<strong>de</strong>ntora <strong>de</strong> Jesús crucificado y resucitado.<br />

Para cada uno <strong>de</strong> los bautizados esta acción <strong>de</strong> salvación ha<br />

comenzado a ser realidad sacramentalmente vivida, místicamente<br />

experimentada en la Iglesia. Viendo en él al re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> la humanidad<br />

y al salvador <strong>de</strong>l mundo, la Iglesia contempla en Jesús, Verbo<br />

encarnado, Hijo <strong>de</strong> Dios e hijo <strong>de</strong> María, a aquel a quien le ha<br />

sido dado «todo po<strong>de</strong>r en el cielo y en la tierra» (Mt 28,18). En<br />

este sentido, se ha hablado <strong>de</strong> la Iglesia con toda justicia como<br />

<strong>de</strong>l lugar humano don<strong>de</strong> Cristo ejerce su señorío explícito al ser<br />

confesado como aquel a quien Dios ha entregado el po<strong>de</strong>r y el<br />

reino. Que este señorío <strong>de</strong>l Señor haya sido expresado en conceptos<br />

que han dado en el pasado configuración histórica y política<br />

a la sociedad <strong>de</strong> cristiandad, hoy evolucionada hacia formas<br />

<strong>de</strong> composición religiosa y social plural, nada quita a la i<strong>de</strong>ntidad<br />

humana <strong>de</strong> la Iglesia en sus dos dimensiones: como realidad ella<br />

misma social, que permitió <strong>de</strong>finirla en el pasado en términos sociojurídicos<br />

como societas perfecta, y como realidad visible diferenciada<br />

<strong>de</strong> la secularidad y al mismo tiempo inserta en ella.<br />

La realidad visible <strong>de</strong> la Iglesia está entretejida <strong>de</strong> componentes<br />

históricos e invisibles, al hallarse formada por seres humanos<br />

cuya vida preten<strong>de</strong> diferenciarse <strong>de</strong>l cuerpo social precisamente<br />

por la confesión <strong>de</strong> fe y la moral que imprime a la<br />

existencia cristiana su propio modo <strong>de</strong> ser frente a la existencia<br />

mundana. Esto provoca las tensiones inevitables entre Iglesia y<br />

sociedad e Iglesia y mundo, que encuentran su concreción en<br />

las pretensiones legítimas <strong>de</strong> los cristianos <strong>de</strong> configurar las realida<strong>de</strong>s<br />

temporales lo más aproximadas que les es posible a la<br />

predicación <strong>de</strong>l Evangelio, y en la resistencia <strong>de</strong> la sociedad a<br />

hacer propia la forma Evangelii. Es la consecuencia inevitable <strong>de</strong><br />

la misión <strong>de</strong> la Iglesia y <strong>de</strong> su presencia pública en la sociedad,<br />

en cuanto Iglesia para el mundo llamado a entrar en la Iglesia. La<br />

tensión entre la vocación divina <strong>de</strong>l mundo y su condición <strong>de</strong><br />

mundo alejado <strong>de</strong> Dios da origen a la diástasis entre la aspiración


XXXVIII<br />

Introducción<br />

<strong>de</strong> la creación a la re<strong>de</strong>nción y el estado presente <strong>de</strong> la misma,<br />

sometida a la frustración, como dice el apóstol (Rom 8,20-21).<br />

Este <strong>de</strong>sajuste que afecta a la existencia <strong>de</strong>l hombre en el mundo<br />

se mantendrá hasta que la Iglesia llegue a ser mundo redimido<br />

y salvado, ya «salvado en esperanza» (Rom 8,24). Esto sólo<br />

podrá acontecer en su consumación escatológica, sin que pueda<br />

saberse qué y quién podrá per<strong>de</strong>rse en esta consumación final.<br />

En ello resi<strong>de</strong> el misterio <strong>de</strong> la misma salvación, ya acontecida y<br />

anticipada en la humanidad gloriosa <strong>de</strong> Cristo, cuyo ámbito <strong>de</strong><br />

acción se manifiesta en el sacramento <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

No es posible no ver, ciertamente, que en tanto la Iglesia<br />

anuncia al mundo la salvación, la figura <strong>de</strong>l mundo adquiere los<br />

contornos <strong>de</strong> una sociedad que rechaza ser «eclesializada». La<br />

sociedad secularizada <strong>de</strong> nuestro tiempo experimenta cambios<br />

que tienen como referencia el retroceso <strong>de</strong>l cristianismo en el<br />

mundo que ha sido cristiano y en el cual la fe cristiana sigue<br />

siendo la clave <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> la visión <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong><br />

la cultura. Mientras, la evangelización <strong>de</strong> latitu<strong>de</strong>s antes alejadas<br />

<strong>de</strong> la fe cristiana se abre camino, generando la esperanza <strong>de</strong><br />

nuevas culturas alimentadas por la fe, pueblos que han abierto<br />

la puerta a Cristo y socieda<strong>de</strong>s que han entrado en la Iglesia.<br />

En uno y otro caso, la tensión entre Iglesia y sociedad, entre<br />

la Iglesia y el mundo, acompaña la misión <strong>de</strong> la Iglesia y esta<br />

tensión se prolongará en la historia <strong>de</strong> la humanidad; aun cuando<br />

la sociología cristiana y la eclesialización <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s<br />

experimenten variantes aun difíciles <strong>de</strong> pre<strong>de</strong>cir. Siempre será<br />

preciso tener presente que, sea cual sea el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> sociedad<br />

en la que haya <strong>de</strong> vivir la Iglesia y aun cuando se pudiera pensar<br />

en una sociedad transida por el pathos <strong>de</strong>l Evangelio, la existencia<br />

pecadora <strong>de</strong>l hombre y la esperanza <strong>de</strong> la salvación, ya operante<br />

en el mundo, no <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> generar aquella tensión que<br />

acompaña siempre la misión y presencia <strong>de</strong> Iglesia en la historia,<br />

«hasta que todos lleguemos a la unidad <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong>l conocimiento<br />

<strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios, al estado <strong>de</strong> hombre perfecto, a la plena<br />

madurez <strong>de</strong> Cristo» (Ef 4,13).<br />

Almería, a 29 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2007<br />

Santo Tomás <strong>de</strong> Cantorbery

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