Primavera - Real Sociedad Canina de España

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GRUPOS ÉTNICOS
capa refiriéndose a ella como esta disposición
de colores que además está tan extendida
en el mundo canino, lo cual no sería
extraño si estaba en los individuos más
primitivos, que originarían el perro actual
y de los que se derivan toda la variedad
de razas a día de hoy y las que vendrán.
Existen incluso teorías que hablan sobre
la aparición de la misma en perros, atribuyéndosela
al llamado gen Tan y siendo
recesivo, con lo que debe aparecer en homocigosis
en el genotipo para expresarse
en el fenotipo (lo que vemos exteriormente
en nuestros perros). Con esto quedaría
más que justificada la denominación Orito.
Por último, entraríamos en la palabra
Español que recoge el nombre de la
raza o futura raza. La palabra “español”
hace alusión más que a su origen (Andalucía)
a su extensión actual por todo
el territorio nacional y su expansión día
a día a ritmos forzados y a la posterior
difusión que tenga en otros países asegurando
siempre la identificación de su
origen, como España, pensando también
en su reconocimiento internacional
y en su participación en pruebas fuera
de nuestras fronteras.
Su función, su trabajo,
la caza (paralelismos
con Luis Barahona de
Soto)
En esta parte resumo o así lo intento
hacer, la forma de trabajar del Podenco
Orito Español, además de intentar transmitir
la versatilidad de la que es poseedora
esta raza como podenco que es. De
la misma manera, pongo sobre el papel
las enormes capacidades para la caza
de esta raza y, sobre todo, el ansia desmedida
por cazar y esto a través de los
escritos de D. Luis Barahona de Soto.
D. Luis Barahona de Soto fue un escritor,
un poeta nacido en Lucena (Córdoba)
que tras estudiar en Granada, pasando
por Osuna (Sevilla) estudió medicina en
Sevilla, y también viajó a Madrid y se fue
a ejercer medicina a Archidona (Málaga)
donde vivió, se casó dos veces; llegó a
entrar en la política, siendo corregidor y
teniente de corregidor y murió y fue enterrado
en una bóveda de la Parroquia
de Santa Ana. Precisamente en Archidona,
enclave de A.N.P.O.E. es donde
escribió en prosa, una de las obras más
importantes de la cinegética en España
“Diálogos de la Montería” del Siglo XVI;
a modo de conversación de él mismo
(Silvano) con un experto montero de
Archidona (Montano). Esta obra es fruto
de un encargo que le hizo el primer
Duque de Osuna, siendo Archidona una
villa dependiente de la casa de Osuna,
tal como se indica en el libro “El Perro
de los Dioses” de D. Juan de Dios Olías
Rubio. En el manuscrito anónimo “Noticias
Históricas de la Villa de Archidona”,
publicado en 1774, ya se menciona (refiriéndose
a Archidona) que “Eran terrenos
abundantes en animales silvestres,
como lobos, jabalíes y gamos y, asimismo,
en conejos, liebres, perdices, patos
y otro animalillos”.
D. Luis Barahona de Soto vivió y cazó
en Archidona que siempre fue tierra
de podencos tanto para la caza menor
como para la caza mayor. Barahona
hace una descripción minuciosa de podencos
netamente de castigo, podencos
con mucho rastro incluso llevados
atraillados. La caza en su mayoría era
algo profesional, llevado a cabo por expertos
conocedores de la “profesión” de
cazador, auténticos cazadores a sueldo.
Luego estarían las familias de clase muy
baja que tendrían sus podencos, perros
austeros donde los haya, que con poco
se mantenían y ayudaban a la subsistencia
familiar aportando la única carne
que se podían llevar a la boca.
Hay que tener en cuenta que en una época
donde no se usaban las armas de fuego,
la forma de cazar de los podencos estaba
encaminada a encerrar a los conejos para
luego sacarlos con hurón principalmente.
Si adaptamos esto a las formas actuales
de caza del conejo con armas de fuego,
podemos hacer una descripción del uso
del podenco de castigo como el Podenco
Orito Español en las condiciones actuales,
junto con las explicaciones que
da Barahona del buen podenco para la
caza. Haremos un paralelismo entre lo
escrito por el autor de “Los Diálogos de
la Montería” y nuestros oritos actuales.
“Ya tendréis memoria que os he dicho
que por las mañanas y tardes y de noche
andan estos animales paciendo,
y a medio día están encamados. De
allí se colige que a estas tres horas
se hace esta caza mejor, porque los
hallan los perros mejor que cuando
están encamados; y así, en llegando
al monte do se entiende hallar la caza,
suelten los perros, estándose quedo
el cazador en la parte más alta de él
y silbando de cuando en cuando para
que los perros entiendan donde está,
y desde que haya dado las vueltas
que le pareciere necesarias, sino hallare
nada múdese a otra parte sin dar
voces ni hacer ruido porque no ponga
la caza en huida, y que los perros tendrán
cuidado de buscar la caza, como
lo hacen en efecto con gran codicia,
hallando unos de ojo, otros de viento
y otros de oído; aunque si es de noche
no se aprovechan más que del oído y
del viento, como lo suelen también hacer
los perros de liebres, siguiéndolos
con tan vehemencia y porfía y hipando
o latiendo, que aunque los pierdan
muchas veces de rastros, los tornan a
hallar, aunque sea en un varal de estado
y medio alto”.
el perro en españa
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