Primavera - Real Sociedad Canina de España

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CAZA
El Perro en España
hasta el fin de la
Edad Media según los
Fueros y Ordenanzas (VI)
Texto y fotos:
Antonio M. Fernández
LOS ENIGMÁTICOS CÁRABOS MEDIEVALES, 3ª PARTE: EL CARABLE Y EL
CÁRABO. UN PARENTESCO PERDIDO Y UNA IDENTIDAD RESUELTA
Para averiguar la identidad del carable - al que Godefroy creyó sabueso, y
Toro y Gisbert dijo era cárabo - indagaremos en las canciones de gesta de los
cruzados y en los relatos de los viajes a Oriente, donde hallaremos una bestia
llamada papión, que no era mono. Veremos que allí se cazaba con los saluki
y también con el guepardo y el caracal y averiguaremos lo que en realidad
representa un mosaico de caza de Chipre. 1
EL MISTERIOSO CARABLE
Aparece en un pasaje del viaje
a Tierra Santa del francés
Ogier, señor de Anglure, que
se leería en castellano así: 2
“El domingo siguiente, 19 de enero, nos
volvió a enviar el rey presentes: a saber,
cien perdices, 3 sesenta liebres 4 y cinco
muflones 5 que eran cosa digna de verse.
Era un príncipe que amaba mucho la
caza y tenía una bestezuela a penas del
tamaño de un zorro. A esa bestia llaman
carable, y no hay animal salvaje que la
bestezuela no atrape, especialmente los
dichos.” Esto ocurría en Chipre, en enero
de 1396, reinando en la isla Jaime I
de Lusignan.
El viaje de Ogier se conserva en dos
manuscritos 6 y ha sido dado a las prensas
varias veces. De él, Mas-Latrie incluye
en su Historia de Chipre la parte
que atañe a la isla y anota el pasaje
que antes vimos diciendo:”carable era
probablemente el nombre de la especie
de sabueso o lebrel de que habla
el señor de Anglure, en vez del nombre
del animal.” A propósito del carable han
intervenido tres afamados lingüistas:
Figura 1.-“El esposo de Melusina descubre cómo se convierte en dragón. Miniatura del
ms. Francés 24383 (f. 19), de la Biblioteca Nacional de Francia.”
uno francés, Godefroy (1881), 7 que lo
definió como “nombre de una especie
de sabueso,” y dos españoles, Toro y
Gisbert, 8 que, después de mencionar
también al perro de encarbo y al cárabo,
dijo (p. 539): “Salta a la vista que
todos estos nombres designan un solo
can”; y finalmente Corominas, 9 que en
la rúbrica CARABO dice: “En cuanto a
cárabo,… parece haber relación con el
fr[ancés] carable mencionado en un solo
texto, de 1395”. 10
De ser cierta la relación que propone
Corominas, nuestro cárabo habría tenido,
al menos de nombre, parientes
en Oriente y quizá en Francia, por ello
hemos creído conveniente dedicar el
artículo a esclarecer este asunto.
LOS PODEROSOS LUSIGNAN
Y EL TRONO DE CHIPRE
Los Lusignan, cuyo origen mítico ligaron
al hada Melusina (fig. 01), 11 procedían
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