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Casos de Estudio<br />
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latina, con especial referencia México y Brasil, así como de la industria procesadora, lo que ha aumentado<br />
la demanda nacional de materias primas a base de algas (Tabla 1).<br />
Tabla 1. Principales empresas importadoras de derivados de algas en Colombia.<br />
Empresa<br />
Nabisco Royal Inc.<br />
Firmenich S.A.<br />
Deltagen Ltda.<br />
Ingredientes y Productos Funcionales Ltda.<br />
Unikert de Colombia S. A.<br />
Quimerco Ltda.<br />
Givaldan Colombia S.A.<br />
Bindustrial Mar Polo Ltda.<br />
Colgate Palmolive<br />
Nestlé de Colombia S. A.<br />
Danisco Ingredientes Colombia Ltda.<br />
Smithkline Beechan Colombia S.A.<br />
Rhodia Colombia Ltda.<br />
G & G Sucesores Ltda.<br />
Pineda Serpa Ltda.<br />
Química MG Ltda.<br />
Parke Davis & Company<br />
Procedencia de la importación<br />
Chile y Estados Unidos<br />
Estados Unidos<br />
Singapur<br />
Alemania<br />
Filipinas<br />
Dinamarca<br />
Francia<br />
Francia<br />
Filipinas y Estados Unidos<br />
Dinamarca<br />
Brasil<br />
Estados Unidos<br />
Chile<br />
Estados Unidos<br />
Estados Unidos<br />
Portugal<br />
Estados Unidos<br />
La introducción de Kappaphycus<br />
Con relación a la cronología de la introducción de Kappaphycus y Eucheuma en Latinoamérica, Argentina,<br />
Brasil, México y Venezuela han sido los países pioneros en el cultivo de la especie (Peña et al., 2006). Esta<br />
situación ha estado favorecida por las condiciones ecológicas y ambientales de la línea de costa, que provee<br />
características apropiadas para el crecimiento de los talos. A pesar de estas ventajas naturales, el desarrollo<br />
de industrias basadas en este recurso no ha traído los beneficios esperados, en especial por ausencia de<br />
inversión local y extranjera en la región. Para el caso de México, se ha identificado la falta estudios más detallados<br />
sobre especies silvestres, así como técnicas de cultivo más productivas. Este hecho ha promovido<br />
la introducción de Kappaphycus particularmente en la zona de Mérida donde se han establecido resultados<br />
prometedores para la expansión de la actividad acuícola de algas (Muñoz et al., 2004). Para el caso de<br />
Venezuela, los intentos de establecer la industria de Kappaphycus se inició a principios de los 90 cuando<br />
algunas empresa muy activas en el fomento del cultivo de algas, promovieron la instalación de granjas, especialmente<br />
en el área de la Península de Araya (Barrios, 1999). Sin embargo, el cultivo de la especie generó<br />
polémicas ya que existía información previa sobre daños ambientales a ecosistemas coralinos por la invasión<br />
de varias especies de Kappaphycus en otras zonas costeras del mundo. De acuerdo con Barrios (1999), la<br />
prohibición del cultivo de estas especies en Venezuela no impidió que se dispersara K. alvarezii en la región<br />
nororiental, pudiendo observarse en varias partes de las islas de Margarita, Coche y Costa Norte del estado<br />
Sucre, ejemplares saludables de esta alga arrastrados por las corrientes y depositados en las playas. Según<br />
FAO (2004), el establecimiento de una industria de algas en Latinoamérica a partir de especies introducidas<br />
debe estar acompañado de programas que promuevan el uso de programas tecnológicos ambientalmente<br />
viables, lo que significa contar con el aval de las autoridades ambientales nacionales sobre la introducción de