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Actualidad
Gran éxito en la presentación del libro
“Los genios ya no nacen” de Jorge Torres Quílez
Actualidad
Isabel Guerra se reencuentra con el público
de Zaragoza, en Ibercaja Patio de la Infanta
Llevar solo dos meses en el mercado literario
y haber sido finalista al mejor libro de
los I Premios Círculo Rojo y entrado en la lista
de libros más vendidos de la plataforma
Amazon, ¿cómo se consigue?
Con trabajo. Mucho trabajo. El sueño más
ambicioso, el deseo más innovador o la pasión
más vehemente nunca cristalizarían
en nada si no se trasformasen en riguroso
trabajo. Cualquier obra requiere una inclinación
poderosa y un prolongado aprendizaje
que nunca concluye. Quien inicia una
tarea debe ser consecuente y saber que ha
de dedicar tantas horas y años como un tenor
emplea en armonizar su voz y que sin
esa dedicación no logrará completar nada
de valor. Una pincelada de inspiración, un
golpe de ingenio o el instinto, por sí mismos,
no garantizan la calidad del resultado,
si no están respaldados por una labor tenaz.
Cuando el músico español Pablo Casals
cumplió noventa y cinco años, un joven
periodista le preguntó: “Señor Casals, tiene
usted noventa y cinco años y es el violonchelista
más grande que ha existido hasta
el momento. ¿Por qué practica todavía seis
horas diarias?”. Ante lo que Casals, respondió
sin titubear: “Porque creo que estoy haciendo
progresos”.
En la presentación de su libro en el Teatro
Principal apenas cabía nadie más. ¿Soñaba
con este comienzo?
Estoy encantado con la acogida que está
teniendo el libro entre el público y la crítica.
Soñar despierto ya no es un síntoma de
insatisfacción vital, como decía Freud. Al
contrario. Activa la mente, estimula la creatividad
y fomenta la capacidad de generar
nuevas ideas. Y además, nos hemos pasado
la vida soñando. Soñando cosas que en
principio parecían inverosímiles hasta que
alguien tuvo la determinación de hacerlas
realidad. Sólo las personas que han deseado
algo lo han podido hacer. ¿Por qué no soñar
con metas hasta ahora inimaginables?
El sueño más
ambicioso, el deseo más
innovador o la pasión
más vehemente nunca
cristalizarían en nada si
no se trasformasen en
riguroso trabajo
¿Cómo se llega a ser un genio? ¿De verdad
que los genios ya no nacen?
No es el talento innato lo que caracteriza al
genio. Ni la magia que expele. Ni la inspiración.
Ni la inteligencia extraordinaria. Ni
su grado de lucidez. Ni la originalidad. Sólo
hay una cualidad común que les identifica:
la cantidad de horas de práctica que destinan
a su objetivo. No hay más secretos. Todos
los genios (en el libro analizo a más de
doscientos) han desarrollado una cantidad
de creaciones tan inmensa, que ha sido ese
descomunal volumen de trabajo lo que les
ha encaminado hacia la excelencia. Nada
más garantiza el éxito. El genio comienza
las grandes obras, pero solamente la iniciativa
y el trabajo las concluyen. Dijo el
gran artista renacentista Miguel Ángel: “Si
supieras la cantidad de trabajo que hay en
ello, no le llamarías genio”. Basta con sus
palabras.
En el libro hablas de la importancia de la
mentalidad…
Nuestra mentalidad es como un paracaídas.
Solo funciona si se abre. Hace 3.000
años Buda se expresó con claridad: “Somos
lo que pensamos. Todo lo que somos surge
de nuestros pensamientos. Con nuestros
pensamientos creamos el mundo. No
hay duda. Los pensamientos desenredan
u obstruyen los retos. Traicionan o socorren.
Hay personas muy talentosas, cuya
mentalidad destructiva ha malogrado su
prometedora carrera. En cambio otras, con
muchas menos facultades, han triunfado
gracias al apoyo de su mente. Al igual que
sucede con otros músculos del cuerpo, el
cerebro desarrolla y fortalece las neuronas
que más utilizamos, y atrofia las que menos
usamos. ¡Cuidado con lo que pensamos,
porque se puede cumplir!
Nuestra mentalidad es como un paracaídas.
Solo funciona si se abre
La Obra Social de Ibercaja inauguró
la exposición “Isabel Guerra 2015.
Pintura, dibujo y fotografía”, en
Ibercaja Patio de la Infanta. Se
trata de una cita muy esperada por el público,
ya que desde el año 2000 no expone
en Zaragoza y desde el 2005 en Madrid.
La muestra incluye 121 piezas, todas nuevas,
en su mayor parte realizadas del año
2013 al 2015. Se compone de pinturas al
óleo, paisajes de pueblos aragoneses, dibujos,
fotografías, serigrafías y una recreación
de la historia de la fotografía. En esta
ocasión la pintora descubre su faceta más
innovadora como artista a través de sus
fotografías texturizadas, que protagonizan
una parte del recorrido de la sala que, junto
al tratamiento de la luz para conseguir el
efecto deseado y el reflejo de la realidad en
sus obras, que va más allá del hiperrealismo,
son las principales señas de identidad
de esta cita.
“Isabel Guerra 2015” fue presentada por
Teresa Fernández, directora de la Obra Social
de Ibercaja; Domingo Buesa, comisario
de la muestra; Magdalena Lasala, coordinadora
de la exposición y responsable del
Programa de Educación, Cultura y Publicaciones
de la Obra Social de Ibercaja y la
propia Isabel Guerra.
Podrá visitarse hasta el próximo 24 de
mayo, de lunes a sábado, de 11 a 14 horas y
domingos y festivos, de 11 a 14 horas, con
entrada libre. Posteriormente la muestra
se trasladará a Madrid.
La Obra Social de Ibercaja ha programado
visitas guiadas, que llevará a cabo Mandrágora,
y que ofrecen tres turnos: de lunes a
domingo, a las 9:00 y a las 10.00 horas, y
de lunes a sábado, a las 16.00 horas. Los
interesados en participar deberán reservar
previamente en el teléfono 976 97 19 26 o
en patiodelainfanta@ibercaja.es.
Además Isabel Guerra firmará ejemplares
del catálogo, en la propia exposición, los
días: 6, 13 y 20 de mayo, de 17:30 a 19:30h.
Las obras más modernas de la “pintora de
la luz” en Ibercaja Patio de la Infanta
Isabel Guerra se ha convertido en un referente
del hiperrealismo español, aunque
ella nunca quiso que la encuadraran en este
movimiento que, coincidiendo con su pintura,
se proponía recrear la realidad en el lienzo
con más fidelidad que la fotografía. Se
puede decir que su obra está inspirada en
Domingo Buesa, Teresa Fernández, Isabel Guerra y Magdalena Lasala
un estilo personal y espontáneo en el que
todo lo domina la luz que irrumpe desde el
interior de los objetos, Isabel Guerra cuida
mucho las texturas de la luz para conseguir
los efectos deseados en sus creaciones.
La exposición está dividida en 4 ámbitos
que, por orden de recorrido en la sala, exhiben
32 pinturas al óleo, 6 dibujos de gran
formato, 24 paisajes de pueblos aragoneses,
18 fotografías de la serie Miradas, 10
serigrafías y, por último, 31 imágenes, que
incluyen daguerrotipos, en los que se recrea
la historia de la fotografía.
Como se trata de su obra más reciente,
ofrece la visión más actual y moderna de
Isabel Guerra.
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