Download document - cnt-ait.tv
Download document - cnt-ait.tv
Download document - cnt-ait.tv
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>cnt</strong> n°360 octubre 2009<br />
Opinión 25<br />
Los números cuentan... y mucho<br />
Con este artículo se pretende hacer una aportación al debate abierto con el artículo “Elogio de lo<br />
pequeño” publicado en este mismo periódico <strong>cnt</strong> en su nº 358 de julio de 2009.<br />
Luis Rodríguez<br />
Como bien dice el autor del citado artículo “el debate del<br />
número ya se ha hecho común en los círculos de lucha” y<br />
ello precisamente es positivo, después de muchos años<br />
en que la CNT y también el movimiento libertario se<br />
encontraban en una situación de estancamiento más que<br />
alarmante.<br />
Sin embargo me parece que este debate, siendo<br />
positivo tratarlo, quizás lo sea solamente desde una<br />
perspectiva pedagógica al uso. Normalmente estas<br />
cuestiones se dan por supuestas y las deberíamos tener ya<br />
asumidas y olvidadas cuando hablamos en términos de<br />
organizaciones revolucionarias, pero quizás por esa<br />
tendencia a la marginalidad autoimpuesta en décadas<br />
anteriores, sea necesario tratar este tema de nuevo.<br />
Para empezar ante la afirmación de “si somos pocos no es<br />
un problema. Si no tenemos medios, tampoco.”, debo<br />
responder que es cierto, ser pocos y no tener medios no<br />
es “un problema”, es precisamente “el problema” o “un<br />
gran problema”. Cualquier organización que aspire a<br />
transformar la sociedad debe contar con la suficiente<br />
influencia social como para plantear y ejecutar sus<br />
finalidades. Lo pequeño está bien para empezar, para<br />
plantear que se continúa ahí y que la Idea no ha<br />
desaparecido, pero de ninguna manera hay que<br />
congratularse ni buscar justificaciones con ser marginal<br />
desde una perspectiva social.<br />
Y no solo no hay que aceptarlo pensando en un<br />
futuro, sino que el día a día nos presenta el problema<br />
con toda su dimensión. Las organizaciones tienen que<br />
ser ante todo útiles. Precisamente ser pocos se convierte<br />
en un gran problema para quienes defendemos hasta las<br />
últimas consecuencias un modelo sindical diferente al<br />
asumido mayoritariamente. Si de lo que se trata es de<br />
conservar el puesto de trabajo o de presionar a una<br />
empresa o institución para cualquier mejora, ser pocos<br />
es sinónimo de derrota o de victorias conseguidas por<br />
otros medios que no son estrictamente los nuestros. No<br />
sirve para nada “reconocer con humildad que, de ser más<br />
fuertes, ya se habría cambiado algo”. La lucha necesita<br />
de resultados, preferiblemente victorias en pequeñas<br />
batallas, para afrontar luego las grandes batallas de la<br />
lucha de clases y como no para tratar de ganar la guerra<br />
social contra el sistema capitalista, sus instituciones y<br />
sus defensores.<br />
La otra faceta básica de este debate se refiere a la<br />
idea del crecimiento con coherencia. Yo me pregunto<br />
¿qué es el crecimiento coherente? El anarcosindicalismo<br />
y el anarquismo tienen su proceso de aprendizaje<br />
durante toda una vida, ¿podemos asegurar que todos y<br />
todas lo tenemos aprendido y que nuestra conducta y<br />
acciones son siempre coherentes con la Idea? ¿Acaso la<br />
coherencia no hay que ofrecerla a priori a quien se<br />
acerca a nosotros? La coherencia no se basa, usando la<br />
analogía con el mundo futbolero, en conocer todas las<br />
alineaciones de nuestro equipo (los militantes<br />
históricos), enarbolar los colores (la bandera y las<br />
siglas) o saber cuantos títulos se han ganado o perdido (las<br />
grandes huelgas o la guerra civil). La coherencia es<br />
muchísimo más. La coherencia es impulsar desde las<br />
empresas la acción directa por medio de las asambleas de<br />
trabajadores/as, es aplicar el apoyo mutuo con los<br />
compañeros/as de trabajo, tanto dentro como fuera de<br />
él, es en definitiva, transmitir la solidaridad obrera. La<br />
coherencia es precisamente poner sobre la mesa y<br />
aplicar hoy los valores del anarquismo en nuestra vida<br />
cotidiana y en nuestra acción sindical. Hoy en día, de<br />
entre quienes formamos la clase trabajadora hay quien<br />
asume esto y quien no. Los anarcosindicalistas<br />
continuamos considerando que esto lo puede llegar a<br />
asumir y practicar una mayoría de los trabajadores y<br />
trabajadoras porqué es algo que va implícito en el<br />
género humano y porqué en la mayoría de las ocasiones<br />
es la única salida solvente a nuestros problemas. Si<br />
quienes se van incorporando a nuestra organización<br />
asumen lo anterior solo es necesario hacer ver que eso<br />
que ya se practica además forma parte del anarquismo.<br />
Solo es necesario, en definitiva, mostrar en la lucha<br />
sindical las contradicciones internas del capitalismo, el<br />
papel que juega la jerarquía empresarial, de parte de<br />
quién se posiciona el Estado y como a todo ello hay que<br />
oponer una formula de organización efectiva y humana.<br />
Asimismo cuando un militante de la CNT piensa en<br />
coherencia debería estar pensando inmediatamente en<br />
tener un sindicato local limpio y ordenado, con un<br />
sistema de asesoramiento legal y socioeconómico bien<br />
organizado, con los medios de acción sindical a punto,<br />
con un sistema de formación de militantes preparado y con<br />
una dinámica de funcionamiento ágil y democrática que<br />
permita cubrir todos los cargos de gestión y potencie los<br />
relevos de militantes. Eso es la coherencia con unas<br />
siglas, porqué la imagen de la CNT en tanto que<br />
sindicato, es la imagen que transmiten sus militantes en<br />
una empresa o en una localidad.<br />
La aspiración de la CNT a ser una organización de<br />
masas no es retórica, es una necesidad vital: cuando el<br />
sindicalismo oficial fracasa debido a su desintegración<br />
interna y a su política de pactos indiscriminados, el<br />
anarcosindicalismo debe tener la suficiente fortaleza<br />
numérica y militante para plantear una política sindical<br />
efectiva a corto plazo y revolucionaria en cuanto se<br />
pueda.<br />
Esta aspiración a recobrar el protagonismo social es lo<br />
que efectivamente puede impulsar el movimiento hacia<br />
la dirección correcta. Por ello es bueno desarrollar las<br />
herramientas necesarias para darnos a conocer de nuevo<br />
y para demostrar que tenemos capacidad de organizar<br />
cosas grandes y porqué no, espectaculares.<br />
Con este artículo se quiere lanzar un elogio a lo<br />
pequeño por existir y continuar ahí pero también<br />
pretende llamar la atención que no hay que ser<br />
conservadores ni autocomplacientes con nuestros<br />
objetivos. La lucha sindical y social requiere de<br />
resultados. Estos resultados son más afiliados y<br />
militantes si lo que se quiere es vertebrar de nuevo en el<br />
estado español un sindicalismo de acción e ideas<br />
anarquistas.<br />
*LL.R. es afiliado a la CNT-AIT de Barcelona.<br />
Nemesio