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Thompson, La economía moral de la multitud

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262 COSTUMBRES EN COMÚN LA ECONüMÍA «MORAL)~ DE LA MULTITUD 263<strong>de</strong> los encajeros <strong>de</strong> Honiton que, en 1766, quitaron el grano a losagricultores, lo vendieron en el mercado a precio popu<strong>la</strong>r y <strong>de</strong>volvierona los agricultores, no sólo el dinero, sino también los sacos;<strong>la</strong> muchedumbre <strong>de</strong> Oldham, en 1800, que racionó a cada compradora dos celemines por cabeza, y <strong>la</strong>s muchas ocasiones en que se<strong>de</strong>tenian los carros en <strong>la</strong> carretera, se vendia su contenido y se confiabael dinero ai carretero."'Más aún, en aquellos casos en que se tomaban <strong>la</strong>s mercanciassin pagarias, o en que se cometían actos <strong>de</strong> violencia, seria pru<strong>de</strong>nteaveriguar si el caso presenta alguna circunstancia particu<strong>la</strong>r agravante.Esta distinción se hace en el informe <strong>de</strong> una acción lIevada acabo en Portsea (Hampshire) en 1795. Los pana<strong>de</strong>ros y carnicerosfueron los primeros a quienes <strong>la</strong> <strong>multitud</strong> ofreció los precios porel<strong>la</strong> fijados: «a los que se amoldaron a estas exigencias se Ies pagócon exactitud», pero los que se negaron vieron sus tiendas <strong>de</strong>svalijadas,«sin recibir más dinero que eI que quiso <strong>de</strong>jar eI popu<strong>la</strong>cho».Los canteros <strong>de</strong> Port Isaac (Cornualles), en el mismo ano, se apo<strong>de</strong>raron<strong>de</strong> <strong>la</strong> cebada almacenada para <strong>la</strong> exportación, pagando unprecio razonablemente alto <strong>de</strong> 1i peniques el bushel, advirtiendo aimismo tiempo al propietario que «si pretendia transportar el Remanentevendrian y lo tomarían sin compensación alguna». Con frecuenciaaparecen motivaciones <strong>de</strong> castigo o venganza. El gran mo--"i'Hn <strong>de</strong> Newcastle <strong>de</strong> 1740, en que los mineros y los bateleros irrumpieronen el ayuntamiento, <strong>de</strong>struyeron los libros, se repartieron elcontenido <strong>de</strong> <strong>la</strong>s arcas municipales y arrojaron barro y piedra a losconcejales, se produjo tan sólo a consecuencia <strong>de</strong> dos provocaciones:primero, tras romperse un acuerdo entre los dirigentes <strong>de</strong> losmineros y los comerciantes (en el que actuó un concejal como árbitro),acuerdo que fijaba los precios <strong>de</strong>i grano; segundo, cuando representantes<strong>de</strong> <strong>la</strong> autoridad, aterrorizados, dispararon contra <strong>la</strong><strong>multitud</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s escaleras <strong>de</strong>i ayuntamíento. En 1766, en Gloucestershire,se dispararon tiros contra <strong>la</strong> multítud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una casa, locual, escribe el sheriff',les molesto tanto que entraron por <strong>la</strong> fuerza en <strong>la</strong> casa, y <strong>de</strong>struyerontodos los muebles, ventanas, etc., y quitaron parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tejas;115. R. B. Rose, op. ctt., p. 435; Edwin Butterworth, Hístoricat sketches DfOídham, Oldham, 1856. pp. 137-139, 144-145.<strong>de</strong>spués reconocieron que se arrepentían mucho <strong>de</strong> este acto porqueno era el duefio <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa (que estaba fuera) el que había disparadocontra ellos.En 1795 los mineros <strong>de</strong>I estaüo organizaron un ataque contra uncomerciante <strong>de</strong> Penryn (Cornualles) que había sido contratado paraenviarles cebada, pero que les había mandado grano estropeado yen germinación. Cuando se atacaba a los molinos, y se estropeaba<strong>la</strong> maquinaria, era a menudo como consecuencia <strong>de</strong> una advertenciaprolongada que no habia sido escuchada, o como castigo a algunapráctica escandalosa. 116Realmente, si <strong>de</strong>seamos poner en duda <strong>la</strong> visión no lineal y espasmódica<strong>de</strong>i motin <strong>de</strong> subsistencias, no tenemos más que apuntarhacia este tema continuado <strong>de</strong> <strong>la</strong> intimidación popu<strong>la</strong>r, en el quehombres y mujeres a punto <strong>de</strong> morir <strong>de</strong> inanición atacaban no obstantemolinos y graneros, no para robar eI alimento, sino para castigara los propietarios. Repetidamente, se <strong>de</strong>rramaban el grano o<strong>la</strong> harina a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> carreteras y setos, se arrojaban ai rio, seestropeaba <strong>la</strong> maquinaria y se abrian <strong>la</strong>s compuertas <strong>de</strong>i molino.Ante ejempIos <strong>de</strong> un comportamiento tal, <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s reaccionabantanto con indignación como con asombro. Era un comportamiento(en su opinión) sintomático <strong>de</strong>i estado <strong>de</strong> ánimo «frenético»y <strong>de</strong>stemp<strong>la</strong>do <strong>de</strong> una gente cuyo cerebro estaba excitado por elhambre, En 1795, tanto el justicia mayor como Arthur Young, dirigierondiscursos a los pobres en los que se <strong>de</strong>stacaba que <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción<strong>de</strong>I grano no era el mejor medio <strong>de</strong> mejorar el suministro<strong>de</strong> pano Hannah More afíadió una «Homilia <strong>de</strong> Medio Penique».Un versificador <strong>de</strong> 1800 nos da un ejemplo bastante más vivo <strong>de</strong>estas amonestaciones a <strong>la</strong>s e<strong>la</strong>ses bajas:Cuando pasas <strong>la</strong>s horas con tus Amigos <strong>de</strong>l campo,y tomas, con <strong>la</strong> abundancia que quieras, el vaso <strong>de</strong>sbordante,cuando todo se vuelve tranquilo, si oyes por casualidad«que son los Acaparadores los que encarecen tanto el grana;116. Portsea: Gentleman's Magazine, LXV (1795), p. 343; Port Isaac, sirW. Molesworth, 23 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1795, PRO, HO 42/34; Newcastle, Gentleman 'sMagazine, X (1740), p. 355, y varias fuentes en PRO, SP 36/51, en Northumber<strong>la</strong>nd-·CRO y Newcastle City Archive Office; Gloucestershire, 1766: PRO, PC 1/8/41;Penryn, 1795: PRO. HO 42134.

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