Revista: Año 12 - Número 46 - Fundación del Patrimonio histórico ...

DOSSIER 46El sepulcro de la velillaDistribución del osario en el interior dela cámara funeraria (imagen superior) yprincipales zonas de acumulación de restoshumanos en el osario (imagen inferior).La tumbaSe trata de un monumento megalítico deplanta casi circular en el que los grandesbloques que delinean la cámara funeraria,en vez de aparecer hincados para conformaral tiempo la planta y el alzado, adoptabanuna disposición apaisada, disponiéndoseacostados y apoyados sobre sus carasmayores. Asimismo, rodeando a las lajas,había un anillo peristalítico constituidopor bloques calizos de tamaño medio queconfería estabilidad al conjunto. Un imponentetúmulo de unos 20 metros de diámetro,compuesto por capas de arcillas superpuestasy posiblemente con una coraza decuarcitas y calizas protegía el monumento.Desconocemos si originariamente la plantadibujaba un círculo completo, un redondil, osi contó con una puerta o pasillo de acceso,ya que solo se conservaban intactas las trescuartas partes de la sepultura.En el interior de la cámara se encontrabael depósito funerario. Consistía enun amontonamiento caótico de piedras yrestos humanos envueltos en una sustanciapulverulenta de color rojo que lo embadurnabatodo y que los análisis posterioresidentificaron como cinabrio trituradoy pulverizado. A través del estudio antropológicose ha podido saber que La Velillafue un cementerio colectivo y de uso sucesivo,en espacio vacío; es decir, una tumba deexposición-exhibición, donde no es la tierrau otro sedimento quien saturaba el espacio,sino los propios cadáveres apilados. Lapresencia de todas las partes del esqueleto–incluido el hioides– así como de articulacioneslábiles y de individuos conectadostotal o parcialmente en la base del calavernariosugiere que fue una sepultura decarácter primario o que, al menos, algunosde los enterramientos que contuvo fueronprimarios. La causa del desorden que ofrecíaen el momento de la excavación debe achacarse,por tanto, al resultado del proceso deesqueletización que sufrieron los cuerpos, alas prácticas funerarias destinadas a recolocarel espacio para mantener ordenada lahuesera, y al tránsito de las personas encargadasde desarrollar el ritual funerario. Todoello contribuyó a que con el tiempo el cementeriose transformara en un amontonamientocaótico y desordenado de restos humanos,sobre todo en las capas superiores.A lo largo de las sucesivas campañasde excavación se recuperaron los restosesqueléticos correspondientes a un númeromínimo de 76 individuos. Se ha podidoidentificar la edad y el sexo en 74 restos,que se reparten en 48 hombres, 8 mujeres y18 niños, de los que seis eran adolescentes(cuadro nº 1). Por tanto, se observa un tratamientofunerario diferencial en términos deedad y sexo pues existe una sobrerrepresentaciónde los individuos adultos respecto alos infantiles y seniles, así como de los hombressobre las mujeres.54 PATRIMONIO 46