o fundaciones, tuvieron limitado éxito y terminaron en fracaso. En la actualidad el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>Gestión con Responsabilidad Compartida, que aún no goza <strong>de</strong> una norma expresa ni <strong>de</strong>l plenoapoyo gubernamental, se perfila como una importante alternativa.Se <strong>de</strong>be mencionar que no se dieron procesos sistemáticos y profundos <strong>de</strong> capacitación yempo<strong>de</strong>ramiento orientados a generar li<strong>de</strong>razgos y capacida<strong>de</strong>s, que permitan a laspoblaciones locales asumir roles en la administración, gestión y manejo <strong>de</strong> las áreasprotegidas. Es <strong>de</strong>cir no se preparo el terreno para propiciar experiencias <strong>de</strong> una participaciónsocial más profunda. El resultado fue una elevada incertidumbre a la hora <strong>de</strong> producirse elcambio <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> gobierno. Por otra parte, el personal <strong>de</strong> muchas áreas, tampoco estabasuficientemente capacitado para enfrentar los nuevos <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> una participación socialcogestionaria.Por otra parte, salvo algunas excepciones, ha sido escasa la promoción y avance en lavinculación <strong>de</strong> las áreas protegidas con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los municipios y TCOs, consi<strong>de</strong>randolos más <strong>de</strong> 90 municipios que interaccionan con las áreas protegidas. Sólo en algunos casospuntuales se pudo promover una articulación efectiva <strong>de</strong> las áreas protegidas con el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los municipios y TCOs, enlazando por ejemplo procesos <strong>de</strong> planificación. En lamayoría <strong>de</strong> los casos no existe sintonía entre los planes <strong>de</strong> manejo y los planes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollomunicipal, lo cual en parte se <strong>de</strong>be a la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> las gestiones ambientales <strong>de</strong> las Alcaldías.Por ejemplo, no se han dado todavía procesos <strong>de</strong> articulación área protegida-municipio, nisiquiera en situaciones <strong>de</strong> especial cercanía geográfica.Actualmente el gobierno tiene una visión <strong>de</strong> participación social en la gestión <strong>de</strong> las áreasprotegidas con un enfoque con clara adscripción i<strong>de</strong>ológica, que sincronice con su visión <strong>de</strong>gobierno.3.2. TICCAs Dentro <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Áreas ProtegidasDisposiciones que reconocen explícitamente las áreas protegidas o <strong>de</strong> conservacióngobernado por los pueblos indígenas y / o las comunida<strong>de</strong>s locales: El marco legal básicopara la gestión <strong>de</strong> las áreas protegidas establecido en la Ley <strong>de</strong>l Medio Ambiente promulgadaen 1992, explícitamente reconoce la presencia y compatibilidad con la presencia <strong>de</strong> poblaciónlocal en la gestión <strong>de</strong> las áreas protegidas. En sus 15 años <strong>de</strong> historia, y a pesar <strong>de</strong> la constanteinestabilidad política e institucional <strong>de</strong> Bolivia, la gestión <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong> ÁreasProtegidas ha sido consistente con los preceptos <strong>de</strong> la Ley, pero sobre todo ha estado <strong>de</strong>manera creciente integrada a la compleja trama social, política y cultural en los niveles localesy articulada con otros espacios territoriales administrativos como municipios y territoriosindígenas y con las organizaciones sociales en los niveles regional y nacional.Dinámica <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la gobernanza ambiental por parte <strong>de</strong> los pueblos indígenas en lasAPs <strong>de</strong> doble condición: Lainteracción con los actores locales ha ido mo<strong>de</strong>lando el enfoque <strong>de</strong>conservación y por tanto la política aplicada al SNAP. Ya en los albores <strong>de</strong>l Sistema, seestablecieron los Comités <strong>de</strong> Gestión <strong>de</strong> las áreas protegidas y luego los mecanismos <strong>de</strong>
coadministración, como espacios <strong>de</strong> participación por parte <strong>de</strong> los actores locales en lagestión <strong>de</strong> las AP. En la mayoría <strong>de</strong> los casos, los procesos participativos tuvieron buenaacogida, más aún, hubieron casos en que se proyectaron más allá <strong>de</strong> lo establecido en lanormativa. De esta manera se generó una serie <strong>de</strong> experiencias basadas en casos concretosque poco a poco han dado lugar a conceptos y prácticas <strong>de</strong> participación más profunda, conmayor responsabilidad y compromiso social.A raíz <strong>de</strong> las transformaciones políticas y sociales impulsadas por el Gobierno Nacional <strong>de</strong>s<strong>de</strong>principios <strong>de</strong>l 2006, estos procesos participativos han encontrado un respaldo político paraproyectarse como mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> gestión participativa más amplia todavía, abarcados por elconcepto <strong>de</strong> gestión compartida, en los que los principales actores locales asumen mayoresniveles <strong>de</strong> responsabilidad. Esto resultará en que las instancias públicas, en particular elServicio Nacional <strong>de</strong> Áreas Protegidas (SERNAP), comparten con las organizaciones socialeslocales y nacionales la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones estratégicas para la gestión. Por su parte, entida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> apoyo como las ONG o la cooperación <strong>internacional</strong>, asumirán un papel <strong>de</strong> apoyo más<strong>de</strong>finido en los procesos <strong>de</strong> asistencia técnica, financiera y <strong>de</strong> facilitación. Esta nueva relaciónentre Estado y los sectores <strong>de</strong> la sociedad civil es el eje principal en “Nuestra Agenda para elCambio” que orienta ahora el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l Sistema.El mayor peso <strong>de</strong> los actores sociales en la gestión refleja el reconocimiento <strong>de</strong>l Estadoboliviano a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la población indígena, originaria y campesina <strong>de</strong> habitar en lastierras <strong>de</strong> sus ancestros y a utilizar sosteniblemente los recursos naturales presentes en ellaspara su <strong>de</strong>sarrollo económico y social, manteniendo sus formas <strong>de</strong> organización social, susconocimientos y prácticas tradicionales. El discurso gubernamental reconoce estos <strong>de</strong>rechos,para estos grupos sociales que históricamente han sido los más excluidos y con mayoreslimitaciones para lograr niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo dignos. En este sentido, el acceso a la tierra y losrecursos naturales y su manejo sostenible, en áreas protegidas están vistos como unaalternativa viable que <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>sarrollada en forma adaptativa, sistemática, responsable yparticipativa. Sin embargo la práctica <strong>de</strong>muestra que la aplicación <strong>de</strong> este discurso está muylejos <strong>de</strong> la intención verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s gubernamentales.3.3 Sitios Sagrados <strong>Natural</strong>es Como un Tipo Específico <strong>de</strong> TICCAEn la cosmogonía indígena el mundo actual se concibe como un espacio <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n temporal,producto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> creación don<strong>de</strong> confluyen mundos anteriores (MACA/OIT/PNUD,1991) 35 . El cosmos en general, es una concepción multiespacial y multitemporal, don<strong>de</strong> elmundo actual es el resultado <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> creación en permanente transformación. Elconcepto <strong>de</strong> mundo como parte <strong>de</strong>l cosmos se circunscribe alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> lugares míticos quepue<strong>de</strong>n o no ser coinci<strong>de</strong>ntes con lugares reales <strong>de</strong>l mundo físico.35 MACA, OIT, PNUD. 1991. Pueblos y Territorios Indígenas <strong>de</strong>l Oriente <strong>de</strong> Bolivia. PROY. BOL/89/O18.La Paz. 140 p.
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