12.07.2015 Views

Soberanía Alimentaria Biodiversidad y Culturas - Plataforma Rural

Soberanía Alimentaria Biodiversidad y Culturas - Plataforma Rural

Soberanía Alimentaria Biodiversidad y Culturas - Plataforma Rural

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

SABC / ENERO 2012 / NÚM. 8 / AMASANDO LA REALIDADAMASANDO LA REALIDAD / SABC / ENERO 2012 / NÚM. 818 19El apoyo necesario de las administracionesser más plurales y no tan taxativoso estrictos a la hora de encuadrar unproyecto».consumo, ya que éstos, conociendola legalidad y carácter filosófico delproyecto, han renunciado a etiquetas.Cumplir con todos los requisitosde la ley, a la vez que disponer delas instalaciones, la maquinaria ylos utensilios necesarios cuando separte de cero implica una sustanciosainversión».Para la gente de Can Perol el problemalo encontraron en aspectos másadministrativos: «lo más complicadoha sido lidiar con las gestiones administrativasen varias administraciones,«Nuestro proyecto —cuenta Helen— sería muy diferente si no hubiésemosrecibido dinero público en forma de una subvención. En cambio en poco tiempohabremos creado tres puestos de trabajo en un valle rural, incluyendo dospuestos para jóvenes y uno para una mujer. El apoyo de las administraciones,después de llevarnos a un modelo insostenible, es de justicia, y es la salidareal que tiene el campo actual. Y se pueden hacer cosas sencillas, por ejemplo,una de las maneras más obvias para reducir los costes de inversiones esmediante la apuesta por proyectos en común: una quesería serviría a variasfamilias ganaderas por ejemplo, igual que una furgoneta de frío en común.«A las corporaciones municipales, siendo la administración más cercanaa la gente les pediríamos una mayor implicación en la facilitación delos CCC, desde infraestructura de mercados y ferias a interiorización ysensibilización de los beneficios de dichos circuitos para el bienestar delpropio municipio y sus habitantes. A administraciones superiores se lespuede solicitar una mayor implicación en la adecuación de las normativas alas verdaderas necesidades de producción y comercio local, por ejemplo.«En todos los casos, es necesario la recuperación de valores como la honradez,la equidad y la justicia en los tratos entre administraciones y población, en estecaso en concreto en cuanto el modelo de producción y comercio. Sin un cambioen el actual paradigma de la actividad política –lucro económico personaly de personas allegadas de un núcleo de la clase política suficientementepoderoso como para ahogar muchos esfuerzos de aquellas partes de la clasepolítica que aún recuerdan su deber democrático– la participación de lasadministraciones en la construcción de la soberanía alimentaria, y cómoparte de ésta, los cortos circuitos de comercialización, será imposible».sin ningún apoyo técnico. Es uncircuito larguísimo y complicado. Serequieren mejorar y simplificar lasfórmulas así como ofrecer más apoyoen el proceso».En cambio, Jordi y Santi noencuentran mayores problemas enlas normativas, excepto sus conocidascontradicciones al permitir ciertosquímicos y aditivos en los alimentosy prohibir determinadas técnicasartesanales, perjudicando claramentea las iniciativas de producción local yfamiliar. Jordi señala que el verdaderoproblema tiene que ver con el origende esas contradicciones: «la agriculturaintensiva está demasiado implantada,sobretodo en la mentalidad delos consumidores».Por último una reflexión se repite.No sólo hay que mirar hacia la administración,muchas de las dificultadesse presentan entre los propios agricultoresy agricultoras. Los supuestosvalores ecosociales que llevan a laagroecología y los circuitos cortospueden desaparecer frente a los intereseseconómicos. Así lo relata Laia,«cuando reflexionábamos sobre quécanal desarrollar recibimos el soportede otras y otros compañeros que yaestaban en estos CCC. Pero a la vez,también encontramos otras iniciativasdel sector agroecológico que rechazaron,sin conocerlo, nuestro proyecto.Pienso que es reflejo del miedo y deque estamos en un sector inmaduro,en ocasiones receloso. NecesitamosLa importancia dela coordinaciónPara Laia la organización y mástrabajo conjunto dentro de ‘estesector’ es clave, «siendo más generososy generosas y con mayoresinteracciones. No sólo del lado de laproducción —dice— son criterios quetambién debe de asumir la sociedaden general».Sobre este punto de organizaciónentre productoras y productores, Jordiy Santi lo tienen claro, y nos cuentancómo este proceso ya está en marchaen la provincia de Alicante y ahoraplanifican los cultivos en común,complementan la oferta, unificanprecios y, en definitiva, cooperan dediferentes maneras. «Este proceso seha dado en parte gracias a los propiosgrupos de consumo y también ainiciativas como algunos mercados decalle, ya que en estos espacios coincidimostodos, nos reunimos y compartimosproblemáticas e ideas parahacerles frente, además de estrecharmucho las relaciones y pasar un buenrato».Helen advierte que «los interesesya creados en los circuitos convencionalesde comercialización son muypoderosos y cualquier avance significativode los CCC traerá políticasactivas de los primeros para arruinarnos,si pueden también legalmente ypara desprestigiarlos, como ya hemosvisto en el sector. Es en esos momentosque un proyecto conjunto puedetener ventajas o claras desventajassi las personas productoras involucradasno tienen muy claras suscoordinados».Certificando, sí ó noLos CCC suelen mayoritariamentecomercializar productos ecológicos,por lo tanto hay que preguntarse enqué medida la certificación de los“Veíamos la necesidad de uncambio de ética o moralidad en laproducción y suministro de alimentosa la población consumidora sinvislumbrar en un primer momento elcómo.”mismos favorece o no estos canales.Por lo que nos cuenta las y los conversadoresal respecto parece ser quela inmensa mayoría de la agriculturaque camina por los CCC disponede la certificación oficial. Tan soloalgunas unidades muy pequeñas nodisponen de la certificación alegandoque es complicada y costosa, lo cualno significa que sus producciones nosean adecuadas y de calidad.Pero que la gente utilice la certificaciónno significa que estén deacuerdo con el sistema. Mientras quepara algunas o algunos productoreses un sistema del que cuestionansu valor, que parece ser sólo económicoy que aleja de las motivacionesideológicas de la propuesta, para otrases un modelo a defender. «Creo queaún hay demasiado desconocimientorespecto a este tipo de productos —explica Laia— así que el hecho deque la población consumidora puedadiferenciar el producto por el logotipoes básico. Y aunque el actual modelomuestra deficiencias propias de sujuventud, apostamos por la certificación,y preferiblemente la pública.Las y los productores de menor escalapueden, sin mucho problema, conseguirla certificación». Para Lourdesy Jordi el sello oficial fue especialmenteimportante al principio. Eneste momento toda su producciónpodrían, sin problema, venderla sinsello porque sus clientes les conocen ytienen la mejor garantía: la confianza,que se han ganado a través de años detrabajo. Mantienen el sello para poderllegar a la gente que todavía no lesconoce, para abrirse a nuevas personasconsumidoras.Santi se muestra mucho máscrítico con el sello. Le parece injustoque haya que rellenar papeles y pagartasas por hacer las cosas bien. «No lonecesito para vender a mis clientes, lasubvención es muy escasa y el hechode tratar de aumentar la biodiversidady recuperar variedades tradicionalesno hace más que complicar laburocracia. Mantenemos el sello porquetenemos algunos cultivos —comoviña para vinificación o almendrapara procesado— que nos lo exigen».*

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!