Medio Ambiente y Calidad de Vida Nº 6 - Biblioteca del Congreso ...

los DPI al ser derechos comerciales monopólicos, se limita el acceso a losrecursos genéticos.Pero las presiones provenientes de diversas fuentes hacen que la situación seainevitablemente más compleja. Los países industrializados son muy celosos en su afánde querer mantener abierta la opción de las patentes, para beneficio de sus empresas debiotecnología y de mejoramiento genético vegetal. Su mensaje a los países del Surpuede resumirse así:"Por el bien de la humanidad, tengan la bondad de no limitarnos el acceso a suriquísima diversidad biológica. Sin embargo, de nuestra parte, nos reservaremos elderecho a patentarla y monopolizarla en toda ocasión que nuestros laboratoriosdescubran aplicaciones que sean de interés comercial."El otro tema candente, gira en torno a cómo repartir los beneficios derivados del usocomercial de los materiales incluidos en el CI. En principio, el año pasado se llegó aun acuerdo con respecto a que aquellos que consigan patentes sobre "nuevas"obtenciones vegetales y otros materiales fitogenéticos, obtenidos mediante lautilización de los mecanismos de acceso al germoplasma comprendidos dentro delsistema propuesto en el CI, deberían pagar algún tipo de "regalía equitativa" a lacomunidad internacional.Esa propuesta fue originalmente presentada por la asociación industrial ASSINSEL(Asociación Internacional de Fitomejoradores). A primera vista y sin entrar endetalles, parecería tratarse de una propuesta justa y razonable: garantizar que unaporción de las ganancias que el Norte obtiene con base en el germoplasma del Sur,queden en el Sur.Pero el sistema propuesto contiene una cláusula que constituye una trampamortal: sólo se liberaría dinero a esos efectos si todos los países aprueban elprincipio de establecer DPIs sobre los seres vivos.Mientras más patentes haya, mayores serán las ganancias financieras, argumenta laindustria. Los gobiernos de los países que están haciendo eco a esa postura en lasnegociaciones del CI, en realidad están postulando una estrategia que de hecho noslimitará a todos el acceso a la biodiversidad, frustrando así los objetivos que dieronorigen al CI.Lo que se olvida a menudo en las negociaciones de la FAO es que al permitir y, dehecho, promover el patentamiento del germoplasma agrícola comprendido en elCI, un volumen cada vez más importante de materiales valiosos dejará de fluirpor el sistema multilateral, ya que se convertirá en propiedad privada intelectualde un puñado de poderosas empresas multinacionales , justamente el tipo devaciamiento genético desde el ámbito público hacia el sector privado que lasnegociaciones del CI pretenden supuestamente revertir.77