dos los límites que tiene <strong>por</strong> no ser universal ni plena...Por ello <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras son sencil<strong>la</strong>s y concisas, no me a<strong>la</strong>rgodemasiado, no recurro a muchas citas, sino a aquel<strong>la</strong>sque han quedado impresas en mis vivencias. Me gustaríaser, sencil<strong>la</strong>mente, un hermano anciano, que ha caminadocontemp<strong>la</strong>ndo como maestros a otros que le han precedidoy que ahora se vuelve para dirigirse a los que vienendetrás de él, con el fin de ofrecerles, sin ambición, loque le ha ayudado a vivir y a edificarse.Sí, espero que estas páginas puedan servirte de ayudaen <strong>la</strong> <strong>lucha</strong> contra <strong>la</strong>s tentaciones, que nos asaltan hasta<strong>la</strong> muerte. Lucha a veces ruda, disciplina que requierepronunciar algunos «síes» y algunos «noes», pero una disciplinaque humaniza y que es <strong>por</strong>tadora también de felicidad:una felicidad no mundana, ciertamente, ni efímera,sino que está presente y eleva su canto desde lo másprofundo del corazón, tal vez incluso en el momento dell<strong>la</strong>nto y del camino fatigoso. Pero esta <strong>lucha</strong> es también<strong>la</strong> condición para sentir que es el Señor mismo quiencombate en nuestra <strong>lucha</strong>, como cantamos en los salmos:«Lucha, Señor, en mi combate» (<strong>Sal</strong> 43,1; 119,154).Verdaderamente vale <strong>la</strong> pena <strong>lucha</strong>r, <strong>por</strong>que el combateespiritual es una <strong>lucha</strong> <strong>por</strong> <strong>la</strong> <strong>vida</strong> plena, una <strong>lucha</strong> cuyofin es el amor: saber amar mejor y ser mejor amados.Bose, 2 de enero de 2011Fiesta de san Basilio, monje, Padre de <strong>la</strong> Iglesia,mi compañero inseparabletu hermano Enzo12 UNALUCHAPORLAVIDA
Introducción♦«¿Es preciso repetir cuáles son <strong>la</strong>s guerras y los combatesque nos esperan después del bautismo? [...]. ¿Miraríastú a tu alrededor para averiguar qué camino hayque tomar, qué campo de batal<strong>la</strong> hay que escoger? Seguramentemis pa<strong>la</strong>bras te resultan extrañas. Sin embargo,son verdaderas. ¡Limita tu búsqueda solo a ti! Elcombate que debes librar se realiza en tu interior. Esallí, en tu interior, donde está el edificio de <strong>la</strong> maliciaque hay que destruir. Tu enemigo sale del fondo de tucorazón. No soy yo quien lo dice, sino Cristo, ¡escúchalo!:“Del corazón vienen los malos pensamientos,los homicidios, los adulterios, <strong>la</strong>s fornicaciones, los robos,los falsos testimonios y <strong>la</strong>s injurias”» (Mt 15,19).– ORÍGENES, Homilías sobre Josué 5,2«El combate espiritual es tan brutal como <strong>la</strong>s batal<strong>la</strong>sde los hombres».– A. RIMBAUD, <strong>Una</strong> tem<strong>por</strong>ada en el infiernoINTRODUCCIÓN 13