A p r o i n • 30El restaurantedel Círculo de Empresarios de Galicia(Club Financiero Vigo)VMiguel Font RosellVigo cuenta en la actualidad conuno de los círculos de Empresariosmás importantes y prestigiados deEspaña, el hasta hace poco llamadoclub Financiero Vigo, una entidad nooficial pero, que concentra a la mayorparte de las principales empresas de laprovincia de pontevedra.No vamos a tratar aquí de dar a conocerla entidad en toda su extensión,sus servicios y prestaciones, ya que ellopodría ser muy bien objeto de otro artículosobre el particular, lo haremos sobresu restaurante. En este sentido, convieneseñalar que el circulo tiene correspon-dencia actualmente con otras entidadessimilares que disponen también de restaurantesen los que siendo socio del quenos ocupa se puede así mismo disfrutarde ellos. Actualmente son los siguientes:A Coruña:club Financiero Atlánticowww.cfatlantico.comAlgeciras:club Financiero San Miguelwww.clubsanmiguel.comBarcelona:circulo Ecuestrewww.circuloecuestre.esBilbao:Sociedad Bilbaínawww.sociedadbilbaina.comCanadá:Terminal city club (Vancouver)www.tcclub.comMadrid:casino de Madridwww.casinodemadrid.esclub Financiero genovawww.clubfinancierogenova.comReal gran peñaPortugal:Associaçao comercial do portowww.cciporto.comSevillacirc. de labradores y propietarioswww.realcirculodelabradores.comclub Antareswww.club-antares.com
31 • Ap r o i nInglaterra:City University Club (Londres)cityuniversityclub.co.ukQue en líneas generales en Galicia se come de maravilla,todos lo sabemos, al igual que la valoración de sus productosy su contrastada calidad. Más discutible es la profesionalidad,que no la capacidad de trabajo, de su servicio, instalaciones yde algunos de quienes regentan una buena parte de los establecimientosde restauración en nuestra Comunidad, lo quecontrasta con quienes de tal actividad han hecho un arte y unplacer para los sentidos, que los hay.Vigo es una ciudad extraordinaria en muchos sentidospero también complicada, muy bulliciosa, llena de contrastesy que responde a un comportamiento propio de quien hacrecido muy rápidamente, y en cuyo crecimiento ha sido másprotagonista el dinero, la capacidad adquisitiva y la prisa por“tener”, que la formación personal y cultural de gran partede su población. Son muchos más los que pueden comer ysolo disfrutan con la comida, que los que saben hacerlo, vivirtodo lo que rodea a esa comida y además disfrutar con ello.Vigo y su área metropolitana están llenos, afortunadamente,de pequeños establecimientos en los que un sinfínde especialidades y de exquisiteces varias se ponen a nuestroalcance, como un tesoro difícil de encontrar en otras latitudes,lugares que si tenemos la suerte de conocer, puedenhacernos pasar muy buenos momentos si los compartimoscon amigos o compañeros desenfadadamente. Son establecimientospara determinados momentos.A veces, lo que distingue muy claramente a una ciudadcosmopolita de otra que simplemente ha crecido, es el comportamientode sus habitantes en cuestiones como las quenos ocupan, ya que hay momentos, compañías y circunstanciaspara distintos tipos de establecimientos y comidas, perono para todas las ocasiones.En nuestras ciudades sobran establecimientos para ir acomer con los amigos, una pandilla o incluso con nuestrosjefes o clientes cuando de una reunión intrascendente setrata. Otra cosa es cuando las circunstancias confieren alacto una solemnidad que requiere de otro tipo de tratamientos,que conlleven no solo de una buena comida, sinode una atención exquisita, de unos conocimientos profundossobre todo lo que ha de rodear una comida y todo elloen un local que colabore a que todo el escenario se preste ala solemnidad del acto, necesidades que en una ciudad dela pujanza de Vigo se dan con mucha más regularidad de loque parece y que también con mucha más frecuencia de laque parece, no son tenidas en cuenta por nuestros empresariosa la hora de escoger el marco en donde celebrarlos.Bien está que a nuestro principal cliente a quien le gustael marisco y el mejor pescado, por la noche y de una manerainformal, lo llevemos a tomarlos a la tasca de Manolo, al ladode la playa o en el monte, pero otra cosa es una comida másformal, más institucional, más seria o “educada” por decirloen otros términos, ya que no solo se trata de comer, sino deun acto social, de dar una imagen más acorde con el momento,donde se le trate con más educación, con más atención ycon más profesionalidad, algo que nunca debe celebrase enuna tasca. Demasiados empresarios en esta ciudad confundenlos términos y en consecuencia pocos establecimientosde calidad acaban triunfando. De hecho Vigo no dispone nide un solo restaurante galardonado en las más prestigiosasguías gastronómicas, ya que con planteamientos de ese tipoes difícil que nadie se disponga a llevar a cabo la inversiónnecesaria para ello. Son contados los restaurantes en nuestra