Biblioteca - Gredos

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turismo, ecología u otras aficiones alternativas de los
miembros de su comunidad suele ser menor que en
cualquier portal temático o la pequeña Web de un
periódico.
Estas dificultades pueden alargar la situación de
marginación o escasa relevancia de muchas bibliote-
cas en sus pueblos, su alejamiento de lo que los usua-
rios auténticamente quieren. Una pretensión funda-
mental de la Unión Europea -además de sentido
común- es que las bibliotecas han de ser puerta de
acceso a la sociedad de la información para todos, y
eso implica poder usar tecnologías en la biblioteca de
modo gratuito y libre, y con contenidos relacionados
con los intereses y demandas que muy diversamente
se tienen, y que no se limitan a lo práctico, sino tam-
bién a lo que apetece, a lo que se quiera hacer de
modo incondicionado.
Además hay que tener en cuenta que el juego y la
diversión son factores enormemente motivadores, y
creemos que los usuarios que la biblioteca gane a tra-
vés de sus servicios relacionados con el ocio proba-
blemente lo serán del resto de ofertas de la bibliote-
ca, y mejorarán a través de ésta su alfabetización lec-
nológica.
Por todo esto creemos que la biblioteca debe hoy
ser capaz de gestionar la incorporación de algunas de
las nuevas posibilidades para el tiempo de ocio, para
ocupar su espacio social, y hacer posible una viven-
cia de ese tiempo que sea a la vez divertida, diversa,
libre, compatible con otras aficiones y actividades.
Hoy la biblioteca no se debe concebir sólo como el
lugar donde se va a estudiar, a aprender -con ser tan
importante- sino uno de los lugares donde alguien
puede ir a chatear, leer su correo electrónico, infor-
marse sobre una afición especifica con recursos Web
bien seleccionados por sus bibliotecarios de confian-
za, conectarse para practicar una afición ...
Indudablemente muchas de las limitaciones que
tienen las bibliotecas xspecialmente las municipa-
les- para incorporar el ocio digital están causadas
por la falta de financiación, personal y recursos que
frecuentemente sufren. Los bibliotecarios desean
incorporar nuevos servicios y dinamizar su institu-
ción, pero casi nunca disponen de los medios sufi-
cientes, y a veces también de las oportunidades de
formación necesarias, dados los cambios abrumado-
res que estamos viviendo en los modos de trabajar en
las bibliotecas.
El aumento de ordenadores en red en las salas de
uso público de la biblioteca es fundamental, en coor-
dinación con los telecentros que están apareciendo
en muchas localidades. Por ejemplo, en un reciente
estudio de Ciberpuis de mayo de 2001 (González,
2001) sobre la utilización de los cibercafés por per-
sonas de diferentes países, se destacaba que en Esta-
OCIO Y TECNOLOG~A EN LAS BIBLIOTECAS PÚBUCAS
dos Unidos la buena red multimedia de las bibliote-
cas públicas ha asumido la función de los cibercafés,
que prácticamente se han extinguido por la calidad y
libertad de uso de los ordenadores. Es hora, tras el
significativo avance en España de los edificios, las
instalaciones, las dotaciones tecnológicas y los servi-
cios de las bibliotecas regionales y públicas del esta-
do, de que se consiga un progreso similar de las
bibliotecas de los municipios medianos y pequeños.
Ello requiere un apoyo político y financiero que
esperemos llegue del Plan de impulso de las biblio-
tecas públicus que actualmente está iniciando la
Subdirección General de Coordinación Biblioteca-
ria, y que incluye, entre otras propuestas, la puesta en
marcha de un portal de servicios de las bibliotecas
públicas españolas.
El ocio, el tiempo libre, precisamente por ser de
libre disposición, puede abarcar cualquier actividad,
cualquier campo temático o afición, y por eso no se
puede abarcar de modo completo. Este dossier no
pretende tanto ser sistemático sino dar ideas de cómo
seleccionar y ofertar posibilidades a los lectores, que
les ayuden a optar por usos de su tiempo en los que
disfruten, creen y se enriquezcan. Es trabajo de cada
bibliotecario individual concretar cual será la oferta
de ocio de su biblioteca, en qué medida diferenciar-
se de otras posibilidades existentes en su comunidad
o cómo cubrir los huecos, evitando no dejar este ser-
vicio para el final de su jornada laboral, cuando otras
urgencias le hayan dejado exhausto. En el dossier
presentamos:
- Una revisión del concepto y las prácticas contem-
poráneas de ocio, presentando sugerencias para la
incorporación del ocio digital en la biblioteca.
- Un estudio de cómo la biblioteca debe ir estable-
ciendo su politica de uso de las tecnologías de la
información y su red multimedia, desdc el refe-
rente de la práctica de la Biblioteca Regional de
Murcia.
- Un análisis de la oferta de ocio en los principales
portales generales o temáticos, también encami-
nado hacia cl portal de ocio de la biblioteca.
- Una presentación de las modalidades de comuni-
cación que permite Intemet, y de las comunidades
virtuales para el ocio.
- Varios trabajos que, a modo de ejemplo, aportan
selecciones de recursos que existen y pueden ofer-
tar o seleccionar los bibliotecarios públicos sobre
determinados temas, realizados por expertos en
esos sectores: literatura, cine, arte, deportes, músi-
ca...
- Un estudio sobre la información cultural y para el
ocio que Intemet ofrece.
José Antonio G6mez Hemández y Juan Carlos Garcia
Gómez. Univ. de Murcia
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EDMXU& Y BIBUOTECA - 123,2001