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Hechos e Ideas265.pmd - Casa de las Américas

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Orígenes, la cubana, sobrevivió doce años: <strong>de</strong> 1944a 1956. Esta, en primera instancia, parecía ignorar<strong>las</strong> circunstancias político-sociales que la circundabany cerró por conflictos internos entre sus editoresy por problemas económicos. Asomante, lapuertorriqueña, emergió en 1945 y, si se aceptan<strong>las</strong> <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> su fundadora y editora, NilitaVientós Gastón, vivió hasta 1984, rebautizada en1971 como Sin Nombre. Estas diferencias en duración–cuatro, doce y treinta y nueve años, respectivamente–hacen difícil y hasta algo <strong>de</strong>shonestointentar establecer una comparación entre <strong>las</strong> tres enmuchos aspectos. Tenemos que reconocer, por ejemploy a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> su editora, queAsomante no es idéntica a Sin Nombre por la sencillarazón <strong>de</strong> que la Nilita 1 <strong>de</strong> 1945, amiga <strong>de</strong> PedroSalinas y admiradora <strong>de</strong> Ortega, no era, por suerte,la Nilita <strong>de</strong> 1971, la persona que asimiló <strong>las</strong> lecciones<strong>de</strong> la historia antillana a partir <strong>de</strong> 1959. En otraspalabras y por rigor crítico, al estudiar <strong>las</strong> vidas parale<strong>las</strong><strong>de</strong> estas tres revistas me concentro en el período<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1940, cuando nacieron, y enlos principios <strong>de</strong> 1950, momento en que se pue<strong>de</strong>nobservar marcadas semejanzas entre <strong>las</strong> dos publicacionesque entonces aún circulaban. Por ello mismoy para enten<strong>de</strong>r este fenómeno cultural –la confluenciaen <strong>las</strong> tres Antil<strong>las</strong> hispanas <strong>de</strong> revistasparale<strong>las</strong>– hay que reconstruir un poco <strong>de</strong> la historia<strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> esas publicaciones.La Poesía Sorprendida, injustamente la menosconocida <strong>de</strong> <strong>las</strong> tres fuera <strong>de</strong> su ámbito nacional, vio1 En Puerto Rico a Nilita Vientós Gastón se le llama, sinpor ello faltarle el respeto, sencillamente Nilita, o sea, porsu apodo, pues su nombre <strong>de</strong> pila era Petronila. Ella<strong>de</strong>testaba ese nombre y, por ello, <strong>de</strong> Petronila, pasó en elámbito familiar a Petronilita, y <strong>de</strong> ahí a Nilita en el público.Juan Ramón Jiménez la llamaba «Trilita» por su inagotableenergía: era tres en una.la luz en 1943 como órgano <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> poetasdominicanos –Franklin Mieses Burgos, MarianoLebrón Saviñón y Freddy Gatón Arce–, un pintorespañol republicano exiliado en este país, EugenioFernán<strong>de</strong>z Granell, y un joven diplomático chilenoque ya había estado <strong>de</strong> servicio en Cuba, AlbertoBaeza Flores. Más tar<strong>de</strong>, por cuestiones legales, larevista tuvo que presentar en su portada un solo nombre,necesariamente <strong>de</strong> un dominicano, como editor,y Mieses Burgos se aventuró a poner el suyo en variosnúmeros. Ya para la última entrega apareció comodirector Antonio Fernán<strong>de</strong>z Spencer. Durante la vida<strong>de</strong> la revista, la junta editorial cambió y en sus númerosfinales, como acto que no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> tener tintes <strong>de</strong>reto a los organismos culturales <strong>de</strong>l trujillato, los editoresy directores nombraron un equipo <strong>de</strong> colaboradoresque incorporaba a José Lezama Lima, eleditor <strong>de</strong> Orígenes y único cubano incluido, y a dospuertorriqueños asociados a Asomante, Luis Hernán<strong>de</strong>zAquino y Francisco Matos Paoli, hecho quehabla muy claramente <strong>de</strong> la conciencia que teníanestos poetas dominicanos <strong>de</strong> la labor paralela que sehacía en <strong>las</strong> otras dos publicaciones antillanas. Lezama,Matos Paoli y Hernán<strong>de</strong>z Aquino formaban elconsejo editorial con un grupo <strong>de</strong> dominicanos queya se habían adherido al movimiento: Aída CartagenaPortalatín, Manuel Rueda, J. M. G<strong>las</strong>s Mejía, ManuelValerio y Manuel Llanes. Todos estos cambiosen el cuerpo directivo se <strong>de</strong>ben a <strong>las</strong> difíciles circunstanciasque la revista tenía que afrontar dadas la represión<strong>de</strong>l trujillato y la falta <strong>de</strong> una fuerte organización<strong>de</strong>l grupo mismo. A pesar <strong>de</strong> su intento <strong>de</strong>parecer una inocente y elitista publicación <strong>de</strong>dicadaa sorpren<strong>de</strong>r lo estético o lo poético en un actoingenuo o casual –<strong>de</strong> ahí el nombre–, <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>sdominicanas nunca <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> ver al grupocomo sospechoso: aun la poesía podía ser enemiga<strong>de</strong>l dictador.38

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