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Hechos e Ideas265.pmd - Casa de las Américas

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–¡Vamos, don! No arrugue. Vuelve la alegría yla libertad.–¿Las dos cosas <strong>de</strong> un viaje? ¿Estás seguro?–¿No escucha los gritos <strong>de</strong> la gente? ¡Todo volveráa ser como antes!–Todo, no.–¿Cómo que no?–Nada es igual. Es otra la época y faltan muchosnombres que no se pue<strong>de</strong>n olvidar [165].El crimen que <strong>de</strong>be resolver Heredia es <strong>de</strong>scubrirquién secuestró y mató al sindicalista VíctorAlfaro Godoy, <strong>de</strong>saparecido en 1981. El juez Cavens,famoso por su honestidad, le pi<strong>de</strong> <strong>de</strong>stapar la«mano misteriosa» que no permitió en el pasado<strong>de</strong>senmascarar a los miembros <strong>de</strong> la Central Nacional<strong>de</strong> Informaciones <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l secuestro y asesinato.El caso se complica ya que en una fosa clan<strong>de</strong>stinase han <strong>de</strong>scubierto los restos <strong>de</strong> nuevepersonas («todos presentaban huel<strong>las</strong> <strong>de</strong> haber recibidotorturas antes <strong>de</strong> morir» [29]), entre ellos los<strong>de</strong> Daniel Cancino Solar, estudiante y activista político,y su mujer, Gabriela, quien estaba encinta <strong>de</strong>ocho meses en el momento <strong>de</strong>l secuestro. Herediano solo <strong>de</strong>be buscar a los asesinos <strong>de</strong> Alfaro, Daniely su mujer, sino también al hijo <strong>de</strong> la joven parejaque nació en cautiverio. Heredia reacciona conun frío cinismo, «tengo el pellejo cansado y el ánimoflojo» (31); sabe que la justicia se escurre siempre.Pero cuando la madre <strong>de</strong> Daniel le pi<strong>de</strong> quetome el caso para <strong>de</strong>volverle a su nieto, el <strong>de</strong>tectiveencuentra imposible <strong>de</strong>cirle que no. Después <strong>de</strong>todo, como dice la madre, «olvidar es hacerse cómplice<strong>de</strong> esos crímenes» (31).El compromiso político <strong>de</strong> la novela la lleva asituarse firmemente en una realidad conocida en laque se nombran asociaciones e instituciones comola DINA (Dirección <strong>de</strong> Inteligencia Nacional), lapolicía secreta durante la dictadura. Se rin<strong>de</strong> merecidohomenaje a la Agrupación <strong>de</strong> Familiares <strong>de</strong>Detenidos y Desaparecidos, así como a la Vicaría<strong>de</strong> Solidaridad, y se mencionan los esfuerzos colectivosentre Argentina y Chile <strong>de</strong> médicos forensestrabajando con <strong>las</strong> últimas técnicas <strong>de</strong> ADN.Durante su investigación, Heredia encuentra y seenamora <strong>de</strong> la bella Fernanda, quien trabaja con ungrupo secreto israelí cazando viejos nazis en Chile.Sus búsquedas se intersectan y traen a colación laColonia Dignidad, un enclave alemán usado comocentro <strong>de</strong> <strong>de</strong>tención y tortura entre 1973-1977. 9Nadie sabe más que los muertos trata <strong>de</strong> temasque se repiten a través <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Díaz Eterovic,tales como el enfrentamiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>tective conel pasado y el choque entre su búsqueda <strong>de</strong> la justiciay la i<strong>de</strong>ología neoliberal que lo circunda. Elpersonaje vive críticamente los días <strong>de</strong> euforia haciala transición porque se da cuenta <strong>de</strong> los múltiplesamarres, i<strong>de</strong>ológicos, políticos y judiciales, yaunque parezca un cínico es un soñador <strong>de</strong> utopíasque no acepta más compromiso que la verdad.En <strong>las</strong> dos nove<strong>las</strong> que estudiamos, la marca generacionalse concretiza porque los casos <strong>de</strong> Heredialo llevan a recurrir y a entrevistar a viejos amigoso compañeros universitarios. Cuando visita auno <strong>de</strong> aquellos, Reinaldo Silva, quien trabaja en elMinisterio <strong>de</strong> Defensa como fiscal militar, este locritica por su falta <strong>de</strong> ambición: «nunca has queridoel po<strong>de</strong>r y esa ha sido tu perdición» (144). Herediase da cuenta <strong>de</strong> que la dictadura ha polarizado a loschilenos y ha convertido a Chile en un «país <strong>de</strong> enemigos»:«Blanco y negro. ¿No hay medios tonos enesta historia?» (77). Las ruinas <strong>de</strong> la sociedad neoliberalson más morales que físicas, como vemos en9 Hoy se la conoce como Villa Baviera pero sigue bajoinvestigación judicial.54

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