13.07.2015 Views

Liahona 1995 Agosto - LiahonaSud

Liahona 1995 Agosto - LiahonaSud

Liahona 1995 Agosto - LiahonaSud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

lOIOOKAI l-M'OR ¡Jl ,1 VA\ ONDIN, O.'lj'fí; /-.' NiVñ.Inglaterra con la convicción de queesas monedas que su madre habíaahorrado con tanta dedicación eransagradas. "Las cuidé con mi honor",afirma con emoción.El respeto que aprendió a sentir porel dinero que se ahorra con sacrificio ysus recuerdos de aquella época de privacioneshan influido hasta ahora enél, incluso en la detallada supervisióncon que vela por los gastos de laIglesia. No es de extrañar que el principaladorno que se halla sobre suescritorio sea una diminuta monedaantigua, colocada en un marco, quetiene un valor aproximado de mediocentavo. La ofrenda de la viuda que semenciona en Lucas 21:1-4.Stn duda, la misión en GranBretaña fue una de esas experiencias"de estrella polar" y "constante cualfirme montaña", que inñuyó en casitodo lo que eí presidente Hinckleyharía por eí resto de su vida.El primer lugar donde estuvo fuePreston, Lancashire, donde Hcber C.Kimbail y otros de los primerosmisioneros habían comenzado la primeramisión allende el mar, casi cienaños antes. El joven éíder Hinckleyencontró allí algo del desaliento quees común a los misioneros que sehallan en circunstancias nuevas y enuna tierra extraña. No estaba enbuen estado de salud; lo siguiente esel recuerdo que tiene de su primerareunión en la calle, en aquel humildepueblo del norte de Inglaterra:"Estaba aterrado. Me subí a lapequeña plataforma y contemplé lamultitud que se había juntado.Estaban en lo peor de la Depresión yen un estado de lamentable pobreza;tenían un aspecto lastimoso y amenazador,y no sé cómo, pero logrétartamudear lo que fuera que teníapara decirles."Poco después, muy desanimado ysin ver probabilidades de éxito en sumisión, el joven misionero le escribió asu padre, diciendo: "Estoy perdiendomi tiempo y tu dinero; no veo ningúnobjeto en quedarme aquí". A sudebido tiempo, le llegó esta respuesta:"Querido Gordon: Recibí tu carta de[tal fecha] y sólo tengo un consejoque darte: Olvídate de ti mismo yponte a trabajar. Con amor, tu padre".Izquierda: El PresidenteHinckley abraza alPresidente Spencer W.Kimbail, mientras que eleider Hugh W. Pinnock delQuórum de los Setenta losobserva, en Fayette, NuevaYork, en la celebración delsesquicenfenario de laIglesia en abril de 1980.Derecha: Como consejero delpresidente Kimbail, el presidenteHinckley con frecuenciacontinuaba con el trabajode la Primera Presidenciaaun cuando otro de losmiembros de la PrimeraPresidencia estuvieseenfermo. Aquí, disfruta de unmomento de reflexióndurante la conferencia generalde abril de 1983. "Todosaldrá bien" es la promesaque más comparte con otros."Siga esforzándose. Sea creyentefiel. Sea feliz. No sedesanime. Todo saldrá bien".bibliotecasud.blogspot.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!