Revista del Consejo Colombiano de Seguridad

El regreso a la anterior institucionalidadpara la prevención de riesgosEn este primer trimestre de 2011, el Congreso de la República estaráaprobando las facultades especiales para que el Presidente de laRepública establezca nuevamente antiguos Ministerios y reformeo reestructure otras instituciones. Con tales facultades se volverána tener separados los Ministerios del Trabajo y el de Salud, el deMedio Ambiente separado del de Vivienda, y el de Interior y el deJusticia. Estos ministerios cobijan temas que son cruciales para elbienestar de la población, desde el punto de vista de la gestión delos riesgos en sus diferentes ámbitos de vida y, por supuesto, parael medio ambiente.No se trata ahora de juzgar las bondades o errores de la pasadaintegración, hubo cosas buenas y otras que lamentablemente nose cristalizaron, así como vacíos generados por las disminución delpersonal que era, en parte, lo que se buscaba en su momento parala reducción de gastos del Estado, pero que, como casi siempresucede, terminan siendo no rentables porque se pierde efectividad.Nosotros acompañamos esa iniciativa porque nos parecía que, porejemplo, la integración de los temas de la seguridad social facilitaríael desarrollo de la visión del ser humano integral y no separado ensus necesidades de salud como trabajador, de esas mismas necesidadescomo ciudadano corriente. Sin embargo, ya vimos que nofue eficiente el trabajo desarrollado.Ahora que viene la separación, nos parece importante que losnuevos dirigentes del Estado tengan presentes las enseñanzas delreciente pasado, pero sobre todo de lo que sucedía hace más deocho años, para prevenir caer en los mismos vicios que entorpecíanel avance de los programas de gestión de los riesgos.En el caso de la salud ocupacional es importante tener presente quese trata de un proceso que tiene que ver con la prevención y, engeneral, de la gestión de los riesgos que se originan en el trabajo,pero que tienen una relación muy estrecha con las condiciones desalud general de los ciudadanos trabajadores; que su tratamientono debería dividirse en compartimientos estancos, puesto que loque ocurre en la vida común afecta al trabajador y lo que le afectaen su trabajo también se refleja en su vida diaria. Ya en el terrenoconcreto de la división de funciones, nos preocupa el regreso asituaciones de luchas interinstitucionales, como las que se dabanentre los encargados de estos temas en los Ministerios de Salud yde Trabajo, por colisión de competencias o celos institucionales,lo cual llevó en el pasado a frenar el avance de los temas como enlas normas técnicas necesarias para la vigilancia y control y, porsupuesto, de manera muy concreta en estas últimas actividades.Conocemos que ya comienzan a delinearse tal tipo de luchas que,si no son ‘salomónicamente’ dirimidas en esta etapa, posteriormentellevarán al mal funcionamiento de la institucionalidad, como ocurrióen el pasado. Las relaciones laborales en las que se generanlos riesgos del trabajo requieren de sistemas de vigilancia y controltransparentes, basados en normas técnicas de respaldo, de formaque las reglas sean claras para todos los actores: empleadores,trabajadores, y técnicos.para poner orden en tan complejotema, no solo por la enorme cantidadde aspectos a manejar sino por lacobertura que debe darse con la diversidadde impactos en las diferentesregiones y factores ambientales. Temascomo los acuerdos sectoriales deproducción limpia son instrumentosmuy valiosos para fortalecer el trabajode empresarios responsables, y liberarla capacidad de vigilancia y controlhacia los que no los son y requierendel ‘policía’ al lado para hacer biensu trabajo.marzo / abril 2011En el Ministerio del Interior es necesario pensar en el fortalecimientoinstitucional del Sistema Nacional de Prevención y Atención deDesastres. Acabamos de vivir la importancia de que el alto gobiernose involucre en los planes de prevención y de respuesta. El desastreinvernal sacó a flote el debilitamiento que paulatinamente sufrióel sistema, por la poca atención que a nivel presidencial y de losministros se le había venido dando. La dirección hizo todo lo queestaba a su alcance pero, por ejemplo, el poder de convocatoriano es el mismo cuando se hace desde una dirección que cuandose hace desde un departamento administrativo dependiente de laPresidencia de la República o desde el nivel de ministro directamente.Otro tema importante a retomar es el del fortalecimientode la rama preventiva del sistema, con el recorte del personal y laenorme cantidad de eventos a los que hay que responder, se terminaapagando incendios cada vez más frecuentes porque las labores deprevención no se hacen por falta de tiempo. Igualmente, la tendenciade las regiones y de los gobiernos locales de esperar a que el nivelnacional les haga y les dé todo, hace que las responsabilidades nose asuman en los niveles en que se pueden ejercer los controles ydesarrollar las actividades, luego se van acumulando falencias hastaque cuando se presentan las emergencias todas salen a flote, porqueno se hizo la prevención o mitigación necesarias.Aparece entonces una gran oportunidad de fortalecimiento de lainstitucionalidad para la prevención de riesgos, que debería ademásbuscar la necesaria coordinación de todos los estamentos del gobiernoinvolucrados, como por ejemplo del Ministerio del Transportey del de Minas y Energía. Hace unos años hicimos el ejercicio deponer en contacto a los seis principales funcionarios del Estado quemanejaban temas de prevención desde esos ministerios y muchos nisiquiera se conocían. Una forma efectiva de racionalizar recursos estrabajar en equipo, eso debería tenerlo en cuenta el alto gobiernoen esta coyuntura para fortalecer la prevención y la respuesta a losriesgos en el país. El CONSEJO COLOMBIANO DE SEGURIDAD(CCS), como siempre, está presto a colaborar con los equipos que elgobierno designe para el desarrollo de las facultades que el Congresode la República le otorgará para estos propósitos.P r o t e c c i ó n & S e g u r i d a deditorialRENÁN ALFONSO ROJAS GUTIÉRREZEn el caso del medio ambiente es necesario potencializar los trabajosque se traían en cuanto a la prevención y el control efectivo de lacontaminación, basados en el fortalecimiento de la institucionalidad,prevista desde la Ley 99 de 1993, la que, como acabamos desufrir con la temporada invernal, demostró que por lo menos enlas corporaciones regionales no se está haciendo el trabajo comose debe y como espera el país. Claro, para esto se requiere de unministerio fuerte, que direccione y tenga las facultades necesariasPresidente Ejecutivorarojasg@laseguridad.ws qeditorial