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—Sí. Es todo.<br />
—Así que déjame ver si compr<strong>en</strong>dí todo. Quieres a un<br />
hombre fiel, <strong>en</strong>cantador, atractivo de treinta y tantos años,<br />
que además sea intelig<strong>en</strong>te, romántico, atlético y que se<br />
lleve bi<strong>en</strong> con Kevin ¿Correcto?<br />
—Precisam<strong>en</strong>te.<br />
Aspiró profundo mi<strong>en</strong>tras colocaba su juego <strong>en</strong> la<br />
mesa.<br />
—Bu<strong>en</strong>o, por lo m<strong>en</strong>os no eres muy exig<strong>en</strong>te. Gin.<br />
Esa tarde, a las seis, Brian y Deanna fueron a dar un<br />
paseo a la playa. Theresa se quedó <strong>en</strong> la casa y los miró por<br />
la v<strong>en</strong>tana mi<strong>en</strong>tras se alejaban tomados de la mano,<br />
caminando por la orilla del mar. Al verlos p<strong>en</strong>saba que<br />
t<strong>en</strong>ían <strong>una</strong> relación ideal. Sus intereses eran<br />
completam<strong>en</strong>te distintos, pero <strong>en</strong> vez de que eso los<br />
separara parecía unirlos más.<br />
Después del atardecer los tres fueron <strong>en</strong> auto hasta<br />
Hyannis y c<strong>en</strong>aron <strong>en</strong> Sam’s Crabhouse. El lugar estaba<br />
atestado y tuvieron que esperar durante <strong>una</strong> hora para que<br />
les asignaran <strong>una</strong> mesa, pero los deliciosos cangrejos al<br />
vapor y la salsa de mantequilla derretida bi<strong>en</strong> valían la p<strong>en</strong>a.<br />
La mantequilla había sido sazonada con ajo y <strong>en</strong>tre los tres<br />
se tomaron seis cervezas <strong>en</strong> dos horas.<br />
Poco antes de terminar de c<strong>en</strong>ar, Brian les preguntó<br />
acerca carta que v<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> la <strong>botella</strong>.<br />
—La leí cuando regresé de jugar al golf. Deanna la