You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Michelle.<br />
—¿Todavía ti<strong>en</strong>e la carta? —preguntó Theresa.<br />
—Sí. Es un poco distinta de la que usted copió <strong>en</strong> la<br />
columna, pero los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos que expresa son los<br />
mismos.<br />
—¿Podría <strong>en</strong>viarme <strong>una</strong> copia por fax?<br />
—Claro que sí —dijo antes de hacer <strong>una</strong> pausa—. Es<br />
sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, ¿verdad?<br />
—Sí —susurró Theresa—. ¡Vaya que lo es!<br />
Después de darle a Michelle el número del fax,<br />
Theresa ya no pudo conc<strong>en</strong>trarse <strong>en</strong> corregir su escrito.<br />
Michelle t<strong>en</strong>ía que ir a <strong>una</strong> ti<strong>en</strong>da de fotocopiado para<br />
<strong>en</strong>viar la carta, y Theresa caminaba de un lado a otro <strong>en</strong>tre<br />
su escritorio y el fax, cada cinco minutos, mi<strong>en</strong>tras<br />
esperaba que llegara el fax. Cuar<strong>en</strong>ta y seis minutos más<br />
tarde escuchó que la máquina cobraba vida. Sólo pasaron<br />
diez segundos para que saliera la página, pero hasta esa<br />
espera le pareció excesivam<strong>en</strong>te larga.<br />
Tomó la hoja cuando el fax com<strong>en</strong>zó a sonar para<br />
indicar el fin de la transmisión. La llevó a su escritorio sin<br />
leerla.<br />
Aspiró profundo y la levantó. Una rápida mirada al<br />
logotipo del barco le probó que, <strong>en</strong> efecto, pert<strong>en</strong>ecía al<br />
mismo escritor. Acercó el papel a la luz y com<strong>en</strong>zó a leer.<br />
6 de marzo de 1994.<br />
Mi querida Catherine: