| mesa para dos | LA FÓRMULA SECRETA DEL AMOR Ro s a Vi d a l Ro s s Ella dijo: “Escríbeme algo bonito”. Y él le escribió: La ecuación de Dirac. Esta es la ecuación de Dirac, y es la más bonita de toda la física. Ella describe el fenómeno del entrelazamiento cuántico, que afirma que “si dos sistemas interaccionan entre ellos durante cierto periodo de tiempo y luego se separan, podemos describirlos como dos sistemas distintos, pero de una forma sutil se vuelven un sistema único. Lo que le ocurre a uno sigue afectando al otro, incluso a distancia de kilómetros o años luz”. Curiosamente es lo mismo que ocurre entre dos personas cuando les une un vínculo que solo los seres vivos pueden experimentar. Todavía se desconoce cómo actúa esta relación a la que llamamos: Amor.
| mesa para dos | No se necesita ni de alquimia, magia o pócimas secretas para encontrar tan deseada fórmula.La fórmula secreta del amor. Y pensando en esta fórmula secreta, me apeteció recorrer la ciudad en la mañana posterior al Lunes de Carnaval... Y descubrí que es igual nadar a través de las venas que me guían por las calles, y me cuentan las historias de miles de personas que, tan solo unas horas antes, han caminado, bailado, reído y amado en el mismo instante y de la misma forma: en el más descarnado y dulce presente. Todo cuanto encontraba a mi paso, sembrado en el suelo, cada uno de los objetos perdidos y sobre todo, olvidados... me contaban sin palabras, trozos de instantes envueltos en una vida que ya era parte del pasado. El parche de un pirata, el marabú de una corista parisina, la espada de un intrépido guerrero, la nariz de un payaso loco, la cofia de una enfermera que por una noche, fue ella y no él. Millones de pequeñas luces en forma de purpurina, que como un manto protector, cubría e iluminaba, todos y cada uno de los cascotes de una guerra en la que santos y villanos; locos y genios; ángeles y demonios, han sido una sola persona bailando la misma canción. Todavía escuchaba, como una brisa tibia, la música que silenciaba los millones de secretos que nunca jamás nadie descubrirá. Restos de un naufragio nocturno que dejaba a la ciudad dormida, inyectada en amores que han muerto para que otros hayan podido nacer.... justo cuando aparecieron los primeros rayos del sol. El amor es como el amanecer de una noche de carnaval. Pensamos, creamos, ideamos, imaginamos, cuál será nuestro mejor disfraz, el que enamore y seduzca; el que cautive y secuestre la mirada y el corazón de los que cruzan nuestra vida. Y llegamos dispuestos a encontrar ese remolino de emociones y endorfinas, que nos lancen como un cohete, a cualquier maravilloso rincón del universo. Si lo conseguimos, será algo único y extraordinario, que formará parte de nuestra historia. En cambio, si fallamos y no logramos alcanzar nuestro objetivo, tal vez creeremos que hemos fracasado. En realidad, no podemos prever qué perderemos en las calles de nuestra noche de carnaval. Al enamorarnos, casi inevitablemente, olvidaremos alguna que Rosa Vidal Ross Periodista / Locutora de radio Facebook: https://www.facebook.com/SiemprenosquedaraParisconRosaVidal?fref=ts otra pieza de nuestro maravilloso y divertido disfraz, y esa, será tan sólo una más de las reglas del juego, que antes tendremos que cumplir. Nunca volveremos a casa tal como salimos, y pagaremos nuestra deuda con monedas forjadas de emociones que tendrán nombre de persona. No hay otra forma de amar que no sea con riesgo. Sin cordura, sin límites. Sin pensarlo. Sin lógica, ni preguntas. Sin cuidado. Como escribió Chavela Vargas: “Ama sin medida, sin límite, sin complejo, sin permiso, sin coraje, sin consejo, sin duda, sin precio, sin cura, sin nada. No tengas miedo de amar... Verterás lágrimas con amor o sin él.” Creo que todo pasa por una razón. La gente cambia y así aprendes a dejarlos ir. A veces las cosas se tuercen para que las aprecies cuando van bien. Te crees algunas mentiras y al final aprendes a limitar tu confianza. Y a veces las cosas buenas se rompen para que nazcan otras mejores. Descubrí que todos somos el secreto de alguien y soñamos con vivir una historia de amor tan pasional e incoherente que, aunque dure un día, nos deje su huella tatuada para siempre. Todos deseamos ser el escondite favorito de aquella persona que vive en nuestra mente, aunque ella esté en la otra punta del mundo. Todos deseamos que nos despierten por la mañana con un café en la mano, alegría en la otra, y nos hagan sentir la persona más especial del planeta. Todos deseamos vivir emociones de verdad, conocer personas increíbles y luchar por aquello en lo que creemos, aunque sean locuras... pero pocos tienen la valentía de ir a por ello. Se resume pronto: nadie hará por tu vida lo que tú mismo no hagas por ella. Locuras incluidas. Entonces, comprobarás que algunos te llamarán loco y en realidad, quieren ser como tú. Así que mejor, no dejes de ser como eres, auténtico, especial y diferente... Quizá sea mejor aprovechar tu vida al máximo y luchar por lo que te hace realmente feliz. De inventar tu propio concepto del amor. Te sorprenderá descubrir cuantos locos hay en el mundo como tú.