Excodra XXV: La estética

sino con la socialización que ha provocado ese producto concreto.
Si entendemos también que el arte no es la obra individual, sino la institución
que diga lo que es y no es arte, entendemos que su única vía de autocrítica es
la parodia. Aunque para otro de los grandes de esto de la modernidad, Jean
Baudrillard, “al menos queda la parodia” no le parece para nada un punto de
vista superior. Para él, la parodia también saca su energía de algo, nos seduce
de alguna manera en su propio sistema de pensamiento. Aun así, existen
ejemplos que nos pueden ilustrar mejor de lo que estamos hablando.
La música rap como movimiento posmoderno es un subtipo de arte, un género
literario­musical, que se encarga de criticar al sistema de producción musical
mainstream. Nace como un método de rebelión y protesta. Pero, al igual que
la estética punk o la ochentera, el propio sistema capitalista engulle sus
principios y convierte a este género en música comercial. No obstante,
continúa teniendo también su versión “arte por el arte” o “arte social”.
Pero en este caso nos centraremos en dos posibles derivaciones de la música
rap. Por un lado, la estética camp y la derivación posmoderna está presente en
la popular canción del verano “Aserejé” de Las Ketchup, que toman, nada más
y nada menos, la letra del “Rapper's Delight”, considerada la primera canción
rap que se hizo popular en Estados Unidos y posteriormente en el resto del
mundo. Las Ketchup (o su productor) deforman la letra de “Rapper's Delight”
hasta hacerlo ininteligible y crear así la peculiar letra del estribillo de este hit
veraniego. Este proceso no es inmediato, por supuesto. Entre ambas canciones
median más de dos décadas. Lo que demuestra este tipo de derivación es que
el público al que va dirigida ni siquiera tiene que ser consciente del proceso
que se ha seguido para conseguir el resultado.