Excodra XXV: La estética
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PROSA<br />
<strong>La</strong> Estética de la Democracia:<br />
<strong>La</strong> representación de un lugar vacío<br />
Desde que Maquiavelo escribiera que para el gobernante «lo importante no es<br />
ser virtuoso, sino parecerlo» (El Príncipe, 1513), la gestión de la cosa pública se<br />
alejó de la ética para entrar en el campo de la representación y la apariencia,<br />
abandonando toda instancia trascendente e inaugurando con ello, de paso, la<br />
Modernidad. Platón ya había encuadrado la política, muchos siglos antes, en<br />
su taxonomía de las artes, en tanto que modo de fabricación (poiesis) aunque<br />
sometido siempre a la reproducción de modelos ideales; desvanecida toda<br />
esencia, asesinado Dios, Nietzsche no dudó en afirmar que, en nuestra época,<br />
las artes se habían convertido en «un asunto mucho más serio que la verdad», y<br />
a ellas acabaría plegándose también la política, en una relación tan fructífera<br />
como peligrosa y cuya culminación paroxística sería el «fiat ars, pereat<br />
mundus» con el que Walter Benjamin sintetizó la ideología fascista (<strong>La</strong> obra de<br />
arte en la época de su reproductibilidad técnica, 1936).<br />
Coetáneos de la obra de Maquiavelo son así los primeros retratos de la familia<br />
Medici pintados por grandes artistas de la Italia renacentista, representación<br />
<strong>estética</strong> del poder que se multiplicaría en el Barroco con palacios, imágenes<br />
del soberano y hasta gabinetes de curiosidades (en tanto que disposición<br />
artística del saber y el poder humano), y que remedarían los burgueses de los<br />
Países Bajos al inicio de la era capitalista en el arte flamenco, como nueva<br />
forma de poder (esta vez, confinada a los espacios privados). Porque el poder<br />
necesita encarnarse, representarse y aparecerse ante sus súbditos en el «gran<br />
teatro del mundo» calderoniano, donde reina el arte de la apariencia. Obra<br />
cumbre de esa representación de la soberanía, con todos los saberes, juegos y