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to a tu comportamiento, estoy… atónito.<br />
Mi sonrisa se marchitó y murió.<br />
—Numerosos informes sobre situaciones irrespetuosas hacia tus profesores y<br />
otros estudiantes —continuó—. Una nota particular aquí, escrita personalmente por<br />
el Instructor Banks, habla de tu seria falta de respeto hacia tus superiores, y es algo<br />
constante.<br />
—El Instructor Banks no tiene sentido del humor.<br />
Marcus arqueó una ceja.<br />
—¿Entonces supongo que tampoco el Instructor Richards ni el Instructor Octavian?<br />
También han escrito que a veces eras incontrolable e indisciplinada.<br />
Las protestas murieron en mis labios. No tenía nada que decir.<br />
—Tus problemas con el respeto no parecen ser los únicos.<br />
Cogió otro papel y levantó las cejas.<br />
—Se te ha castigado numerosas veces por escaparte del Covenant, pelearte, interrumpir<br />
en clase, romper muchas normas, y oh si, ¿mi favorita? —miró hacia arriba,<br />
sonriendo ligeramente—. Tienes anotadas repetidas sanciones por romper el toque de<br />
queda e intimar en la residencia masculina.<br />
Me moví incómoda.<br />
—Todo antes de los catorce años —apretó los labios—. Debes estar orgullosa.<br />
Abrí más los ojos mientras miraba al escritorio.<br />
—Yo no diría orgullosa.<br />
—¿Acaso importa?<br />
Miré hacia arriba.<br />
—Supongo… ¿que no?<br />
La sonrisa volvió.<br />
—Considerando tu comportamiento anterior, me temo que tengo que decirte que<br />
no puedo permitirte de ninguna manera el que continúes tu entrenamiento—<br />
—¿Qué? —dije con voz aguda— Entonces ¿por qué estoy aquí?<br />
Marcus devolvió los papeles a la carpeta y la cerró.<br />
—Nuestras comunidades necesitan siempre sirvientes. He hablado con Lucian<br />
esta mañana. Te ha ofrecido un sitio en su casa. Deberías estar honrada.<br />
¡No! —volví a ponerme en pie. El pánico y la rabia me podían— ¡De ninguna<br />
manera vais a drogarme! ¡No seré una sirvienta en su casa ni en la de ningún puro!<br />
—¿Entonces qué? —Marcus volvió a juntar las manos y me miró con calma—<br />
¿Vas a volver a vivir en las calles? No lo permitiré. La decisión ya está tomada. No<br />
volverás al Covenant.