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Revista Sala de Espera Venezuela Nro. 155 Junio 2017

Portada 14 Erika de la Vega Una mujer de desafíos Su pasión por hacer reír al público la acompaña a todas partes. En esta edición, te invitamos a conocer las emociones, experiencias y confesiones de su faceta personal nunca antes dichas Por Elizabeth M. Gutiérrez G. Casos y Rostros 17 En el reino animal de lo correcto Por Daniel Centeno Maldonado 19 Ben Amí Fihman, autor de El espejo siamés: “Yo no me alimento de ilusiones” Por Yubelitze Angarita Borges 22 El arte de reinventarse Por Verónica Albero Secciones Fijas 7 Urbano y Actual Por Zandy Aliendres 28 Mundo Animal Guía rápida para aves con acento urbano Por Hans Graf B 30 Equipaje En Estrasburgo se vive a toda vida Por Cristóbal Guerra 32 Presente y Futuro Enredo digital Por Magaly Rodríguez Cuerpos y Mentes 25 Relax en casa Por Magaly Rodríguez 26 Modo: Mejor alimentación Por Verónica Albero Columnistas 2 Rosa de los vientos Tiempo y Ciudad… Por José Antonio Saenz 4 Brújula Digital Más tecnología de la que necesitamos Por Forilán Fernández 6 Pelota en Juego Cristiano Ronaldo no necesita barba Por Cistóbal Guerra

Portada
14 Erika de la Vega
Una mujer de desafíos
Su pasión por hacer reír al público la acompaña a todas partes. En esta edición, te invitamos a conocer las emociones, experiencias y confesiones de su faceta personal nunca antes dichas
Por Elizabeth M. Gutiérrez G.
Casos y Rostros
17 En el reino animal de lo correcto
Por Daniel Centeno Maldonado
19 Ben Amí Fihman, autor de El espejo siamés:
“Yo no me alimento de ilusiones”
Por Yubelitze Angarita Borges
22 El arte de reinventarse
Por Verónica Albero
Secciones Fijas
7 Urbano y Actual
Por Zandy Aliendres
28 Mundo Animal
Guía rápida para aves con acento urbano
Por Hans Graf B
30 Equipaje
En Estrasburgo se vive a toda vida
Por Cristóbal Guerra
32 Presente y Futuro
Enredo digital
Por Magaly Rodríguez
Cuerpos y Mentes
25 Relax en casa
Por Magaly Rodríguez
26 Modo: Mejor alimentación
Por Verónica Albero
Columnistas
2 Rosa de los vientos
Tiempo y Ciudad…
Por José Antonio Saenz
4 Brújula Digital
Más tecnología de la que necesitamos
Por Forilán Fernández
6 Pelota en Juego
Cristiano Ronaldo no necesita barba
Por Cistóbal Guerra

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equipaje<br />

la Catedral <strong>de</strong> Notre-Dame, y gentes que<br />

van y vienen con helados en mano se ven<br />

como perdidos, como sin saber por dón<strong>de</strong><br />

comenzar a transitar Estrasburgo (“Anónimos<br />

y <strong>de</strong>sterrados, sordos e indiferentes”,<br />

dice Serrat en su canto). A los franceses les<br />

gusta esta ciudad, pero <strong>de</strong> noche prefieren a<br />

Kehl-Sundheim: allá están los casinos prohibidos<br />

aquí, y van con gusto a dilapidar su<br />

dinero en las máquinas <strong>de</strong>l azar. En Estrasburgo<br />

los precios son <strong>de</strong> asombro: pedimos<br />

café en un pequeño negocio, y ahí está la<br />

prueba: 3,50 euros, el doble <strong>de</strong> lo que nos<br />

hubiera costado en casa <strong>de</strong>l vecino.<br />

Arte por doquier<br />

Los edificios <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> Estrasburgo<br />

dan gusto. Antiguos, cuidados, armonizan<br />

con el millón y medio <strong>de</strong> habitantes<br />

<strong>de</strong>l área metropolitana <strong>de</strong> la ciudad, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> otros cientos <strong>de</strong> miles que vienen<br />

a vivir el clima primaveral <strong>de</strong> doce grados<br />

centígrados que obligan a hacer necesario<br />

el abrigo. Al caminar nos topamos con otra<br />

plaza, la <strong>de</strong> Saint-Etienne, enorme, con<br />

una propuesta musical <strong>de</strong> calle que seguramente<br />

llenaría cualquier paladar: un grupo<br />

interpreta canciones francesas <strong>de</strong> vau<strong>de</strong>ville,<br />

una muchacha con una guitarra toca<br />

piezas clásicas con partitura, un joven acaricia<br />

un raro instrumento metálico que da<br />

notas rítmicas, dos veteranos acarician un<br />

violín y una guitarra y hacen bailar a los<br />

complacidos caminantes.<br />

¡Viva el amor en Estrasburgo!<br />

La barca atraviesa lentamente el<br />

Rhin, y una voz ofrece la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong><br />

cada lugar en diversos idiomas, apoyada<br />

en los audífonos multilenguas. Ahí está:<br />

Le Petite France, barrio típico don<strong>de</strong><br />

los amantes se encuentran para tomarse<br />

<strong>de</strong> las manos y comerse a besos (el poeta<br />

Neruda gritaba, cuando los veía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

balcón <strong>de</strong> Isla Negra uno encima <strong>de</strong>l otro<br />

allá abajo, en el pie <strong>de</strong>l acantilado, “¡Viva<br />

el amor, viva el amor!”). Poco más a<strong>de</strong>lante,<br />

entre infinitos espacios ver<strong>de</strong>s, el<br />

Parque <strong>de</strong> la Orangere, el Pabellón Jósephine,<br />

y una cigueña enorme, tallada en<br />

ramas <strong>de</strong> un árbol frondoso, anuncia que<br />

es ella el símbolo <strong>de</strong> la ciudad.<br />

Una copa <strong>de</strong> elixir<br />

antes <strong>de</strong> volver<br />

Hay que beberse unas copas <strong>de</strong> vino,<br />

porque si no lo haces pues no viniste a Francia.<br />

Y oír hablar, y vivir lo que se vive aquí,<br />

que es una ciudad <strong>de</strong> tanto bagaje cultural<br />

como París. Ubicada en la región <strong>de</strong> Alsacia,<br />

Estrasburgo es rica en universida<strong>de</strong>s e<br />

institutos culturales, con artistas <strong>de</strong> todas<br />

las artes y <strong>de</strong> todos los colores que se pasean<br />

por sus teatros con la veta inagotable <strong>de</strong> sus<br />

propuestas. El día ha trascurrido y <strong>de</strong>bemos<br />

regresar a casa, en Kehl-Sundheim, en el<br />

lado alemán <strong>de</strong> la frontera. No hay que ir en<br />

el tren: hemos <strong>de</strong>cidido tragarnos los siete<br />

kilómetros <strong>de</strong> distancia entre las dos ciuda<strong>de</strong>s<br />

a pie. El Puente Europa, por encima <strong>de</strong>l<br />

Rhin, las une o las separa, y allá, al cruzar<br />

su extensión, otro idioma, otras costumbres,<br />

otra cultura, otro hacer, aguarda por<br />

nosotros. Au revoir, Estrasburgo. Wilkommen,<br />

Alemania.<br />

<strong>Junio</strong> <strong>2017</strong> | www.revistasala<strong>de</strong>espera.com<br />

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