Revista Sala de Espera Panamá Nro. 85

Casos y rostros
mio a la mejor edición en el IX
Festival Ícaro de Cine y Video en
Guatemala.
Su segundo documental largo
es Reinas, en el 2013. Muestra un
fenómeno curioso y pintoresco
que sucede en Panamá, donde hay
reinas para todo, no solo durante
los carnavales. Un documental
que refleja las diversas caras de los
reinados en el país. La producción
recibió el premio Grolsch Discovery
Award en el Festival Internacional
de Cine de Panamá y mención
especial del jurado en el Festival
Ícaro de Cine y Video. Además,
se proyectó en la Sección Panorama
del BAFICI (Argentina) y
fue Selección Oficial en el Festival
Internacional de Documentales de
Santiago de Chile, Chicago Latino
Film Festival y en el Festival MiradasDoc
en Tenerife, entre otros.
En sus trabajos, Ana Endara
refleja el Panamá real, detrás de los grandes
edificios, las caras de su gente, los
colores, sus costumbres. Una muestra de
ello es La felicidad del sonido, ella lo describe
como un trabajo que la reconcilia
con Panamá, donde habla de las
cosas que le gustan del país. “Es una
colección de cosas entrañables que
me gustan de mi país y que siempre
deseo recordar, para poder olvidar
un poco las cosas que no me gustan,
como los problemas sociales,
la corrupción y la política. Es por
ello que La felicidad del sonido, trae
las cosas bonitas que me gustan de
Panamá desde mi visión, esas cosas
que de vez en cuando son buenas
recordar y que demuestran lo que
realmente vale este País, reflejado
en su gente”, comenta.
La felicidad del sonido muestra
retratos de personas que tienen
relación con el audio y a través de
ellos se recorren diferentes áreas.
Escapando de la bulliciosa capital
panameña, la historia se desarrolla
en Tucué, un pueblo ubicado en la
provincia de Coclé. El largo refleja
la belleza del sonido acompañada
con imágenes, desde la percepción
de personas vinculadas directamente
a los sonidos y sensaciones que
se generan a través de ellos, muestra lo
que no podemos ver, desde la inocencia
del ser humano. Es un viaje de sentimientos
evocados por el sonido. La
cinta, se estrenó en uno de los festivales
de documentales más destacados,
el IDFA en Ámsterdam, y fue
proyectada en cinco funciones en
noviembre del 2016.
Sus trabajos han llegado a distintos
festivales de cine a nivel
internacional. De a poco, Ana ha
llevado sus películas a conectar con
otras culturas, y es ahí donde ella
se da cuenta lo que es realmente
el lenguaje audiovisual, al ver personas
de otros continentes que se
muestran curiosas al ver Panamá,
el país que ella ve, el Panamá que
ella vive.
Para la directora, el cine en
Panamá tiene una esperanza. El trabajo
del Festival Internacional de
Cine lo aplaude pues lo considera
enriquecedor, interesante, para ella
transmitir La felicidad del sonido en la
sala Copa Airlines durante la edición
más reciente del IFF y ver más de
400 butacas llenas de personas con ganas
de disfrutar cosas distintas al cine comercial,
demuestran que hay ojos y oídos que
quieren ver otra clase de cine.
Comenta que para la evolución
del cine panameño, se deben hacer
muchas películas, piensa también
que las nuevas generaciones pueden
aprender a hacer cine con lo que
se tiene. “A veces no todos cuentan
con los fondos o recursos de
miles de dólares. Hay que comenzar,
lo importante es hacer cine, y
tal vez empezar aplicando a fondos
más pequeños, hay que hacer no
esperar”.
De igual forma, siendo directora
de cine, se encuentra con un
mercado aún dominado por hombres.
En su opinión, siempre son
“los manes que tienen la cámara”,
pero poco a poco la escena ha cambiado.
Antes, las mujeres estaban
más atadas a roles como maquillaje,
vestuario, ahora es posible ver a
mujeres dirigiendo. Ana siente que
es necesario que más féminas hagan
películas y cuenten historias donde
se aprecien sus puntos de vista.
http://www.anaendara.com
Julio - Agosto 2017 | www.revistasaladeespera.com
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