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6 tRESMIL Sábado <strong>12</strong> / agosto / <strong>2017</strong><br />
INtENtO<br />
DE POEMA<br />
Yo sé que por sus cien años <strong>de</strong> vida<br />
a pesar <strong>de</strong> la muerte -porque usted jamás morirá-<br />
Y su fiel y terco amor<br />
por la justicia <strong>de</strong>l hombre por el hombre<br />
y el Cádiz <strong>de</strong> su sangre <strong>de</strong>rramada que no se olvida...<br />
Le otorgaron sin usted saberlo reconocimiento<br />
<strong>de</strong> la Iglesia como un Santo<br />
Y yo tendría que dirigirme a usted<br />
con mucha solemnidad y respeto<br />
Quizá por medio <strong>de</strong> una oración litúrgica<br />
antecedida por algún Padre nuestro<br />
y no sé cuántas ave María...<br />
Pero resulta -y me disculpo por lo que sigueque<br />
yo no soy católico pero tampoco ateo<br />
ni protestante<br />
ni gnóstico ni agnóstico ni algún otro concepto<br />
que aparezca en el menú histórico<br />
<strong>de</strong> religiones y filosofías<br />
Usted dirá que algo tengo que ser<br />
porque nadie pue<strong>de</strong> seguir viviendo y <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser algo<br />
Tal vez me til<strong>de</strong> <strong>de</strong> presumido escéptico<br />
pero tampoco eso mi querido arnulfo<br />
La verdad -y me confiesosólo<br />
soy un humil<strong>de</strong> aprendiz <strong>de</strong> poeta<br />
Quizá por lo <strong>de</strong> aprendiz mi intento <strong>de</strong> poema<br />
parezca una letanía mal pronunciada<br />
fermentada en la garganta y explotando entre dientes<br />
Quizá por lo <strong>de</strong> aprendiz -mi querido arnulfosólo<br />
soy un José más entre el pueblo<br />
Un hombre parecido a usted<br />
sin tener el valor <strong>de</strong> ser como usted<br />
Que ama la justicia y admira el amor y entrega<br />
que tuvo por éste pueblo<br />
Por eso se le ensalza por eso se le ama<br />
por eso su eternidad bien merecida...<br />
¿Y quién como usted? ...<br />
Sin santidad otorgada y sin faltarle el respecto<br />
a lo sumo anastasio aquino el taita ama Farabundo<br />
el comandante Marcial el comandante Simón<br />
O el combatiente anónimo que murió en silencio<br />
y sin gloria alguna...<br />
Pues usted ya ve y sabrá cómo algunos<br />
olvidaron sus homilías<br />
la tortuosa peregrinación y hasta el cádiz <strong>de</strong>rramado...<br />
Y hoy parece que traicionan<br />
y que el Judas bíblico tiene más dignidad y valor<br />
que muchos <strong>de</strong> ellos<br />
Parece que le dan la espalda al pueblo<br />
y se burlan en medio <strong>de</strong> sus vidas<br />
<strong>de</strong> pequeños burgueses recién paridos...<br />
¡ah si usted los viera compañero arnulfo!...<br />
Atrapados en finos trajes <strong>de</strong> alta costura<br />
engordando a causa <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s banquetes<br />
engreídos parásitos <strong>de</strong>l mismo sistema<br />
Mientras aquella línea <strong>de</strong>l tren por don<strong>de</strong> usted caminaba<br />
está igual <strong>de</strong> cercada por la misma miseria <strong>de</strong> siempre<br />
con la diferencia que caminar por ella<br />
ya no resulta tan fácil<br />
Yo imagino y <strong>de</strong>seo sus valientes Justas y necesarias<br />
homilías hoy en día...<br />
Su consuelo su palabra ausente<br />
Pero ahora<br />
¿qué pedirle sabiendo que lo nombran Santo?<br />
Sabiendo que usted sin pensarlo dos veces<br />
cambiaría el nombramiento<br />
por una sociedad más justa y unida<br />
... Pero ¿que pedirle? Si éste sólo es un humil<strong>de</strong> intento<br />
<strong>de</strong> escribir un poema y no una oración...<br />
Si usted ya hizo su inigualable parte en la historia<br />
Si usted enseñó que es el pueblo<br />
quién tiene que cambiar la situación...<br />
Si usted profetizó que resucitaría en su pueblo<br />
¿Qué pedirle?<br />
Si entre cejas está aquel dicho<br />
que «sólo pueblo salva pueblo»<br />
...Pero si por este nuevo clamor<br />
Por este grito naciente <strong>de</strong> otra generación sin voz<br />
Por la <strong>de</strong>mora <strong>de</strong> los resucitados en su nombre<br />
...yo sin ser católico -San romero <strong>de</strong> américasería<br />
el primero en aceptar<br />
que este humil<strong>de</strong> intento <strong>de</strong> escribir un poema<br />
se convirtiera en más ...mucho más que una oración...<br />
José Roberto Ramírez<br />
tEMBLOR <strong>de</strong>l<br />
recuerdo<br />
KAREN EScALANtE-BARRERA<br />
escalantebarrera.karen@gmail.com<br />
Gracias infinitas<br />
Tiembla la madrugada al mecer la tierra sus afectos. Húmeda<br />
en lama. La luz <strong>de</strong> luna zigzaguea en el cuarto, acariciándome<br />
los largos cabellos trenzados. De repente, el valle <strong>de</strong> las<br />
Hamacas estira los brazos. Luego bosteza calma y duerme <strong>de</strong><br />
nuevo. Por segunda vez, el reloj interno se inquieta. Péndulo<br />
vibrante. encien<strong>de</strong> la luz. De inmediato la apaga. astro y<br />
sombra en alternancia. Medio mundo vuelve al sueño. Dilata<br />
el celaje. Me abraza un edredón floreciente en enreda<strong>de</strong>ra.<br />
enrollado al cuerpo en remolino. Tibio me aparta <strong>de</strong> la<br />
frescura que en bruma inva<strong>de</strong> el cuarto.<br />
el ensueño me encamina hacia don<strong>de</strong> vive mi abuelita. Le<br />
envío amor y cariño en rocío. Su alma brilla más que millones<br />
<strong>de</strong> soles remotos. La mía sonríe, mientras los párpados en<br />
persianas se cierran <strong>de</strong>spacio. Los grillos componen un<br />
concierto variable e incierto, diseminado por los jardines<br />
urbanos. en telepatía, mi abuelita y yo intercambiamos<br />
misterios vividos como la culinaria autóctona <strong>de</strong>l alhuaxte y<br />
tepezcuintle. Sueños repletos en arco iris. Pizcuchas al vuelo<br />
<strong>de</strong> papel <strong>de</strong> china. Cuyuncúa al acecho. Ternura en neblina<br />
y aprendizaje continuo. Los adquiero en paz y sabiduría.<br />
Por ahora <strong>de</strong>be <strong>de</strong>scansar mucho y mejorar la dieta. anhelo<br />
verla y acompañarla, aun si siempre me escolta en i<strong>de</strong>a y<br />
emoción. La lluvia arrecia en esta época <strong>de</strong>l año, aunque el<br />
sol la redoble un momento. Suntecumat pensativa.<br />
Más tar<strong>de</strong>, la bulla <strong>de</strong>l tiempo se <strong>de</strong>senvuelve. Me abre los<br />
ojos, las trenzas y las campanillas se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>senredan.<br />
Las burbujas y el agua regresan a mí. Se <strong>de</strong>slizan en tobogán<br />
por la larga melena que, a veces, se enrosca y me abraza. en<br />
seguida, se estira lacia, me sacu<strong>de</strong> y <strong>de</strong>speina. Las coletas<br />
se entrelazan. a menudo. se alisan o <strong>de</strong>sgreñan. La melena<br />
cambia <strong>de</strong> forma, pero siempre permanece larga. Hoy<br />
ansiosa <strong>de</strong> nube.<br />
Desayuno frijoles, plátanos, huevo, aguacate, tortillas tostadas<br />
y pan, chocolate o café. Los disfruto frente a una ventana<br />
palpitante que, por un abracadabra, me transporta en <strong>de</strong>leite<br />
hacia paisajes sombrados <strong>de</strong> madre-cafetos, cacao-nantzin. a<br />
veces bajo la lluvia, el granizo y la flor <strong>de</strong> nieve; otras soleados<br />
y <strong>de</strong>sérticos; otoñales y al ritmo <strong>de</strong>l viento. Simplemente<br />
entre compañías mágicas, al mudar la materia, y amorosas<br />
en el trato.<br />
A tintes chillantes una biblioteca <strong>de</strong> fondo flota iluminada<br />
y repleta. Invita a la lectura e investigación. Miles <strong>de</strong><br />
lenguas hablan en cada libro abierto al repaso. Debo<br />
concentrarme al escuchar una sola, para que las <strong>de</strong>más callen.<br />
“ninoyolnonotza, campa nicuiz yectli auiscaxochitl?”. La<br />
lengua náhuat-pipil dice: achi nemi sijsihuapil, achi nemi<br />
pipipilmet, se canican mijtutíat, huan cané tacuicat chin.<br />
en mi biblioteca no ocurre lo mismo. Por ahora le concedo<br />
largas vacaciones, más <strong>de</strong> lo esperado. Ya me hace falta y<br />
seguramente se acerca sonriente, cargada <strong>de</strong> maletas.<br />
este día <strong>de</strong> junio transcurre entre periquitos ver<strong>de</strong>s<br />
parlanchines y pájaros <strong>de</strong> fondo sonoro. Dos chuchos blancos<br />
observan pasar el día. Una es chiquita con ojos gran<strong>de</strong>s;<br />
el otro gran<strong>de</strong>, con ojos sesgados. De vez en cuando, la<br />
molotera <strong>de</strong> vehículos <strong>de</strong>safina el entorno. La luz inunda la<br />
ciudad entre hojarasca, flores y basura que los transeúntes<br />
botan por doquier. Las casas bostezan, aun si los árboles<br />
respiran profundo la contaminación que su nobleza vuelve<br />
saludo. Oxígeno hacia las nubes ambulantes en la cordillera<br />
<strong>de</strong>l bálsamo.<br />
Las iglesias ofrecen un nuevo fondo musical, en inmensa<br />
rocola. Cada una entona su melodía a campanada abierta<br />
y diferente escala. al instante, a lo lejos, varias iglesias<br />
comienzan los repiques. Dan, din, don, en múltiples<br />
combinaciones <strong>de</strong> fuga. el recuerdo calca el tañido <strong>de</strong><br />
la iglesia el Carmen, cuyo interior transcribe numerosas<br />
sacudidas. La última vez, lo íntimo y las vestiduras<br />
cayeron <strong>de</strong>spojándola <strong>de</strong> su querencia. numerosas<br />
rajaduras le recorren las gruesas y antiguas pare<strong>de</strong>s. Obra<br />
arquitectónica en maravilla don<strong>de</strong> las personas juntaban<br />
su fe.<br />
al presente sólo las hormigas, insectos, pájaros y<br />
palomas la visitan a diario. Des<strong>de</strong> las alturas, reverentes<br />
conmemoran las plantas y árboles <strong>de</strong>rribados al erigir<br />
un nuevo templo. ese lugar pertenecía a sus ancestros y<br />
a la vegetación. Seres vivos también, quienes merecen<br />
un lugar digno en esta codiciada tierra. Se quejan que<br />
el santuario sagrado <strong>de</strong> los humanos les niegue un sitio<br />
apacible en la vida y en la muerte. Sospechan su estrago en<br />
alimento como suce<strong>de</strong> con las bestias mayores en el rastro.<br />
De niña mama Luci me llevaba a misa en la iglesia el<br />
Carmen. aquí en la ciudad <strong>de</strong> Santa Tecla. recuerdo<br />
la fachada amarillo pálido, en beige, lo <strong>de</strong>más celeste,<br />
con la Virgen en la cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong> la entrada. Colores tan<br />
roídos por el tiempo como los animales en su escases.<br />
a veces pasábamos antes <strong>de</strong> hacer las compras en el<br />
mercado ubicado a una cuadra <strong>de</strong>l lugar. Todo quedaba<br />
tan cerca. Me asombraba su hermoso diseño interno y<br />
externo, que siempre exhibía un <strong>de</strong>talle peculiar en el<br />
ornamento labrado. Seguía la caminata <strong>de</strong> sus hermosos<br />
vitrales a medida que la misa avanzaba, ya que los colores<br />
resplan<strong>de</strong>cían a la luz solar. Sus altísimos y numerosos<br />
pilares los imaginaba <strong>de</strong> chocolate. Solemnes, nos<br />
sentábamos en las bancas enormes, <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra castaña.<br />
Me mantenía quieta y en silencio, observando el obrar<br />
<strong>de</strong> la gente adulta e imitaba los gestos <strong>de</strong> mi abuelita.<br />
ambas usábamos vestido. ella, lentes <strong>de</strong> ojo <strong>de</strong> gato que<br />
me encantaban, al admirar su porte galante. Yo la miraba<br />
continuamente, mientras avanzaba el ritual <strong>de</strong> la misa.<br />
Siempre cercanas al altar mayor.<br />
—¡Mama Luci, qué bonita es esta iglesia! Me gusta<br />
venir aquí<br />
—Sí, es bien bonita. Decía tu bisabuelita amalia, que<br />
antes no era así, era chiquita como un rancho gran<strong>de</strong>,<br />
<strong>de</strong>spués la hicieron más alta.<br />
—a saber como era el techo, dije<br />
—a saber… chiquito me dijo ella, y reímos<br />
esta iglesia fue la primera en el Salvador, con un estilo<br />
neo-gótico en su arquitectura. Por eso ves que cada una<br />
tiene sus orlas características. aclaró ella<br />
—¡Que interesante eso!, mama Luci. Me gustan las<br />
figuritas y colores <strong>de</strong> las ventanas, dije<br />
—Sí, se llaman vitrales, casi todas las iglesias tienen.<br />
ese redondo <strong>de</strong> allá, es un rosetón para nuestra señora <strong>de</strong>l<br />
Carmen. Pues por ella hicieron esta iglesia.<br />
—Yo imagino esto <strong>de</strong> chocolate, dije yo.<br />
—Sí, tu favorito, me recalcó ella.<br />
La gente se instalaba en las bancas, hasta encajar como<br />
piezas dispuestas <strong>de</strong> un ajedrez gigante. Los asientos se<br />
abarrotaban en su mayoría <strong>de</strong> mujeres, personas adultas<br />
mayores, niñas y niños. el padre llegaba por último,<br />
mientras los acólitos arreglaban el altar.<br />
Observábamos los vitrales y sus hermosas formas que<br />
resplan<strong>de</strong>cían en las altas pare<strong>de</strong>s e imaginábamos<br />
leyendas que recitábamos mientras la misa no comenzara.<br />
ella siempre me dijo que era importante contar historias.<br />
a mí eso me encanta. Contar los relatos que ella siempre<br />
me recita. “al acercarse el temblor <strong>de</strong> los años” — me<br />
aseguró— “ <strong>de</strong>l recuerdo sólo pervive la fábula hecha<br />
palabras”.