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8 tRESMIL Sábado <strong>12</strong> / agosto / <strong>2017</strong><br />
PERLA RIVERA NúñEZ<br />
Escritora y poeta hondureña<br />
nace el 17 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1875 en la ciudad <strong>de</strong><br />
Comayagüela, Honduras y muere el 2 <strong>de</strong><br />
noviembre <strong>de</strong> 1908, en el Salvador. es uno<br />
<strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s exponentes <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnismo<br />
en Centroamérica y su obra <strong>de</strong> gran calidad<br />
literaria lo consagra como uno <strong>de</strong> los escritores<br />
hondureños más universales.<br />
Conocí la poesía <strong>de</strong> Molina en un viejo libro<br />
que tenía en casa mi padre. Una edición sin<br />
carátula ya y con algunas hojas recortadas,<br />
pero él cada mañana a manera <strong>de</strong> rito, con<br />
su taza <strong>de</strong> café en mano, recitaba (todavía)<br />
sus hermosos sonetos, mientras yo aún<br />
semidormida lo escuchaba conmovida.<br />
Las hojas amarillentas <strong>de</strong> aquella edición sin<br />
título, sobrevivían a los embates <strong>de</strong>l tiempo. La<br />
curiosidad <strong>de</strong> niña me acercó a aquella Pesca<br />
<strong>de</strong> sirenas, que años <strong>de</strong>spués dramatizaríamos<br />
en el colegio, en una imborrable y acci<strong>de</strong>ntada<br />
puesta en escena con mis amigas <strong>de</strong> primer<br />
curso. Luego escucharía <strong>de</strong> boca <strong>de</strong> mi padre<br />
la bella historia <strong>de</strong> cuando el poeta viajó a<br />
Brasil, en 1892, junto al poeta Froylan Turcios<br />
en cuyo trayecto escribe «Salutación a los<br />
Poetas Brasileros» y la ovación causada en<br />
aquel congreso ante los bellos versos <strong>de</strong> este<br />
precioso poema.<br />
Surge una profunda curiosidad infantil por<br />
conocer las letras <strong>de</strong> este genial escritor<br />
hondureño, años más tar<strong>de</strong> y a lo largo <strong>de</strong> mis<br />
estudios enten<strong>de</strong>ría la profunda admiración<br />
que le tenemos en Honduras y la poca justicia<br />
que se le hace fuera <strong>de</strong> nuestras fronteras<br />
al genial poeta que a<strong>de</strong>más visitó españa y<br />
colaboró en un recién fundado «aBC» <strong>de</strong><br />
Madrid.<br />
admiró a William Shakespeare y <strong>de</strong>dicó varios<br />
sonetos «el rey Lear», «Ofelia», «Yago», etc.<br />
a la obra <strong>de</strong>l inglés. Recibió la influencia <strong>de</strong><br />
rubén Darío, a quien conoció en persona y su<br />
obra. La influencia <strong>de</strong>l nicaragüense se <strong>de</strong>jó<br />
sentir por ejemplo en «Tréboles <strong>de</strong> navidad»,<br />
similar a la «rosa niña» <strong>de</strong> Darío, o en «el<br />
poema <strong>de</strong>l Optimista»<br />
´´ambos calificados <strong>de</strong> «gemelos <strong>de</strong> la<br />
luz» por el Premio Nobel <strong>de</strong> Literatura<br />
guatemalteco, Miguel Ángel Asturias. Como<br />
hombre <strong>de</strong> personalidad atormentada y<br />
compleja imbuido en las contradicciones<br />
mismas <strong>de</strong>l Mo<strong>de</strong>rnismo- Juan Ramón Molina<br />
vivió apenas treinta y tres años y osciló<br />
entre la intensidad <strong>de</strong> la creación y aquellos<br />
cuidados pequeños <strong>de</strong> los que hablara<br />
Darío. Entre las obras <strong>de</strong> Juan Ramón<br />
Molina sobresalen «Salutación a los poetas<br />
brasileros», «A una muerta», «Pesca <strong>de</strong><br />
sirenas», «Autobiografía», «Río Gran<strong>de</strong>», «El<br />
Águila», «Metempsicosis» y otras recopiladas<br />
en «Tierras, mares y cielos», libro editado<br />
poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte por el también<br />
escritor hondureño Froylán Turcios. (Citado<br />
en Magazine Mo<strong>de</strong>rnista)<br />
Juan ramón Molina fue un poeta <strong>de</strong> gran<br />
categoría y aunque cultivó la prosa en la<br />
que logró bellas y armoniosas realizaciones,<br />
como su cuento el Chele, se admira<br />
profundamente su obra poética que está <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnismo más puro y une la calidad<br />
poética y lo <strong>de</strong>purado <strong>de</strong> la forma con una<br />
finísima sensibilidad que muestra su soneto<br />
«Pesca <strong>de</strong> Sirenas.<br />
Juan ramón Molina fue un hombre muy<br />
activo políticamente, colaborador <strong>de</strong> la<br />
candidatura <strong>de</strong>l General Terencio Sierra que<br />
fue presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Honduras durante el período<br />
1899-1903.<br />
Cuentan que Sierra, molesto por una<br />
publicación que hizo Molina en el Diario <strong>de</strong><br />
Honduras, bajo su dirección, lo mandó a picar<br />
piedra, enca<strong>de</strong>nado, en la carretera que se<br />
construía al sur <strong>de</strong>l país. el artículo que tanto<br />
Juan<br />
Ramón<br />
Molina<br />
vive<br />
lo había molestado «Un hacha que afilar», era<br />
un conocido relato <strong>de</strong> Benjamín Franklin que<br />
los seguidores <strong>de</strong> Sierra consi<strong>de</strong>raron digno <strong>de</strong><br />
ser castigado con la prisión <strong>de</strong>l poeta.<br />
Murió en el exilio, no pudo liberarse <strong>de</strong>l<br />
pesimismo tan común en los poetas y como<br />
él <strong>de</strong>cía, el peso <strong>de</strong> lo infinito. algunos <strong>de</strong> sus<br />
temas los revelan: Después que muera, Madre<br />
melancolía, entre otros<br />
Falleció en San Salvador el 2 <strong>de</strong> noviembre<br />
<strong>de</strong> 1908.<br />
Muchas anécdotas rememoran el fin <strong>de</strong> los<br />
días <strong>de</strong> Molina; muere en una vieja cantina<br />
<strong>de</strong> San Salvador agobiado por problemas<br />
económicos, esta genial mente se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> este mundo por los excesos <strong>de</strong>l alcohol,<br />
como muchas historias <strong>de</strong> hombres y mujeres<br />
con enorme talento que se perdieron por no<br />
soportar su realidad existencial. La muerte<br />
solo da paso a su inmortalidad.<br />
Juan ramón Molina, llamado en Honduras,<br />
por conocedores <strong>de</strong> su trabajo literario; el<br />
poeta gemelo <strong>de</strong> rubén, es casi <strong>de</strong>sconocido<br />
por muchos, no se ven sus poemas a menudo<br />
publicados. recordado por nosotros ya no<br />
volverá al olvido. esa sería la justicia que<br />
po<strong>de</strong>mos ofrecer. Que resurja Juan ramón<br />
Molina <strong>de</strong>l olvido, que vuelva a estar presente<br />
tal como él lo presumía y lo dijo alguna vez:<br />
Pero mi obscuro nombre las aguas <strong>de</strong>l<br />
olvido no arrastrarán <strong>de</strong>l todo; porque<br />
un <strong>de</strong>sconocido Poeta, a mí memoria<br />
permaneciendo fiel, recordará mis versos<br />
con noble simpatía.<br />
Uno <strong>de</strong> los más bellos regalos que he recibido<br />
es la edición <strong>de</strong>l centenario <strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong>l<br />
poeta, una preciosa edición conmemorativa,<br />
obsequio <strong>de</strong>l poeta armando Maldonado en<br />
mi graduación <strong>de</strong> la Universidad en el año<br />
2,008 y permanece en uno <strong>de</strong> los lugares más<br />
sagrados <strong>de</strong> mi casa. aquí está contenida la<br />
obra completa <strong>de</strong>l poeta Molina, les comparto<br />
dos bellísimos poemas que figuran entre mis<br />
favoritos, y así contribuyo <strong>de</strong> alguna manera a<br />
que nuestro querido poeta viva para siempre.<br />
Pesca <strong>de</strong> sirenas<br />
Péscame una sirena, pescador sin fortuna,<br />
que yaces pensativo <strong>de</strong>l mar junto a la orilla.<br />
Propicio es el momento, porque la vieja luna<br />
como un mágico espejo entre las olas brilla.<br />
Han <strong>de</strong> venir hasta esta ribera, una tras una,<br />
mostrando a flor <strong>de</strong> agua el seno sin<br />
mancilla,<br />
y cantarán en coro, no lejos <strong>de</strong> la duna,<br />
su canto, que a los pobres marinos maravilla.<br />
Penetra al mar entonces y coge la más bella,<br />
con tu red envolviéndola. no escuches su<br />
querella,<br />
que es como el llanto aleve <strong>de</strong> la mujer.<br />
el sol<br />
la mirará mañana entre mis brazos loca<br />
-morir- bajo el divino martirio <strong>de</strong> mi bocamoviendo<br />
entre mis piernas su cola tornasol.<br />
Salutación a los poetas brasileros<br />
Para Flavio Luz y Elysio <strong>de</strong> Carvalho<br />
Con una gran fanfarria <strong>de</strong> roncos olifantes,<br />
con versos que imitasen un trote <strong>de</strong> elefantes<br />
en una vasta selva <strong>de</strong> la India ecuatorial,<br />
quisiera saludaros hermanos en el duelo<br />
en las exploraciones por la tierra y el cielo,<br />
en el martirologio <strong>de</strong> los circos <strong>de</strong>l mal.<br />
Mi Pegaso conoce los azules espacios.<br />
Su cola es un cometa, sus ojos son topacios,<br />
el rubio apolo y Marte cabalgarían en él;<br />
relinchará en los céspe<strong>de</strong>s <strong>de</strong> vuestro bosque<br />
umbrío,<br />
se abrevará en las aguas <strong>de</strong> vuestro sacro río,<br />
¡y dormirá en la sombra <strong>de</strong> vuestro gran<br />
laurel!<br />
Venir pu<strong>de</strong> en la concha <strong>de</strong> Venus Citerea,<br />
sobre el áspero lomo <strong>de</strong>l león <strong>de</strong> nemea,<br />
en el ave <strong>de</strong> Júpiter o en un fiero dragón;<br />
en la camella blanca <strong>de</strong> una reina <strong>de</strong> Oriente,<br />
en el cuerpo ondulante <strong>de</strong> una alada<br />
serpiente,<br />
o a bordo <strong>de</strong> la lírica galera <strong>de</strong> Jasón.<br />
O en la fornida espalda <strong>de</strong> un genio<br />
misterioso,<br />
o envuelto en la vorágine <strong>de</strong> un viento<br />
proceloso,<br />
o <strong>de</strong> una negra nube en el glacial capuz;<br />
en la aureola argentina <strong>de</strong> una luna <strong>de</strong> mayo,<br />
asido <strong>de</strong>l relámpago flamígero <strong>de</strong> un rayo,<br />
o con los duen<strong>de</strong>s gárrulos que juegan en la<br />
luz.<br />
Mas, en Pegaso vine <strong>de</strong>s<strong>de</strong> remotos climas,<br />
señor, príncipe, rey o emperador <strong>de</strong> rimas<br />
sobre el confuso trueno <strong>de</strong>l piélago febril.<br />
¡Salve al coro <strong>de</strong> Afiones <strong>de</strong> estas tierras<br />
fragantes!<br />
¡a todos los Orfeos <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> los<br />
diamantes!<br />
¡a todos los que pulsan su lira en el Brasil!<br />
Tal digo, hermanos míos en la prosapia<br />
ibérica,.<br />
Salu<strong>de</strong>mos la gloria futura <strong>de</strong> la américa,<br />
que todas las espigas se junten en un haz.<br />
Unamos nuestras liras y nuestros corazones,<br />
que ha llegado el crepúsculo <strong>de</strong> las<br />
anunciaciones,<br />
¡para que baje el ángel <strong>de</strong> la celeste paz!<br />
augurio <strong>de</strong> ese día se ve en el horizonte.<br />
Hoy tres aves volaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un florido<br />
monte;<br />
yo las miré per<strong>de</strong>rse en el naciente albor;<br />
un cóndor que es el símbolo <strong>de</strong> la fuerza<br />
bravía<br />
un búho que es el símbolo <strong>de</strong> la sabiduría<br />
y una paloma cándida símbolo <strong>de</strong>l amor .<br />
Dijo el cóndor, gritando: la unión da la<br />
victoria,<br />
el búho, en un silbido; el saber da la gloria,<br />
la paloma, en un arrullo; el amor da la fe.<br />
Yo que escruto el enigma <strong>de</strong> nuestro gran<br />
<strong>de</strong>stino<br />
ante el casual augurio <strong>de</strong>l cielo matutino,<br />
siguiendo los tres pájaros en éxtasis quedé.<br />
Pero Pegaso aguarda. Sobre su fuerte lomo<br />
gallardamente salto en un instante, como<br />
el Cid sobre Babieca. Me voy hacia el azur.<br />
¿acaso os interesa mi suerte misteriosa?<br />
¡Buscadme en mi magnífico palacio <strong>de</strong> la<br />
Osa,<br />
o en mi torre <strong>de</strong> oro, junto a la Cruz <strong>de</strong>l Sur!