Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Balance</strong> energético atmosférico en <strong>ciudades</strong>: Propuesta metodológica para México 24<br />
ESTUDIOS DE BALANCE DE<br />
ENERGÍA ATMOSFÉRICO EN<br />
CIUDADES<br />
En este capítulo se presentan estudios de balances de energía realizados al interior de<br />
<strong>ciudades</strong>, orientados de manera particular a la capa de dosel urbano. El enfoque es muy<br />
básico, fundamentado en las ecuaciones 1 o 2, comentadas en párrafos anteriores. La idea<br />
fundamental es presentar en forma esquemática, secuencialmente ordenada en el tiempo,<br />
las diversas investigaciones que se han realizado alrededor de <strong>ciudades</strong> del mundo, en el<br />
que mediante, ya sea el método de covarianza turbulenta, o método de razón de Bowen, se<br />
han medido algunas componentes del balance energético, mientras que algunas otras<br />
componentes se han estimado o parametrizado a partir de algunas relaciones propuestas.<br />
En la medida de lo posible se incluyen la cobertura del suelo o uso el suelo alrededor del<br />
lugar de medición, lo que permitirá realizar la discusión en torno al papel que juegan estos<br />
materiales en la partición de flujos de energía.<br />
Aunque las campañas, aquí documentadas, que miden el balance de energía, son muy<br />
localizadas, y de ninguna manera representan a las <strong>ciudades</strong> completas y sus alrededores,<br />
estas campañas sirven para monitorear algunas partes del mosaico que constituyen la<br />
ciudad, principalmente para entender el impacto del crecimiento urbano y la modificación<br />
en el uso del suelo sobre el clima. Este es el primer paso necesario para la modelación del<br />
balance de energía atmosférico (Ross y Oke, 1988), o de otros elementos del clima urbano,<br />
como: a) la intensidad de la isla de calor urbano, que ha sido simulada por muchos autores,<br />
siendo los primeros, Myrup (1969), Johnson et al., (1991) y Oke et al. (1991), basados en<br />
datos de balance de energía; b) para modelar la circulación de vientos locales urbanos,<br />
p.e., Sievers y Zdunkowski (1986) y Kerschgens y Kraus (1990) que reconocen que es<br />
necesario estimar flujos de calor y de agua; c) otros autores como Richiardone y Brusaca<br />
(1989) usan el calor sensible turbulento (su variación diurna y la diferencia entre puntos<br />
urbanos y rurales) para lograr lo anterior, además de la estabilidad atmosférica vertical y<br />
el tamaño de la ciudad. Para la ciudad de México, Jazcilevich et al. (2000), mencionado<br />
por Tejeda y Jáuregui (2005) usaron parámetros de la ecuación de balance de energía para