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<strong>Balance</strong> energético atmosférico en <strong>ciudades</strong>: Propuesta metodológica para México 61<br />
significativamente más pequeño en la primavera y el invierno (que QE). Por la noche, el<br />
flujo de calor sensible estuvo cercano a cero, mientras que el flujo de calor latente fue<br />
siempre superior a cero en todas las estaciones. Miao et al., (2012) mencionan que se puede<br />
asumir que el calor latente nocturno es liberado por las actividades humanas.<br />
Figura 28 Características de la variación horaria-diaria de las componentes del BEA (flujos en W/m2) de junio de 2009 a julio de 2010, a<br />
una altura de 140 m en la ciudad de Beijing, China, en las cuatro estaciones del año. Adaptado de Miao et al., 2012.<br />
En la tabla 6 se documentan los resultados de los flujos de energía en la baja atmósfera en<br />
las <strong>ciudades</strong> de latitudes medias, normalizados por la radiación neta (Q*), así como, para<br />
cada sitio de medición de cada ciudad estudiada, información sobre uso y cobertura del<br />
suelo, alrededor del lugar de medición. La razón de usar flujos normalizados es para<br />
eliminar el efecto de las diferencias en la radiación neta lo que permite realizar una<br />
comparación de los demás flujos energéticos. No se realiza una discusión detallada pero el<br />
comentario general es que a mayor superficie construida y menor vegetación, la razón de<br />
QH/Q* es mayor comparada con QE/Q*, y viceversa, lo que es corroborado con el valor de<br />
la razón de Bowen (última columna de la tabla 6). La razón de QS/Q* es mayor para sitios<br />
con una mayor densificación urbana, por ejemplo, centro urbano de Barcelona con 0.56, y<br />
el menor para un lugar suburbano como Vancouver, con 0.17.