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<strong>Balance</strong> energético atmosférico en <strong>ciudades</strong>: Propuesta metodológica para México 56<br />
Figura 23 Ensamble de BEA del 4 al 11 de julio del 2001 en un sitio urbano de la ciudad de Marsella, Francia. Tomado de Roberts et al.,<br />
2006.<br />
La figura 24 muestra el ensamble de flujos de los diferentes lugares de medición, urbanos<br />
y rurales, en Basel, Suiza, en un mes de verano del año 2002, en el que se han incluido<br />
todas las condiciones del tiempo, desde días claros a completamente cubiertos y días<br />
lluviosos. Durante el día, la magnitud de QE en el centro de la ciudad es alrededor del 20%,<br />
y conforme las áreas verdes se incrementan este flujo llega a ser más importante; así, en el<br />
lugar suburbano QE es 30% de Q*, y alrededor del 60% en los lugares rurales. El reducido<br />
valor de QE en los lugares urbanos es balanceado por magnitudes crecientes de QH y QS.<br />
Los valores diurnos de QH son típicamente del doble en la ciudad que en los alrededores<br />
rurales. La magnitud de QH es característicamente alrededor del 50% de Q* en el centro de<br />
la ciudad, 40% de Q* en el lugar suburbano, e inferior de 30% de Q* sobre superficies<br />
rurales. En contraste a las superficies rurales, donde QH se dirige a la superficie toda la<br />
noche (superior a 20 W/m 2 ), ambas densidades de flujo turbulento permanecen negativos<br />
en la ciudad en promedio, es decir, la energía es transportada fuera de la superficie. En<br />
contraste a las estaciones de la ciudad, el QH nocturno en el lugar suburbano es positivo.<br />
Los valores de QS son de dos a tres veces superiores en el centro de la ciudad que en los<br />
lugares rurales, y muestra una pronunciada histéresis temporal en todos los lugares; los