VE-38 ENERO 2018
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Número <strong>38</strong> - Enero <strong>2018</strong>
© Todos y cada uno de los derechos de las obras literarias, fotografías<br />
o ilustraciones publicadas en esta revista pertenecen en exclusiva a sus<br />
respectivos autores (aunque en algunos casos no se citen los nombres)<br />
Portada: Fotografía de Sausi Rhi (México)<br />
https://designers.designcrowd.com/designer/<strong>38</strong>8<strong>38</strong>7/sausirhi<br />
Diseño y edición: Rafa Sastre<br />
Colaboraciones: revistave@hotmail.com<br />
Descarga este número de la revista (formato PDF - 3.54 MB):<br />
http://www.mediafire.com/file/r84xkhv96aezhg3/<strong>VE</strong>-<strong>38</strong>+<strong>ENERO</strong>+<strong>2018</strong>.pdf
Índice<br />
Salud, paz y letras (Rafa Sastre) Pág. 1<br />
III Maratón de Microrrelatos <strong>VE</strong> Pág. 3<br />
Cuentos de las estaciones Pág. 9<br />
No son horas (Gabriel Bevilaqua) Pág. 11<br />
Pinchar a un niño (Manuel Serrano) Pág. 13<br />
Atardece en otoño (Mirta Calabrese) Pág. 15<br />
Brindis (Cristina Cifuentes) Pág. 17<br />
Rutinas (Manoli Vicente) Pág. 21<br />
Billetes de ida y vuelta (Aurora Losa) Pág. 23<br />
Mi perro y mi gato (Rafa Sastre) Pág. 25<br />
Sentidos (Concha García) Pág. 27<br />
Invisible (Javier Puchades) Pág. 29<br />
Discontinuas (Aldana Giménez) Pág. 31<br />
Destino: Paraíso (Pilar Alejos) Pág. 33<br />
Otra Navidad (Liliana Ebner) Pág. 35<br />
Homenaje (Esther Moreno) Pág. 39<br />
La huida (Pepe Sanchis) Pág. 41<br />
Estrellas errantes (Marta Navarro) Pág. 43<br />
Dimitry (M.Luisa Pérez) Pág. 45<br />
Grito o lamento (Conxa Gausí) Pág. 47<br />
Chal Chal (Vivian Rodríguez) Pág. 49<br />
Estela de Blues (Belén Mateos) Pág. 51<br />
Su mundo, mi mundo (Lu Hoyos) Pág. 53<br />
La Nochevieja se viene, la Nochevieja se va (C.Fabiá) Pág. 55<br />
Volar sin ojos (Isabel Sifre) Pág. 57
Tiempo de suecas (M.Grazia Scelfo) Pág. 59<br />
Tu (Marisa Martínez) Pág. 61<br />
En la plaza Roja (Jorge Zarco) Pág. 63<br />
Reflejos disueltos (Luis M. Martín) Pág. 67<br />
De perfil (Susana Gisbert) Pág. 71<br />
II Concurso La Radio en Colectivo/Valencia Escribe Pág. 75<br />
Libros de nuestros/as colaboradores/as Pág. 77<br />
Nuestros libros Pág. 78<br />
Números anteriores de Valencia Escribe Pág. 80<br />
Palabras en la basura Pág. 81<br />
Valencia Escribe en las redes Pág. 82<br />
La foto de Miguel Pág. 84
Salud, paz y letras<br />
Desear algo más para el año recién inaugurado podría considerarse<br />
codicia. Conformémonos con estas tres grandes bendiciones:<br />
salud para poder seguir amando y siendo amados, paz para empezar a<br />
construir entre todos un mundo mínimamente decente y letras,<br />
muchas letras, tanto da si son escritas o leídas.<br />
Y hablando de letras escritas, aprovechamos para informar que<br />
por tercer año consecutivo Valencia Escribe, con la valiosa colaboración<br />
del Ajuntament de Massalfassar, organiza su Maratón de<br />
Microrrelatos, cuyas bases encontraréis en este número de la revista (y<br />
en el próximo, para que sirva de recordatorio). Aunque el concurso se<br />
celebrará el sábado 17 de febrero, ya podéis empezar a practicar.<br />
Seguid siendo muy felices incluso después de Navidad y tomad<br />
nota de lo que una vez dijo Buda: «Miles de velas pueden ser encendidas<br />
desde una vela, y la vida de esa candela no se acortará. La<br />
felicidad nunca se acorta al ser compartida».<br />
Rafa Sastre<br />
1
Cartel cortesía de Irene Sastre Martínez<br />
2
III MARATÓN DE MICRORRELATOS<br />
VALENCIA ESCRIBE – MASSALFASSAR<br />
El colectivo literario Valencia Escribe, con objeto de fomentar la<br />
creatividad literaria y con el fin de difundir el género del microrrelato,<br />
convoca por tercer año consecutivo una carrera de fondo para<br />
microrrelatistas, consistente en un concurso de escritura presencial,<br />
abierta a todos los escritores, noveles o expertos, que quieran<br />
participar.<br />
El plazo de preinscripción al maratón de microrrelatos quedará<br />
abierto desde el 01 de enero al 16 de febrero del <strong>2018</strong>.<br />
Fecha: Sábado 17 de febrero <strong>2018</strong>.<br />
Hora: Registro de participantes 9:15h a 9:45h Comienzo del<br />
concurso a las 10:00h<br />
Lugar: Salón de actos del Centro Cívico de Massalfassar<br />
(Valencia) - Avda. Novelista Vicente Blasco Ibáñez.<br />
Organiza: Valencia Escribe<br />
Colabora: Excel.lentissim Ajuntament de Massalfassar.<br />
La presentación al maratón implica la aceptación de las siguientes<br />
BASES<br />
1.Podrán participar personas mayores de 16 años de cualquier<br />
nacionalidad y residencia. No es necesaria experiencia previa en la<br />
escritura; solo imaginación y ganas de divertirse.<br />
3
2.PREINSCRIPCIONES: El plazo de preinscripciones para participar<br />
en el concurso se abrirá el lunes 01 de enero del <strong>2018</strong> y finalizará el<br />
viernes 16 de febrero del <strong>2018</strong>. Las preinscripciones se deben realizar<br />
enviando un correo electrónico a maratonve@gmail.com, en el que<br />
conste el nombre y apellidos, edad del concursante y teléfono de<br />
contacto.<br />
Nota: Los preinscritos tendrán derecho preferente a participar sobre<br />
cualquier persona que prefiera realizar la inscripción directa el mismo<br />
día de la celebración, en el caso de que la organización decida<br />
establecer un número máximo de concursantes. Por lo tanto, la<br />
preinscripción, sin ser indispensable, es aconsejable.<br />
3.PARTICIPANTES: Será necesario un mínimo de 12 preinscripciones<br />
para la celebración del concurso. La organización se reserva el<br />
derecho a cancelar el concurso si no se llegase al mínimo de<br />
participantes preinscritos en la fecha límite.<br />
4.INSCRIPCIONES: Se realizarán de 09:15 a 9:45 h. En la entrada,<br />
cada participante mostrará su identificación personal, preferentemente<br />
con su DNI y, a cambio, cada participante obtendrá un número de<br />
inscripción correlativo según orden de llegada, el cual servirá para<br />
identificar al escritor a lo largo del concurso, no debiendo escribir su<br />
nombre en ningún documento más. La organización del concurso<br />
garantizará el anonimato de los microrrelatos durante todo el proceso<br />
de selección y deliberación del jurado. Para validar la inscripción es<br />
necesario el pago de 2 euros. Primero se procederá a la inscripción de<br />
los preinscritos y después de las personas que decidan inscribirse el<br />
mismo día del concurso, hasta alcanzar el número máximo de<br />
participantes que la organización pudiera establecer.<br />
5.LOGÍSTICA: En cada fase se entregarán dos hojas, una para<br />
borrador y otra para la presentación del microrrelato en una plantilla<br />
donde podrán calcular las palabras escritas. Se recomienda a los<br />
4
participantes que vengan equipados con un soporte rígido tipo carpeta<br />
para poder escribir sus creaciones y bolígrafos de repuesto.<br />
6.TEMA: El tema será libre. Los relatos estarán escritos a mano,<br />
indistintamente en castellano o valenciano y tendrán un mínimo de<br />
50 palabras y un máximo de 150 (sin incluir el título, que será<br />
obligatorio ni las propuestas de la organización).<br />
7.JURADO Y FALLO: Un jurado compuesto por miembros del<br />
colectivo literario Valencia Escribe y del Ajuntament de Massalfassar<br />
será el encargado de valorar los relatos que pasarán de ronda y<br />
decidirá los ganadores. Al finalizar cada fase se leerá un listado de los<br />
seleccionados para la siguiente ronda. El fallo final se hará público<br />
tras la lectura de los seis microrrelatos finalistas.<br />
8.PÚBLICO: El público que quiera presenciar el concurso podrá<br />
hacerlo en la misma sala donde se realice, siempre que mantenga el<br />
silencio necesario para el buen desarrollo del mismo.<br />
9.PUNTUALIDAD: La puntualidad a la hora de empezar el maratón<br />
es fundamental para garantizar el ritmo del mismo; la organización se<br />
reserva el derecho a descalificar a aquellos participantes que no<br />
respeten los horarios de inicio de cada ronda.<br />
10.PREMIOS: Se seguirá un sistema de reparto proporcional de<br />
premios, en función de los participantes y sus aportaciones. El<br />
mecanismo es el siguiente:<br />
Los participantes estarán obligados a validar su participación en cada<br />
ronda con un pago en metálico de 2 euros en cada ronda,<br />
eximiéndose de pago a los finalistas en la última ronda, demostrando<br />
así que confía en sus posibilidades de éxito. La aportación total<br />
recaudada se destinará íntegramente al bote de premios. Así, aquellos<br />
participantes que resistan la marcha hasta el final no aportarán más<br />
que 6 euros y el premio que pueden obtener por dicha inversión puede<br />
5
esultar muy suculento. Los baremos de los premios son los<br />
siguientes:<br />
Primer premio: 65% del bote aportado, 50 euros adicionales,<br />
diploma y el libro “Relatos con bandas sonoras” publicado por<br />
el Colectivo Valencia Escribe.<br />
Segundo premio: 25% del bote aportado, diploma y el libro<br />
“Relatos con bandas sonoras” publicado por el Colectivo<br />
Valencia Escribe.<br />
Tercer premio: 10 % del bote aportado, diploma y el libro<br />
“Relatos con bandas sonoras” publicado por el Colectivo<br />
Valencia Escribe.<br />
El resto de finalistas: Recibirán un diploma y el libro “Relatos<br />
con bandas sonoras” publicado por el Colectivo Valencia<br />
Escribe.<br />
11.PUBLICACIÓN: Los tres microrrelatos premiados aparecerán<br />
publicados en el número de marzo de la revista digital Valencia<br />
Escribe.<br />
12.DESARROLLO DEL CONCURSO:<br />
<br />
9:55 h. Primera fase:<br />
Los participantes inscritos dispondrán de 30 minutos para escribir un<br />
microrrelato y pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la<br />
organización con las indicaciones que se lean previo inicio de la<br />
ronda. La organización avisará a los participantes del tiempo<br />
consumido. Ningún concursante podrá escribir ni antes del inicio de<br />
la ronda ni después de finalizada la misma en los microrrelatos<br />
presentados. Dicho incumplimiento acarrearía la expulsión. Los<br />
microrrelatos tendrán de un mínimo de 50 palabras y un máximo de<br />
150 (sin incluir el título, que será obligatorio, ni las palabras<br />
propuestas por la organización). Una vez entregados los<br />
6
microrrelatos, el jurado los valorará y elegirá al 75% de participantes<br />
que pasarán a la siguiente ronda.<br />
<br />
11: 15 h. Segunda fase:<br />
Los participantes seleccionados escribirán otro microrrelato con las<br />
indicaciones anunciadas antes del inicio de la ronda por la<br />
organización, disponiendo de 30 minutos para escribir un<br />
microrrelato y pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la<br />
organización. A los participantes se les avisará del tiempo consumido.<br />
Ningún concursante podrá escribir ni antes del inicio de la ronda ni<br />
después de finalizada la misma en los microrrelatos presentados.<br />
Dicho incumplimiento acarrearía la expulsión. Los microrrelatos<br />
tendrán un mínimo de 50 palabras y un máximo de 150 (sin incluir el<br />
título, que será obligatorio, ni las palabras propuestas por la<br />
organización). Una vez entregados los microrrelatos, el jurado los<br />
valorará y elegirá a la mitad de participantes que pasarán a la<br />
siguiente ronda.<br />
<br />
12:30 h. Tercera fase:<br />
Los participantes seleccionados escribirán otro microrrelato siguiendo<br />
las indicaciones que anunciarán antes del inicio de la fase la<br />
organización, disponiendo de otros 30 minutos para escribir un<br />
microrrelato y pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la<br />
organización. A los participantes se les avisará del tiempo consumido.<br />
Ningún concursante podrá escribir ni antes del inicio de la ronda ni<br />
después de finalizada la misma en los microrrelatos presentados.<br />
Dicho incumplimiento acarrearía la expulsión. Los microrrelatos<br />
tendrán un mínimo de 75 palabras y un máximo de 120 (sin incluir el<br />
título, que será obligatorio, ni las palabras propuestas por la<br />
organización). Una vez entregados los microrrelatos, el jurado los<br />
valorará y elegirá a los seis finalistas que accederán a la gran final.<br />
7
13:15 h. Gran final:<br />
Los seis finalistas escribirán un último microrrelato con las<br />
indicaciones facilitadas por la organización antes del inicio de la<br />
ronda, disponiendo de 30 minutos para escribir un microrrelato y<br />
pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la organización. A los<br />
participantes se les avisará del tiempo consumido. Ningún<br />
concursante podrá escribir ni antes del inicio de la ronda ni después<br />
de finalizada la misma en los microrrelatos presentados. Dicho<br />
incumplimiento acarrearía la expulsión. Los microrrelatos para la<br />
gran final tendrán un mínimo de 50 y máximo de 75 palabras (sin<br />
incluir el título, que será obligatorio, ni las palabras propuestas por la<br />
organización).<br />
<br />
13.45 h. Lectura pública de los seis microrrelatos finalistas por<br />
parte de sus autores, resolución del jurado y entrega de premios.<br />
El horario de las fases es orientativo, pudiendo sufrir modificaciones<br />
en base al desarrollo del certamen.<br />
13.Si la caligrafía del relato es manifiestamente ilegible, el jurado se<br />
reserva el derecho a descalificarlo.<br />
14.La Organización se reserva el derecho de reducir el número de<br />
rondas según el número de participantes inscritos.<br />
15.Todos los problemas que pudieran surgir a lo largo del concurso<br />
serán solucionados según el criterio de la Organización.<br />
16.La participación en este concurso implica el conocimiento y la<br />
aceptación de las bases, cuya interpretación es responsabilidad de la<br />
Organización del Concurso.<br />
8
CUENTOS DE LAS ESTACIONES<br />
A los interesados, os recordamos que tenéis de plazo hasta el 15<br />
de enero para presentar vuestro cuento para el capítulo dedicado a la<br />
primavera. Las bases están disponibles en el muro del grupo de<br />
Facebook Amigos de Valencia Escribe, al que únicamente se accede por<br />
invitación de sus miembros. En el transcurso de febrero sabremos qué<br />
textos han sido los seleccionados para formar parte de este nuevo<br />
libro.<br />
Concurso para la portada<br />
Convocatoria para diseñar la portada del libro de las estaciones<br />
Hasta el 31 de enero podéis enviar tanto vuestras propuestas<br />
como las de vuestros amigos o familiares. Pueden remitirse tanto<br />
ilustraciones como fotografías, en formato jpg o similar. Las medidas<br />
serán de 15 por 21 cm, más o menos. Cada participante podrá enviar<br />
como máximo dos diseños al buzón valenciaescribe@hotmail.com<br />
Necesitamos que los archivos tengan alta resolución. Después del 31<br />
de enero, solo si hemos recibido suficientes trabajos, los publicaremos<br />
en nuestro muro de Facebook para someterlos a votación entre los<br />
amigos de <strong>VE</strong>. El premio a la portada ganadora será de tres<br />
ejemplares del libro para su autor/a.<br />
9
Balancing eggs – Gert Lavsen (Dinamarca) https://500px.com/lavsen<br />
10
No son horas<br />
A las tres de la mañana, Juan se despierta con ganas de comer<br />
un huevo frito. Así que va hasta la cocina, pone el sartén a calentar y<br />
saca un huevo de la heladera. Luego llena una jarra con agua para<br />
comprobar que éste no flote. Afortunadamente, el huevo se queda<br />
dormido en el fondo y Juan procede a cascarlo. Pero sobre la sartén<br />
no cae un huevo, sino un pequeño libro. Juan retira la sartén del<br />
fuego, y, tras redimir al libro del aceite, husmea sus páginas. Contiene<br />
un único texto, breve, de esos que algunos llaman microrrelato. El<br />
mismo comienza con la frase: «A las tres de la mañana, Juan se<br />
despierta con ganas de comer un huevo frito». Entonces Juan cierra el<br />
libro y vuelve a la cama. Aquellas no son horas para comer huevos<br />
fritos, y menos aún para demorarse en relecturas.<br />
Relato ganador del mes de noviembre<br />
II Concurso de Microrrelatos «La Radio en Colectivo / Valencia Escribe»<br />
Gabriel Bevilaqua (Zárate, Argentina)<br />
https://elefantefunambulista.blogspot.com.es/<br />
11
Pianto – Emanuele Noferini (Italia) https://500px.com/emanoferini<br />
12
Pinchar a un niño<br />
Llora en niño en la consulta,<br />
voces femeninas<br />
tratan de calmar.<br />
El atormentado infante<br />
se debate<br />
en brazos ajenos.<br />
Busca a su madre,<br />
busca a su abuela,<br />
que con ojos vidriosos<br />
le chistan,<br />
le mienten,<br />
hasta que llega<br />
el «ya está»,<br />
todo son aplausos<br />
y risas,<br />
y «¿te doy un globo?»,<br />
y «¿te doy una chuche?»<br />
y el niño sale<br />
agujereado<br />
y contento.<br />
Una lágrima resbala,<br />
surca las mejillas rojas,<br />
mientras sus carrillos<br />
mastican la chuchería<br />
y sus brazos cortos<br />
13
atrapan el globo<br />
y su madre,<br />
o su abuela<br />
la nariz se limpian…<br />
Manuel Serrano (València)<br />
14
Atardece en otoño<br />
Fotografía (autor desconocido) aportada por la autora<br />
La tarde elige el gris para vestirse,<br />
el viento desnuda sin permiso ramas desprevenidas,<br />
al sol lo traicionan nubes oscuras y burlonas,<br />
los pájaros olvidan su canto y el nido,<br />
las primeras gotas se cuelgan suicidas de los balcones,<br />
y la lluvia dibuja pequeños charquitos<br />
que no alcanzan para ahogar la tristeza<br />
y la nostalgia de infancia, de aquel goce<br />
por mirar la lluvia, que la razón me ha robado,<br />
mientras el día agoniza,<br />
la noche se adueña de la vida.<br />
Mirta Calabrese De Luca (Sant Celoni, Barcelona)<br />
http://deshojandoversos.blogspot.com.es/<br />
15
Fotografía de la autora<br />
16
Brindis<br />
Envejecido en vasijas celtíberas, a los dioses romanos fue dado<br />
como ofrenda: ya lo contó Marcial. Monasterios de piedra y de<br />
silencio lo acogieron; monjes medievales consagraron el vino y fue<br />
milagro.<br />
Antiguo como el hombre, vino joven, hijo de viña vieja, que<br />
renaces cada año de tu muerte de invierno, de tu tronco hibernado, y<br />
despiertas a la luz del sol cada mañana. Brotan en primavera de tu<br />
cepa reseca yemas, pequeñas ramas, hojas suaves y tiernas y zarcillos<br />
rizados. Tus flores invisibles fructifican sin viento y esquivas las<br />
heladas tardías como puedes. Y en los días calientes y lentos del<br />
verano, siempre frescas las noches de los montes y las sierras que<br />
habitas, crecen tus uvas, se aprietan los racimos, se te desborda en<br />
zumo cada grano. En otoño has perdido las hojas: se volvieron<br />
doradas y encendidas. Volaron con el viento. Y tú extiendes tus dedos<br />
desnudos al breve sol de invierno.<br />
Laderas de las sierras, piedemonte, barrancos. Hoces excavadas<br />
en la piedra caliza, baldíos y llanuras flageladas por vientos<br />
inclementes. Mira qué tierra dura, seca, abrasada de hielos y de estíos,<br />
un año y otro y otro. Gravas, margas, arcillas, pizarras rojas, grises…<br />
Mira qué pedregales atraviesan los ríos con nombres de reflejos —<br />
Mesa, Jalón, Ribota, Manubles, Piedra, Jiloca, Perejiles…— que<br />
hieren como dagas sin tocarte, vid extrema y prohibida. Como<br />
hembra antigua y sabia, has conseguido hendirlos, acuchillarlos de<br />
raíces profundas y enredadas. Te agarras a la vida robándole al<br />
subsuelo la humedad que se encauza en inaudibles arroyos<br />
subterráneos.<br />
Agua que trae aromas de tomillo y romero, rosal silvestre y<br />
moras. Mira qué cielo extraño, qué inclemencia de sol. Que sea lluvia<br />
17
dulce y moje cada uno de tus surcos, que te empape sin ruido. Hazlo<br />
tormenta que entre con fuerza en tu interior. Que sea vendaval y te<br />
sacuda. Abrázate de vientos, quebrántate de heladas, silénciate de<br />
nieves. Y despierta de tiernas primaveras y hazte cielo en tu cielo.<br />
En el límite de todas las alturas, donde el aire es más frío; en las<br />
planicies abrasadas, desiertas como páramos, sólo te llega el grito de<br />
algún pájaro. Di su nombre, comienza a desgranar su misterio en<br />
palabras. Haz tu fuerza más fuerte que el ruido de los truenos. La<br />
tormenta se pierde, la niebla se deshace, el sol se dulcifica. No dejen<br />
de abrazarme tus brazos de sarmiento. Al borde del abismo, azotada<br />
por vientos de todos los puntos cardinales, te nombran Viña Vieja.<br />
Sabia y madura vid, arraigada en la piedra, anudada en sarmientos.<br />
Resistes las heladas tardías, el calor del estío, la herida del granizo y,<br />
en venganza, regalas al otoño racimos de uvas blancas, doradas,<br />
verdes, malvas, granates y violetas. Macabea desnuda en tonos<br />
verdes, malvasía, madre del vino blanco. Rosado de uva dulce,<br />
garnacha, con aromas a fresa y frambuesa. Racimos tintos de venas<br />
minerales, de cereza y violetas, granates y carnosos de arbusto y<br />
matorral.<br />
Pero recuerda, viña, que naciste pequeña, regalada y mimada<br />
por la mano del hombre. Y que tu cuerpo, hoy retorcido y seco, fue<br />
un día también joven y frágil y tuvo que luchar contra los elementos.<br />
El hombre te cuidaba y protegía. Labró tu tierra y te libró de plagas.<br />
Es su forma de amarte, carente de caricias. Al hombre que te ame con<br />
respeto regalarás tus uvas, y ese hombre las hará jugo de dioses.<br />
Atrás te quedas, soberbia vid de soledad herida, quizá añorando<br />
a quien, guardando el equilibrio sobre las inestables piedras en las que<br />
sobrevives contra todo pronóstico —dolor en los riñones, tijera en<br />
mano y acariciando uvas—, se llevó el postrer racimo de tu viñedo sin<br />
horizontes. Casi inaudible, llevado por el primer viento helado del<br />
otoño, te llegará este brindis:<br />
18
Sostened, amigos, las copas en alto y dejad que las bañe luz de<br />
luna de reflejos mudéjares. Brindemos por la tierra que acuna las<br />
raíces y la lluvia que verdeó la cepa en primavera. Por las manos que<br />
esrayaron, por el sol que concentró los jugos. Recordad las tijeras y<br />
los capazos, el lagar y la espera silenciosa. Brindad, amigos, por la<br />
vendimia. Por la vida, la muerte y el vino nuevo.<br />
Yo te presiento y brindo por el vino derramado sobre tu cuerpo<br />
con sabor a tierra. Brindo por estas piedras empapadas y por tus<br />
labios secos teñidos de taninos. Brindo por las caricias y los besos, por<br />
cada rizo de cabello oscuro y por la luz que muere en tus pupilas.<br />
Sólo quiero tu cuerpo, tus uvas, el silencio infinito. Brindaré hasta el<br />
final, hasta morir en ti: por las copas vacías, por los cuerpos<br />
exhaustos, por la vida.<br />
Cristina Cifuentes Bayo (La Puebla de Alfindén, Zaragoza)<br />
http://www.irae.es/<br />
19
Fotografía (autor desconocido) aportada por la autora<br />
20
Rutinas<br />
El ala de tu beso es un ala que suena<br />
igual que esas viejas cometas<br />
que llevan tiempo guardadas<br />
y parecen crujir al desplegarse.<br />
Me besas y me llevas<br />
presa en tu boca hasta mediodía<br />
como esas letras que se caen de los renglones<br />
y aparecen raídas en los bolsillos<br />
cual migas diminutas.<br />
En la comisura de tus labios resbalo<br />
hecha un hilo de sueño que tú animas,<br />
despiertas, muerdes, buscas<br />
para llenar los huecos de las horas<br />
como pasta de chicle, nicotina,<br />
caramelo de café con leche<br />
que baila lentamente en tu lengua<br />
día tras día.<br />
El ala de tu beso es un ala quebrada<br />
que atestigua el recuerdo de mi fuga.<br />
Manoli Vicente Fernández (Viana do Bolo, Ourense)<br />
http://www.lascosasqueescribo.wordpress.com<br />
21
Autor desconocido (imagen encontrada en la red)<br />
22
Billetes de ida y vuelta<br />
Cuando facturó su maleta en el aeropuerto de Madrid, pensó si<br />
también debería facturar los sueños rotos; si, en caso de perderle el<br />
equipaje, al devolvérselo, recuperaría también las ilusiones. Sentía el<br />
peso de la decepción sobre los hombros como si cargara con un<br />
Airbus repleto de oportunidades perdidas.<br />
Durmió la mitad del vuelo y despertó surcando las nubes sobre<br />
el Atlántico mientras amanecía.<br />
Aquel océano parecía tener una obsesión de ida y vuelta con su<br />
familia. Primero con la tatarabuela, a la que embarcaron en un puerto<br />
africano para que sirviera como esclava en el nuevo continente; y su<br />
tatarabuelo, que hizo un recorrido similar buscando la tierra<br />
prometida desde un pueblecito de Galicia.<br />
Le habían contado muchas veces cómo se habían enamorado y<br />
cómo volvieron a la madre patria convertidos en indianos que<br />
nadaban en dinero. También cómo, tras una década de lluvias,<br />
miradas de soslayo de los vecinos y dos hijos mulatos, la tatarabuela<br />
se hartó y le dio un ultimátum a su marido: «O nos volvemos a Cuba,<br />
o me tiro por un acantilado.»<br />
Así que volvieron, con los dos nenes de la mano. El menor de<br />
ellos regresaría a Galicia tiempo después, para combatir en una guerra<br />
que creyó suya y de la que nunca volvió. Desde entonces, en la<br />
familia, se instaló un incómodo silencio cuando se mencionaba<br />
España.<br />
No es de extrañar que pusieran el grito en el cielo cuando él dijo<br />
que quería irse de la isla, que le habían contado que en el pueblo de<br />
los abuelos había trabajo y que los papeles no eran tan difíciles de<br />
23
arreglar porque, a pesar de lo que dijera el color de su piel, él era<br />
medio gallego.<br />
Miró por la ventanilla ovalada. Qué distintos los sentimientos de<br />
ahora con los de la ida; qué de incertidumbres hermosas le rondaban<br />
la cabeza; cómo ansiaba ver aquella tierra verde en la que nunca,<br />
decían, dejaba de llover.<br />
Jamás creyó que fuera tan triste dejar un pedazo de tierra que no<br />
era la suya, pero eso de la morriña es un virus contagioso, aunque<br />
puedan más las penalidades que las dichas vividas.<br />
¿Y ahora qué? Sintió que su familia no había sido nunca ni de<br />
uno ni de otro lado; que su hogar, sus raíces, debían estar allí abajo,<br />
en algún punto perdido en el vasto océano y que estaban condenados<br />
a cruzarlo, al menos, una vez en cada generación para descubrir que<br />
lo único que les unía a la tierra era la inmensidad del mar.<br />
Aurora Losa (La Palma del Condado, Huelva)<br />
https://ladesdichadesersalmon.com/<br />
24
Mi perro y mi gato<br />
Catch me... - Alexander Drozdov (Rusia)<br />
https://500px.com/alexanderdrozdovdvjsam<br />
Yo no soy yo<br />
Soy mi perro y mi gato<br />
El perro es afectuoso<br />
fiel<br />
ingenuo<br />
simpático<br />
cobarde<br />
espontáneo<br />
confiado<br />
25
El gato es distante<br />
desagradecido<br />
astuto<br />
huraño<br />
intrépido<br />
calculador<br />
suspicaz<br />
A veces notas que se necesitan<br />
Entonces duermen y sueñan juntos<br />
Pero la mayor parte del tiempo<br />
cuando no se ignoran<br />
se repelen como polos de un imán<br />
En sus contiendas<br />
el perro siempre sale malherido<br />
y solo consigo aliviar su dolor<br />
con una generosa ración de mentiras<br />
A mi gato lo llamo Cerebro<br />
A mi perro Corazón<br />
Rafa Sastre (València)<br />
http://rafasastre.blogspot.com<br />
26
Sentidos<br />
Imagen libre de derechos (autor: Geralt) https://pixabay.com/<br />
Me falta el tacto de tus labios sobre los míos; el gusto del<br />
chocolate derritiéndose en mi boca; la visión de las olas deshaciéndose<br />
sin remedio en la orilla; la melodía del piano con tus tiernas<br />
disonancias; el aroma del café de media tarde.<br />
Me sobra el frío del metal; el sabor de la sangre en la garganta; la<br />
visión de mis ojos extraviados; el réquiem que suena en mi cabeza; el<br />
olor de tu ausencia.<br />
Concha García Ros (Cartagena, Murcia)<br />
http://nosvemosenkairos.blogspot.com.es/<br />
27
Ilustración de Ignacio Urtiaga, aportada por el autor del relato<br />
28
Invisible<br />
Las plantas no florecían, los perros dejaron de ladrar.<br />
Nadie la echó de menos, ni el banco, la soledad pagaba bien las<br />
facturas.<br />
Solo la avaricia necesitó su casa y forzó la cerradura, allí estaba<br />
ella, en su sillón, esperando que alguien llamase a su puerta desde<br />
hacía dos años.<br />
Elegido Mejor Relato 2016 de la web «50 palabras»<br />
Javier Puchades (Quart de Poblet, València)<br />
https://eldecantadordeletras.blogspot.com.es/<br />
29
Ilustración de Sandra Suy (Barcelona) https://www.sandrasuy.com/<br />
aportada por la autora del poema<br />
30
Discontinuas<br />
Podrías recorrer mis líneas<br />
con la punta de tus dedos<br />
dibujando discontinuas<br />
mientras te sello con mis besos<br />
estaríamos en todos lados<br />
y las estrellas cuidarían de mí<br />
si por una vez hicieras lo indicado<br />
las musas te concederían sonreír.<br />
Podría enseñarte mis colores<br />
uno a uno reflejados en el balcón.<br />
Adornaría incluso esas inútiles noches<br />
que has estado reteniendo en tu colchón.<br />
Olvidarías a todas, querido<br />
si tus poros fantasearan con mi nombre.<br />
La montaña rusa dura lo que un suspiro,<br />
tú decides ser “ese” hombre<br />
podría ser cualquier situación<br />
si tu corazón durmiera en invierno,<br />
no importa si estamos en el norte o el sur…<br />
¡Mesero! Al trago le falta hielo.<br />
Aldana Michelle Giménez (Mendoza, Argentina)<br />
31
Acuarela de Manuel Bocanegra https://bocanegracuarelas.jimdo.com/<br />
aportada por la autora del relato<br />
32
Destino: Paraíso<br />
Dobla con cuidado todos sus sueños y los guarda en su maleta,<br />
junto con la necesidad de comenzar una vida nueva. Se dirige al<br />
lejano y deseado paraíso.<br />
Han prometido llevarla hasta allí, conseguirle un trabajo,<br />
ayudarla a que su familia deje de pasar hambre, a sobrevivir.<br />
Con el corazón roto de dolor sube a la desvencijada barca,<br />
hacinada junto a los demás, que como ella huyen cruzando el mar,<br />
soñando que al otro lado espera su salvación.<br />
Amanece mancillada sobre la mugrienta cama de una habitación<br />
cerrada.<br />
Dos lágrimas teñidas de rojo neón resbalan por su piel de ébano.<br />
Relato finalista en el programa de RNE Wonderland del 21.01.2017<br />
Pilar Alejos Martínez (Quart de Poblet, València)<br />
https://versosaflordepiel.blogspot.com.es/<br />
33
Fotografía de la autora<br />
34
Otra Navidad<br />
Un nuevo año nos encuentra juntos.<br />
A mí, sentada contemplándote y vos erguido y majestuoso como<br />
siempre.<br />
Somos los mismos, pero diferentes. Un año ha pasado desde que<br />
nos vimos por última vez. No hace tanto, pero… ¡cuántas cosas han<br />
pasado¡<br />
Como siempre, espero la oscuridad y el silencio de la madrugada<br />
para sentarme a contemplarte, a hablarte, a sonreír y llorar mientras<br />
tus luces, como pequeñas estrellas, parpadean y parecen contestar ese<br />
torbellino de pensamientos que son más veloces que la palabra.<br />
Estamos juntos hace muchos años, pero cada año es distinto.<br />
Añadimos un adorno, una luz, pero también vemos con tristeza que<br />
alguno se ha roto y alguna luz ha dejado de titilar.<br />
Comienzo por donde tus ramas son más espesas y tu<br />
circunferencia más amplia y sin verlas, imagino las raíces, no de un<br />
árbol navideño, sino del mismo árbol de la vida. Porque eso sos,<br />
porque en cada rama está suspendido un recuerdo.<br />
De esa cepa y ese tronco, queda una anciana, que, a sus 96 años,<br />
no se rinde ante los embates, y quedan las ramas, cuajadas de vida,<br />
imbuidas con la savia que tus raíces nos brindaron, savia que contiene<br />
honestidad y trabajo, sacrificio y dedicación, respeto y generosidad.<br />
Todos esos nutrientes corren hoy por nuestras venas, las venas de tres<br />
generaciones que, hasta hoy, nacieron de ese tronco.<br />
Una Navidad más me hace reflexionar en cómo vivimos, a qué<br />
dedicamos nuestro trabajo, nuestro tiempo, nuestro esfuerzo. Me<br />
gusta sentarme sola en algún café o plaza y observar, escuchar a esos<br />
desconocidos que están tan cerca. Desconocidos con los que a veces<br />
nos identificamos, otras deseamos nunca parecernos.<br />
35
Me enamora oír palabras y gestos de amor, miradas cargadas de<br />
ternura y emoción.<br />
Me humedece los ojos un niño pequeño que le sonríe a una vida,<br />
a un futuro aún incierto.<br />
Me exaspera el egocentrismo de los que miran o hablan desde<br />
una invisible plataforma, haciendo alarde de logros, sin darse cuenta<br />
que su pedestal se encuentra instalado en arenas movedizas.<br />
Me emociona la gente mayor que camina tomada de la mano,<br />
compartiendo un pasado y tal vez proyectando mucho para un breve<br />
futuro.<br />
Cuando las luces de este árbol iluminan un adorno, en él<br />
encuentro cada una de estas vivencias, sueños, pensamientos. Cada<br />
objeto que lo engalana tiene un nombre, un recuerdo. Unos por la luz<br />
que emanan, otros por los años que hace que lo adornan, y muchos<br />
porque les he puesto nombre, para recordarlos aún más en esta noche<br />
de balance, en esta noche donde agradezco lo mucho que la vida me<br />
da, pero donde también hay muchos ¿por qué? que ni yo, ni vos,<br />
querido árbol, podemos contestar.<br />
Continúo recorriendo tus ramas mientras las lágrimas resbalan<br />
por mis mejillas, algunas muy dulces, otras salobres, pero ambas se<br />
conjugan, porque en eso se basa nuestra existencia.<br />
Y al llegar a la cúspide encuentro un gran sol que es todo<br />
energía, que despliega sus rayos cada día, que acaricia mi alma y me<br />
da la fuerza que a veces necesito y siempre, siempre, dibuja en mí una<br />
sonrisa.<br />
Así es mi árbol, no tiene adornos, tiene estrellas y sol, por lo<br />
tanto, tiene noche y día, oscuridad y silencio, pero también claridad y<br />
bullicio, como la vida.<br />
Un año más nos encuentra en el silencio de esta noche, donde<br />
doy rienda suelta a los pasados trescientos sesenta y cinco días. Y<br />
como cada año, agradezco la familia, el amor, el cariño, la amistad, la<br />
36
compañía, la contención de todos y cada uno de ustedes, de todos los<br />
que por una u otra razón están en mi corazón.<br />
Los ausentes nunca faltan en mis recuerdos, siempre están<br />
presentes. Y todos, unidos por ese lazo invisible que nos rodea,<br />
abracemos con alegría y esperanza a esta nueva Navidad y<br />
preparemos nuestro espíritu para que el Nuevo Año nos encuentre<br />
deseosos de enfrentar nuevos desafíos, de continuar soñando, de<br />
proyectar y de alcanzar esas metas que nos propusimos.<br />
Mis deseos en esta madrugada, ante vos, querido árbol, son<br />
simples: continuar dando gracias por tanto y por todo, saber pedir<br />
disculpas con sinceridad y humildad al comprender mis errores y<br />
continuar sintiendo y expresando amor.<br />
También creer, siempre creer, porque muchas utopías pueden<br />
hacerse realidad si las deseamos con firmeza. Creer, siempre creer,<br />
porque eso nos da una razón para vivir con esperanza en este mundo<br />
cada vez más alocado y hostil, más intolerante. Creer, siempre creer,<br />
vale la pena, al menos intentarlo. Nada está perdido mientras la llama<br />
de la esperanza esté encendida. Renovemos esa llama esta Navidad.<br />
¡VOS PODÉS! ¡TODOS PODEMOS!<br />
FELICES FIESTAS PARA TODOS Y UN INMENSO<br />
ABRAZO JUNTO A MI GRAN CARIÑO<br />
Liliana Ebner (Buenos Aires, Argentina)<br />
37
He was de nazz – Helen Green (Reio Unido)<br />
http://helengreenillustration.com/<br />
Ilustración aportada por la autora del poema<br />
<strong>38</strong>
Homenaje<br />
«I don’t know where I’m going from here,<br />
but I promise it won’t be boring»<br />
David Bowie<br />
Las múltiples caras<br />
de un artista no olvidado.<br />
Su voz,<br />
sus movimientos,<br />
su energía…<br />
siguen haciéndonos vibrar cada día.<br />
Un hombre<br />
que mutaba en el escenario<br />
como quien cambia de ropa.<br />
Un ser tan mágico<br />
que muchos creían que provenía de otro mundo.<br />
Un individuo sin igual,<br />
tocado por la gracia divina del Rock&Roll.<br />
Una criatura tan asombrosa<br />
que nos hizo dudar de si algo tan bello podía ser real.<br />
Pero lo único cierto ahora,<br />
es el sentimiento de desazón<br />
que envuelve nuestra alma.<br />
La congoja al escucharlo cantar,<br />
el tormento al ver pasar los años<br />
y saber que él ya no está aquí.<br />
39
No nos olvidamos<br />
y seguimos extrañando<br />
al héroe que nos guío durante décadas<br />
y que siempre,<br />
seguiremos alabando.<br />
Esther Moreno Morillas (València)<br />
http://elcascabelalgato.blogspot.com.es/<br />
http://invisiblevoyeur.blogspot.com.es/<br />
https://feminismosmasturbatorios.wordpress.com/<br />
40
La huida<br />
Depression – Dave Graham (EUA) https://500px.com/flickerdown<br />
Alargué el brazo sin saber que iba a encontrarme con el vacío de<br />
su ausencia. Todavía el lado izquierdo de la cama mantenía el olor de<br />
su cuerpo. Cerré los ojos con fuerza. En mi mente perduraba el<br />
recuerdo de nuestro feliz encuentro. Pero esa madrugada la fría brisa<br />
de noviembre fue testigo de una huida que no por esperada resultó<br />
menos dolorosa. Su carácter voluble se impuso al tiempo que<br />
habíamos pasado juntos. De nada sirvieron mis cuidados, mis<br />
caricias, hacer de ella el amor de mi vida.<br />
Total, para largarse con el primer gato callejero que pasó<br />
maullando debajo de nuestra ventana.<br />
Pepe Sanchis (Massalfassar, València)<br />
41
Make a wish – Judyta (Polonia) https://fennearts.deviantart.com/<br />
42
Estrellas errantes<br />
Cada tarde, ya muy próximo el sol a su ocaso, ella −etérea,<br />
suave, transparente− con esa lealtad inquebrantable tan propia de los<br />
amores platónicos, de los amores imposibles −siempre a su cita<br />
puntual− hace su aparición. Mágicamente se quiebra entonces la<br />
penumbra, arden en el firmamento, cómplices, las estrellas, se<br />
conmueven las almas sensibles y la asfixiante grisura del mundo de<br />
golpe desaparece, eclipsada tras su luz.<br />
Cobra en ese instante existencia la belleza.<br />
Silencio...<br />
Sus ojos se clavan en los míos. Una sonrisa adormilada, cierta<br />
niñez soñadora ya remota, casi olvidada. Una voz que, sabia, a través<br />
del espacio y el tiempo resuena, romántica, lúcida, valiente... Una voz<br />
antigua y poderosa que mucho sabe de amor, de dolor y soledad.<br />
Zonas de dulzura, palabras en melancolía enredadas que de las<br />
sombras rescatan a quien por ellas se deja embrujar, palabras que<br />
calman heridas, que al lugar al que alguna vez tantos sueños huyeron<br />
encaminan y, generosas, cada noche regalan algo que la vida nunca<br />
da: una ilusión, una esperanza, un misterio, el verso eterno de un<br />
poema que dos corazones une.<br />
Palabras que al amanecer se desvanecen raudas como una<br />
estrella fugaz. Frágiles destellos de luz, de dolor, de magia, de<br />
vulnerabilidad. Oleadas de alegría, de pena, de ternura. Lágrimas<br />
lentas de cristal. Latidos de Poesía.<br />
Marta Navarro (València)<br />
https://cuentosvagabundos.blogspot.com.es/<br />
43
Sin título – David Ingraham (EUA)<br />
https://www.flickr.com/photos/d-ingraham/<br />
44
Dimitry<br />
Recibió un impulso que le hizo recorrer el pequeño espacio en<br />
pocos minutos. Tal era el estado de excitación que la noticia le había<br />
producido. El fulano aquel —el de la llamada— no le dio muchas<br />
explicaciones, pero sabía que su vida corría peligro. No iban con<br />
contemplaciones.<br />
Cuando llegó al callejón, comprobó que los edificios, todos<br />
grises y de gran altura, impedían tener acceso directo a la gran<br />
avenida. Varias vallas cerraban los posibles huecos entre los bloques<br />
de casas; aparentemente, todas abandonadas por los cristales rotos<br />
que se veían en las fachadas y la basura acumulada en toda la calle.<br />
Dimitry no estaba en su mejor momento, los años y la rodilla<br />
recién magullada por la pelea que había sostenido hacía pocos días,<br />
hicieron que se detuviera para coger aliento. El sudor, que le caía por<br />
la frente, y su respiración entrecortada, le estaban avisando de su<br />
dificultad para seguir corriendo y sobre todo para escalar las vallas.<br />
Se dejó caer en el suelo con las piernas extendidas y sin dejar de mirar<br />
hacia un lado y otro, empezó a llorar. Pero sabía que debía buscar<br />
una salida si quería alargar su miserable vida o abandonarse allí<br />
mismo si consideraba que ya no merecía la pena.<br />
Empezó a oír cerca el motor de un coche que se acercaba a gran<br />
velocidad.<br />
María Luisa Pérez Rodríguez (València)<br />
http://marialuisaperezr.blogspot.com.es/<br />
45
Cabeza de mujer llorando con pañuelo (1937) – Pablo Picasso (1881-1973)<br />
Imagen aportada por la autora del poema<br />
46
Grito o lamento<br />
No pretendo ser más de lo que soy,<br />
pero sí pretendo hacer bien lo que debo hacer<br />
Dejad que estalle en mi garganta<br />
el grito que no sale,<br />
dejad que mis ojos lloren y ruede libre en mi cara,<br />
y que el áurea luz de un bello amanecer<br />
se pueda leer en mi mirada.<br />
Dejadme que respire el limpio aire en la montaña,<br />
sentir bajo mis pies la blanca arena<br />
y la fresca brisa del mar me dé en la cara.<br />
Allí,<br />
escuchar las notas quejumbrosas<br />
de los acordes de una sabia guitarra,<br />
que el dulce son de sus lamentos me caliente y me queme<br />
las entrañas.<br />
Dejad que la noche, llegue hasta mí, cansada<br />
y como una dulce amante se meta entre mis sábanas,<br />
que regale a mi descanso mil sueños inconexos<br />
que despejen de nubes mi alma.<br />
47
Y alba,<br />
despertar serena<br />
sintiendo que me quiere la mañana,<br />
que un beso encienda mis mejillas<br />
y el roce de unos dedos acaricie mi espalda.<br />
Que una voz de cálidos matices<br />
ensanche mi pecho de nuevas esperanzas,<br />
y me hagan avanzar con paso firme,<br />
sintiendo la tierra fuerte a mis plantas<br />
Sentir,<br />
que aunque cansada... aún estoy viva<br />
y que esta vida prodigiosa... aún me ama.<br />
Conxa Gausí Caballero (València), 1985<br />
48
Chal Chal<br />
Imagen libre de derechos (autora: santarina81) https://pixabay.com/<br />
Estaba muerta de amor y él se daba por desinformado.<br />
Deambulaba noche y día, y mi esfuerzo por olvidarlo aumentaba<br />
mis deseos de tenerlo.<br />
Se había vuelto una obsesión. No sé si me gustaba su manera de<br />
escurrir la mirada cuando notaba que lo observaba o su forma de<br />
caminar cuando se iba bajo la lluvia, desprotegido; lo que sí sabía era<br />
que necesitaba saber que existía para mí, para hacerme feliz, y a mi<br />
manera; sumergirnos en una pasión de esas que no se olvidan a la<br />
mañana siguiente, antes de tomar el primer café.<br />
49
Ya no sabía que hacer: me leyeron la borra de todos los brebajes.<br />
Recurrí a las constelaciones. Visité todos los consultorios que<br />
encontré en las páginas amarillas; todos los psicólogos coincidieron<br />
en lo obvio: olvidate de él, concentrate en ti. Más me concentraba y<br />
más se disparaba mi mente hacia esa expresión bobalicona que solía<br />
tener cuando yo me insinuaba.<br />
Al final me animé. Clarita me dijo que había una «Señora» que<br />
daba yuyos para el amor, y que confiara que seguramente en una o<br />
dos visitas a doña Eloísa, el caballero en cuestión caería rendido a mis<br />
pies.<br />
La visité cinco veces. No era cosa de escatimar esfuerzos. Al cabo<br />
del tiempo me fui sintiendo mejor. Había desaparecido aquella<br />
puñalada en mi costado derecho, a la altura de mi hígado y lograba<br />
concentrarme más en mi trabajo y aficiones. Eso sí, del fugitivo:<br />
¡nada!<br />
Un día le pregunté a doña Eloísa, qué yuyo estaba tomando.<br />
─Chal Chal —me dijo escueta, y con eso me conformé.<br />
Me informé en Google, como corresponde a toda persona bien<br />
instruida y descubrí que el Chal Chal es una maleza que mejora las<br />
afecciones hepáticas. En fin, que una maleza se cura con otra maleza,<br />
y el amor contrariado es un golpe bajo, exactamente a la altura<br />
hepática.<br />
¿Yo?<br />
Cambié de menú.<br />
Vivian Rodríguez Dorgia (Montevideo,Uruguay)<br />
https://lapiazzadellaluna.blogspot.com.uy/<br />
50
Estela de Blues<br />
Fotografía aportada por la autora (autor desconocido)<br />
Las horas gotean acordes sin sentido<br />
en el fondo de un vaso de bourbon,<br />
destiñendo las teclas<br />
de ese huérfano piano privado de sonido.<br />
Se despeinan sus cuerdas<br />
enredadas en el hielo de una canción<br />
con la morfina del tiempo.<br />
Suena un brindis en un reloj de muñeca<br />
y un blues descompasado de sueños.<br />
Alguien cierra la persiana…<br />
Mª Belén Mateos Galán (Zaragoza)<br />
51
Assembly required - Hugh Kretschmer (EUA) https://hughkretschmer.net/<br />
Fotografía aportada por la autora del relato<br />
52
Su mundo, mi mundo<br />
Conocí a Juan Oller el día de San Valentín del 2007. Tenía una<br />
voz cálida y muchos sueños por cumplir. Nos aferramos el uno al otro<br />
como supervivientes únicos de una catástrofe nuclear y juntos nos<br />
pusimos a reinventar el mundo.<br />
Pasado el tiempo y con las esperanzas rotas, he llegado al<br />
convencimiento de que ese mundo que cada uno recreaba en su<br />
mente no se parecía nada al del otro. Hasta que un día cada uno se<br />
perdió en el suyo y no volvimos a encontrarnos.<br />
A mi vida volvió el sabor de las almendras amargas y tuve que<br />
empezar de nuevo a construir despacio, sin prisas, sin pausas, un<br />
mundo solo mío porque ya no creo en las quimeras de los otros.<br />
Lu Hoyos (València)<br />
53
Imagen libre de derechos (autor/a: Limber) https://pixabay.com/<br />
54
« La Nochevieja se viene, la Nochevieja se va»<br />
«...y nosotros nos iremos y no volveremos más»<br />
Sí, soy consciente de que he cambiado la letra de este villancico<br />
popular. Como cada año, cuando se acerca la Nochevieja, me pongo<br />
pensativa, meditabunda y por qué no decirlo, algo metafísica. El fin<br />
de año tiene un significado diferente dependiendo de la edad que uno<br />
tenga, sin embargo a medida que vamos cumpliendo años esta fecha<br />
nos pone melancólicos.<br />
Probablemente no todo salió como esperábamos, alternamos sin<br />
duda momentos de alegría con otros de pena y dolor, momentos de<br />
soledad y compañía. A lo largo de 364 días hemos tenido encuentros<br />
y desencuentros, algunos de nuestros seres queridos se han marchado,<br />
otros vienen al mundo por primera vez.<br />
Los buenos propósitos del año anterior se quedaron tal vez en<br />
sólo propósitos sin cumplir. Detengámonos a pensar que la vida pasa<br />
y el tiempo es irreversible así que lo que tengamos que hacer<br />
hagámoslo. No demoremos más nuestros planes, tal vez no haya un<br />
mañana, tal vez....no volvamos a tener esa oportunidad, tal vez no<br />
haya otro tal vez.<br />
Como cada Nochevieja me gusta escuchar la canción de Mecano<br />
Un año más. «Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco<br />
minutos más para la cuenta atrás/ Hacemos el balance de lo bueno y<br />
lo malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás».<br />
Y ahora a tan sólo cinco minutos de las doce campanadas y a<br />
punto de la entrada del nuevo año me propongo un plan: ¡Vivir el<br />
momento; respirar profundamente y mirar siempre hacia adelante!<br />
¡Feliz <strong>2018</strong>!<br />
Carmen Fabiá Mir (València)<br />
55
Fotografía de la autora del poema<br />
56
Volar sin ojos<br />
Va por ti este brindis<br />
ave de pluma adolescente<br />
cuyo canto oscurece<br />
el aire desvaído<br />
un día como hoy que no es noviembre<br />
ni mayo ni verano.<br />
Sin embargo<br />
el cielo lleva un manto tan triste<br />
que no sé con certeza<br />
si es que está anocheciendo o es que al día<br />
le viene cuesta arriba levantarse.<br />
Pero a tu endeble cuerpo no le angustia<br />
que a la luz le divierta<br />
jugar de vez en cuando al escondite<br />
y subes y te mezclas con las nubes<br />
construyendo tu propia aventura<br />
en solitario.<br />
Te desmarcas<br />
sin demasiadas precauciones<br />
solo mirar arriba por si existe<br />
una copa más alta que te preste<br />
el hueco que precisan otros nidos.<br />
Isabel Sifre Puig (València)<br />
57
How to study – Annamari Kuvaja (Finlandia)<br />
https://www.flickr.com/photos/88849703@N08/<br />
58
Tiempo de suecas<br />
Años setenta. Ingrid, estudiante sueca de Filosofía y Letras,<br />
terminado el último examen del curso, sale rumbo Madrid para<br />
preparar su tesis de licenciatura sobre el teatro español del Siglo de<br />
Oro. Se quedará un mes para llevar a cabo sus investigaciones en la<br />
Biblioteca Nacional.<br />
Antonio, estudiante de Ciencias Económicas, también se<br />
encuentra en la Biblioteca para terminar su tesis de doctorado.<br />
Coinciden en el fichero y Antonio, nada más verla, se queda<br />
prendado de aquella chica rubia de pelo largo, con minifalda azul<br />
cobalto y una blusa del mismo color con el escote abierto un poco<br />
más de lo debido. Tenía un aire muy sexy. El chico no podía dejar de<br />
mirarla y se le acercó para preguntarle si necesitaba ayuda. Ella la<br />
aceptò y siguieron viéndose durante todo el mes de julio. Llegado el<br />
momento de su regreso a Suecia, Ingrid prometió escribirle y él que le<br />
enviaría todos los libros y fotocopias que necesitaba.<br />
Se escribieron durante mucho tiempo, Antonio no podía<br />
olvidarla y en las cartas le repetía «en mi habitación tengo tus<br />
fotografías y en mi cartera también llevo tu foto. No te puedo<br />
olvidar». Y en otra «pero lo que me preocupa es terminar mis<br />
estudios, y después iré a secuestrarte. Perdona, pero soy sincero, no te<br />
puedo olvidar. … Cómo me acuerdo de todos esos momentos que<br />
pasamos juntos».<br />
El problema es que Ingrid no estaba tan enamorada de Antonio<br />
y había sido solo por el interés de su trabajo que siguió con su<br />
amistad. Una vez licenciada, le escribió de vez en cuando a pesar de<br />
que él lo hiciese con frecuencia. En una de sus últimas cartas Antonio<br />
le decía «Yo iría a Estocolmo para verte, pero tú no querrás salir<br />
conmigo, y lo pasaré muy mal». Ya se había dado cuenta de que a<br />
59
Ingrid no le importaba como a él le hubiera gustado, por lo que se<br />
sentía muy infeliz.<br />
Ingrid se casó con su pareja sueca.<br />
María Gracia Scelfo (Roma, Italia)<br />
http://mgscelfo.blogspot.com.es/<br />
60
Tu<br />
Winter walk – Jaromir Chalabala (Rep.Checa) https://500px.com/chalabala<br />
M’agraden les nits<br />
fredes d’hivern.<br />
Tal volta<br />
perquè em recorden<br />
a tu.<br />
Marisa Martínez Arce (València)<br />
61
Imagen libre de derechos (autor: Nikolay Frolochkin) https://pixabay.com/<br />
62
En la Plaza Roja<br />
Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos<br />
llegar a ello por el camino más complicado.<br />
George Sand<br />
Vacaciones en la madre Rusia.<br />
Inmensos bosques que van de Vladivostok a Moscú.<br />
Cientos de kilómetros viendo espesos bosques milenarios de<br />
coníferas, robles, limos, abetos, tilos y... quién sabe, a través de las<br />
ventanillas de un tren. Hermoso y monótono espectáculo que parece<br />
no terminarse nunca.<br />
La inmensidad de la patria rusa, eterna en su grandeza y su<br />
miseria. Superior a la corrupción de sus dirigentes con sus gánsteres y<br />
sus oligarcas, indistinguibles unos de otros. Ha sobrevivido a siglos de<br />
miserias, zares y tiranos, y sobrevivirá siglos en adelante.<br />
El tren atraviesa la estepa. Elena mira por la ventanilla,<br />
Salvatore dormita en el sofá.<br />
Se llega a Moscú, a la gran Plaza Roja con vistas al Kremlin.<br />
Lenin continúa momificado en su mausoleo. Bendita momia,<br />
benditos momificadores por el trabajo bien hecho.<br />
Justo frente al mismo mausoleo, al otro lado de la plaza, hay un<br />
centro comercial custodiado por un antiguo guarda rojo que cachea a<br />
los potenciales clientes a la entrada de la galería; dentro de la misma<br />
puedes comprar un Rolex por dieciocho mil euros (tres millones de<br />
las antiguas pesetas), pero a Salvatore le interesa un mercadillo donde<br />
venden de todo, que hay unos metros más allá de la plaza. El guía de<br />
los turistas aguarda a que todos los compañeros de viaje de Salvatore<br />
entren en el centro comercial mientras son cacheados por el matón de<br />
uniforme, a la entrada y a la salida. Salvatore le advierte:<br />
63
—Tovarich (camarada), me voy a ese mercadillo, el que hay un<br />
poco más allá.<br />
—Está bien, no tardes y cuidado con los carteristas; udacha<br />
(suerte).<br />
Salvatore se acerca al grupo de puestos de madera y esquelético<br />
metal que hay en las cercanías de la plaza y repara en su debilidad:<br />
libros. El propietario se le acerca y Salvatore lo saluda, delatando sus<br />
escasos conocimientos de ruso:<br />
—Priviet (Hola).<br />
—¿Khoroshiy drug, glyadya werkh khigu? (Buenas amigo,<br />
¿busca algún libro?).<br />
Salvatore apenas sabe unas palabras sueltas de ruso, pero<br />
haciendo acoplo de esos escasos conocimientos le comunica sus<br />
propósitos.<br />
—¿Kninipo prodazhe? (¿libros en oferta?).<br />
El tipo sonríe y le dice un dicho popular que Salvatore quisiera<br />
poder entender:<br />
—Kniga usegda sky vaget skryty dragot senny kamen (Un libro<br />
siempre oculta una joya escondida).<br />
Salvatore comienza a buscar en las filas de libros, todos en ruso<br />
cirílico, montados unos sobre otros, y saca del grupo una Biblia<br />
ortodoxa de tapas de cuero y con la apariencia de siglos de<br />
antigüedad a sus espaldas, con páginas apergaminadas y letras<br />
grabadas con un punzón artesanal. Salvatore sabe que tiene que ser<br />
suyo. El propietario del establecimiento le sonríe, como si pudiese<br />
leerle el pensamiento.<br />
—Bibliya u kirilli cheskoy shest nadt satom veke (Una biblia en<br />
cirilico del siglo XVI).<br />
Salvatore se dispone a arrojarse tras el volumen sagrado como<br />
un cuervo tras los ojos de un crucificado.<br />
64
—-¡Chto! (cuánto).<br />
—¡Sto yevro! (cien euros).<br />
Salvatore extiende dicha cantidad en dos billetes de cincuenta<br />
euros arrugados en su mano. El librero arrambla con ambos fajos de<br />
un tirón, como si se tratara de un carterista zíngaro. Salvatore sabe<br />
que el libro ya es suyo.<br />
—Spasibo...<br />
Vuelve al lado del guía en la entrada del centro comercial y al<br />
enseñarle su nueva adquisición, este se alarma.<br />
—¿Una biblia en cirílico del siglo dieciséis? Están protegidas por<br />
el estado; vuelve a meterla en tu mochila.<br />
El matón del centro comercial está demasiado atareado<br />
cacheando visitantes.<br />
—Pues vaya mierda... espera, ¿no será robada? —se dice<br />
asustado Salvatore.<br />
—No lo creo, hay mucho control con ellas, y para qué negártelo,<br />
a la vez un absoluto descontrol, cualquier cosa podría ser; a no ser...<br />
que la saques de contrabando, no hay otra posibilidad.<br />
Salvatore arquea las cejas.<br />
—Bueno, me la juego a cara o cruz.<br />
Y contra todo pronóstico, algún santo bizantino o el mismísimo<br />
Rasputin, se apiada de la suerte de Salvatore, pues su Biblia pasa los<br />
controles de aduana sin problemas de ningún tipo. Absolutamente<br />
todo tipo de controles. La suerte, o lo que sea, juega a favor del<br />
coleccionista.<br />
***************<br />
Ya en casa, le advirtieron todos sus colegas que guardase su<br />
nuevo tesoro bajo siete llaves, pues su coste real podía ser de miles de<br />
euros. A Salvatore no le extrañaría. Pese a todo, el libro ya formaba<br />
parte de su colección de incunables.<br />
65
Cenando en el cuarto de estar, en compañía de su esposa Elena,<br />
brotaron recuerdos del viaje.<br />
—No quiero ni pensar, Salva, lo que nos podría haber pasado<br />
por tu nuevo «librito», no quiero ni pensarlo.<br />
—Déjalo correr, ya pasó mujer, no te preocupes por ello.<br />
—Me acuerdo de la momia de Lenin, daba escalofríos, parecía<br />
que iba a pegar un salto en cualquier momento; si más que muerto, el<br />
hombre daba la impresión de estar echando la siesta.<br />
-¿Espera... no los oyes? —Salvatore pareció percibir algo, un<br />
rumor que se extendía por el aire del cuarto.<br />
—¿Oír?<br />
—Los cantos de los monjes ortodoxos, cantos en ruso.<br />
Jorge Zarco Rodríguez (València), 08/10/2016<br />
66
Reflejos disueltos<br />
Donde no puedas amar, no te demores<br />
Frida Kahlo<br />
Imagen libre de derechos (autor: StockSnap) https://pixabay.com/<br />
En qué se parecerá<br />
tu sonrisa<br />
al brillo de la porcelana,<br />
mi ternura<br />
a la ausencia de aspereza<br />
en las telas de raso.<br />
67
No sé por qué limpiamos la vajilla,<br />
por qué adecentamos este lecho,<br />
quizá porque las costumbres sanas<br />
también son adicciones estúpidas,<br />
actos que tenemos metidos muy dentro,<br />
hasta el hipotálamo.<br />
No sé por qué hacemos con los cubiertos<br />
lo que no lavamos en la cama,<br />
también podríamos dejar<br />
que la rima termine en disonancia<br />
y dormir entre cristales sucios y platos rotos,<br />
o planear delitos de pirómano bajo la colcha<br />
mientras abrimos el mejor tinto de la bodega,<br />
pero al final brindarían solas las sábanas<br />
y cada uno bebería su propio fuego.<br />
Creo que no va a merecer la pena<br />
que nos arrojemos la culpa a la cara:<br />
la culpa, tu culpa, mi culpa.<br />
Mi culpa es un ángel furioso y sincero<br />
y de afilada dentadura,<br />
un hombre lobo hambriento<br />
en la mitad de un plenilunio histriónico.<br />
Tu culpa es un amable demonio<br />
de sonrisa sarcástica y lengua viperina.<br />
68
Es mi última propuesta:<br />
comamos culpa cruda,<br />
saciemos este hambre<br />
que deja la falta consentida de éxito,<br />
atemos sus alas blancas con su rojo rabo<br />
utilizando nudos gordianos,<br />
arrastremos las mantas hasta la lavadora,<br />
celebremos el momento final<br />
con este licor amargo,<br />
así, al menos y aunque siempre fría,<br />
quedará una almohada mullida.<br />
Luis Miguel Martín Antón (Burgos)<br />
69
Large – Andre As https://500px.com/andreaeas100<br />
70
De perfil<br />
Margarita estaba indignada. ¿Cómo osaba decir semejante cosa<br />
de su niña? ¿Cómo se atrevía siquiera a insinuarlo? Había que ver qué<br />
mala era la envidia, porque eso era lo que tenía aquella<br />
metomentodo. Si es que ella supo que desde que su hija se fue a la<br />
ciudad a estudiar y se hizo doctora, no le iba a perdonar. Y claro,<br />
había aprovechado la oportunidad, y seguro que le iba con el cuento a<br />
todo el mundo.<br />
¡Mira que decir que su yerno pegaba a Azucena! Ni que él fuera<br />
capaz, todo un señor catedrático. Y, por supuesto, ni que la niña se<br />
fuera a dejar, con lo lista que era. Acabáramos. A qué mala hora le<br />
cedió a su hija el piso del pueblo. Le había puesto la venganza en<br />
bandeja a Paquita, su vecina de toda la vida, que debía estar<br />
esperando una ocasión propicia. Y claro, oiría cuatro gritos y a<br />
difamar se ha dicho. Que ya se sabe eso de «injuria, que algo queda».<br />
Y todo porque su propia hija le salió más bien fea y corta de<br />
entendederas. Y de milagro no se quedó para vestir santos, aunque<br />
para ese patán que tenía por marido, mejor le hubiera ido. Seguro que<br />
ese sí tenía las manos largas.<br />
Benjamín había desconectado del monólogo de su mujer hacía<br />
ya un buen rato. Solía hacerlo en cuanto ella se enredaba con chismes<br />
que poco lo importaban. Tal vez si hubiera estado atento, las cosas<br />
hubieran acabado de otro modo. Pero se limitó a asentir con la cabeza<br />
y a ponerse de perfil mientras ella le contaba cómo había echado a<br />
Paquita de su casa a cajas destempladas.<br />
Tampoco su hijo le prestó demasiada atención. Bastante tenía un<br />
adolescente como él con cargar con las burlas del pueblo entero<br />
porque era diferente, y más cuando llevaba la cruz de llamarse<br />
Narciso, con esa manía de su madre de ponerles a todos nombres de<br />
flores.<br />
71
Así que ni siquiera le comentaron a Azucena lo que decían de<br />
ella. Con lo ocupada que estaba con su trabajo, su marido y sus hijos,<br />
como para andarle con tonterías de patio de vecinas. Y la propia<br />
Paquita, después de aquel estallido de rabia, tampoco volvió a tocar el<br />
tema. Sólo lo había comentado con su hija Julia, la que fue la mejor<br />
amiga de Azucena.<br />
Julia fue la única que intentó hablar con su amiga. Le preguntó<br />
qué tal le iba con su marido. Y como le dijo que todo iba bien, se<br />
quedó tranquila. Le pareció cansada, desde luego, pero ello misma le<br />
explicó que entre la casa, el trabajo y los niños, apenas tenía tiempo<br />
para si misma. Tal vez, si la hubiera mirado con atención, en lugar de<br />
ponerse de perfil, hubiera descubierto alguna marca que el maquillaje<br />
no lograba tapar. Pero se conformó con la respuesta y siguió adelante.<br />
El tiempo fue pasando. Margarita, en su fuero interno, se<br />
arrepentía de su exabrupto con Paquita. La echaba de menos. Solo a<br />
ella le habría podido contar lo triste que estaba porque su hija cada<br />
vez iba menos a verles, porque apenas tenían contacto con los niños.<br />
También Paquita notaba la ausencia de la que fue su amiga.<br />
Trató de cerrar ojos y oídos a lo que pasaba en el piso de Azucena<br />
para no complicarse, aunque cada vez iba menos al pueblo. Aquella<br />
niña mimada y desagradecida se había olvidado de los suyos. Y le<br />
embargaba una mezcla de rencor y pena cada vez que lo pensaba.<br />
Cuando les avisaron de lo que había ocurrido no podían creerlo.<br />
O tal vez no querían. Azucena había muerto tras ingerir un bote<br />
entero de pastillas. Aunque sus padres dijeron a todo el mundo que<br />
fue un accidente, era más que evidente que fue un suicidio. Y eso que<br />
no contaron a nadie lo de los hematomas que tenía por todo el<br />
cuerpo. Algo que les dijeron en el juzgado, tras la autopsia, y que<br />
decidieron convertir en un secreto que les acompañaría a la tumba.<br />
Y así fue. Margarita en apenas un año acompañó a su hija al<br />
otro mundo, tras una depresión de la que nunca levantó cabeza. La<br />
pena y la culpa se llevaron sus ganas de vivir, como también se<br />
llevaron las de Manuel, que sobrevivía penosamente en una<br />
72
esidencia. Ni uno ni otra vieron más a sus nietos gemelos, que a los<br />
cinco años quedaron huérfanos de madre.<br />
—¿Y por qué me cuenta todo esto, doctor?<br />
El médico dejó de hablar y tomó suavemente entre sus manos la<br />
cara de su paciente, que había permanecido en todo momento<br />
mirándole de lado sin soltar la manita de su hijo, de cinco años. Le<br />
tocó el pómulo y comprobó que ella daba un respingo cada vez que lo<br />
hacía. El tono púrpura había traspasado la gruesa capa de maquillaje,<br />
que se cuarteaba conforme a aquella mujer le iban cayendo lágrimas.<br />
—Yo soy el hijo de Azucena. Aquel niño de cinco años que se<br />
quedó sin madre. Tardé bastante tiempo en saber qué le pasó a mi<br />
madre, mientras me criaba el hombre causante de todo, mi padre.<br />
No quisiera que su niño, de la misma edad que yo tenía, pasara<br />
por todo esto. ¿Y usted?<br />
Ese día cambió la vida para aquella mujer y su hijo. Denunció a<br />
su marido y se marchó lejos, donde empezó una nueva vida. Tuvo<br />
nueva pareja y, en cuanto se quedó embarazada, supo qué nombre<br />
pondría a su hijo. El del buen doctor que tiró de ella para sacarla del<br />
abismo.<br />
Pero nació una niña. Y la llamó Azucena, en memoria de<br />
aquella mujer que, sin saberlo, le salvó la vida.<br />
Yo soy esa Azucena. Y ésta es la historia que le prometí a mi<br />
madre que contaría al mundo cuando ella ya no estuviera. Ojalá sirva<br />
para que nunca más nadie se ponga de perfil ante una mujer que grite<br />
en silencio.<br />
Susana Gisbert Grifo (València)<br />
http://conmitogaymistacones.com/<br />
73
74
II Concurso de microrrelatos<br />
«La Radio En Colectivo/Valencia Escribe»<br />
El programa La Radio En Colectivo, de Mislata Radio, con la<br />
colaboración de Valencia Escribe, y el fin de fomentar la creatividad<br />
literaria y difundir el género del microrrelato, convocan el II Concurso<br />
de Microrrelatos.<br />
La presentación a este certamen implica la aceptación de las siguientes<br />
bases:<br />
1. El concurso se desarrollará desde mayo de 2017 hasta mayo del<br />
<strong>2018</strong>. Cada mes se seleccionará un microrrelato ganador y entre todos<br />
los ganadores mensuales se escogerá el ganador del premio final. Se<br />
podrán enviar solo dos microrrelatos por persona al mes.<br />
Los participantes deberán tener los 14 años cumplidos.<br />
2. El microrrelato debe ser original e inédito (por inédito se entiende<br />
que no haya ganado ningún premio ni se haya difundido en ningún<br />
medio), escrito en castellano, y que no exceda las 150 palabras, título<br />
incluido. La temática será libre.<br />
3. Las obras se enviarán por correo electrónico, con el asunto «II<br />
Concurso de Microrrelatos La Radio en Colectivo», a la siguiente<br />
dirección: valenciaescribe@hotmail.com<br />
El texto, que debe llevar título, debe incluirse en el cuerpo del mensaje<br />
(no como un documento adjunto) y al final deben constar los datos<br />
personales (nombre y apellidos, dirección postal, localidad y un<br />
teléfono de contacto).<br />
Se podrán firmar las obras con pseudónimo sin menoscabo de la<br />
inclusión de los datos personales para el conocimiento de éstos por la<br />
organización del concurso.<br />
75
Los microrrelatos se pueden presentar a cada convocatoria mensual<br />
desde el día 1 desde las 00.00h hasta el día 28, 30 o 31 (según el mes)<br />
a las 23.59h, en GTM+1.<br />
4. Los textos ganadores mensuales se publicarán en las páginas de<br />
Facebook: La Radio en Colectivo, y Valencia Escribe. Por este motivo<br />
La Radio En Colectivo se reserva el derecho de reproducción y<br />
difusión de todos los microrrelatos enviados, incluso los no seleccionados.<br />
5. El jurado que seleccionará los microrrelatos finalistas de cada<br />
convocatoria mensual estará formado por el equipo de La Radio En<br />
Colectivo y de Valencia Escribe, pudiendo incluir en sucesivas convocatorias<br />
a nuevos miembros del jurado.<br />
El veredicto de cada mes se hará público el último jueves (no festivo)<br />
del mes siguiente a cada convocatoria mensual en las página de<br />
Facebook La RADIO en colectivo y Valencia Escribe y se leerá en el<br />
programa de radio.<br />
El veredicto final se hará público el último jueves de mayo de <strong>2018</strong><br />
en las mencionadas páginas de Facebook y en la emisión de esa<br />
semana del programa de radio.<br />
Los autores ganadores y finalistas deberán estar dispuestos a darse a<br />
conocer públicamente.<br />
6. Los finalistas de cada mes optarán a un diploma y, además, está<br />
prevista una sorpresa final para el ganador.<br />
7. El jurado puede declarar desierto el premio mensual así como el<br />
final si considera que ninguna de las obras presentadas tienen<br />
suficiente calidad para ser publicadas.<br />
8. La Radio En Colectivo y se reserva la posibilidad de modificar las<br />
bases del concurso por causas justificadas.<br />
76
Libros de nuestras/os colaboradores<br />
Lo que las piedras callan – Aurora Losa<br />
Disponible en Editorial Dech<br />
http://www.interdech.com/home/130-lo-que-las-piedras-callan.html<br />
«El animismo forma parte de mi manera de ver el mundo. Los<br />
humanos somos muy egocéntricos, parece que solo a nosotros nos pasan<br />
cosas importantes. Me pareció divertido preguntarles a las piedras que nos<br />
han acompañado desde el inicio sobre sí mismas y sobre lo que veían y<br />
oían. Me gustan mucho los refranes y los dichos populares y siempre me<br />
dio mucha rabia el de ‘si estas paredes hablaran’. Es como una amenaza a<br />
medias, y yo decidí cumplirla»<br />
77
Nuestros libros<br />
Nuestra última colección de relatos<br />
sigue estando disponible en Amazon<br />
¡Hazte con ella si aún no la tienes!<br />
78
Y recordad que su hermanos,<br />
«Buffet Libre» (2015) y «El tiempo y la vida» (2016),<br />
otras dos antologías de relatos y microrrelatos<br />
con la participación de escritores habituales<br />
de la revista VALENCIA ESCRIBE,<br />
siguen de oferta en AMAZON (versiones papel y digital)<br />
¡Los precios no pueden ser más baratos!<br />
79
Números anteriores de Valencia Escribe<br />
Número 30 (Febrero 2017)<br />
http://www.yumpu.com/es/document/view/56798796/ve-30-febrero<br />
Número 31 (Marzo 2017)<br />
http://www.yumpu.com/es/document/view/57120791/ve-31-marzo<br />
Número 32 (Abril 2017)<br />
http://www.yumpu.com/es/document/view/58071760/ve-32-abril<br />
Número 33 (Mayo 2017)<br />
https://www.yumpu.com/es/document/view/58321161/ve-33-mayo<br />
Número 34 (Junio 2017)<br />
https://www.yumpu.com/es/document/view/58598263/ve-34-junio<br />
Número 35 (Octubre 2017)<br />
https://www.yumpu.com/es/document/view/59450052/ve-35-octubre<br />
Número 36 (Noviembre 2017)<br />
https://www.yumpu.com/es/document/view/59501837/ve-36-noviembre-2017<br />
Número 37 (Diciembre 2017)<br />
https://www.yumpu.com/es/document/view/59579031/ve-37-diciembre-2017<br />
NOTA: Enlaces de descarga en el interior de cada revista<br />
80
Palabras en la basura<br />
Alberto Basterrechea, «Neorrabioso»<br />
http://neorrabioso.blogspot.com.es/<br />
81
Valencia Escribe en las redes<br />
Os recordamos que en nuestro muro de Facebook Valencia<br />
Escribe, además de otras cosas, seguimos colgando convocatorias de<br />
concursos literarios que os podrían interesar<br />
https://www.facebook.com/pages/Valencia-Escribe/134450789952020<br />
Si tienes un blog y quieres hacernos partícipes de su existencia o<br />
mantenernos al tanto de las entradas que publiques, no olvides que<br />
también tenemos el grupo Valencia Escribe Blogs<br />
https://www.facebook.com/groups/1571068066474683/<br />
Para los aficionados al Haiku, también tenemos un espacio, que<br />
para ser originales nos dio por bautizar como Valencia Escribe<br />
Haiku. Podéis dejar allí vuestros poemas pero intentad cumplir las<br />
reglas…<br />
https://www.facebook.com/Valencia-Escribe-Haiku-746524675464504/<br />
¿Queréis compartir o ser informados sobre los eventos culturales<br />
más interesantes a celebrar en Valencia y alrededores? Exposiciones,<br />
conferencias, presentaciones de libros, talleres, teatro, conciertos…<br />
todo eso y más en Agenda Cultural <strong>VE</strong><br />
https://www.facebook.com/Agenda-Cultural-Valencia-Escribe-<br />
1806573156332152/<br />
Valencia Escribe (y mucho) es un grupo creado para compartir<br />
vuestros poemas, microrrelatos y entradas de cualesquiera blogs<br />
literarios mantenidos por los amigos que integran esta familia que<br />
cada vez se hace más y más y más grande.<br />
https://www.facebook.com/groups/393565884345726/<br />
82
¿Te gusta leer? ¿Te apetecería comentar con nosotros tus<br />
lecturas? ¿Dar/pedir opiniones o recomendaciones sobre libros,<br />
decirnos lo que estás leyendo, vas a leer o desearías leer? ¿Compartir<br />
noticias o artículos sobre literatura? Únete al grupo de Facebook<br />
Club de Lectura Valencia Escribe<br />
https://www.facebook.com/groups/432549686885240/<br />
Si eres aficionado al cine, también tenemos nuestro propio club.<br />
Inserta reseñas, aconseja películas o series, comparte artículos, fotos,<br />
opiniones y debátelas en el grupo de Facebook Cine Club <strong>VE</strong><br />
https://www.facebook.com/cineclubve<br />
83
La foto de Miguel<br />
Miguel García Rodríguez (València)<br />
84