VE-38 ENERO 2018
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Número 38 - Enero 2018
© Todos y cada uno de los derechos de las obras literarias, fotografías
o ilustraciones publicadas en esta revista pertenecen en exclusiva a sus
respectivos autores (aunque en algunos casos no se citen los nombres)
Portada: Fotografía de Sausi Rhi (México)
https://designers.designcrowd.com/designer/388387/sausirhi
Diseño y edición: Rafa Sastre
Colaboraciones: revistave@hotmail.com
Descarga este número de la revista (formato PDF - 3.54 MB):
http://www.mediafire.com/file/r84xkhv96aezhg3/VE-38+ENERO+2018.pdf
Índice
Salud, paz y letras (Rafa Sastre) Pág. 1
III Maratón de Microrrelatos VE Pág. 3
Cuentos de las estaciones Pág. 9
No son horas (Gabriel Bevilaqua) Pág. 11
Pinchar a un niño (Manuel Serrano) Pág. 13
Atardece en otoño (Mirta Calabrese) Pág. 15
Brindis (Cristina Cifuentes) Pág. 17
Rutinas (Manoli Vicente) Pág. 21
Billetes de ida y vuelta (Aurora Losa) Pág. 23
Mi perro y mi gato (Rafa Sastre) Pág. 25
Sentidos (Concha García) Pág. 27
Invisible (Javier Puchades) Pág. 29
Discontinuas (Aldana Giménez) Pág. 31
Destino: Paraíso (Pilar Alejos) Pág. 33
Otra Navidad (Liliana Ebner) Pág. 35
Homenaje (Esther Moreno) Pág. 39
La huida (Pepe Sanchis) Pág. 41
Estrellas errantes (Marta Navarro) Pág. 43
Dimitry (M.Luisa Pérez) Pág. 45
Grito o lamento (Conxa Gausí) Pág. 47
Chal Chal (Vivian Rodríguez) Pág. 49
Estela de Blues (Belén Mateos) Pág. 51
Su mundo, mi mundo (Lu Hoyos) Pág. 53
La Nochevieja se viene, la Nochevieja se va (C.Fabiá) Pág. 55
Volar sin ojos (Isabel Sifre) Pág. 57
Tiempo de suecas (M.Grazia Scelfo) Pág. 59
Tu (Marisa Martínez) Pág. 61
En la plaza Roja (Jorge Zarco) Pág. 63
Reflejos disueltos (Luis M. Martín) Pág. 67
De perfil (Susana Gisbert) Pág. 71
II Concurso La Radio en Colectivo/Valencia Escribe Pág. 75
Libros de nuestros/as colaboradores/as Pág. 77
Nuestros libros Pág. 78
Números anteriores de Valencia Escribe Pág. 80
Palabras en la basura Pág. 81
Valencia Escribe en las redes Pág. 82
La foto de Miguel Pág. 84
Salud, paz y letras
Desear algo más para el año recién inaugurado podría considerarse
codicia. Conformémonos con estas tres grandes bendiciones:
salud para poder seguir amando y siendo amados, paz para empezar a
construir entre todos un mundo mínimamente decente y letras,
muchas letras, tanto da si son escritas o leídas.
Y hablando de letras escritas, aprovechamos para informar que
por tercer año consecutivo Valencia Escribe, con la valiosa colaboración
del Ajuntament de Massalfassar, organiza su Maratón de
Microrrelatos, cuyas bases encontraréis en este número de la revista (y
en el próximo, para que sirva de recordatorio). Aunque el concurso se
celebrará el sábado 17 de febrero, ya podéis empezar a practicar.
Seguid siendo muy felices incluso después de Navidad y tomad
nota de lo que una vez dijo Buda: «Miles de velas pueden ser encendidas
desde una vela, y la vida de esa candela no se acortará. La
felicidad nunca se acorta al ser compartida».
Rafa Sastre
1
Cartel cortesía de Irene Sastre Martínez
2
III MARATÓN DE MICRORRELATOS
VALENCIA ESCRIBE – MASSALFASSAR
El colectivo literario Valencia Escribe, con objeto de fomentar la
creatividad literaria y con el fin de difundir el género del microrrelato,
convoca por tercer año consecutivo una carrera de fondo para
microrrelatistas, consistente en un concurso de escritura presencial,
abierta a todos los escritores, noveles o expertos, que quieran
participar.
El plazo de preinscripción al maratón de microrrelatos quedará
abierto desde el 01 de enero al 16 de febrero del 2018.
Fecha: Sábado 17 de febrero 2018.
Hora: Registro de participantes 9:15h a 9:45h Comienzo del
concurso a las 10:00h
Lugar: Salón de actos del Centro Cívico de Massalfassar
(Valencia) - Avda. Novelista Vicente Blasco Ibáñez.
Organiza: Valencia Escribe
Colabora: Excel.lentissim Ajuntament de Massalfassar.
La presentación al maratón implica la aceptación de las siguientes
BASES
1.Podrán participar personas mayores de 16 años de cualquier
nacionalidad y residencia. No es necesaria experiencia previa en la
escritura; solo imaginación y ganas de divertirse.
3
2.PREINSCRIPCIONES: El plazo de preinscripciones para participar
en el concurso se abrirá el lunes 01 de enero del 2018 y finalizará el
viernes 16 de febrero del 2018. Las preinscripciones se deben realizar
enviando un correo electrónico a maratonve@gmail.com, en el que
conste el nombre y apellidos, edad del concursante y teléfono de
contacto.
Nota: Los preinscritos tendrán derecho preferente a participar sobre
cualquier persona que prefiera realizar la inscripción directa el mismo
día de la celebración, en el caso de que la organización decida
establecer un número máximo de concursantes. Por lo tanto, la
preinscripción, sin ser indispensable, es aconsejable.
3.PARTICIPANTES: Será necesario un mínimo de 12 preinscripciones
para la celebración del concurso. La organización se reserva el
derecho a cancelar el concurso si no se llegase al mínimo de
participantes preinscritos en la fecha límite.
4.INSCRIPCIONES: Se realizarán de 09:15 a 9:45 h. En la entrada,
cada participante mostrará su identificación personal, preferentemente
con su DNI y, a cambio, cada participante obtendrá un número de
inscripción correlativo según orden de llegada, el cual servirá para
identificar al escritor a lo largo del concurso, no debiendo escribir su
nombre en ningún documento más. La organización del concurso
garantizará el anonimato de los microrrelatos durante todo el proceso
de selección y deliberación del jurado. Para validar la inscripción es
necesario el pago de 2 euros. Primero se procederá a la inscripción de
los preinscritos y después de las personas que decidan inscribirse el
mismo día del concurso, hasta alcanzar el número máximo de
participantes que la organización pudiera establecer.
5.LOGÍSTICA: En cada fase se entregarán dos hojas, una para
borrador y otra para la presentación del microrrelato en una plantilla
donde podrán calcular las palabras escritas. Se recomienda a los
4
participantes que vengan equipados con un soporte rígido tipo carpeta
para poder escribir sus creaciones y bolígrafos de repuesto.
6.TEMA: El tema será libre. Los relatos estarán escritos a mano,
indistintamente en castellano o valenciano y tendrán un mínimo de
50 palabras y un máximo de 150 (sin incluir el título, que será
obligatorio ni las propuestas de la organización).
7.JURADO Y FALLO: Un jurado compuesto por miembros del
colectivo literario Valencia Escribe y del Ajuntament de Massalfassar
será el encargado de valorar los relatos que pasarán de ronda y
decidirá los ganadores. Al finalizar cada fase se leerá un listado de los
seleccionados para la siguiente ronda. El fallo final se hará público
tras la lectura de los seis microrrelatos finalistas.
8.PÚBLICO: El público que quiera presenciar el concurso podrá
hacerlo en la misma sala donde se realice, siempre que mantenga el
silencio necesario para el buen desarrollo del mismo.
9.PUNTUALIDAD: La puntualidad a la hora de empezar el maratón
es fundamental para garantizar el ritmo del mismo; la organización se
reserva el derecho a descalificar a aquellos participantes que no
respeten los horarios de inicio de cada ronda.
10.PREMIOS: Se seguirá un sistema de reparto proporcional de
premios, en función de los participantes y sus aportaciones. El
mecanismo es el siguiente:
Los participantes estarán obligados a validar su participación en cada
ronda con un pago en metálico de 2 euros en cada ronda,
eximiéndose de pago a los finalistas en la última ronda, demostrando
así que confía en sus posibilidades de éxito. La aportación total
recaudada se destinará íntegramente al bote de premios. Así, aquellos
participantes que resistan la marcha hasta el final no aportarán más
que 6 euros y el premio que pueden obtener por dicha inversión puede
5
esultar muy suculento. Los baremos de los premios son los
siguientes:
Primer premio: 65% del bote aportado, 50 euros adicionales,
diploma y el libro “Relatos con bandas sonoras” publicado por
el Colectivo Valencia Escribe.
Segundo premio: 25% del bote aportado, diploma y el libro
“Relatos con bandas sonoras” publicado por el Colectivo
Valencia Escribe.
Tercer premio: 10 % del bote aportado, diploma y el libro
“Relatos con bandas sonoras” publicado por el Colectivo
Valencia Escribe.
El resto de finalistas: Recibirán un diploma y el libro “Relatos
con bandas sonoras” publicado por el Colectivo Valencia
Escribe.
11.PUBLICACIÓN: Los tres microrrelatos premiados aparecerán
publicados en el número de marzo de la revista digital Valencia
Escribe.
12.DESARROLLO DEL CONCURSO:
9:55 h. Primera fase:
Los participantes inscritos dispondrán de 30 minutos para escribir un
microrrelato y pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la
organización con las indicaciones que se lean previo inicio de la
ronda. La organización avisará a los participantes del tiempo
consumido. Ningún concursante podrá escribir ni antes del inicio de
la ronda ni después de finalizada la misma en los microrrelatos
presentados. Dicho incumplimiento acarrearía la expulsión. Los
microrrelatos tendrán de un mínimo de 50 palabras y un máximo de
150 (sin incluir el título, que será obligatorio, ni las palabras
propuestas por la organización). Una vez entregados los
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microrrelatos, el jurado los valorará y elegirá al 75% de participantes
que pasarán a la siguiente ronda.
11: 15 h. Segunda fase:
Los participantes seleccionados escribirán otro microrrelato con las
indicaciones anunciadas antes del inicio de la ronda por la
organización, disponiendo de 30 minutos para escribir un
microrrelato y pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la
organización. A los participantes se les avisará del tiempo consumido.
Ningún concursante podrá escribir ni antes del inicio de la ronda ni
después de finalizada la misma en los microrrelatos presentados.
Dicho incumplimiento acarrearía la expulsión. Los microrrelatos
tendrán un mínimo de 50 palabras y un máximo de 150 (sin incluir el
título, que será obligatorio, ni las palabras propuestas por la
organización). Una vez entregados los microrrelatos, el jurado los
valorará y elegirá a la mitad de participantes que pasarán a la
siguiente ronda.
12:30 h. Tercera fase:
Los participantes seleccionados escribirán otro microrrelato siguiendo
las indicaciones que anunciarán antes del inicio de la fase la
organización, disponiendo de otros 30 minutos para escribir un
microrrelato y pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la
organización. A los participantes se les avisará del tiempo consumido.
Ningún concursante podrá escribir ni antes del inicio de la ronda ni
después de finalizada la misma en los microrrelatos presentados.
Dicho incumplimiento acarrearía la expulsión. Los microrrelatos
tendrán un mínimo de 75 palabras y un máximo de 120 (sin incluir el
título, que será obligatorio, ni las palabras propuestas por la
organización). Una vez entregados los microrrelatos, el jurado los
valorará y elegirá a los seis finalistas que accederán a la gran final.
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13:15 h. Gran final:
Los seis finalistas escribirán un último microrrelato con las
indicaciones facilitadas por la organización antes del inicio de la
ronda, disponiendo de 30 minutos para escribir un microrrelato y
pasarlo a limpio en la ficha facilitada por la organización. A los
participantes se les avisará del tiempo consumido. Ningún
concursante podrá escribir ni antes del inicio de la ronda ni después
de finalizada la misma en los microrrelatos presentados. Dicho
incumplimiento acarrearía la expulsión. Los microrrelatos para la
gran final tendrán un mínimo de 50 y máximo de 75 palabras (sin
incluir el título, que será obligatorio, ni las palabras propuestas por la
organización).
13.45 h. Lectura pública de los seis microrrelatos finalistas por
parte de sus autores, resolución del jurado y entrega de premios.
El horario de las fases es orientativo, pudiendo sufrir modificaciones
en base al desarrollo del certamen.
13.Si la caligrafía del relato es manifiestamente ilegible, el jurado se
reserva el derecho a descalificarlo.
14.La Organización se reserva el derecho de reducir el número de
rondas según el número de participantes inscritos.
15.Todos los problemas que pudieran surgir a lo largo del concurso
serán solucionados según el criterio de la Organización.
16.La participación en este concurso implica el conocimiento y la
aceptación de las bases, cuya interpretación es responsabilidad de la
Organización del Concurso.
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CUENTOS DE LAS ESTACIONES
A los interesados, os recordamos que tenéis de plazo hasta el 15
de enero para presentar vuestro cuento para el capítulo dedicado a la
primavera. Las bases están disponibles en el muro del grupo de
Facebook Amigos de Valencia Escribe, al que únicamente se accede por
invitación de sus miembros. En el transcurso de febrero sabremos qué
textos han sido los seleccionados para formar parte de este nuevo
libro.
Concurso para la portada
Convocatoria para diseñar la portada del libro de las estaciones
Hasta el 31 de enero podéis enviar tanto vuestras propuestas
como las de vuestros amigos o familiares. Pueden remitirse tanto
ilustraciones como fotografías, en formato jpg o similar. Las medidas
serán de 15 por 21 cm, más o menos. Cada participante podrá enviar
como máximo dos diseños al buzón valenciaescribe@hotmail.com
Necesitamos que los archivos tengan alta resolución. Después del 31
de enero, solo si hemos recibido suficientes trabajos, los publicaremos
en nuestro muro de Facebook para someterlos a votación entre los
amigos de VE. El premio a la portada ganadora será de tres
ejemplares del libro para su autor/a.
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Balancing eggs – Gert Lavsen (Dinamarca) https://500px.com/lavsen
10
No son horas
A las tres de la mañana, Juan se despierta con ganas de comer
un huevo frito. Así que va hasta la cocina, pone el sartén a calentar y
saca un huevo de la heladera. Luego llena una jarra con agua para
comprobar que éste no flote. Afortunadamente, el huevo se queda
dormido en el fondo y Juan procede a cascarlo. Pero sobre la sartén
no cae un huevo, sino un pequeño libro. Juan retira la sartén del
fuego, y, tras redimir al libro del aceite, husmea sus páginas. Contiene
un único texto, breve, de esos que algunos llaman microrrelato. El
mismo comienza con la frase: «A las tres de la mañana, Juan se
despierta con ganas de comer un huevo frito». Entonces Juan cierra el
libro y vuelve a la cama. Aquellas no son horas para comer huevos
fritos, y menos aún para demorarse en relecturas.
Relato ganador del mes de noviembre
II Concurso de Microrrelatos «La Radio en Colectivo / Valencia Escribe»
Gabriel Bevilaqua (Zárate, Argentina)
https://elefantefunambulista.blogspot.com.es/
11
Pianto – Emanuele Noferini (Italia) https://500px.com/emanoferini
12
Pinchar a un niño
Llora en niño en la consulta,
voces femeninas
tratan de calmar.
El atormentado infante
se debate
en brazos ajenos.
Busca a su madre,
busca a su abuela,
que con ojos vidriosos
le chistan,
le mienten,
hasta que llega
el «ya está»,
todo son aplausos
y risas,
y «¿te doy un globo?»,
y «¿te doy una chuche?»
y el niño sale
agujereado
y contento.
Una lágrima resbala,
surca las mejillas rojas,
mientras sus carrillos
mastican la chuchería
y sus brazos cortos
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atrapan el globo
y su madre,
o su abuela
la nariz se limpian…
Manuel Serrano (València)
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Atardece en otoño
Fotografía (autor desconocido) aportada por la autora
La tarde elige el gris para vestirse,
el viento desnuda sin permiso ramas desprevenidas,
al sol lo traicionan nubes oscuras y burlonas,
los pájaros olvidan su canto y el nido,
las primeras gotas se cuelgan suicidas de los balcones,
y la lluvia dibuja pequeños charquitos
que no alcanzan para ahogar la tristeza
y la nostalgia de infancia, de aquel goce
por mirar la lluvia, que la razón me ha robado,
mientras el día agoniza,
la noche se adueña de la vida.
Mirta Calabrese De Luca (Sant Celoni, Barcelona)
http://deshojandoversos.blogspot.com.es/
15
Fotografía de la autora
16
Brindis
Envejecido en vasijas celtíberas, a los dioses romanos fue dado
como ofrenda: ya lo contó Marcial. Monasterios de piedra y de
silencio lo acogieron; monjes medievales consagraron el vino y fue
milagro.
Antiguo como el hombre, vino joven, hijo de viña vieja, que
renaces cada año de tu muerte de invierno, de tu tronco hibernado, y
despiertas a la luz del sol cada mañana. Brotan en primavera de tu
cepa reseca yemas, pequeñas ramas, hojas suaves y tiernas y zarcillos
rizados. Tus flores invisibles fructifican sin viento y esquivas las
heladas tardías como puedes. Y en los días calientes y lentos del
verano, siempre frescas las noches de los montes y las sierras que
habitas, crecen tus uvas, se aprietan los racimos, se te desborda en
zumo cada grano. En otoño has perdido las hojas: se volvieron
doradas y encendidas. Volaron con el viento. Y tú extiendes tus dedos
desnudos al breve sol de invierno.
Laderas de las sierras, piedemonte, barrancos. Hoces excavadas
en la piedra caliza, baldíos y llanuras flageladas por vientos
inclementes. Mira qué tierra dura, seca, abrasada de hielos y de estíos,
un año y otro y otro. Gravas, margas, arcillas, pizarras rojas, grises…
Mira qué pedregales atraviesan los ríos con nombres de reflejos —
Mesa, Jalón, Ribota, Manubles, Piedra, Jiloca, Perejiles…— que
hieren como dagas sin tocarte, vid extrema y prohibida. Como
hembra antigua y sabia, has conseguido hendirlos, acuchillarlos de
raíces profundas y enredadas. Te agarras a la vida robándole al
subsuelo la humedad que se encauza en inaudibles arroyos
subterráneos.
Agua que trae aromas de tomillo y romero, rosal silvestre y
moras. Mira qué cielo extraño, qué inclemencia de sol. Que sea lluvia
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dulce y moje cada uno de tus surcos, que te empape sin ruido. Hazlo
tormenta que entre con fuerza en tu interior. Que sea vendaval y te
sacuda. Abrázate de vientos, quebrántate de heladas, silénciate de
nieves. Y despierta de tiernas primaveras y hazte cielo en tu cielo.
En el límite de todas las alturas, donde el aire es más frío; en las
planicies abrasadas, desiertas como páramos, sólo te llega el grito de
algún pájaro. Di su nombre, comienza a desgranar su misterio en
palabras. Haz tu fuerza más fuerte que el ruido de los truenos. La
tormenta se pierde, la niebla se deshace, el sol se dulcifica. No dejen
de abrazarme tus brazos de sarmiento. Al borde del abismo, azotada
por vientos de todos los puntos cardinales, te nombran Viña Vieja.
Sabia y madura vid, arraigada en la piedra, anudada en sarmientos.
Resistes las heladas tardías, el calor del estío, la herida del granizo y,
en venganza, regalas al otoño racimos de uvas blancas, doradas,
verdes, malvas, granates y violetas. Macabea desnuda en tonos
verdes, malvasía, madre del vino blanco. Rosado de uva dulce,
garnacha, con aromas a fresa y frambuesa. Racimos tintos de venas
minerales, de cereza y violetas, granates y carnosos de arbusto y
matorral.
Pero recuerda, viña, que naciste pequeña, regalada y mimada
por la mano del hombre. Y que tu cuerpo, hoy retorcido y seco, fue
un día también joven y frágil y tuvo que luchar contra los elementos.
El hombre te cuidaba y protegía. Labró tu tierra y te libró de plagas.
Es su forma de amarte, carente de caricias. Al hombre que te ame con
respeto regalarás tus uvas, y ese hombre las hará jugo de dioses.
Atrás te quedas, soberbia vid de soledad herida, quizá añorando
a quien, guardando el equilibrio sobre las inestables piedras en las que
sobrevives contra todo pronóstico —dolor en los riñones, tijera en
mano y acariciando uvas—, se llevó el postrer racimo de tu viñedo sin
horizontes. Casi inaudible, llevado por el primer viento helado del
otoño, te llegará este brindis:
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Sostened, amigos, las copas en alto y dejad que las bañe luz de
luna de reflejos mudéjares. Brindemos por la tierra que acuna las
raíces y la lluvia que verdeó la cepa en primavera. Por las manos que
esrayaron, por el sol que concentró los jugos. Recordad las tijeras y
los capazos, el lagar y la espera silenciosa. Brindad, amigos, por la
vendimia. Por la vida, la muerte y el vino nuevo.
Yo te presiento y brindo por el vino derramado sobre tu cuerpo
con sabor a tierra. Brindo por estas piedras empapadas y por tus
labios secos teñidos de taninos. Brindo por las caricias y los besos, por
cada rizo de cabello oscuro y por la luz que muere en tus pupilas.
Sólo quiero tu cuerpo, tus uvas, el silencio infinito. Brindaré hasta el
final, hasta morir en ti: por las copas vacías, por los cuerpos
exhaustos, por la vida.
Cristina Cifuentes Bayo (La Puebla de Alfindén, Zaragoza)
http://www.irae.es/
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Fotografía (autor desconocido) aportada por la autora
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Rutinas
El ala de tu beso es un ala que suena
igual que esas viejas cometas
que llevan tiempo guardadas
y parecen crujir al desplegarse.
Me besas y me llevas
presa en tu boca hasta mediodía
como esas letras que se caen de los renglones
y aparecen raídas en los bolsillos
cual migas diminutas.
En la comisura de tus labios resbalo
hecha un hilo de sueño que tú animas,
despiertas, muerdes, buscas
para llenar los huecos de las horas
como pasta de chicle, nicotina,
caramelo de café con leche
que baila lentamente en tu lengua
día tras día.
El ala de tu beso es un ala quebrada
que atestigua el recuerdo de mi fuga.
Manoli Vicente Fernández (Viana do Bolo, Ourense)
http://www.lascosasqueescribo.wordpress.com
21
Autor desconocido (imagen encontrada en la red)
22
Billetes de ida y vuelta
Cuando facturó su maleta en el aeropuerto de Madrid, pensó si
también debería facturar los sueños rotos; si, en caso de perderle el
equipaje, al devolvérselo, recuperaría también las ilusiones. Sentía el
peso de la decepción sobre los hombros como si cargara con un
Airbus repleto de oportunidades perdidas.
Durmió la mitad del vuelo y despertó surcando las nubes sobre
el Atlántico mientras amanecía.
Aquel océano parecía tener una obsesión de ida y vuelta con su
familia. Primero con la tatarabuela, a la que embarcaron en un puerto
africano para que sirviera como esclava en el nuevo continente; y su
tatarabuelo, que hizo un recorrido similar buscando la tierra
prometida desde un pueblecito de Galicia.
Le habían contado muchas veces cómo se habían enamorado y
cómo volvieron a la madre patria convertidos en indianos que
nadaban en dinero. También cómo, tras una década de lluvias,
miradas de soslayo de los vecinos y dos hijos mulatos, la tatarabuela
se hartó y le dio un ultimátum a su marido: «O nos volvemos a Cuba,
o me tiro por un acantilado.»
Así que volvieron, con los dos nenes de la mano. El menor de
ellos regresaría a Galicia tiempo después, para combatir en una guerra
que creyó suya y de la que nunca volvió. Desde entonces, en la
familia, se instaló un incómodo silencio cuando se mencionaba
España.
No es de extrañar que pusieran el grito en el cielo cuando él dijo
que quería irse de la isla, que le habían contado que en el pueblo de
los abuelos había trabajo y que los papeles no eran tan difíciles de
23
arreglar porque, a pesar de lo que dijera el color de su piel, él era
medio gallego.
Miró por la ventanilla ovalada. Qué distintos los sentimientos de
ahora con los de la ida; qué de incertidumbres hermosas le rondaban
la cabeza; cómo ansiaba ver aquella tierra verde en la que nunca,
decían, dejaba de llover.
Jamás creyó que fuera tan triste dejar un pedazo de tierra que no
era la suya, pero eso de la morriña es un virus contagioso, aunque
puedan más las penalidades que las dichas vividas.
¿Y ahora qué? Sintió que su familia no había sido nunca ni de
uno ni de otro lado; que su hogar, sus raíces, debían estar allí abajo,
en algún punto perdido en el vasto océano y que estaban condenados
a cruzarlo, al menos, una vez en cada generación para descubrir que
lo único que les unía a la tierra era la inmensidad del mar.
Aurora Losa (La Palma del Condado, Huelva)
https://ladesdichadesersalmon.com/
24
Mi perro y mi gato
Catch me... - Alexander Drozdov (Rusia)
https://500px.com/alexanderdrozdovdvjsam
Yo no soy yo
Soy mi perro y mi gato
El perro es afectuoso
fiel
ingenuo
simpático
cobarde
espontáneo
confiado
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El gato es distante
desagradecido
astuto
huraño
intrépido
calculador
suspicaz
A veces notas que se necesitan
Entonces duermen y sueñan juntos
Pero la mayor parte del tiempo
cuando no se ignoran
se repelen como polos de un imán
En sus contiendas
el perro siempre sale malherido
y solo consigo aliviar su dolor
con una generosa ración de mentiras
A mi gato lo llamo Cerebro
A mi perro Corazón
Rafa Sastre (València)
http://rafasastre.blogspot.com
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Sentidos
Imagen libre de derechos (autor: Geralt) https://pixabay.com/
Me falta el tacto de tus labios sobre los míos; el gusto del
chocolate derritiéndose en mi boca; la visión de las olas deshaciéndose
sin remedio en la orilla; la melodía del piano con tus tiernas
disonancias; el aroma del café de media tarde.
Me sobra el frío del metal; el sabor de la sangre en la garganta; la
visión de mis ojos extraviados; el réquiem que suena en mi cabeza; el
olor de tu ausencia.
Concha García Ros (Cartagena, Murcia)
http://nosvemosenkairos.blogspot.com.es/
27
Ilustración de Ignacio Urtiaga, aportada por el autor del relato
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Invisible
Las plantas no florecían, los perros dejaron de ladrar.
Nadie la echó de menos, ni el banco, la soledad pagaba bien las
facturas.
Solo la avaricia necesitó su casa y forzó la cerradura, allí estaba
ella, en su sillón, esperando que alguien llamase a su puerta desde
hacía dos años.
Elegido Mejor Relato 2016 de la web «50 palabras»
Javier Puchades (Quart de Poblet, València)
https://eldecantadordeletras.blogspot.com.es/
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Ilustración de Sandra Suy (Barcelona) https://www.sandrasuy.com/
aportada por la autora del poema
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Discontinuas
Podrías recorrer mis líneas
con la punta de tus dedos
dibujando discontinuas
mientras te sello con mis besos
estaríamos en todos lados
y las estrellas cuidarían de mí
si por una vez hicieras lo indicado
las musas te concederían sonreír.
Podría enseñarte mis colores
uno a uno reflejados en el balcón.
Adornaría incluso esas inútiles noches
que has estado reteniendo en tu colchón.
Olvidarías a todas, querido
si tus poros fantasearan con mi nombre.
La montaña rusa dura lo que un suspiro,
tú decides ser “ese” hombre
podría ser cualquier situación
si tu corazón durmiera en invierno,
no importa si estamos en el norte o el sur…
¡Mesero! Al trago le falta hielo.
Aldana Michelle Giménez (Mendoza, Argentina)
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Acuarela de Manuel Bocanegra https://bocanegracuarelas.jimdo.com/
aportada por la autora del relato
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Destino: Paraíso
Dobla con cuidado todos sus sueños y los guarda en su maleta,
junto con la necesidad de comenzar una vida nueva. Se dirige al
lejano y deseado paraíso.
Han prometido llevarla hasta allí, conseguirle un trabajo,
ayudarla a que su familia deje de pasar hambre, a sobrevivir.
Con el corazón roto de dolor sube a la desvencijada barca,
hacinada junto a los demás, que como ella huyen cruzando el mar,
soñando que al otro lado espera su salvación.
Amanece mancillada sobre la mugrienta cama de una habitación
cerrada.
Dos lágrimas teñidas de rojo neón resbalan por su piel de ébano.
Relato finalista en el programa de RNE Wonderland del 21.01.2017
Pilar Alejos Martínez (Quart de Poblet, València)
https://versosaflordepiel.blogspot.com.es/
33
Fotografía de la autora
34
Otra Navidad
Un nuevo año nos encuentra juntos.
A mí, sentada contemplándote y vos erguido y majestuoso como
siempre.
Somos los mismos, pero diferentes. Un año ha pasado desde que
nos vimos por última vez. No hace tanto, pero… ¡cuántas cosas han
pasado¡
Como siempre, espero la oscuridad y el silencio de la madrugada
para sentarme a contemplarte, a hablarte, a sonreír y llorar mientras
tus luces, como pequeñas estrellas, parpadean y parecen contestar ese
torbellino de pensamientos que son más veloces que la palabra.
Estamos juntos hace muchos años, pero cada año es distinto.
Añadimos un adorno, una luz, pero también vemos con tristeza que
alguno se ha roto y alguna luz ha dejado de titilar.
Comienzo por donde tus ramas son más espesas y tu
circunferencia más amplia y sin verlas, imagino las raíces, no de un
árbol navideño, sino del mismo árbol de la vida. Porque eso sos,
porque en cada rama está suspendido un recuerdo.
De esa cepa y ese tronco, queda una anciana, que, a sus 96 años,
no se rinde ante los embates, y quedan las ramas, cuajadas de vida,
imbuidas con la savia que tus raíces nos brindaron, savia que contiene
honestidad y trabajo, sacrificio y dedicación, respeto y generosidad.
Todos esos nutrientes corren hoy por nuestras venas, las venas de tres
generaciones que, hasta hoy, nacieron de ese tronco.
Una Navidad más me hace reflexionar en cómo vivimos, a qué
dedicamos nuestro trabajo, nuestro tiempo, nuestro esfuerzo. Me
gusta sentarme sola en algún café o plaza y observar, escuchar a esos
desconocidos que están tan cerca. Desconocidos con los que a veces
nos identificamos, otras deseamos nunca parecernos.
35
Me enamora oír palabras y gestos de amor, miradas cargadas de
ternura y emoción.
Me humedece los ojos un niño pequeño que le sonríe a una vida,
a un futuro aún incierto.
Me exaspera el egocentrismo de los que miran o hablan desde
una invisible plataforma, haciendo alarde de logros, sin darse cuenta
que su pedestal se encuentra instalado en arenas movedizas.
Me emociona la gente mayor que camina tomada de la mano,
compartiendo un pasado y tal vez proyectando mucho para un breve
futuro.
Cuando las luces de este árbol iluminan un adorno, en él
encuentro cada una de estas vivencias, sueños, pensamientos. Cada
objeto que lo engalana tiene un nombre, un recuerdo. Unos por la luz
que emanan, otros por los años que hace que lo adornan, y muchos
porque les he puesto nombre, para recordarlos aún más en esta noche
de balance, en esta noche donde agradezco lo mucho que la vida me
da, pero donde también hay muchos ¿por qué? que ni yo, ni vos,
querido árbol, podemos contestar.
Continúo recorriendo tus ramas mientras las lágrimas resbalan
por mis mejillas, algunas muy dulces, otras salobres, pero ambas se
conjugan, porque en eso se basa nuestra existencia.
Y al llegar a la cúspide encuentro un gran sol que es todo
energía, que despliega sus rayos cada día, que acaricia mi alma y me
da la fuerza que a veces necesito y siempre, siempre, dibuja en mí una
sonrisa.
Así es mi árbol, no tiene adornos, tiene estrellas y sol, por lo
tanto, tiene noche y día, oscuridad y silencio, pero también claridad y
bullicio, como la vida.
Un año más nos encuentra en el silencio de esta noche, donde
doy rienda suelta a los pasados trescientos sesenta y cinco días. Y
como cada año, agradezco la familia, el amor, el cariño, la amistad, la
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compañía, la contención de todos y cada uno de ustedes, de todos los
que por una u otra razón están en mi corazón.
Los ausentes nunca faltan en mis recuerdos, siempre están
presentes. Y todos, unidos por ese lazo invisible que nos rodea,
abracemos con alegría y esperanza a esta nueva Navidad y
preparemos nuestro espíritu para que el Nuevo Año nos encuentre
deseosos de enfrentar nuevos desafíos, de continuar soñando, de
proyectar y de alcanzar esas metas que nos propusimos.
Mis deseos en esta madrugada, ante vos, querido árbol, son
simples: continuar dando gracias por tanto y por todo, saber pedir
disculpas con sinceridad y humildad al comprender mis errores y
continuar sintiendo y expresando amor.
También creer, siempre creer, porque muchas utopías pueden
hacerse realidad si las deseamos con firmeza. Creer, siempre creer,
porque eso nos da una razón para vivir con esperanza en este mundo
cada vez más alocado y hostil, más intolerante. Creer, siempre creer,
vale la pena, al menos intentarlo. Nada está perdido mientras la llama
de la esperanza esté encendida. Renovemos esa llama esta Navidad.
¡VOS PODÉS! ¡TODOS PODEMOS!
FELICES FIESTAS PARA TODOS Y UN INMENSO
ABRAZO JUNTO A MI GRAN CARIÑO
Liliana Ebner (Buenos Aires, Argentina)
37
He was de nazz – Helen Green (Reio Unido)
http://helengreenillustration.com/
Ilustración aportada por la autora del poema
38
Homenaje
«I don’t know where I’m going from here,
but I promise it won’t be boring»
David Bowie
Las múltiples caras
de un artista no olvidado.
Su voz,
sus movimientos,
su energía…
siguen haciéndonos vibrar cada día.
Un hombre
que mutaba en el escenario
como quien cambia de ropa.
Un ser tan mágico
que muchos creían que provenía de otro mundo.
Un individuo sin igual,
tocado por la gracia divina del Rock&Roll.
Una criatura tan asombrosa
que nos hizo dudar de si algo tan bello podía ser real.
Pero lo único cierto ahora,
es el sentimiento de desazón
que envuelve nuestra alma.
La congoja al escucharlo cantar,
el tormento al ver pasar los años
y saber que él ya no está aquí.
39
No nos olvidamos
y seguimos extrañando
al héroe que nos guío durante décadas
y que siempre,
seguiremos alabando.
Esther Moreno Morillas (València)
http://elcascabelalgato.blogspot.com.es/
http://invisiblevoyeur.blogspot.com.es/
https://feminismosmasturbatorios.wordpress.com/
40
La huida
Depression – Dave Graham (EUA) https://500px.com/flickerdown
Alargué el brazo sin saber que iba a encontrarme con el vacío de
su ausencia. Todavía el lado izquierdo de la cama mantenía el olor de
su cuerpo. Cerré los ojos con fuerza. En mi mente perduraba el
recuerdo de nuestro feliz encuentro. Pero esa madrugada la fría brisa
de noviembre fue testigo de una huida que no por esperada resultó
menos dolorosa. Su carácter voluble se impuso al tiempo que
habíamos pasado juntos. De nada sirvieron mis cuidados, mis
caricias, hacer de ella el amor de mi vida.
Total, para largarse con el primer gato callejero que pasó
maullando debajo de nuestra ventana.
Pepe Sanchis (Massalfassar, València)
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Make a wish – Judyta (Polonia) https://fennearts.deviantart.com/
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Estrellas errantes
Cada tarde, ya muy próximo el sol a su ocaso, ella −etérea,
suave, transparente− con esa lealtad inquebrantable tan propia de los
amores platónicos, de los amores imposibles −siempre a su cita
puntual− hace su aparición. Mágicamente se quiebra entonces la
penumbra, arden en el firmamento, cómplices, las estrellas, se
conmueven las almas sensibles y la asfixiante grisura del mundo de
golpe desaparece, eclipsada tras su luz.
Cobra en ese instante existencia la belleza.
Silencio...
Sus ojos se clavan en los míos. Una sonrisa adormilada, cierta
niñez soñadora ya remota, casi olvidada. Una voz que, sabia, a través
del espacio y el tiempo resuena, romántica, lúcida, valiente... Una voz
antigua y poderosa que mucho sabe de amor, de dolor y soledad.
Zonas de dulzura, palabras en melancolía enredadas que de las
sombras rescatan a quien por ellas se deja embrujar, palabras que
calman heridas, que al lugar al que alguna vez tantos sueños huyeron
encaminan y, generosas, cada noche regalan algo que la vida nunca
da: una ilusión, una esperanza, un misterio, el verso eterno de un
poema que dos corazones une.
Palabras que al amanecer se desvanecen raudas como una
estrella fugaz. Frágiles destellos de luz, de dolor, de magia, de
vulnerabilidad. Oleadas de alegría, de pena, de ternura. Lágrimas
lentas de cristal. Latidos de Poesía.
Marta Navarro (València)
https://cuentosvagabundos.blogspot.com.es/
43
Sin título – David Ingraham (EUA)
https://www.flickr.com/photos/d-ingraham/
44
Dimitry
Recibió un impulso que le hizo recorrer el pequeño espacio en
pocos minutos. Tal era el estado de excitación que la noticia le había
producido. El fulano aquel —el de la llamada— no le dio muchas
explicaciones, pero sabía que su vida corría peligro. No iban con
contemplaciones.
Cuando llegó al callejón, comprobó que los edificios, todos
grises y de gran altura, impedían tener acceso directo a la gran
avenida. Varias vallas cerraban los posibles huecos entre los bloques
de casas; aparentemente, todas abandonadas por los cristales rotos
que se veían en las fachadas y la basura acumulada en toda la calle.
Dimitry no estaba en su mejor momento, los años y la rodilla
recién magullada por la pelea que había sostenido hacía pocos días,
hicieron que se detuviera para coger aliento. El sudor, que le caía por
la frente, y su respiración entrecortada, le estaban avisando de su
dificultad para seguir corriendo y sobre todo para escalar las vallas.
Se dejó caer en el suelo con las piernas extendidas y sin dejar de mirar
hacia un lado y otro, empezó a llorar. Pero sabía que debía buscar
una salida si quería alargar su miserable vida o abandonarse allí
mismo si consideraba que ya no merecía la pena.
Empezó a oír cerca el motor de un coche que se acercaba a gran
velocidad.
María Luisa Pérez Rodríguez (València)
http://marialuisaperezr.blogspot.com.es/
45
Cabeza de mujer llorando con pañuelo (1937) – Pablo Picasso (1881-1973)
Imagen aportada por la autora del poema
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Grito o lamento
No pretendo ser más de lo que soy,
pero sí pretendo hacer bien lo que debo hacer
Dejad que estalle en mi garganta
el grito que no sale,
dejad que mis ojos lloren y ruede libre en mi cara,
y que el áurea luz de un bello amanecer
se pueda leer en mi mirada.
Dejadme que respire el limpio aire en la montaña,
sentir bajo mis pies la blanca arena
y la fresca brisa del mar me dé en la cara.
Allí,
escuchar las notas quejumbrosas
de los acordes de una sabia guitarra,
que el dulce son de sus lamentos me caliente y me queme
las entrañas.
Dejad que la noche, llegue hasta mí, cansada
y como una dulce amante se meta entre mis sábanas,
que regale a mi descanso mil sueños inconexos
que despejen de nubes mi alma.
47
Y alba,
despertar serena
sintiendo que me quiere la mañana,
que un beso encienda mis mejillas
y el roce de unos dedos acaricie mi espalda.
Que una voz de cálidos matices
ensanche mi pecho de nuevas esperanzas,
y me hagan avanzar con paso firme,
sintiendo la tierra fuerte a mis plantas
Sentir,
que aunque cansada... aún estoy viva
y que esta vida prodigiosa... aún me ama.
Conxa Gausí Caballero (València), 1985
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Chal Chal
Imagen libre de derechos (autora: santarina81) https://pixabay.com/
Estaba muerta de amor y él se daba por desinformado.
Deambulaba noche y día, y mi esfuerzo por olvidarlo aumentaba
mis deseos de tenerlo.
Se había vuelto una obsesión. No sé si me gustaba su manera de
escurrir la mirada cuando notaba que lo observaba o su forma de
caminar cuando se iba bajo la lluvia, desprotegido; lo que sí sabía era
que necesitaba saber que existía para mí, para hacerme feliz, y a mi
manera; sumergirnos en una pasión de esas que no se olvidan a la
mañana siguiente, antes de tomar el primer café.
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Ya no sabía que hacer: me leyeron la borra de todos los brebajes.
Recurrí a las constelaciones. Visité todos los consultorios que
encontré en las páginas amarillas; todos los psicólogos coincidieron
en lo obvio: olvidate de él, concentrate en ti. Más me concentraba y
más se disparaba mi mente hacia esa expresión bobalicona que solía
tener cuando yo me insinuaba.
Al final me animé. Clarita me dijo que había una «Señora» que
daba yuyos para el amor, y que confiara que seguramente en una o
dos visitas a doña Eloísa, el caballero en cuestión caería rendido a mis
pies.
La visité cinco veces. No era cosa de escatimar esfuerzos. Al cabo
del tiempo me fui sintiendo mejor. Había desaparecido aquella
puñalada en mi costado derecho, a la altura de mi hígado y lograba
concentrarme más en mi trabajo y aficiones. Eso sí, del fugitivo:
¡nada!
Un día le pregunté a doña Eloísa, qué yuyo estaba tomando.
─Chal Chal —me dijo escueta, y con eso me conformé.
Me informé en Google, como corresponde a toda persona bien
instruida y descubrí que el Chal Chal es una maleza que mejora las
afecciones hepáticas. En fin, que una maleza se cura con otra maleza,
y el amor contrariado es un golpe bajo, exactamente a la altura
hepática.
¿Yo?
Cambié de menú.
Vivian Rodríguez Dorgia (Montevideo,Uruguay)
https://lapiazzadellaluna.blogspot.com.uy/
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Estela de Blues
Fotografía aportada por la autora (autor desconocido)
Las horas gotean acordes sin sentido
en el fondo de un vaso de bourbon,
destiñendo las teclas
de ese huérfano piano privado de sonido.
Se despeinan sus cuerdas
enredadas en el hielo de una canción
con la morfina del tiempo.
Suena un brindis en un reloj de muñeca
y un blues descompasado de sueños.
Alguien cierra la persiana…
Mª Belén Mateos Galán (Zaragoza)
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Assembly required - Hugh Kretschmer (EUA) https://hughkretschmer.net/
Fotografía aportada por la autora del relato
52
Su mundo, mi mundo
Conocí a Juan Oller el día de San Valentín del 2007. Tenía una
voz cálida y muchos sueños por cumplir. Nos aferramos el uno al otro
como supervivientes únicos de una catástrofe nuclear y juntos nos
pusimos a reinventar el mundo.
Pasado el tiempo y con las esperanzas rotas, he llegado al
convencimiento de que ese mundo que cada uno recreaba en su
mente no se parecía nada al del otro. Hasta que un día cada uno se
perdió en el suyo y no volvimos a encontrarnos.
A mi vida volvió el sabor de las almendras amargas y tuve que
empezar de nuevo a construir despacio, sin prisas, sin pausas, un
mundo solo mío porque ya no creo en las quimeras de los otros.
Lu Hoyos (València)
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Imagen libre de derechos (autor/a: Limber) https://pixabay.com/
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« La Nochevieja se viene, la Nochevieja se va»
«...y nosotros nos iremos y no volveremos más»
Sí, soy consciente de que he cambiado la letra de este villancico
popular. Como cada año, cuando se acerca la Nochevieja, me pongo
pensativa, meditabunda y por qué no decirlo, algo metafísica. El fin
de año tiene un significado diferente dependiendo de la edad que uno
tenga, sin embargo a medida que vamos cumpliendo años esta fecha
nos pone melancólicos.
Probablemente no todo salió como esperábamos, alternamos sin
duda momentos de alegría con otros de pena y dolor, momentos de
soledad y compañía. A lo largo de 364 días hemos tenido encuentros
y desencuentros, algunos de nuestros seres queridos se han marchado,
otros vienen al mundo por primera vez.
Los buenos propósitos del año anterior se quedaron tal vez en
sólo propósitos sin cumplir. Detengámonos a pensar que la vida pasa
y el tiempo es irreversible así que lo que tengamos que hacer
hagámoslo. No demoremos más nuestros planes, tal vez no haya un
mañana, tal vez....no volvamos a tener esa oportunidad, tal vez no
haya otro tal vez.
Como cada Nochevieja me gusta escuchar la canción de Mecano
Un año más. «Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco
minutos más para la cuenta atrás/ Hacemos el balance de lo bueno y
lo malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás».
Y ahora a tan sólo cinco minutos de las doce campanadas y a
punto de la entrada del nuevo año me propongo un plan: ¡Vivir el
momento; respirar profundamente y mirar siempre hacia adelante!
¡Feliz 2018!
Carmen Fabiá Mir (València)
55
Fotografía de la autora del poema
56
Volar sin ojos
Va por ti este brindis
ave de pluma adolescente
cuyo canto oscurece
el aire desvaído
un día como hoy que no es noviembre
ni mayo ni verano.
Sin embargo
el cielo lleva un manto tan triste
que no sé con certeza
si es que está anocheciendo o es que al día
le viene cuesta arriba levantarse.
Pero a tu endeble cuerpo no le angustia
que a la luz le divierta
jugar de vez en cuando al escondite
y subes y te mezclas con las nubes
construyendo tu propia aventura
en solitario.
Te desmarcas
sin demasiadas precauciones
solo mirar arriba por si existe
una copa más alta que te preste
el hueco que precisan otros nidos.
Isabel Sifre Puig (València)
57
How to study – Annamari Kuvaja (Finlandia)
https://www.flickr.com/photos/88849703@N08/
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Tiempo de suecas
Años setenta. Ingrid, estudiante sueca de Filosofía y Letras,
terminado el último examen del curso, sale rumbo Madrid para
preparar su tesis de licenciatura sobre el teatro español del Siglo de
Oro. Se quedará un mes para llevar a cabo sus investigaciones en la
Biblioteca Nacional.
Antonio, estudiante de Ciencias Económicas, también se
encuentra en la Biblioteca para terminar su tesis de doctorado.
Coinciden en el fichero y Antonio, nada más verla, se queda
prendado de aquella chica rubia de pelo largo, con minifalda azul
cobalto y una blusa del mismo color con el escote abierto un poco
más de lo debido. Tenía un aire muy sexy. El chico no podía dejar de
mirarla y se le acercó para preguntarle si necesitaba ayuda. Ella la
aceptò y siguieron viéndose durante todo el mes de julio. Llegado el
momento de su regreso a Suecia, Ingrid prometió escribirle y él que le
enviaría todos los libros y fotocopias que necesitaba.
Se escribieron durante mucho tiempo, Antonio no podía
olvidarla y en las cartas le repetía «en mi habitación tengo tus
fotografías y en mi cartera también llevo tu foto. No te puedo
olvidar». Y en otra «pero lo que me preocupa es terminar mis
estudios, y después iré a secuestrarte. Perdona, pero soy sincero, no te
puedo olvidar. … Cómo me acuerdo de todos esos momentos que
pasamos juntos».
El problema es que Ingrid no estaba tan enamorada de Antonio
y había sido solo por el interés de su trabajo que siguió con su
amistad. Una vez licenciada, le escribió de vez en cuando a pesar de
que él lo hiciese con frecuencia. En una de sus últimas cartas Antonio
le decía «Yo iría a Estocolmo para verte, pero tú no querrás salir
conmigo, y lo pasaré muy mal». Ya se había dado cuenta de que a
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Ingrid no le importaba como a él le hubiera gustado, por lo que se
sentía muy infeliz.
Ingrid se casó con su pareja sueca.
María Gracia Scelfo (Roma, Italia)
http://mgscelfo.blogspot.com.es/
60
Tu
Winter walk – Jaromir Chalabala (Rep.Checa) https://500px.com/chalabala
M’agraden les nits
fredes d’hivern.
Tal volta
perquè em recorden
a tu.
Marisa Martínez Arce (València)
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Imagen libre de derechos (autor: Nikolay Frolochkin) https://pixabay.com/
62
En la Plaza Roja
Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos
llegar a ello por el camino más complicado.
George Sand
Vacaciones en la madre Rusia.
Inmensos bosques que van de Vladivostok a Moscú.
Cientos de kilómetros viendo espesos bosques milenarios de
coníferas, robles, limos, abetos, tilos y... quién sabe, a través de las
ventanillas de un tren. Hermoso y monótono espectáculo que parece
no terminarse nunca.
La inmensidad de la patria rusa, eterna en su grandeza y su
miseria. Superior a la corrupción de sus dirigentes con sus gánsteres y
sus oligarcas, indistinguibles unos de otros. Ha sobrevivido a siglos de
miserias, zares y tiranos, y sobrevivirá siglos en adelante.
El tren atraviesa la estepa. Elena mira por la ventanilla,
Salvatore dormita en el sofá.
Se llega a Moscú, a la gran Plaza Roja con vistas al Kremlin.
Lenin continúa momificado en su mausoleo. Bendita momia,
benditos momificadores por el trabajo bien hecho.
Justo frente al mismo mausoleo, al otro lado de la plaza, hay un
centro comercial custodiado por un antiguo guarda rojo que cachea a
los potenciales clientes a la entrada de la galería; dentro de la misma
puedes comprar un Rolex por dieciocho mil euros (tres millones de
las antiguas pesetas), pero a Salvatore le interesa un mercadillo donde
venden de todo, que hay unos metros más allá de la plaza. El guía de
los turistas aguarda a que todos los compañeros de viaje de Salvatore
entren en el centro comercial mientras son cacheados por el matón de
uniforme, a la entrada y a la salida. Salvatore le advierte:
63
—Tovarich (camarada), me voy a ese mercadillo, el que hay un
poco más allá.
—Está bien, no tardes y cuidado con los carteristas; udacha
(suerte).
Salvatore se acerca al grupo de puestos de madera y esquelético
metal que hay en las cercanías de la plaza y repara en su debilidad:
libros. El propietario se le acerca y Salvatore lo saluda, delatando sus
escasos conocimientos de ruso:
—Priviet (Hola).
—¿Khoroshiy drug, glyadya werkh khigu? (Buenas amigo,
¿busca algún libro?).
Salvatore apenas sabe unas palabras sueltas de ruso, pero
haciendo acoplo de esos escasos conocimientos le comunica sus
propósitos.
—¿Kninipo prodazhe? (¿libros en oferta?).
El tipo sonríe y le dice un dicho popular que Salvatore quisiera
poder entender:
—Kniga usegda sky vaget skryty dragot senny kamen (Un libro
siempre oculta una joya escondida).
Salvatore comienza a buscar en las filas de libros, todos en ruso
cirílico, montados unos sobre otros, y saca del grupo una Biblia
ortodoxa de tapas de cuero y con la apariencia de siglos de
antigüedad a sus espaldas, con páginas apergaminadas y letras
grabadas con un punzón artesanal. Salvatore sabe que tiene que ser
suyo. El propietario del establecimiento le sonríe, como si pudiese
leerle el pensamiento.
—Bibliya u kirilli cheskoy shest nadt satom veke (Una biblia en
cirilico del siglo XVI).
Salvatore se dispone a arrojarse tras el volumen sagrado como
un cuervo tras los ojos de un crucificado.
64
—-¡Chto! (cuánto).
—¡Sto yevro! (cien euros).
Salvatore extiende dicha cantidad en dos billetes de cincuenta
euros arrugados en su mano. El librero arrambla con ambos fajos de
un tirón, como si se tratara de un carterista zíngaro. Salvatore sabe
que el libro ya es suyo.
—Spasibo...
Vuelve al lado del guía en la entrada del centro comercial y al
enseñarle su nueva adquisición, este se alarma.
—¿Una biblia en cirílico del siglo dieciséis? Están protegidas por
el estado; vuelve a meterla en tu mochila.
El matón del centro comercial está demasiado atareado
cacheando visitantes.
—Pues vaya mierda... espera, ¿no será robada? —se dice
asustado Salvatore.
—No lo creo, hay mucho control con ellas, y para qué negártelo,
a la vez un absoluto descontrol, cualquier cosa podría ser; a no ser...
que la saques de contrabando, no hay otra posibilidad.
Salvatore arquea las cejas.
—Bueno, me la juego a cara o cruz.
Y contra todo pronóstico, algún santo bizantino o el mismísimo
Rasputin, se apiada de la suerte de Salvatore, pues su Biblia pasa los
controles de aduana sin problemas de ningún tipo. Absolutamente
todo tipo de controles. La suerte, o lo que sea, juega a favor del
coleccionista.
***************
Ya en casa, le advirtieron todos sus colegas que guardase su
nuevo tesoro bajo siete llaves, pues su coste real podía ser de miles de
euros. A Salvatore no le extrañaría. Pese a todo, el libro ya formaba
parte de su colección de incunables.
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Cenando en el cuarto de estar, en compañía de su esposa Elena,
brotaron recuerdos del viaje.
—No quiero ni pensar, Salva, lo que nos podría haber pasado
por tu nuevo «librito», no quiero ni pensarlo.
—Déjalo correr, ya pasó mujer, no te preocupes por ello.
—Me acuerdo de la momia de Lenin, daba escalofríos, parecía
que iba a pegar un salto en cualquier momento; si más que muerto, el
hombre daba la impresión de estar echando la siesta.
-¿Espera... no los oyes? —Salvatore pareció percibir algo, un
rumor que se extendía por el aire del cuarto.
—¿Oír?
—Los cantos de los monjes ortodoxos, cantos en ruso.
Jorge Zarco Rodríguez (València), 08/10/2016
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Reflejos disueltos
Donde no puedas amar, no te demores
Frida Kahlo
Imagen libre de derechos (autor: StockSnap) https://pixabay.com/
En qué se parecerá
tu sonrisa
al brillo de la porcelana,
mi ternura
a la ausencia de aspereza
en las telas de raso.
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No sé por qué limpiamos la vajilla,
por qué adecentamos este lecho,
quizá porque las costumbres sanas
también son adicciones estúpidas,
actos que tenemos metidos muy dentro,
hasta el hipotálamo.
No sé por qué hacemos con los cubiertos
lo que no lavamos en la cama,
también podríamos dejar
que la rima termine en disonancia
y dormir entre cristales sucios y platos rotos,
o planear delitos de pirómano bajo la colcha
mientras abrimos el mejor tinto de la bodega,
pero al final brindarían solas las sábanas
y cada uno bebería su propio fuego.
Creo que no va a merecer la pena
que nos arrojemos la culpa a la cara:
la culpa, tu culpa, mi culpa.
Mi culpa es un ángel furioso y sincero
y de afilada dentadura,
un hombre lobo hambriento
en la mitad de un plenilunio histriónico.
Tu culpa es un amable demonio
de sonrisa sarcástica y lengua viperina.
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Es mi última propuesta:
comamos culpa cruda,
saciemos este hambre
que deja la falta consentida de éxito,
atemos sus alas blancas con su rojo rabo
utilizando nudos gordianos,
arrastremos las mantas hasta la lavadora,
celebremos el momento final
con este licor amargo,
así, al menos y aunque siempre fría,
quedará una almohada mullida.
Luis Miguel Martín Antón (Burgos)
69
Large – Andre As https://500px.com/andreaeas100
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De perfil
Margarita estaba indignada. ¿Cómo osaba decir semejante cosa
de su niña? ¿Cómo se atrevía siquiera a insinuarlo? Había que ver qué
mala era la envidia, porque eso era lo que tenía aquella
metomentodo. Si es que ella supo que desde que su hija se fue a la
ciudad a estudiar y se hizo doctora, no le iba a perdonar. Y claro,
había aprovechado la oportunidad, y seguro que le iba con el cuento a
todo el mundo.
¡Mira que decir que su yerno pegaba a Azucena! Ni que él fuera
capaz, todo un señor catedrático. Y, por supuesto, ni que la niña se
fuera a dejar, con lo lista que era. Acabáramos. A qué mala hora le
cedió a su hija el piso del pueblo. Le había puesto la venganza en
bandeja a Paquita, su vecina de toda la vida, que debía estar
esperando una ocasión propicia. Y claro, oiría cuatro gritos y a
difamar se ha dicho. Que ya se sabe eso de «injuria, que algo queda».
Y todo porque su propia hija le salió más bien fea y corta de
entendederas. Y de milagro no se quedó para vestir santos, aunque
para ese patán que tenía por marido, mejor le hubiera ido. Seguro que
ese sí tenía las manos largas.
Benjamín había desconectado del monólogo de su mujer hacía
ya un buen rato. Solía hacerlo en cuanto ella se enredaba con chismes
que poco lo importaban. Tal vez si hubiera estado atento, las cosas
hubieran acabado de otro modo. Pero se limitó a asentir con la cabeza
y a ponerse de perfil mientras ella le contaba cómo había echado a
Paquita de su casa a cajas destempladas.
Tampoco su hijo le prestó demasiada atención. Bastante tenía un
adolescente como él con cargar con las burlas del pueblo entero
porque era diferente, y más cuando llevaba la cruz de llamarse
Narciso, con esa manía de su madre de ponerles a todos nombres de
flores.
71
Así que ni siquiera le comentaron a Azucena lo que decían de
ella. Con lo ocupada que estaba con su trabajo, su marido y sus hijos,
como para andarle con tonterías de patio de vecinas. Y la propia
Paquita, después de aquel estallido de rabia, tampoco volvió a tocar el
tema. Sólo lo había comentado con su hija Julia, la que fue la mejor
amiga de Azucena.
Julia fue la única que intentó hablar con su amiga. Le preguntó
qué tal le iba con su marido. Y como le dijo que todo iba bien, se
quedó tranquila. Le pareció cansada, desde luego, pero ello misma le
explicó que entre la casa, el trabajo y los niños, apenas tenía tiempo
para si misma. Tal vez, si la hubiera mirado con atención, en lugar de
ponerse de perfil, hubiera descubierto alguna marca que el maquillaje
no lograba tapar. Pero se conformó con la respuesta y siguió adelante.
El tiempo fue pasando. Margarita, en su fuero interno, se
arrepentía de su exabrupto con Paquita. La echaba de menos. Solo a
ella le habría podido contar lo triste que estaba porque su hija cada
vez iba menos a verles, porque apenas tenían contacto con los niños.
También Paquita notaba la ausencia de la que fue su amiga.
Trató de cerrar ojos y oídos a lo que pasaba en el piso de Azucena
para no complicarse, aunque cada vez iba menos al pueblo. Aquella
niña mimada y desagradecida se había olvidado de los suyos. Y le
embargaba una mezcla de rencor y pena cada vez que lo pensaba.
Cuando les avisaron de lo que había ocurrido no podían creerlo.
O tal vez no querían. Azucena había muerto tras ingerir un bote
entero de pastillas. Aunque sus padres dijeron a todo el mundo que
fue un accidente, era más que evidente que fue un suicidio. Y eso que
no contaron a nadie lo de los hematomas que tenía por todo el
cuerpo. Algo que les dijeron en el juzgado, tras la autopsia, y que
decidieron convertir en un secreto que les acompañaría a la tumba.
Y así fue. Margarita en apenas un año acompañó a su hija al
otro mundo, tras una depresión de la que nunca levantó cabeza. La
pena y la culpa se llevaron sus ganas de vivir, como también se
llevaron las de Manuel, que sobrevivía penosamente en una
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esidencia. Ni uno ni otra vieron más a sus nietos gemelos, que a los
cinco años quedaron huérfanos de madre.
—¿Y por qué me cuenta todo esto, doctor?
El médico dejó de hablar y tomó suavemente entre sus manos la
cara de su paciente, que había permanecido en todo momento
mirándole de lado sin soltar la manita de su hijo, de cinco años. Le
tocó el pómulo y comprobó que ella daba un respingo cada vez que lo
hacía. El tono púrpura había traspasado la gruesa capa de maquillaje,
que se cuarteaba conforme a aquella mujer le iban cayendo lágrimas.
—Yo soy el hijo de Azucena. Aquel niño de cinco años que se
quedó sin madre. Tardé bastante tiempo en saber qué le pasó a mi
madre, mientras me criaba el hombre causante de todo, mi padre.
No quisiera que su niño, de la misma edad que yo tenía, pasara
por todo esto. ¿Y usted?
Ese día cambió la vida para aquella mujer y su hijo. Denunció a
su marido y se marchó lejos, donde empezó una nueva vida. Tuvo
nueva pareja y, en cuanto se quedó embarazada, supo qué nombre
pondría a su hijo. El del buen doctor que tiró de ella para sacarla del
abismo.
Pero nació una niña. Y la llamó Azucena, en memoria de
aquella mujer que, sin saberlo, le salvó la vida.
Yo soy esa Azucena. Y ésta es la historia que le prometí a mi
madre que contaría al mundo cuando ella ya no estuviera. Ojalá sirva
para que nunca más nadie se ponga de perfil ante una mujer que grite
en silencio.
Susana Gisbert Grifo (València)
http://conmitogaymistacones.com/
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II Concurso de microrrelatos
«La Radio En Colectivo/Valencia Escribe»
El programa La Radio En Colectivo, de Mislata Radio, con la
colaboración de Valencia Escribe, y el fin de fomentar la creatividad
literaria y difundir el género del microrrelato, convocan el II Concurso
de Microrrelatos.
La presentación a este certamen implica la aceptación de las siguientes
bases:
1. El concurso se desarrollará desde mayo de 2017 hasta mayo del
2018. Cada mes se seleccionará un microrrelato ganador y entre todos
los ganadores mensuales se escogerá el ganador del premio final. Se
podrán enviar solo dos microrrelatos por persona al mes.
Los participantes deberán tener los 14 años cumplidos.
2. El microrrelato debe ser original e inédito (por inédito se entiende
que no haya ganado ningún premio ni se haya difundido en ningún
medio), escrito en castellano, y que no exceda las 150 palabras, título
incluido. La temática será libre.
3. Las obras se enviarán por correo electrónico, con el asunto «II
Concurso de Microrrelatos La Radio en Colectivo», a la siguiente
dirección: valenciaescribe@hotmail.com
El texto, que debe llevar título, debe incluirse en el cuerpo del mensaje
(no como un documento adjunto) y al final deben constar los datos
personales (nombre y apellidos, dirección postal, localidad y un
teléfono de contacto).
Se podrán firmar las obras con pseudónimo sin menoscabo de la
inclusión de los datos personales para el conocimiento de éstos por la
organización del concurso.
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Los microrrelatos se pueden presentar a cada convocatoria mensual
desde el día 1 desde las 00.00h hasta el día 28, 30 o 31 (según el mes)
a las 23.59h, en GTM+1.
4. Los textos ganadores mensuales se publicarán en las páginas de
Facebook: La Radio en Colectivo, y Valencia Escribe. Por este motivo
La Radio En Colectivo se reserva el derecho de reproducción y
difusión de todos los microrrelatos enviados, incluso los no seleccionados.
5. El jurado que seleccionará los microrrelatos finalistas de cada
convocatoria mensual estará formado por el equipo de La Radio En
Colectivo y de Valencia Escribe, pudiendo incluir en sucesivas convocatorias
a nuevos miembros del jurado.
El veredicto de cada mes se hará público el último jueves (no festivo)
del mes siguiente a cada convocatoria mensual en las página de
Facebook La RADIO en colectivo y Valencia Escribe y se leerá en el
programa de radio.
El veredicto final se hará público el último jueves de mayo de 2018
en las mencionadas páginas de Facebook y en la emisión de esa
semana del programa de radio.
Los autores ganadores y finalistas deberán estar dispuestos a darse a
conocer públicamente.
6. Los finalistas de cada mes optarán a un diploma y, además, está
prevista una sorpresa final para el ganador.
7. El jurado puede declarar desierto el premio mensual así como el
final si considera que ninguna de las obras presentadas tienen
suficiente calidad para ser publicadas.
8. La Radio En Colectivo y se reserva la posibilidad de modificar las
bases del concurso por causas justificadas.
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Libros de nuestras/os colaboradores
Lo que las piedras callan – Aurora Losa
Disponible en Editorial Dech
http://www.interdech.com/home/130-lo-que-las-piedras-callan.html
«El animismo forma parte de mi manera de ver el mundo. Los
humanos somos muy egocéntricos, parece que solo a nosotros nos pasan
cosas importantes. Me pareció divertido preguntarles a las piedras que nos
han acompañado desde el inicio sobre sí mismas y sobre lo que veían y
oían. Me gustan mucho los refranes y los dichos populares y siempre me
dio mucha rabia el de ‘si estas paredes hablaran’. Es como una amenaza a
medias, y yo decidí cumplirla»
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Nuestros libros
Nuestra última colección de relatos
sigue estando disponible en Amazon
¡Hazte con ella si aún no la tienes!
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Y recordad que su hermanos,
«Buffet Libre» (2015) y «El tiempo y la vida» (2016),
otras dos antologías de relatos y microrrelatos
con la participación de escritores habituales
de la revista VALENCIA ESCRIBE,
siguen de oferta en AMAZON (versiones papel y digital)
¡Los precios no pueden ser más baratos!
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Números anteriores de Valencia Escribe
Número 30 (Febrero 2017)
http://www.yumpu.com/es/document/view/56798796/ve-30-febrero
Número 31 (Marzo 2017)
http://www.yumpu.com/es/document/view/57120791/ve-31-marzo
Número 32 (Abril 2017)
http://www.yumpu.com/es/document/view/58071760/ve-32-abril
Número 33 (Mayo 2017)
https://www.yumpu.com/es/document/view/58321161/ve-33-mayo
Número 34 (Junio 2017)
https://www.yumpu.com/es/document/view/58598263/ve-34-junio
Número 35 (Octubre 2017)
https://www.yumpu.com/es/document/view/59450052/ve-35-octubre
Número 36 (Noviembre 2017)
https://www.yumpu.com/es/document/view/59501837/ve-36-noviembre-2017
Número 37 (Diciembre 2017)
https://www.yumpu.com/es/document/view/59579031/ve-37-diciembre-2017
NOTA: Enlaces de descarga en el interior de cada revista
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Palabras en la basura
Alberto Basterrechea, «Neorrabioso»
http://neorrabioso.blogspot.com.es/
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Valencia Escribe en las redes
Os recordamos que en nuestro muro de Facebook Valencia
Escribe, además de otras cosas, seguimos colgando convocatorias de
concursos literarios que os podrían interesar
https://www.facebook.com/pages/Valencia-Escribe/134450789952020
Si tienes un blog y quieres hacernos partícipes de su existencia o
mantenernos al tanto de las entradas que publiques, no olvides que
también tenemos el grupo Valencia Escribe Blogs
https://www.facebook.com/groups/1571068066474683/
Para los aficionados al Haiku, también tenemos un espacio, que
para ser originales nos dio por bautizar como Valencia Escribe
Haiku. Podéis dejar allí vuestros poemas pero intentad cumplir las
reglas…
https://www.facebook.com/Valencia-Escribe-Haiku-746524675464504/
¿Queréis compartir o ser informados sobre los eventos culturales
más interesantes a celebrar en Valencia y alrededores? Exposiciones,
conferencias, presentaciones de libros, talleres, teatro, conciertos…
todo eso y más en Agenda Cultural VE
https://www.facebook.com/Agenda-Cultural-Valencia-Escribe-
1806573156332152/
Valencia Escribe (y mucho) es un grupo creado para compartir
vuestros poemas, microrrelatos y entradas de cualesquiera blogs
literarios mantenidos por los amigos que integran esta familia que
cada vez se hace más y más y más grande.
https://www.facebook.com/groups/393565884345726/
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¿Te gusta leer? ¿Te apetecería comentar con nosotros tus
lecturas? ¿Dar/pedir opiniones o recomendaciones sobre libros,
decirnos lo que estás leyendo, vas a leer o desearías leer? ¿Compartir
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La foto de Miguel
Miguel García Rodríguez (València)
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