01.05.2018 Views

Revista Sala de Espera R. DOminicana, Nro. 52, mayo 2018

Editorial Ser madre es un rincón desconocido aun para mí. Sería absolutamente deshonesto que asumiera posibilidades, experiencias o que intentara determinar qué motiva a una mujer, que ha tenido la dicha de tener a un hijo, a actuar de determinada manera. Soy hija, eso sí, y por eso puedo hablarles de lo orgullosa que estoy de mi madre, de las veces que celebro en silencio su presencia y de lo difícil que es tenerla lejos. Cuando celebro algo, la celebro a ella; cuando me evalúo, la veo en mí y; cuando fallo, siento que le fallé. Es un sentimiento de conexión difícil de explicar. Últimamente he visto a mujeres de mi entorno crecerse ante la llegada de sus hijos, enfrentarse a lo que nunca pensaron y retarse a sí mismas a ser mejores personas con el componente físico, espiritual, mental trabajando al cien por ciento. Creo que se trata un poco de eso: la maternidad es una oportunidad única para entregar lo mejor que las mujeres tienen a la próxima generación, es el compromiso de saberse necesarias, útiles y genuinamente felices. La disyuntiva maternal sobre si se está haciendo lo correcto o no con sus hijos, pienso, es una de las más repetidas entre el género femenino, pero a su vez, es la permanente duda la que hace que el reto sea mágico. Hoy celebro a cada una de las mujeres que son madres, que se entregan en procura de que ese ser humano sea cada vez “más humano”, más noble, más sabio, más libre. A fin de cuentas, son ellas las grandes arquitectas de la humanidad. ¡Felicidades madres, las necesitamos más que nunca! Katherine Hernández Editora

Editorial
Ser madre es un rincón desconocido aun para mí. Sería absolutamente deshonesto que asumiera posibilidades, experiencias o que intentara determinar qué motiva a una mujer, que ha tenido la dicha de tener a un hijo, a actuar de determinada manera.
Soy hija, eso sí, y por eso puedo hablarles de lo orgullosa que estoy de mi madre, de las veces que celebro en silencio su presencia y de lo difícil que es tenerla lejos. Cuando celebro algo, la celebro a ella; cuando me evalúo, la veo en mí y; cuando fallo, siento que le fallé. Es un sentimiento de conexión difícil de explicar.
Últimamente he visto a mujeres de mi entorno crecerse ante la llegada de sus hijos, enfrentarse a lo que nunca pensaron y retarse a sí mismas a ser mejores personas con el componente físico, espiritual, mental trabajando al cien por ciento. Creo que se trata un poco de eso: la maternidad es una oportunidad única para entregar lo mejor que las mujeres tienen a la próxima generación, es el compromiso de saberse necesarias, útiles y genuinamente felices.
La disyuntiva maternal sobre si se está haciendo lo correcto o no con sus hijos, pienso, es una de las más repetidas entre el género femenino, pero a su vez, es la permanente duda la que hace que el reto sea mágico.
Hoy celebro a cada una de las mujeres que son madres, que se entregan en procura de que ese ser humano sea cada vez “más humano”, más noble, más sabio, más libre. A fin de cuentas, son ellas las grandes arquitectas de la humanidad. ¡Felicidades madres, las necesitamos más que nunca!

Katherine Hernández
Editora

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Consultando en <strong>Sala</strong><br />

La autoestima <strong>de</strong><br />

nuestros hijos<br />

Ana Simó – Psicóloga Clínica – Terapeuta sexual, familiar y <strong>de</strong> pareja – Directora <strong>de</strong>l Centro Vida y Familia Ana Simó<br />

Expresiones como niño maleducado,<br />

muchacho necio,<br />

poco servible, hasta comentarios<br />

tales como “papi te<br />

recogió <strong>de</strong> un basurero, eres<br />

el patito feo <strong>de</strong> la casa, “tenía que ser fulano”<br />

son expresiones que muchas personas<br />

no pensarían que podrían marcar la valía<br />

<strong>de</strong> un ser humano.<br />

Podría pasarme horas escribiendo<br />

sobre casos que he tenido en consulta<br />

<strong>de</strong> personas que han tenido muchos éxitos<br />

a nivel laboral y a pesar <strong>de</strong> eso, dicen<br />

sentirse con un autoestima baja, y una <strong>de</strong><br />

las frases mas repetitivas es “la gente ni<br />

se imaginan que soy así” y al hurgar en<br />

su pasado me encuentro que simplemente<br />

fueron muchas veces marcados por<br />

expresiones <strong>de</strong>spectivas que pudieron ser<br />

en el momento lanzadas con rabia y sin<br />

la intención <strong>de</strong> crear una inseguridad en<br />

ellos, sino más bien fue utilizado como<br />

una forma <strong>de</strong> hacer que fuera el “niño<br />

obediente y que hace lo que los adultos<br />

digan” , también <strong>de</strong>bemos mencionar<br />

que si estas expresiones van acompañadas<br />

<strong>de</strong> gestos que enfatizan la <strong>de</strong>scalificación<br />

tendrá una profunda resonancia en<br />

la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l pequeño.<br />

Por eso, hoy en día es tan importante<br />

para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una buena seguridad<br />

y respeto <strong>de</strong> uno mismo, que la<br />

familia colabore <strong>de</strong> forma positiva, con<br />

expresiones y gestos don<strong>de</strong> se enaltezca<br />

las cualida<strong>de</strong>s y el orgullo <strong>de</strong> pertenecer<br />

a dicha red familiar.<br />

A continuación les mencionare algunas<br />

recomendaciones para que no cometan<br />

estos errores:<br />

• Siempre es bueno reforzar los logros<br />

conseguidos por nuestros hijos pues<br />

muchas veces nos encontramos que<br />

po<strong>de</strong>mos ser muy exitosos en la edad<br />

adulta, pero estos logros no son más que<br />

una forma <strong>de</strong> enfrentarnos a ese niño<br />

inseguro que está en nuestro interior<br />

pidiendo para sentirse amado.<br />

• Es bueno criticar las malas acciones <strong>de</strong><br />

nuestros hijos pero nunca criticar a la<br />

persona en sí.<br />

• Enseñarles a poner límites y a saber<br />

<strong>de</strong>cir NO.<br />

• Debemos permitirles a nuestros hijos que<br />

se equivoquen y <strong>de</strong>jar que ellos aprendan<br />

a resolver sus conflictos, sintiendo que<br />

tienen nuestro apoyo, pero que nunca<br />

tomaremos <strong>de</strong>cisiones por ellos.<br />

• Permitirle expresar sus sentimientos,<br />

escuchándolos con atención y <strong>de</strong>jando<br />

que sean simplemente ellos.<br />

• Hacerles sentir que son únicos y que lo<br />

más hermoso que tienen es su i<strong>de</strong>ntidad<br />

y sus valores.<br />

• Cuando tenemos conversaciones entre<br />

adultos, <strong>de</strong>bemos tener sumo cuidado<br />

si hay niños <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nosotros,<br />

recuer<strong>de</strong>n que los niños escuchan todo<br />

y no necesariamente interpretan las<br />

cosas como los adultos.<br />

• Enseñar a nuestros hijos que somos<br />

imperfectos y que siempre <strong>de</strong>bemos<br />

buscar mejorar como individuos.<br />

• Debemos darles responsabilida<strong>de</strong>s<br />

pero siempre tomando en cuenta que<br />

son niños y que no tienen que hacer<br />

tareas <strong>de</strong> los padres.<br />

• Fomentar sus habilida<strong>de</strong>s y celebrar en<br />

todo momento sus dones.<br />

Si los padres realizan estas recomendaciones,<br />

tendrán niños sanos emocionalmente.<br />

¿Problemas escolares?<br />

En nuestra Se<strong>de</strong> Infanto-Juvenil<br />

contamos con terapeutas expertos<br />

en dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lectura, escritura,<br />

problemas <strong>de</strong> aprendizaje, dislexia, retraso<br />

escolar, habilida<strong>de</strong>s sociales y más.<br />

www.revistasala<strong>de</strong>espera.com<br />

37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!