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Revista CENTRAL 66

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La palabra micorriza proviene de la asociación de dos<br />

vocablos griegos Mykós (hongo) y Riza (raíz). La<br />

ciencia supone que esta simbiosis fue fundamental<br />

durante la evolución de las plantas terrestres cuando<br />

dejaron el medio acuático, hace más de 400 millones de<br />

años, lo cual varió la manera de absorber los nutrientes,<br />

antes presentes de manera líquida y ahora presentes<br />

en el medio sólido, entre las partículas del suelo.<br />

Intercambios<br />

Pero, ¿por qué hablamos de Redes Sociales? Ya establecimos<br />

la presencia de las micorrizas y veremos cómo sirven de comunicación<br />

como el Wi entre computadoras. El equipo de<br />

Simard cartograó una parcela de un bosque de abetos<br />

mapeando sus sistemas radiculares y descubrió que un<br />

ejemplar de casi 100 años tenía vinculación con otros 47<br />

ejemplares a través de dos especies de micorrizas de las más<br />

de 50 presentes en el suelo. Algunos micelios del hongo<br />

llegaban a medir hasta 20 metros de largo.<br />

Lo más interesante que se descubrió entre la relación de los<br />

hongos micorriticos y los árboles no es lo que sabemos hasta<br />

ahora (que se sabe desde el siglo XIX), sino que a través de la<br />

red van señales bioquímicas eléctricas que comunican árbol<br />

con árbol y generan una conversación entre los datos que se<br />

transmiten (tree talk). Se observó que un árbol que había sido<br />

atacado por una enfermedad defoliante transmitió lo ocurrido<br />

a otros, incluso de diferentes especies, y provocó que éstos<br />

activaran la producción de una enzima defensiva. Recordemos<br />

que las plantas no tienen sistemas inmunológicos y que esta<br />

asociación con otros organismos resulta vital para su defensa.<br />

Claro, para que esto ocurra debe estar el suelo inoculado<br />

(infectado) de una vasta red de estos hongos presentes en el<br />

suelo. Y que la velocidad de transmisión no es precisamente<br />

4G ni banda ancha, pero con el tiempo necesario llega la<br />

información. Para plagas de lento desarrollo resulta efectivo<br />

aunque no para epidemias furtivas. También se reveló que un<br />

árbol moribundo devuelve al suelo los nutrientes presentes en<br />

sus estructuras orgánicas cuando mueren, dejándolas disponibles<br />

para sus vecinos y nuevas generaciones de su propia<br />

semilla. De esta manera, el hongo se asegura la promoción de<br />

nuevos huéspedes de qué vivir.<br />

Pero no todo es bondad en la red. Así como Internet tiene su<br />

lado bueno también tiene su “dark side” (lado oscuro). Hay<br />

especies, como el nogal europeo, que aprovecha la red para<br />

emitir a través de ella un compuesto químico inhibidor de<br />

crecimiento. De esa manera, el árbol de las nueces elimina la<br />

competencia y se queda con las micorrizas y los nutrientes<br />

para sí mismo. Paradójicamente, al hongo también le sirve esa<br />

sustancia tóxica llamada juglona (por Juglans regia, el nombre<br />

botánico del nogal). Resulta que esa toxina, podríamos decir,<br />

es un antibiótico contra los micófagos: unos microscópicos<br />

organismos que atacan a las micorrizas. Como ven, la relación<br />

“hongo micorrítico – árbol” es sumamente mutualista y simbiótica,<br />

toda una asociación con nes de lucro.<br />

Por eso, cuando uno planta un árbol a raíz desnuda, no debe<br />

lavarle las raíces ni desprenderles esas vellosidades blancuzcas<br />

porque estaremos dejándoles sin “Internet”. De hecho, les<br />

recomiendo comprar micorrizas en los viveros para inocular la<br />

tierra y poder darle a la tierra mayor número de colonias<br />

micorríticas. Un gramo del líquido que se vende puede llevar<br />

más de 1000 propágulos infectivos del hongo.<br />

En la ciudad<br />

Hoy en el Vivero, el productor Lucas Antoniucci trabaja junto a<br />

los ingenieros agrónomos Dominik Neisser (de Estados Unidos)<br />

y Diego Rondinara (de la Universidad Nacional de Mar del<br />

Plata) en el estudio del tema. A hoy, han logrado avances<br />

importantes en los cultivos de plantas ornamentales y en el<br />

trasplante de árboles ejemplares. Si bien no suplanta al<br />

fertilizante químico, sí se obtiene una mayor eciencia y<br />

ecacia en la absorción del mismo en la raíz. Es un complemento<br />

ideal para el fertilizante.<br />

La agronomía moderna está orientada, no sólo a mejorar los<br />

fertilizantes, sino a la microbiología que propicia la absorción<br />

del nutriente. Las semilleras ofrecen semillas inoculadas con<br />

hongos micorríticos y el futuro parece ir por ese camino. La red<br />

está y se puede fortalecer para mejorar esos suelos pobres<br />

donde el fertilizante cae al piso y queda allí, sin posibilidades<br />

de ser absorbido si no hay presencia de colonias micorríticas.<br />

Todo ese universo está más allá de la vista, debajo de nuestros<br />

pies. Mañana, cuando camines por un bosque, mirá para abajo<br />

pero no con los ojos, sino con el sentido de la imaginación, y<br />

tratá de ver la Red. Imagínate cómo se conectan entre sí y<br />

habrás visto más allá del alcance de tus ojos.<br />

Nicolás Antoniucci<br />

Paisajista - Viverista<br />

Dpto. de Paisajismo & Obras<br />

Vivero Antoniucci SA<br />

paisajismo@antoniucci.com.ar<br />

Suzanne Simard<br />

<strong>CENTRAL</strong> : 1

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