Revista CENTRAL 66

MERCADO
COMUNICA-
CIÓN
Y CRISIS
C
uando las organizaciones pasan por
situaciones decisivas, que pueden ser
tanto positivas como negativas, se
generan rupturas que pueden hasta
convertirse en oportunidades. Pero, la
manera de atravesar estas situaciones por un
equipo es lo que marcará las diferencias. Los
desafíos y las exigencias aparecerán continuamente,
el tema es como tolerar el “mientras
tanto”.
Estamos en una situación determinada y sabemos que
queremos estar en una situación distinta. Elaboramos un
plan, medimos las consecuencias, evaluamos riesgos y,
en ese momento, quisiéramos tener una barita mágica o
frotar la lampara para que venga el genio y que la
situación intermedia, por la que tenemos que pasar,
desaparezca. Aun teniendo un plan, un norte, tenemos
que estar enfocados personalmente para atravesar
situaciones difíciles día tras día. Es necesario, para el
crecimiento o supervivencia de la empresa, salir de las
zonas seguras y enfrentarse a la realidad, muchas veces
desconocida. En estos contextos es donde debe primar la
inteligencia emocional para sobrellevar situaciones de
quienes tienen la responsabilidad de llevar a cabo los
procesos.
La búsqueda del equilibrio emocional
Este un tema de interés desde la época de los griegos.
Aristóteles en su Ética a Nicómaco planteaba el
siguiente desafío acerca de la relevancia del manejo
de las emociones: “Cualquiera puede enfadarse, eso
es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona
adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno,
con el propósito justo y del modo correcto, eso,
ciertamente, no resulta tan sencillo”.
Desde aquellos tiempos se comprende, de manera
intuitiva y empírica, que es “la cabeza” la que manda.
Nuestra razón y la manera en la que encaramos las
situaciones es determinante en el resultado, al
margen de los modelos decisorios que consideremos
o de los grados de exactitud de nuestros presupuestos.
El devenir de los acontecimientos
Una vez que denimos el plan y comenzamos a
ejecutarlo, es allí donde comienza el problema. La
teoría deja lugar a la experiencia, tanto la anterior,
que nos sirve como back up para resolver situaciones,
como la del momento, que nos brindará permanente
aprendizaje.
Ya es complejo pensar en este tipo de situaciones
considerándonos individualmente, luchamos contra
nosotros mismos, nuestro pensamiento, lo que está
en juego, etc. Pero además de eso, instantáneamente
comienza a tallar nuestra relación con los demás y
como la reejamos en cuestiones tan inmediatas y
claves como nuestro lenguaje corporal, entre otras.
Es muy interesante ver los partidos de tenis con el
relato de exjugadores, en los cuales estos últimos van
interpretando lo que les va a pasando a los jugadores
en las diversas instancias del juego y como cambia el
control del partido según las mismas.
Todo es más complejo cuando debemos liderar o
formar parte de un equipo tras un objetivo y si el
mismo es determinante o estamos ante una situación
crítica, cada palabra y/o cada gesto puede ser decisivo.
La comunicación adquiere una preponderancia
total. Qué y cómo nos comunicamos, interna y
externamente, es de vital importancia. Cómo interactuamos
entre nosotros y qué señales arrojamos al
mercado, inversionistas y demás jugadores externos
puede sostener o aniquilar un proyecto.
Para darnos una idea de esto veamos un caso de
muchísima exposición pero que, por esta misma
razón quizás, debería haberse manejado de otra
manera la comunicación. La selección argentina de
futbol acababa de perder 3 a 0 con Croacia. Ya dentro
de la cancha se notaba la situación complicada: una
crisis del equipo que de alguna manera había que
comenzar a resolver. El Director Técnico Jorge
Sampaoli comienza a dar la conferencia de prensa
post partido.
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