Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
TANIA PRIMAVERA<br />
taniaprimavera777@gmail.<br />
com<br />
Fotografías: IVÁN ESCOBAR,<br />
TANIA PRIMAVERA, MUPI.<br />
Una tar<strong>de</strong> busqué el número<br />
telefónico <strong>de</strong>l cementerio La Bermeja<br />
<strong>de</strong> San Salvador. Me habían dicho que<br />
ahí estaba enterrada Zelié, la esposa<br />
<strong>de</strong>l escritor y pintor Salvador Salazar<br />
Arrué (Salarrué). Tantos años y nunca<br />
he ido o conocido el lugar. Pero hoy<br />
sí, quería saber <strong>de</strong> una buena vez. Sin<br />
preguntar más, llamé y me dijeron<br />
que no existía. O que mejor llamara<br />
más tar<strong>de</strong>. Deme el nombre completo<br />
<strong>de</strong> la señora por favor, <strong>de</strong>letreado:<br />
Z-e-l-i-é L-a-r-d-é A-r-t-h-é-s <strong>de</strong><br />
S-a-l-a-z-a-r.<br />
“Es macabro”, -me dice mi hermano<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Viena, eso <strong>de</strong> “ir a un cementerio<br />
es macabro, jamás escuché <strong>de</strong> eso. Es<br />
mi opinión, pero es macabro”. Y al<br />
final como siempre, mi hermano no<br />
entien<strong>de</strong> mi afán cultural. Creo que<br />
casi nadie entien<strong>de</strong> a la gente cuando<br />
ama la cultura en un lugar don<strong>de</strong> poco<br />
o nada importa. Es “solo para locos”,<br />
como dice el epígrafe <strong>de</strong> El lobo<br />
estepario, <strong>de</strong> Herman Hesse.<br />
Luego <strong>de</strong> unas horas, recibí <strong>de</strong> nuevo,<br />
la llamada <strong>de</strong>l señor <strong>de</strong>l cementerio.<br />
Me dijo que sí, que la había<br />
encontrado, pero en el Cementerio<br />
General Las Parcelas, no en La<br />
Bermeja. ¡Brinqué! …<br />
-¿Usted conoce a María Teresa<br />
Salazar Lardé?<br />
-¿Maya? –le dije-, mmm ella ya<br />
murió en 1995, era la hija.<br />
-Aparece a su nombre, y <strong>de</strong>be.<br />
¿Pagará?<br />
-¿Cuánto <strong>de</strong>be?<br />
- $237.53 dólares. Y está ubicada en<br />
Las Parcelas, cuadro 6, parcela 5…<br />
- Muchas gracias.<br />
Un par <strong>de</strong> días antes <strong>de</strong>l aniversario,<br />
fui a buscar la tumba, al medio<br />
día. Para confirmar. Sentía que me<br />
veían como extraña buscando y<br />
preguntando. Un perro hambriento y<br />
manso apareció, y Alice le dio tortilla.<br />
Hasta que abrieron y pu<strong>de</strong> entrar,<br />
empecé a caminar, en el sen<strong>de</strong>ro<br />
principal, al final una ceiba inmensa<br />
que ya levanta las lápidas. Nada. No<br />
veía nada. De repente apareció un<br />
señor que conocía bien. Y Subimos<br />
entre la tierra como arando con mis<br />
manos. Y dando los datos, pudo<br />
encontrarla y <strong>de</strong>spejarla <strong>de</strong>l zacate<br />
jaraguá que tenía encima.<br />
¡Ah! ¡Es ésta! Lo sé, por el año <strong>de</strong><br />
nacimiento y fecha <strong>de</strong> muerte. Y por<br />
estas letras aunque no diga el nombre:<br />
Z <strong>de</strong> S<br />
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS<br />
EN VOS CONFÍO.<br />
Eso era todo. El señor se fue y me<br />
quedé con Alice, mi madre que<br />
siempre acompaña mis locuras. Nos<br />
recostamos en una tumba vecina.<br />
Vimos las nubes pasar sobre el<br />
intenso azul cielo. Los gatos, las<br />
hormigas, los pájaros, el silencio <strong>de</strong><br />
un campo “santo”, no había nadie,<br />
apenas unos trabajadores que a lo<br />
lejos nos observaban. Ofreciendo sus<br />
servicios, pero yo no tenia dinero para<br />
arreglar y poner “tipería” la tumbita.<br />
Ni para un ramo <strong>de</strong> flores, pero soy la<br />
primavera le dije.<br />
Salí feliz, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un rato. Me<br />
alegré tanto. Y dije, volveré éste<br />
sábado.<br />
-Bueno, dijeron los vigilantes. ¿Usted<br />
no es <strong>de</strong> aquí verdad? ¿Es familiar <strong>de</strong><br />
ellos?<br />
-Sí, soy <strong>de</strong> aquí. Y vendré el sábado.<br />
A las doce <strong>de</strong>l medio día, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong>l trabajo. Fui con Alice directo al<br />
cementerio <strong>de</strong> nuevo. Yo había hecho<br />
una invitación pública que compartí.<br />
Un evento llamado Zelié Lardé: arte,<br />
luz y amor. 44 Aniversario <strong>de</strong> su<br />
muerte. Que se realizaría a las 2:30 <strong>de</strong><br />
la tar<strong>de</strong>, algo breve, solo una pequeña<br />
semblanza. Algo para recordarla<br />
aunque mi hermano JL piense que es<br />
macabro. Una semana antes, realicé<br />
en Maktub Café Cultural en el Centro<br />
Histórico, un conversatorio sobre<br />
Salarrué, por sus 119 aniversario <strong>de</strong><br />
natalicio, llegó mucha gente. Por<br />
eso, se me ocurrió <strong>de</strong> repente, que<br />
tenia que recordar a Zelié, podría<br />
encontrar don<strong>de</strong> estaba. La muerte no<br />
es lo último. Al menos, al tener una<br />
tumba pue<strong>de</strong>s ir a poner una flor, a ir<br />
a platicar, a sentir la paz <strong>de</strong>l silencio.<br />
Este año han muerto dos amigos<br />
míos, muy queridos, una amiga poeta<br />
<strong>de</strong> Santa Ana que se suicidó en La<br />
Puerta <strong>de</strong>l Diablo y que tiene tumba,<br />
y el otro amigo que se enfermó y a<br />
los cuarenta años murió se convirtió<br />
en polvo sin tumba don<strong>de</strong> ir a verlo,<br />
viaja entre América Latina, viene en<br />
forma <strong>de</strong> papalota, sos vos rey mago.<br />
Pero ya estoy en la tumba <strong>de</strong> Zelié.<br />
Arreglamos con las guirnaldas, las<br />
flores amarillas, y llevé el poster <strong>de</strong>l<br />
autorretrato <strong>de</strong> Salarrué, “Sagatara”,<br />
que tengo hace años que me regaló<br />
Santiago. Un par <strong>de</strong> fotos <strong>de</strong> ella y su<br />
familia en papel bond. Todo listo, eran<br />
las 2 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. El cielo comenzó a<br />
hacerse muy gris. Pasaron un par <strong>de</strong><br />
policías, un gato negro, y uno rubio.<br />
No viene nadie. Nadie vendrá. Con<br />
todo listo, me dice Alice:<br />
- Hice unas tortillas, y traje<br />
unos tomates para que almorcemos.<br />
- ¡Gracias!<br />
Y comimos ahí, a un lado, sobre<br />
las tumbas. Esas tortillas parecían<br />
chengas (tortillas <strong>de</strong> maíz muy<br />
gran<strong>de</strong>s). Al ratito. Empieza a verse<br />
el cielo más y más gris. Las gototas<br />
comenzaron y tuve que quitar las fotos<br />
que había puesto con “chuchitos”<br />
o ganchitos para ten<strong>de</strong>r ropa en el<br />
arbolito <strong>de</strong> marañón.<br />
- ¡Vamos a buscar don<strong>de</strong><br />
pasar el agua!<br />
- ¿Y el Sagatara? , -me dice<br />
Alice.<br />
- Déjelo ahí en el árbol <strong>de</strong><br />
marañón, es tela y no pasa nada. Que<br />
se que<strong>de</strong> ahí mientras pasa. De lejos<br />
veía la tormenta como que entre la<br />
tumba y el dibujo platicaban. Después<br />
<strong>de</strong> 44 años.<br />
De repente vi al periodista<br />
in<strong>de</strong>pendiente Iván Escobar, con su<br />
hija adolescente. Como perdidos<br />
entre la lluvia. Y los llamé. Muy<br />
contentos nos fuimos a pasar el<br />
agua. Iván con su cámara profesional<br />
| #7 <strong>de</strong> la serie No Existe |<br />
EN LA TUMBA DE<br />
ZELIÉ LARDÉ<br />
tomaba fotografías y observaba todo.<br />
Una gran tormenta, que justo terminó<br />
a las 2 y media <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Hora<br />
convocada. Éramos solo nosotros.<br />
Subimos <strong>de</strong> nuevo, y puse las fotos<br />
mojadas sobre la tumba. De repente<br />
apareció el poeta Antonio Quintanilla<br />
Cruz, <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> escritores “Hijos<br />
<strong>de</strong> Cushcatan”. Y comencé a leer<br />
un texto, que llevaba listo, algunas<br />
palabras:<br />
Zelié…En 2003 leí y transcribí tus<br />
cartas, esas que enviaste a Salarrué a<br />
Nueva York cuando se fue a trabajar<br />
allá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1946 a 1958. Él las guardó,<br />
son parte <strong>de</strong> su archivo personal.<br />
Transcribí pidiendo permiso a vos,<br />
a la familia. Zelie Lardé Arthés<br />
nació en El Salvador, el 11 <strong>de</strong> agosto<br />
<strong>de</strong> 1901 y murió el 27 <strong>de</strong> octubre<br />
<strong>de</strong> 1974. Fueron sus padres Jorge<br />
Lardé Bourdon y doña Amelia Arthés<br />
<strong>de</strong> Lardé. Se consi<strong>de</strong>ra la primera<br />
pintora que manifiesta la ten<strong>de</strong>ncia<br />
primitiva <strong>de</strong> El Salvador. Dentro <strong>de</strong><br />
esta corriente artística, ella representa<br />
escenas pueblerinas, o rurales. Plazas,<br />
mercados, festivida<strong>de</strong>s y escuelas,<br />
caminos, árboles, casitas, pies<br />
<strong>de</strong>scalzos, juegos, vida cotidiana.<br />
Al escribir, al dibujar, <strong>de</strong>jas rastros<br />
en papel, en servilletas, en cartas,<br />
alguien pue<strong>de</strong> leer un día. Las leí<br />
yo en el Museo <strong>de</strong> la Palabra y la<br />
Imagen. También Janet Gold. Y antes<br />
Humano y Verónica Vi<strong>de</strong>s (1995-<br />
2003 Fundación La Casa <strong>de</strong> Salarrué).<br />
Llegué a vos por medio <strong>de</strong> Salarrué.<br />
Llegué a vos a través <strong>de</strong> la letra.<br />
También escribías, aunque eso<br />
es poco lo que sé, <strong>de</strong>bo seguir<br />
investigando, en el cancionero hay<br />
algunas canciones <strong>de</strong> tu autoría. Las<br />
pinturas y dibujos, Caracterizadas<br />
por el uso <strong>de</strong> figuras planas, muy<br />
esenciales, con contornos <strong>de</strong>finidos<br />
a través <strong>de</strong> líneas oscuras. Esto<br />
lleva a i<strong>de</strong>ntificar al primitivismo o<br />
arte “naíf” (ingenuo en francés) con<br />
una pintura <strong>de</strong> gran espontaneidad,<br />
alejada <strong>de</strong> las enseñanzas académicas<br />
y que es producida en su mayoría por<br />
artistas autodidactas.<br />
Según biografía <strong>de</strong> Salarrué<br />
escrita por Carlos Cañas Dinarte,<br />
“En diciembre <strong>de</strong> 1922 contrajo<br />
matrimonio religioso con el escritor<br />
y artista Salvador Salazar Arrué,<br />
conocido como Salarrué, (1899-<br />
1975). Zelié, es la última hija <strong>de</strong> una<br />
<strong>de</strong>stacada familia franco-salvadoreña<br />
<strong>de</strong> intelectuales y científicos. Y ante<br />
la ausencia física <strong>de</strong>l padre y madre<br />
<strong>de</strong> la novia, el permiso para el enlace<br />
le fue concedido a Salarrué por<br />
Alice Lardé Arthés <strong>de</strong> Venturino, su<br />
hermana”.<br />
Con Salarrué procreó tres hijas: Olga<br />
Teresa (1923), María Teresa “Maya”<br />
(1924), Aída Estela (1925). Siendo <strong>de</strong><br />
ellas Maya, la figura más reconocida<br />
por su labor pictórica y continuadora<br />
<strong>de</strong> la expresión artística cultivada<br />
por su madre y su padre. Maya fue<br />
monja, pintora primitiva y escritora<br />
<strong>de</strong> cuentos, al final ya no fue monja,<br />
vivió en la casa los últimos años que<br />
vivieron sus padres, para cuidarlos.<br />
Zelié como sus hijas fueron también<br />
cultoras <strong>de</strong> las artes, las letras y<br />
el vegetarianismo, sostenido por<br />
Salarrué. Todos los elementos <strong>de</strong> su<br />
vida eran <strong>de</strong> origen vegetal, lo que<br />
incluía la vestimenta y los útiles <strong>de</strong><br />
trabajo, así como la salvaguarda <strong>de</strong> la<br />
vida <strong>de</strong> los animales.<br />
Sigue en página 4/<br />
Sábado <strong>17</strong> /<strong>noviembre</strong>/ 2018 TRESMIL 3