TU REVISTA10 FEBRERO-2019

La culpa es una señal,
y como señal es necesario
prestarle la debida
atención para poder
reparar o comprender
lo que estamos sintiendo.
Ahora bien, el cómo
la recibimos es donde
se encuentra el conflicto:
“Si me informa
que he
cometido
un error,
puedo repararlo.
Si me juzga
y me aniquila,
me limita,
no tengo
opción de corregir,
solo es posible
la culpa.”
Cuando nuestro sentimiento
de culpa aparece
en nuestras vidas,
tendemos a:
Descalificar
El culpador le dice al
culpado que él ha trasgredido
la norma porque
es malo, egoísta,
desconsiderado, perverso,
etc. Se suman
todos los insultos; basura,
hijo de p…
El castigo
Significa provocarle
intencionadamente al
culpado un sufrimiento
determinado.
El enojo con el
castigo
Estoy enojada contigo
porque quieres
separarte y no quiero
que lo hagas.
“Estoy enojada
contigo, porque
quieres separarte y
por eso te torturaré
toda la vida y así
aprenderás”.
Cuando se alarga en
el tiempo el culpado
ataca con la descalificación,
con el castigo y
el culpador contraatacará
a su vez para defenderse.
Cuando el culpador
comprende que se
encuentra en un bucle
y desea salir de
allí, para reparar
esto, comienza
a establecer
unas nuevas
respuestas
que permitan
al culpado
producir
una
respuesta
alternativa
a las ya establecidas.
El culpador
explica que
aquello que desea
defender es el código
y no desea dañar o injuriar.
Para no entrar en la
descalificación, el castigo
o el enojo con castigo,
es importante tomar
consciencia que se
desea resolver una situación.
¿Por qué digo
esto? Porque muchas
veces nos quedamos
culpando a alguien, o
algo con la sola in
tención de sentirnos
mejor o justificar una
situación, sin hacernos
cargo que somos
corresponsables de lo
que pudo haber sucedido.
O bien nos regodeamos
en sentirnos
culpable, y nos quedamos
allí, porque quizás
nos aparta de una
situación, o nos engancha
a relaciones de
codependencia emocional,
por ejemplo...
Cambio de las normas.
La tarea que el culpador
y el culpado
necesitan realizar es
precisamente contextualizar,
flexibilizar y
darle más precisión a
la norma en cuestión.
• Debes hacer felices
a tus padres.
• Debes guardar
silencio aunque no te
guste lo que ocurre.
• Debes anteponer
las necesidades
de los otros a las tuyas.
• Debes esforzarte
al máximo para
ser perfecto.
• Debes continuar
las tradiciones familiares.
• Debes comportarte
normalmente
y no producir confusión
en los demás.
Comprender cuál es
la norma que ha sido
trasgredida, me da la
oportunidad de poder
repararlo y pasar
a realizarme estas preguntas
para ayudarme
a comprender que
puedo hacer:
¿Cuál es el
contexto?
¿En qué casos la
norma es válida y
posible y en cuáles
no?
¿Cuáles son sus excepciones?
¿Cómo
actuar ante cada
excepción?
¿Cuál es la esencia
de la norma y cuál
es la forma a través
de la cual se la intenta
aplicar?
La culpa es un indicador,
una señal, no es
malo ni bueno, es simplemente
una herramienta
que nos indica
en qué punto estamos
y como deseamos manejarlo.
En el próximo
artículo continuaremos
sobre este interesante
tema.
Clairet Reyes
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