17.08.2019 Views

Edicion 17 de agosto 2019

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

HAGAMOS<br />

UN TRATO<br />

| Artículo |<br />

Compañera<br />

usted sabe<br />

pue<strong>de</strong> contar<br />

conmigo<br />

no hasta dos<br />

o hasta diez<br />

sino contar<br />

conmigo<br />

Mario Benne<strong>de</strong>tti<br />

Uruguay<br />

si alguna vez<br />

advierte<br />

que la miro a los ojos<br />

y una veta <strong>de</strong> amor<br />

reconoce en los míos<br />

no alerte sus fusiles<br />

ni piense qué <strong>de</strong>lirio<br />

a pesar <strong>de</strong> la veta<br />

o tal vez porque existe<br />

usted pue<strong>de</strong> contar<br />

conmigo<br />

si otras veces<br />

me encuentra<br />

huraño sin motivo<br />

no piense qué flojera<br />

igual pue<strong>de</strong> contar<br />

conmigo<br />

pero hagamos un trato<br />

yo quisiera contar<br />

con usted<br />

es tan lindo<br />

saber que usted existe<br />

uno se siente vivo<br />

y cuando digo esto<br />

quiero <strong>de</strong>cir contar<br />

aunque sea hasta dos<br />

aunque sea hasta cinco<br />

no ya para que acuda<br />

presurosa en mi auxilio<br />

sino para saber<br />

a ciencia cierta<br />

que usted sabe que pue<strong>de</strong><br />

contar conmigo.<br />

LA FUGACIDAD DE<br />

LAS PERSONAS<br />

WILFREDO ARRIOLA,<br />

Poeta y escritor<br />

“Cuando hay gente <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> mí que sé<br />

que no me quiere, <strong>de</strong> quien <strong>de</strong>sconfío es <strong>de</strong><br />

mí”. Asevera Antonio Gala en Los papales<br />

<strong>de</strong>l agua.<br />

He pensado mucho en las<br />

relaciones a lo largo <strong>de</strong> mi vida, quienes<br />

aportan a lo mío, quienes con su cuota<br />

<strong>de</strong> sinceridad hacen que la vida sea más<br />

soportable, quienes me han dicho la verdad<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> cualquier perfil <strong>de</strong> mi vida. Todo eso<br />

lo agra<strong>de</strong>zco, agra<strong>de</strong>zco más la libertad <strong>de</strong>l<br />

peligro al <strong>de</strong>círmelo, quienes me conocen<br />

saben que por respuesta tendrán mi total<br />

aceptación a la causa.<br />

Quien te ayuda a mejorar te<br />

ayuda a vivir, las mejores lecciones <strong>de</strong><br />

la vida traen consigo dolor y todo dolor<br />

conlleva sinceridad. Somos fugaces, como<br />

las personas, como la vida. Sin embargo,<br />

muchos se han quedado para siempre con<br />

instantes, poniendo en evi<strong>de</strong>ncia eso, <strong>de</strong><br />

que quien te ayuda a tiempo te ayuda dos<br />

veces. Otros, nos hacen la vida con solo<br />

respirar, no tienen que hacer más que nada<br />

por tener nuestro cariño y respeto, lo cual<br />

es un misterio y esos misterios vale la pena<br />

saberlos i<strong>de</strong>ntificar y disfrutar.<br />

Eduardo Punset narra una<br />

historia <strong>de</strong> sus nietas a la hora <strong>de</strong> compartir<br />

un refresco. Eduardo siempre pone hielo<br />

a sus bebidas como habito <strong>de</strong> infancia y<br />

repite la operación en la bebida <strong>de</strong> Imelda,<br />

su nieta menor. Imelda se <strong>de</strong>scuida por un<br />

momento y ve pasar la carrera <strong>de</strong> su perro<br />

por el patio tras un hueso <strong>de</strong> juguete, para<br />

luego volverse a instalar en la conversación<br />

con su abuelo, luego se percata <strong>de</strong> la mesa<br />

y grita airada: ¡Abuelo, me has robado!<br />

¿Adón<strong>de</strong> has metido los cubos <strong>de</strong> hielo?<br />

¿Qué los has hecho? ¡Devuélvemelos!…<br />

Entre conversaciones y el calor<br />

<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, los dos cubos <strong>de</strong> hielo puestos<br />

en el vaso <strong>de</strong> la pequeña se consumieron<br />

con rapi<strong>de</strong>z, cambiantes, fugaces como<br />

todo… Apren<strong>de</strong>r a aceptar que las cosas<br />

cambian, que las personas se van, que los<br />

años nos miran diferente y que los espejos<br />

no mienten es asunto <strong>de</strong> la sensatez. Así<br />

como esos cubos <strong>de</strong> hielo <strong>de</strong>saparecieron<br />

en un momento fugaz <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, pareciera<br />

una locura no creer que lo mirado no<br />

cambiará.<br />

La infancia es ese lugar difícil,<br />

esa vida narrable <strong>de</strong>l que solo recordamos<br />

momentos, las formas <strong>de</strong> como nos<br />

hicieron sentir, <strong>de</strong> la pasión en conjunto <strong>de</strong>l<br />

logro en la escuela, <strong>de</strong>l viaje por primera<br />

vez a la montaña, las conversaciones<br />

en cualquier lado <strong>de</strong> la calle hasta altas<br />

horas <strong>de</strong> la noche, la irrepetible sensación<br />

<strong>de</strong> acabarse el mar con la mirada un día<br />

cualquiera <strong>de</strong>l año, el primer beso, el beso<br />

quitado y el primer dolor. Lo fugaz <strong>de</strong><br />

aquellos momentos, las personas que ya<br />

no están o que están, pero ahora son otras<br />

gastadas por el tiempo y uno con otros ojos,<br />

con otras sensaciones con lo aburrido <strong>de</strong> la<br />

madurez. Solo quedan pocos recuerdos, no<br />

si <strong>de</strong>positaron dinero en nuestros bolsillos<br />

o comimos en un restaurante caro, la<br />

infancia es dos o tres instantes don<strong>de</strong><br />

uno sonríe a solas y nos volvemos ajenos<br />

al entorno casi convirtiéndonos en unos<br />

<strong>de</strong>sconocidos por viajar con nuestra mente<br />

a aquellos momentos don<strong>de</strong> uno fue feliz,<br />

don<strong>de</strong> uno no solo vivió la felicidad, sino<br />

que fuimos parte <strong>de</strong> ella, quizá saberlo lo<br />

hubiera <strong>de</strong>struido.<br />

Después <strong>de</strong> todo, uno abre la<br />

puerta <strong>de</strong> la casa, gira el recibi<strong>de</strong>ro. Dejas<br />

a un lado lo puesto, miras el reloj que no<br />

te espera y están otros o nadie, incluso ni<br />

siquiera vos y todo es tan común, tan breve.<br />

Un soplo, lo que queda <strong>de</strong>l viento.<br />

La fugacidad <strong>de</strong> las personas<br />

tiene que ver con uno, que también es el<br />

fugaz.<br />

8 TRESMIL Sábado <strong>17</strong> / <strong>agosto</strong> / <strong>2019</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!