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El espíritu está por encima de las ... 129
lugar de pensar en todos aquellos que sufren y hacer
algo para ayudarles, se contentan con decir:«¡ Oh,
es su karma!», y no hacen nada. Si se trata de tener
pretextos para seguir recreándose en su egoísmo,
sería preferible que la gente no hubiera nunca oído
hablar del karma. Por ello encuentro que, a pesar
de todo, constituye una gran superioridad por parte
de los occidentales el hecho de no aceptar las desgracias
de los demás sin hacer nada. Se ve constantemente:
cuando hay carestía de víveres, epidemias,
inundaciones, terremotos, en seguida se organizan
equipos de socorro, y esto es magnífico.
En realidad y sin duda alguna, es mejor que
todos conozcan las leyes del destino, que comprendan
porque ciertas desgracias les llegan y llegan
también a los demás aunque sin cesar nunca de
querer ayudarlos. Algunos dirán: «Pero, ¿para qué
ayudarlos, si reciben lo que se merecen?» En primer
lugar, porque los esfuerzos que se hacen por
ayudar a los seres jamás son inútiles; en ciertas
circunstancias, viendo vuestra sinceridad, el Cielo
se puede enternecer. Y también por vosotros mismos,
para que progreséis. Ayudando a los demás,
desarrolláis algo en vosotros mismos. Es lo que
siempre respondo a los que me preguntan por qué
me ocupo tanto de los demás; porque siento que
eso me beneficia, actúa favorablemente sobre mí.
Entonces, ¿por qué no hacéis también vosotros lo
mismo? Hará que os sintáis mejor.