LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA
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El no miembro que asiste fielmente a la iglesia
acusación (1 Ti. 5:19). Ella no pudo y, aun así, se negó
a rectificar. Cuando los ancianos advirtieron a Ana
acerca de la posibilidad de excomunión por difamación
y por crear división, ella respondió que ellos no tenían
autoridad para excomulgarla ya que no era miembro
de la iglesia.
¿Puede excomulgar la iglesia a un no miembro?
¿Cuál es el baremo para decidir cuándo las calumnias
de alguien —que es divisivo— han cruzado la línea y
se convierten en punibles?
EVALUAR EL PECADO
Basándonos en la evidencia, estaba claro que Ana era
culpable de por lo menos tres pecados: calumnia, división
y rechazo a someterse a los ancianos. Jesús y los
apóstoles describieron la calumnia como pecado (Mt.
15:19; Ef. 4:31; 1 P. 2:1). Después de todo, la calumnia
puede destruir la reputación y, posiblemente, el sustento
de un hermano o hermana en Cristo, además de
producir desunión en la iglesia. Pablo también nos exhorta
que amonestemos dos veces al que cause división
y que entonces sea desechado (Tit. 3:10). Dividir a la
iglesia es algo sumamente serio. Por último, las Escrituras
exigen que los cristianos se sometan a sus líderes
(He. 13:17).
La acusación de Ana se basaba en el incidente del
supermercado y en uno o dos detalles casuales sin importancia.
Aun así, dos ancianos investigaron el asunto
sin hacer ruido y llegaron a la conclusión de que las
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