MOTO y BICI 46ava WEB

“El increíble sentimiento de
libertad me hizo sentir joven
nuevamente. La libertad de
poder moverme con poco dolor,
por mi peso, cambió vida”
“Cansada de simplemente existir”
CÓMO UNA BICICLETA ELÉCTRICA
TRANSFORMÓ MI VIDA
Mi nombre es Rhonda Martin, en el año 2012
pesaba 457 libras, tenía 40 años y mi salud declinaba
rápidamente. Solo podía caminar unos 150 pasos a la vez
antes que estuviera sin aliento y agotada. Decidí que estaba
cansada de simplemente existir y quería volver a vivir.
Escuché que un amigo estaba tratando de
perder peso y decidí intentarlo sola una vez más. Había
probado todas las dietas para perder solo un poco y luego
recuperarlas. Decidí que esta vez no iba a centrarme en una
dieta, sino en llevar un estilo de vida más saludable. Decidí
hacer solo un cambio a la vez.
Comencé centrándome en una comida saludable
al día. Una vez que me sentí cómoda con eso, agregué otra
comida saludable. Compré un podómetro y me desafié a
caminar solo 100 pasos más cada día. Fue en este punto
que descubrí las bicicletas eléctricas en una expo, después
de pensarlo bien decidí probarlas.
No podía creer la libertad que sentía y la alegría
pura. Me sentí como una niña otra vez. Caminar todavía
era muy difícil para mis rodillas, tobillos y pies, pero andar
en bicicleta eléctrica me ayudó a aliviar la presión sobre
mis articulaciones. Cada fin de semana cargábamos las
bicicletas y conducíamos 20 millas hacia un sendero plano
y no muy ocupado.
No podía recorrer mucha distancia, me hice una
rutina en la que pedaleaba un poco sin activar el motor,
luego usaba el motor de asistencia de pedaleo y luego solo
usaba el motor para descansar. Solo podía recorrer cerca de
8 kilómetros de esa manera durante unos 30 minutos.
El sentimiento increíble me hizo sentir joven
nuevamente. La libertad de poder moverse con poco dolor
para una mujer de mi tamaño fue un cambio de vida.
Cuando comencé a perder peso y mi nivel de
actividad aumentó, nuestros paseos se hicieron más largos
y encontramos otros lugares seguros para montar. Después
de aproximadamente un año de andar en la bicicleta
eléctrica y caminar, finalmente pude dar el salto e ir al
trabajo en bicicleta que estaba a unos 22 kilómetros de mi
casa .
Recuerdo el primer día que decidí ir en bicicleta
al trabajo. Fue en mi cumpleaños. Chuck, mi esposo, estaba
preocupado por mí, así que esperó 20 minutos después que
La historia de Rhonda Martin | Fuente Raleigh e-Bikes
salí de la casa y condujo en la misma ruta para asegurarse
que estaba bien.
Desde ese día en adelante, traté de ir al trabajo en
bicicleta mientras me fuera posible. Este nuevo amor a la
bicicleta me salvó la vida.
Hace ya 7 años que decidí comenzar a vivir en
lugar de existir y he logrado perder más de 270 libras y
cambiar mi vida por completo. Todavía me desplazo siempre
que puedo en mi bicicleta, unos 44 kilómetros entre ida y
vuelta.
He encontrado una vida sana y un nuevo amor
por lo fitness. Para alguien que nunca se inclinó de joven al
ejercicio, recientemente me he convertido en una triatleta.
Mi esposo tuvo un accidente cardiovascular y no puede
andar en bicicleta de dos ruedas ahora me acompaña en
un triciclo, lo importante es que seguimos pedaleando
juntos. Ahora está montando sin problemas de equilibrio
y comienza a ser más activo y se está reincorporado a la
vida. Los dos somos grandes defensores de las bicicletas
eléctricas.
Honestamente puedo decir que no sé dónde
estaría hoy si la bicicleta no hubiera entrado en nuestras
vidas. Sin embargo, sí sé que debido a esto, mi vida y
conexión con mi esposo, está llena de alegría, pasión y
optimismo.
Rhonda pedalea ahora junto a su esposo