Atemperada A Los Tiempos - Revista SOMOS Vol. 4 No. 1

Esos fueron tiempos de sentir que el corazón se
nos quería salir del pecho al pensar en el camino
a recorrer. Era una mezcla de alegría incontenible
con sentimientos de incertidumbre, temor y
muchas preguntas sin respuesta.
Atrás quedaba todo aquello que hasta ese
momento había constituido nuestro mundo
y, en cierta manera, nuestra seguridad: casa,
clínica, iglesia, familia, amigos, profesión, solidez
económica… Pero ¡qué motivación, muchacho!
Nada deseábamos con más fuerza.
Tres años a bordo de un barco misionero (1981-
1984) con tres niñas pequeñas, un estilo de vida
simple, ningún sueldo y la única alternativa de
depender de Dios para toda necesidad, es mucho
lo que le enseña a uno. Enseña que la ternura,
el amor y el cuidado de Dios son infinitamente
mayores de lo que podemos imaginar. Enseña que
Dios habló en serio cuando dijo: “Tú te ocupas de
mis cosas, que yo me ocupo de las tuyas” (Mateo
6:33).
Le enseña a uno que no hay casas ni cuentas de
ahorro, ni posición social, ni bienes materiales que
puedan compararse con la profunda y duradera
satisfacción que produce estar allí donde Dios
quiere, haciendo nuestra parte en Su obra, aunque
sea pequeña, y viendo el fruto de nuestro trabajo,
aunque se tenga que sembrar con lágrimas.
No, hermanos amados, esto no lo cambiamos
por nada. ¡Seguro que tiene su costo! Es verdad que
la batalla arrecia. No hay duda de que no siempre
es fácil. ¡Pero qué victorias, qué satisfacciones,
qué gozo en medio de cualquier circunstancia!
Vida de Fe es Vida de Incertdumbre
George Miley, gran hombre de Dios, solía decir:
“Vida de fe es vida de incertidumbre, porque el
Señor se va a asegurar de que hasta el último
momento confiemos únicamente en Él”.
Luego de tres años a bordo del Doulos y 26
Frente a mí tengo
una libreta desgastada
por el tiempo. En
algunos lugares la
tinta está corrida, pero
todavía se puede leer
bien el contenido.
Recorro las páginas y
el corazón me vuelve a
latir con fuerza, como
si viviera otra vez cada
experiencia narrada.
países recorridos, nos enviaron a Puerto Rico con
el propósito de establecer una base misionera
desde donde se pudieran enviar obreros a lugares
necesitados del Evangelio.
Cuando llegamos a Puerto Rico, Operación
Movilización nos suplió ayuda económica de un
fondo especial por algún tiempo mientras nos
establecíamos. Pero el fondo llegó a su fin. Y
comenzó la lluvia de preguntas y la inundación
de incertidumbre. ¿De dónde vendrá el dinero?
¿En verdad lo recibiremos? ¿Proveerá el Señor?
¿Cómo lo hará? ¿Y si no llega a tiempo?
¡Cuántas veces me he desesperado porque me
parece que Dios tarda demasiado en contestar!
Sé que Él ha escuchado, sé que tiene todo en Sus
manos, sé que Él dispondrá todo para mi bien, pero
¡cuánto me cuesta esperar! La incertidumbre me
agobia y muchas veces me invade el desánimo y la
frustración.
26 SOMOS OCT/DIC 2020