Atemperada A Los Tiempos - Revista SOMOS Vol. 4 No. 1

Lo que comienza como un día ordinario de
celebración, de repente se altera por sonidos y señales
que atraen a una multitud multinacional de curiosos.
Para su asombro, escuchan personas que nunca han
viajado a su región o aprendido su idioma, expresando
con claridad en su lengua materna un mensaje que
emociona su alma y los cambia para siempre.
Lo impredecible pero esperado ha ocurrido. La
antigua profecía de Joel se cumplió delante de sus ojos
y el escuchar de sus oídos. La esperada promesa del
Espíritu Santo llegó… ¡y esto es solo el principio!
En los próximos días y meses ocurrirían milagros de
una manera que ni siquiera los grandes hombres como
Elías y Eliseo habían experimentado. Las personas
vieron cosas que nunca antes se habían visto en el
planeta: ángeles escoltando a prisioneros fuera de
sus celdas, un matrimonio caer muerto por decir una
mentira, personas anhelando ser alcanzadas por
la sombra de un hombre anticipando ser sanados
físicamente… ¡Estos eran días asombrosos!
Les pregunto, si nosotros hubiéramos sido uno
de esos bienaventurados miembros de la iglesia en
Jerusalén, ¿habríamos regresado a nuestros hogares en
las ciudades distantes?
¡Yo no hubiera regresado! Habría hecho un gran
esfuerzo por permanecer el mayor tiempo posible
allí para experimentar lo más que pudiera. Este era el
momento que personas temerosas de Dios habían
anhelado por siglos, y ahora que había llegado, ¿no
desearían quedarse allí?
Huyendo por sus vidas con el mensaje de vida
Las palabras finales de Jesús fueron claras: él les
enviaría Su Espíritu. Ellos serían sus testigos. El ser
testigos no estaría confinado a sus círculos de influencia
actuales. Más bien, fueron comisionados a llevar Su
mensaje a cada segmento de la sociedad humana.
Ellos comenzarían donde estaban, en Jerusalén. Las
primeras personas que debían alcanzar estaban frente
a ellos. Jesús también los llamó a poner su mirada en
Judea, la región cercana. Betania, Belén y muchos
otros pueblos poblaban los valles. Estos también debían
escuchar las buenas nuevas.
La iglesia temprana también fue llamada a dar
testimonio en Samaria, a personas que vivían cerca
8 SOMOS OCT/DIC 2020