STEIGNYR - THE LEGACY OF WYRD (SPANISH)
Primer libro de la banda Catalana Steignyr el cual relata 3 historias, un principio, un pasado y un futuro. Libro que acompaña a su nuevo album The Legacy of Wyrd, una obra llena de Fantasia, Epica y sobretodo aventuras que nunca olvidarás.
Primer libro de la banda Catalana Steignyr el cual relata 3 historias, un principio, un pasado y un futuro. Libro que acompaña a su nuevo album The Legacy of Wyrd, una obra llena de Fantasia, Epica y sobretodo aventuras que nunca olvidarás.
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- Acepto.
Aún no había salido el sol cuando Aland se encontraba en la linde del bosque con sus
tres amigos y otros dos muchachos, enviados por la desconocida para asegurarse de
que el ladronzuelo no hiciera trampa.
Cuando el sol empezó a despuntar, Aland bebió por última vez de su cantimplora y
apuro el pan con queso que había llevado. Se despidió de sus amigos y se internó en
las profundidades del bosque.
Al cruzar la primera línea de árboles ya sentía como el aire pesaba en ese lugar, y, a
pesar de que la claridad era suficiente para caminar, podía sentir la oscuridad pegada a
su piel. Había entrado en la boca del mismo infierno, y ahora entendía porque sus
amigos le habían aconsejado volver antes de que se pusiera el sol. Cada paso que daba
era peor que el anterior, aquella horrible negrura... pero eso no era lo peor. Un silencio
espeso, triste y… muerto le rodeaba y hacía que pareciera que el tiempo se detenía en
ese lugar. Le pareció estar volviéndose loco cuando, cada pocos segundos, sentía la
necesidad de girarse para vigilar su espalda, como si unos ojos invisibles estuvieran
vigilándole desde los árboles.
Cada poco tiempo Aland se entretenía tallando runas en los árboles, tenía la constante
impresión de que se iba a perder en ese espesor, y eso lo ayudaba a conservar el juicio.
El tiempo pasaba, Aland estaba sediento y cansado, los árboles le impedían ver la
posición del sol, por lo que ya había perdido la noción del tiempo hacía rato y ni
siquiera sabía si merecía la pena el esfuerzo por encontrar el río que cruzaba el
bosque, tal vez debería abandonar, salir de allí y largárse a otro sitio, no sería la
primera vez.
De todas formas, no cejó en su empeño, su orgullo era más grande que el miedo, a
pesar de que aquello que al principio el muchacho había tomado como el simple
murmullo del viento entre los árboles ahora se había convertido en unas voces muy
reales que le susurraban desde las tinieblas “No continúes… porfavor” decían;
“Vuelve atrás”.
Aunque Aland no lo sabía con seguridad la noche se cernía ya sobre el bosque de
Tölgy, y la oscuridad comenzaba a engullir todo a su alrededor, por lo que decidió
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