STEIGNYR - THE LEGACY OF WYRD (SPANISH)
Primer libro de la banda Catalana Steignyr el cual relata 3 historias, un principio, un pasado y un futuro. Libro que acompaña a su nuevo album The Legacy of Wyrd, una obra llena de Fantasia, Epica y sobretodo aventuras que nunca olvidarás.
Primer libro de la banda Catalana Steignyr el cual relata 3 historias, un principio, un pasado y un futuro. Libro que acompaña a su nuevo album The Legacy of Wyrd, una obra llena de Fantasia, Epica y sobretodo aventuras que nunca olvidarás.
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- Y… y ¿qué haces aquí? o mejor dicho ¿cómo puede ser que todavía estés aquí?
deberías estar…
- Muerta, lo sé. Ojalá fuera así. Por lo que veo mis padres hicieron una buena
labor con esta torre, nadie pudo entrar y las historias no pudieron salir.
- Tal vez ahora sea una buena oportunidad” Bindall intentó utilizar el tono de
voz más comprensivo que pudo, aunque todavía estaba aterrado con su
fantasmagórico encuentro.
- Tal vez sea la única. - La triste voz de la niña les rompió el corazón. - No sé si
lo sabréis, pero yo tenía un gatito, un gatito de color blanco…- Y así Lina
comenzó su historia. La historia del secreto que los Edevane habían guardado
más de trescientos años.
- Me encantaba ese animal, era tan suave y cariñoso, mi único amigo. Madre y
padre no dejaban que me aventurara fuera de los muros del castillo, tenían
miedo, miedo de perderme… como si fuera uno de sus cofres de oro...creo que
no podían comprender que yo necesitaba ser libre. Yo no era una niña, era su
posesión, y parece que no, pero a día de hoy, todavía me duele. Cuando la
Dama Negra llegó, asolando la ciudad y dejando tras de sí un terrible estela
color a muerte, todo se volvió oscuro. Ya ni siquiera podía salir de mis
aposentos, apenas veía la luz y… aquel gato se convirtió en mi salvación…
hasta que…- Lina se detuvo un momento. - Hasta que un día… un día se lo
llevaron. Chillé, pataleé, lloré… pero de nada sirvió, seguí encerrada en
aquellas cuatro paredes… lo que me pareció una eternidad. Supongo que de ahí
mi afición a contar los días. Un día la puerta se abrió, el golpe de la madera
contra la roca me despertó y lo único que recuerdo es que pasé de estar en mi
cama a pasear por la fría y estrecha gruta en la que vosotros me habéis
encontrado. Los días en la torre no fueron mejores. Ni tampoco peores. Me
pasaba las horas subiendo y bajando las escaleras. Arriba y abajo. Arriba y
abajo. Hasta que un día tuve una idea, robé un espejo a madre y subí a lo más
alto de la torre, donde hay una pequeñísima abertura, y desde ahí reflejaba algo
de luz hacia la ciudad.
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