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HACKATÓN #CONECTACULTURAS ECUADOR
algo «abierto, provisional e inacabado» 3 . Así pues, en la mayoría
de estos eventos no se obtiene un producto definitivo, sino
ideas o prototipos que posteriormente serán trabajados hasta
obtener el resultado final, ya sea en forma de aplicación de software,
de publicación web o de proyecto.
Por este motivo, los hackatones no se entienden como una actividad
en sí misma, sino como parte de un proceso. En el caso del
Hackatón #ConectaCulturas, además de los tres intensos días
que duró el evento principal, hubo una extensa etapa previa de
investigación de necesidades y planificación de objetivos y otra
posterior en la que se validó el prototipo y se desarrolló técnicamente
la app. Si olvidamos este aspecto, es probable que se
generen frustraciones y que tanto las personas organizadoras
como las participantes perciban la actividad como un fracaso
al no lograr, en la mayoría de los casos, un resultado tangible
o funcional.
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En la guía Cómo hacer un prototipo puedes aprender cómo
poner en marcha proyectos inclusivos para prototipar soluciones
colaborativamente en distintos ámbitos. laaventuradeaprender.intef.es/guias/como-hacer-un-prototipo/
Foto de familia © Hackatón #ConectaCulturas.
La sabiduría de compartir
En estos últimos años, los hackatones han estado de moda
como espacios para la innovación y la experimentación
colectiva. Pero en la mayoría de pueblos indígenas de
América Latina, los trabajos conjuntos o colaborativos son
prácticas ancestrales dentro de su organización social.
La minka o minga para los pueblos andinos o el techio en
México son momentos en los que la comunidad trabaja
unida por un objetivo común. Pueden servir para el arreglo
del camino de entrada a la comunidad o la construcción
de la casa comunal. También alguien puede convocar
a los vecinos y las vecinas para que le ayuden a cosechar
la papa sabiendo que luego él acudirá recíprocamente al
llamado cuando otros u otras necesiten recoger el maíz.
Un hackatón no reemplaza procesos más largos de
diseño de proyectos o desarrollo de software. Sirven, básicamente,
para iniciar el camino de una solución que
además será validada a través de un proceso participativo.
Porque si elegimos la mejor idea de prototipo entre 10
propuestas, es un buen indicio de que estamos optando
por una solución adecuada.
medialab.ciespal.org/
Rubén Zavala
Director de
Medialab Ciespal
El equipo organizador de #ConectaCulturas insiste en
que no importa mucho cómo bauticemos la actividad,
sino “si nuestra forma de concebir los procesos se fundamenta
en la colaboración”. Para Rubén Zavala, es una
cuestión de paradigmas: o elegimos trabajar en equipo,
tal como siguen haciendo hoy muchas comunidades originarias,
o elegimos el enfoque individualista, más extendido
en las sociedades urbanas, que propone “descubrir
algo y restringir su acceso, permitiendo su uso solo si se
paga. Un paradigma donde el resto de la sociedad se convierte
en consumidora de conocimiento y de soluciones”.
CORAPE y sus socios prefieren apostar por actividades
colaborativas y diversas, como las minkas o los techios, en
que la participación de personas de diferentes ámbitos
enriquece las actividades con múltiples visiones y saberes
que se integran en las soluciones propuestas.
Aunque reconocen que estos procesos que involucran a
múltiples actores siempre son más largos porque obligan
a mantener un diálogo fluido y una constante revisión,
sin duda alguna el esfuerzo se ve recompensado,
ya que el aprendizaje y los resultados son mucho más
plurales y heterogéneos.
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